Lo que iba a ser una entretenida ascensión al volcán Mayón, en Filipinas, se convirtió en una tragedia. Las autoridades filipinas han confirmado la muerte de la peraltesa Sara Francés Nicolay, de 31 años, que se encontraba desaparecida desde ayer, cuando el grupo de turistas del que formaba parte fue alcanzado por la inesperada erupción del mencionado volcán, situado unos 360 kilómetros al sureste de la capital Manila, Un total de cinco personas murieron en el suceso, entre ellas un guía filipino y tres turistas alemanes, entre los que también está el novio de la turista navarra.
Los padres de la joven, que vive en Alemania, se comunicaron ayer por la noche con fuentes diplomáticas españolas, que no pudieron confirmar oficialmente su fallecimiento, aunque los servicios de emergencia y las autoridades locales de la provincia de Albay, en la que se localiza el volcán Mayón, ya citaron el nombre de la turista navarra entre las víctimas.
La muerte de Sara Francés ha sido confirmada por la alcaldesa de peralta, María José Vidorreta, quien ha expresado su pesar por lo sucedido.
La familia de la joven sospechaba que a ésta le podría haber pasado algo ya que se encontraba en la zona y no se sabía nada de ella, según la alcaldesa, quien ha comentado que su muerte les ha sido confirmada a través del consulado y el ministerio, con los que han permanecido en contacto en las últimas horas.
La familia está a la espera de que se realice la autopsia al cuerpo de la joven y de recibir noticias del consulado sobre la repatriación del cadáver. Ha agradecido al consulado de España en Filipinas la "espectacular" atención que han recibido desde que se produjo la desaparición de Sara y se confirmó esta madrugada su fallecimiento.
La incertidumbre reinó ayer en Peralta desde primera hora de la tarde, cuando se empezó a correr la voz de que la joven Sara Francés podía haberse visto afectada por la erupción en Filipinas del volcán Mayón. La confusión era total. Nadie quería creerse la noticia y menos cuando se hacía referencia a una joven tan apreciada en el pueblo, con un carácter tan alegre y cuya familia es queridísima en la localidad.
La falta de confirmaciones oficiales sobre el accidente añadió confusión a lo sucedido con la joven peraltesa, la mayor de dos hermanos -Carlos Francés, jugador del equipo de fútbol del Azkoyen varias campañas- conforme fueron pasando las horas.
Inquieta, viajera y a la que todo el mundo evoca con una sonrisa en la cara. La noticia de la desaparición de Sara Francés Nicolay se extendió ayer rápidamente por Peralta, su localidad natal y donde reside su familia. A pesar de que desde el año 2007 fijó su residencia en Alemania, la joven mantenía un fuerte vínculo con su tierra de origen, donde intentaba regresar siempre que las obligaciones laborales se lo permiten, tanto en época de verano -el pasado año vino incluso a Sanfermines- como en Navidades.
Sara estudió bachillerato en el Instituto Marqués de Villena de Marcilla y luego se trasladó a Pamplona, donde terminó primero la diplomatura de Ciencias Empresariales, que luego amplió con la licenciatura de Administración y Dirección de Empresas, ambas carreras cursadas en la Universidad Pública de Navarra. Ya en su etapa universitaria, descubrió su afán por conocer mundo y, de hecho, en el último curso de la carrera realizó una beca Erasmus en Polonia.
Si bien durante el transcurso de su formación la joven realizó prácticas como auxiliar administrativo en el Ayuntamiento de Peralta y en la empresa Azkoyen, después de completar su formación, decidió emprender una nueva etapa en Alemania. Primero comenzó como profesora de español para extranjeros y luego, tras realizar una incursión en el mundo de la informática como guía y organizadora de actividades de una empresa del sector, centró sus inquietudes profesionales en el mundo del diseño gráfico, del marketing y de la publicidad.
En su periplo laboral, pasó por varias empresas de este ámbito, hasta recalar en Egentic Gmbh, donde trabajaba desde hace más de dos años. Su currículum, muy cercano a la atención al cliente, permite conocer las virtudes de esta joven despierta, extrovertida, con gran dominio tanto del inglés como del alemán, y a la que le gustaba tocar la guitarra, el balonmano y sobre todo, viajar.
Actualmente Sara residía en Francfort con su compañero sentimental, otro integrante del grupo accidentado al que las autoridades locales también dan por fallecido. Al parecer, ambos, junto a otro grupo de amigos, se habían dirigido a Filipinas de vacaciones, con el objetivo de visitar las islas del país y varias zonas montañosas, ya que eran aficionados a la práctica del montañismo.
Diario de Noticias
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