jueves, 30 de agosto de 2018

BUSCAR PERSONAL DESESPERADAMENTE; ROMPECABEZAS TURÍSTICO EN HUNGRÍA

Destino vacacional ya popular en la época del Bloque del Este, este gran lago de Europa central (cerca de 600 km2) atrae cada verano a cientos de miles de turistas que llegan para disfrutar de sus playas, sus discotecas, sus restaurantes y los buenos vinos de producción local.

Pero debido a este éxito, los profesionales del sector deben resolver la cuadratura del círculo: ¿dónde encontrar el personal necesario en un país con una tasa de paro históricamente baja (3,6%) y cuyo primer ministro, Viktor Orban, rechaza cualquier tipo de inmigración, lo que dificulta la contratación de trabajadores temporales extranjeros?

«Resulta imposible encontrar un jardinero, un camarero o un jefe de cocina», se queja Balazs Banlaki, el propietario del Kali-Kapocs, restaurante ubicado en las pintorescas colinas de Mindszentkalla, que bordean el norte del lago. En este establecimiento de tamaño medio, abierto solo en verano y que normalmente necesita una decena de empleados para funcionar, el jefe tiene que hacer de todo. «Cada nueva temporada pasamos una mano de pintura pero, incluso para este tipo de trabajo, soy yo quien coge la brocha», comenta Banlaki a AFP.

Con un salario medio que no supera los 530 euros al mes y medio millón de personas que han partido a trabajar en el oeste de Europa en diez años, a Hungría le faltan brazos. Y la situación no tiene visos de mejorar. La tasa de fecundidad es una de las más bajas de la OCDE (1,34 niños por mujer) y, cuando la población ya ha caído por debajo de la barrera simbólica de los diez millones de habitantes, según la Oficina Central de Estadísticas (KSH), un millón de personas desean abandonar el país, la mitad de ellos menores de 30 años de edad.

Por ahora, el Gobierno permanece sordo ante los llamamientos de los agentes económicos que le presionan para que abra las fronteras a la mano de obra extranjera.

Banlaki sigue traumatizado por lo que le pasó en la temporada de 2017, cuando tuvo que renunciar a ofrecer una carta de comidas, ya que no tenía cocinero. «Sobrevivimos solo con las bebidas, el café y los sándwiches», dice suspirando. Después de hacer un esfuerzo adicional en los salarios, este año está contento de haber conseguido contratar a media de docena de trabajadores.

«Pero incluso cuando encuentro a alguien, hay muchas posibilidades de que él o ella se marche rápidamente. Entre festivales, cumpleaños, vacaciones con los colegas... los jóvenes no se quedan aquí. Yo no me atrevo a criticarles en el trabajo por temor a que se marchen», confiesa el restaurador.

Lógicamente, los turistas sufren las consecuencias de la falta de contrataciones. «Nosotros pasamos varias semanas en el lago todos los años y he comprobado que bastantes büfé (chiringuitos de comida rápida) están cerrados este año –cuenta Petra Lisztes, de 39 años, una madre que ha venido acompañada de sus dos hijos–. Y en los restaurantes, cada vez sucede más...».

En Siófok, en la orilla opuesta del lago, más concurrida por sus playas interminables y sus discotecas gigantes, el Siófok Plazs (playa en magiar), un complejo de alta gama capaz de acoger a 10.000 personas, conoce las mismas dificultades que el pequeño Kali-Kapocs. «Ponemos publicidad en todas partes y de forma permanente, y puedo afirmar que la falta de mano de obra cualificada es un problema constante», explica Erzsebet Mazula, su gerente.

Gracias al carácter resueltamente moderno del lugar, que incluye varios restaurantes, una sala de gimnasia al aire libre, bares de playa y un escenario por donde pasan los mejores DJ y cantantes húngaros, ella suele conseguir atraer a estudiantes para trabajar: «Es cierto que no conocen el oficio, pero hemos decidido darles una formación antes de la apertura de la temporada. Es más importante sonreír y ser amable que saber cómo se prepara un complicado cóctel». «Sin embargo, incluso con este sistema, podéis comprobar que no hay bastantes camareros para atender a los clientes», comenta la gerente.

Protocolos simplificados
Este fenómeno no se limita al lago Balatón, ni mucho menos, en este país que resulta barato y donde el número de turistas ha aumentado el 7% este año, según cifras oficiales, después de haber alcanzado el record de pernoctaciones en 2017, con 29,5 millones.

En Budapest, para paliar la falta de mano de obra, algunos hoteles han comenzando a proponer protocolos simplificados en recepción, inspirados en los sistemas de facturación en línea de las compañías aéreas. Pero la penuria se mantiene para puestos en los que es necesario una auténtica competencia profesional, como cocineros o gerentes.

Para remediarlo, el Gobierno intenta convencer a personas jubiladas para que regresen al mercado laboral ofreciéndoles la exención de toda carga social y una tasa impositiva del 15%. Una iniciativa que todavía no ha tenido el resultado esperado.

El año pasado, el Gobierno adoptó, a regañadientes, un decreto que autorizaba a los ciudadanos de las vecinas Ucrania y Serbia a trabajar en Hungría tres meses como máximo. Pero esta medida es papel mojado, ya que aprender el idioma magiar en un plazo tan breve es un reto muy complicado.

Céza Molnar (publicado en GARA)

domingo, 26 de agosto de 2018

SÁNCHEZ TODAVÍA NO DA MÁS DE SÍ

Era previsible, pero el empeño y la ferocidad de los desalojados (PP) y los postulantes (Cs) han acelerado el acorralamiento a Pedro Sánchez hasta el punto de responsabilizarle de todos los males y dispuestos al degüello a la que salte. La derecha extrema ha pillado hueso y lo va a roer hasta destrozarlo, dejando en el aire aquellas buenas intenciones de la primera hora y obligando a Pedro Sánchez a digerir como pueda el choque con la realidad. A día de hoy, cualquier observador es consciente de la debilidad de un Gobierno sustentado en solo 84 diputados y del ensañamiento de la oposición en todo lo que concierna a Catalunya, a la inmigración y a la situación de los presos vinculados a ETA.

De manera atropellada el Gobierno de Pedro Sánchez ha pisado suelo y se ha visto obligado a ser cauto, a ralentizar las previsiones, a matizar sus compromisos y a encajar los guantazos que cada día le vienen encima haya o no haya motivo. Cuando, en el entusiasmo de la investidura, hizo públicas sus buenas intenciones de diálogo y generosidad en referencia al colectivo de presos vascos y el fin de la dispersión, ni por el forro se esperaba la que se iba a liar con solamente dos traslados sencillos y plenamente legales. Va a ser más que complicado, por tanto, que sean inminentes los compromisos del actual Gobierno para resolver de manera global la situación del colectivo. Antes, tendrá que escampar.

Conocida la situación y comprobadas las dificultades reales, no hay una explicación coherente para el actual arrebato que parece haber afectado a los dirigentes de Sortu para urgir a Sánchez a que resuelva el problema de manera inminente y definitiva. Parece que el sentido común, o al menos el sentido práctico, debería aconsejar que este tema se tratase en absoluta discreción, sin demandas notorias ni urgencias y evitando cualquier expresión pública que pudiera ser manipulada en contra.

Estos últimos días han sido Arnaldo Otegi y Rafa Diez quienes han alzado la voz, más profusamente el primero, más profundamente el segundo, apremiando al Gobierno español -y, ya de paso, al francés- a afrontar definitivamente el preocupante presente de las doscientas y pico personas presas y dispersas. Otegi pide “un gran pacto nacional vasco con el horizonte de la excarcelación de los presos”. El coordinador general de EH Bildu va más allá del fin de la dispersión, de la aplicación de los beneficios penitenciarios legales, que ya va siendo hora, y se asoma a los confines de la amnistía imposible. No basta con acercar las cárceles, hay que vaciarlas. Arnaldo Otegi no ha nacido hoy, y sabe que el discurso para los de casa, el discurso endogámico, podrá cohesionar las bases pero, pisando suelo, sabe que tiene una nula efectividad. ¿Dónde está el horizonte de la excarcelación de todos los presos, cuando dos puñeteros traslados hacen tambalear al Gobierno? Sorprende, también, que Rafa Díez deje caer que debería eximirse del arrepentimiento a los presos políticos vascos. Olvida Díez los argumentos de contrición que presentaron los estatutos de Sortu para su legalización, o el reconocimiento del daño causado al que apelaron los dirigentes de la izquierda abertzale para pactar con fiscalía condenas inferiores a dos años para evitar la cárcel. En la sociedad vasca hay amplia conciencia de la injusticia de la dispersión y repetidamente se ha movilizado contra ella.

Pero sobre el motivo de las condenas y la posibilidad de vaciar las cárceles hay actitudes muy diferentes. Y, sobre todo, mucha indiferencia. Han sido demasiados años apelando a sus presos como para ahora pretender compartirlos con toda la sociedad vasca. El desalojo del Gobierno del PP de Mariano Rajoy es un asomo de esperanza, pero cualquier precipitación puede dar al traste con una solución que en ningún caso puede ser inminente.

Pedro Sánchez no da más de sí y, de momento, sus promesas han quedado en eso, en gestos de buena voluntad y muy escasos avances por el momento. A quienes pisan el acelerador no está de más darse un baño de realidad, y la realidad es que Sánchez va a verse acosado en este tema y cualquier presión que se haga sobre él contribuirá a debilitarle.

Hay que pisar suelo y manejar el tema con prudencia y sentido de la oportunidad. A no ser que se prefiera la vuelta de la derecha extrema y resignarse aquello de cuanto peor, mejor.

Pablo Muñoz, en Grupo Noticias

sábado, 25 de agosto de 2018

EL PLAN GENERAL DE CARCASTILLO PRIORIZA RECUPERAR EL CASCO ANTIGUO

Uno de los principales objetivos del futuro Plan General Municipal (PGM) de Carcastillo es la recuperación del casco antiguo. La redacción de dicho Plan costará 180.000 euros, si bien el Gobierno de Navarra aportará alrededor del 80% (144.000 euros). Así se desprende del convenio firmado por la consejera de Desarrollo Rural, Medio Ambiente y Administración Local, Isabel Elizalde, y el alcalde, Javier Igal. En concreto, este año se firmará el contrato de asistencia, en 2021 se aprobará inicialmente el Plan Urbanístico Municipal, y en 2022 se aprobará de forma provisional el PGM. Una Comisión de Seguimiento, compuesta por representantes de la entidad local y del Ejecutivo foral, se constituirá expresamente para agilizar los trámites para el completo desarrollo del PGM y establecer un plan de trabajo que permita avanzar con seguridad jurídica.
Además de la recuperación del casco antiguo, se actualizará la normativa legal aplicable, ya que el anterior Plan data de 1992. “También se considerarán las nuevas expectativas en la evolución de necesidades urbanas, proyectando el municipio en las próximas décadas, y se ordenarán y regularán los distintos usos del suelo”, informa el Gobierno de Navarra.
El Consistorio busca, en este sentido, definir un modelo urbano que “incentive la recuperación del casco antiguo, frenando su deterioro y, por otra parte, plantee opciones que posibiliten la implantación de viviendas de alquiler social y viviendas destinadas a jóvenes. Todo ello complementado con los espacios dotacionales y sistemas generales adecuados y acordes para el servicio de su población”.
Asimismo, el Plan se armonizará a las agendas de sostenibilidad para potenciar la implantación de modelos de turismo sostenible, en relación a recursos medioambientales geográficos e históricos, como el pasado fluvial, pinares, sotos o ribera. El PGM identificará las Áreas de Especial Protección que, en función de sus valores ambientales y paisajísticos, configuran los recursos medioambientales de la localidad. Destacan el sistema fluvial del río Aragón y sus vegas como principal elemento de conexión natural del Valle del Aragón, las planas cerealistas de El Saso y la Plana de Larrate, antiguas terrazas fluviales y miradores de la Ribera del Aragón, la Estanca de los Dos Reinos de importancia en las rutas migratorias y los suelos agrícolas, surcados por una extensa red de acequias y barrancos naturales y artificiales.
Diario de Noticias

viernes, 24 de agosto de 2018

EL AUGE DE LA APUESTA DEPORTIVA, ALARMA ENCENDIDA EN UN PAÍS DE APOSTADORES

El historiador José Antonio Azpiazu recoge en “Juegos y apuestas en la historia de Euskal Herria” esta frase que da título a la obra de teatro de Antonio Maria Labaien “Jokua ez da errenta” (El juego no es renta). Publicada en 1960, es una buena muestra de la tradición apostadora de Euskal Herria. Pero difícilmente se habría imaginado el comerciante Martín de Echeverría, que en 1556 se jugó 44 libras de Flandes a que Gaspar de Castro iba y volvía de Amberes a Jerusalén en menos de siete meses, que cinco siglos después bastaría con ir a un bar o sacarse un chisme del bolsillo para hacer su apuesta en dos minutos.

Que en un país de apostadores se siga apostando no parece, a priori, una gran sorpresa. Sin embargo, el auge de las apuestas deportivas y, en especial, la tendencia creciente del juego online, que despoja a esta práctica de carácter (y control) social, han despertado algunas alarmas. La alerta llega en gran medida desde las asociaciones de jugadores rehabilitados, y viene alimentada por el boom publicitario: la Real Sociedad es el único equipo de Primera que no cuenta entre sus sponsors con una casa de apuestas –unos patrocinios que han sido prohibidos por ejemplo en Italia–.

¿Está justificada la alarma? Los datos de prevalencia, siempre variables, oscilan a nivel mundial entre el 0,1 y el 3,4% de población con problemas de juego patológico. Una cifra que, para el Estado español, la Dirección General de Ordenación del Juego (DGOJ) calculaba en 2015 en torno a un 0,9%. No estar peor que los demás, sin embargo, no significa estar bien, sobre todo cuando la tendencia apunta al crecimiento. Las apuestas deportivas, además, interpelan en mayor medida a los jóvenes, un público en el que la prevalencia suele ser mayor que entre los adultos. En los próximos días nos acercaremos al fenómeno, dando espacio a diferentes voces. Antes, una radiografía.

Crecimiento indiscutible
El auge de las apuestas es indiscutible, tanto en la cantidad de dinero que se juega como en la proliferación de productos de apuesta deportiva. Solo en Nafarroa, en el periodo 2013-2017, el juego en general creció un 16,2%, mientras que el sector de las apuestas deportivas creció un 73,9%. ¿Quiere decir esto que se juega más ahora que antes? Jugar con las cifras siempre tiene sus peligros, pero siguiendo con Nafarroa, que ofrece los datos más específicos en sus memorias anuales, en 2017 se jugaron 342 millones de euros. Según el historial de la DGOJ del Ministerio de Interior, la cifra es similar a la de 2008, cuando se situó en 343 millones.

Cabe destacar, sin embargo, que las cifras de 2008 eran las más altas registradas hasta entonces, por lo que cabe deducir que, tras la crisis –la gente no ha jugado más por estar más necesitada, en contra de lo que podría pensarse–, en 2017 se volvió al pico anterior. Es decir, se puede decir que hoy en día se juega más o menos lo mismo que en el momento álgido previo a la llegada de la crisis. Sin embargo las modalidades han cambiado, ya que las apuestas deportivas y el juego online, mucho más peligrosas desde el punto de vista de las adicciones, han ganado terreno al juego tradicional.

Entremos, por tanto, en ello. El año pasado se apostaron en Nafarroa y en la CAV 412 millones de euros, que dejaron un margen de juego –el beneficio en bruto para las casas de apuestas– de 58 millones. Primer apunte a tener en cuenta: en las apuestas deportivas la casa también gana siempre, pero menos que en otras modalidades de juego tradicionales. Un ejemplo, frente al 14% de margen de juego de las apuestas deportivas, las Loterías y Apuestas del Estado tienen un margen del 39%.

Segundo apunte: es sencillamente imposible saber cuánto se apuesta en Hego Euskal Herria. Los 412 millones mencionados se refieren a las apuestas bajo tutela de las dos comunidades autónomas –tanto lo presencial en salones, locales de apuestas o bares, como el online autonómico –. Sin embargo, hay que sumarle el juego online estatal, que mueve cada vez más dinero.

Hablamos de las jugadas realizadas en casas de apuestas online a menudo inglesas y con sedes en paraísos fiscales. En 2016, el montante global en el Estado fue de 4.908 millones de euros. Una estimación posible se puede realizar en proporción al número de habitantes de Hego Euskal Herria, lo cual dejaría un montante de 298 millones de euros. Solo es una estimación, pero sirve para hacerse una idea y, sobre todo, para mostrar que la cifra de los 412 millones es menor a la real. Es verdad que, por un lado, habría que tener en cuenta lo desarrollado que está el online autonómico vasco, lo que haría tirar a la baja la estimación. Pero también habría que tener en cuenta la mayor capacidad adquisitiva respecto a la media del Estado, así como la tradición apostadora del país. No es, en cualquier caso, más que una estimación.

Resumen de situación
A modo de resumen, una imagen congelada llama a poner en cuarentena el alarmismo desbocado. De cada 100 euros apostados en Nafarroa en 2017, a las apuestas fueron 22, frente a 37 a las máquinas tragaperras o 31 a Loterías del Estado. En nombre de la proporción, también cabe recordar que las 2.089 máquinas de apuestas que hay en la CAV no parecen gran cosa al lado de las 11.351 tragaperras repartidas en salones, bares, bingos y casinos.

Y sin embargo, descongelando la imagen se observa un crecimiento exponencial de las apuestas que bien justifica alguna luz de alarma. Más si viene acompañada de las advertencias de psicólogos especialistas y asociaciones de jugadores rehabilitados sobre el aumento de casos de adicción que están detectando. Bienvenido sea, por tanto, el debate.

Beñat Zaldua, en GARA

ROZALEJO; REKUPEREMOS LA CORDURA

Situemos el reloj en el viernes, 17 de agosto, a mediodía. El Palacio de Rozalejo, bien público, ha sido recuperado por el Gobierno, encargado de velar por su futuro. Se ha hecho tras una labor policial encomiable, diferente a otras de años atrás, sin detenidos y sin heridos entre los jóvenes y menores que lo ocupaban ilegalmente, y con 6 heridos leves entre los “menos jóvenes” que les “apoyaban” desde la calle.
En ese momento, el Gobierno ha cumplido con sus obligaciones. Con todas: con las adquiridas con la sociedad navarra, con las adquiridas en el Acuerdo Programático que permitió crearlo, y con las marcadas por la ley.
Respecto a la sociedad, tal y como reclamaba una inmensa mayoría social, se ha recuperado un patrimonio público, que nadie tiene derecho a okupar por la fuerza y privatizar su uso para una minoría.
Respecto al cumplimiento del Acuerdo Programático de Gobierno, se habían abierto con los okupas los “cauces de diálogo y participación desde la visión de la cogestión y/o autogestión de espacios públicos para la sociedad civil en general y para las asociaciones juveniles en particular”, tal como recogía su texto; y siempre “garantizando un uso público, plural, para toda la ciudadanía, y la igualdad de oportunidades, porque todas las asociaciones tienen los mismos derechos”.
Y todo lo anterior se ha hecho cumpliendo escrupulosamente el marco jurídico- legal. Tras la ocupación de Rozalejo, en septiembre de 2017, el Gobierno presentó la pertinente demanda por ocupación; y el Juez - dos meses más tarde - acordó derivar la causa a un “proceso de mediación penal”, que concluyó sin éxito en mayo de 2018. Durante y después de este proceso legal, el Gobierno ha intentado dar cauce al diálogo. La respuesta de los okupas, en público y en privado, era que habían decidido “quedarse en el local porque ya forman parte del barrio, y defendiéndose con uñas y dientes”. Ante semejante privatización forzada de un bien público, ¿cabía otra salida que la de cumplir con la obligada recuperación de Rozalejo para el uso de todos y todas?
Así pues, terminada la mediación penal, pero sin abandonar la vía del diálogo (como ha sido público y notorio), el Gobierno interpone en julio la demanda de desalojo. Y el juez pone fecha al desalojo: 17 de Agosto. La Policía procede de una manera ordenada y reconocida por una parte mayoritaria de la sociedad navarra, y precinta los locales okupados con los medios posibles de tapiado y protección del inmueble. Los medios “posibles”, sí; puesto que el Palacio de Rozalejo, por su configuración urbanística y arquitectónica, presenta grandes dificultades para un sellado hermético. Y así llegamos al momento en el que habíamos puesto nuestro reloj: 17 de agosto, mediodía. Así se cerraba un capítulo, de una manera satisfactoria para la inmensa mayoría social.
Pero avanzan las horas; y ese mismo viernes, por la tarde, se produce una “Reokupación” que aprovechan diferentes agentes que han olido “el botín político”.
Entre ellos, vemos diferencias. Podemos catalogar a quienes inducían a jóvenes y menores a cometer un delito; a los que irresponsablemente jaleaban a los anteriores; a quienes trataban de aprovechar la cuestión contra el Gobierno del Cambio; y a un actor determinante del que después hablaremos.
La derecha, la parte que trataba de aprovechar la cuestión contra el Gobierno, proclamaba - con la convicción posesa de quien se cree sus propias mentiras - que “el Gobierno se rinde a la presión de Bildu, que tolera la reokupación y que renuncia al desalojo”. Encontraban un aliado en las lamentables expresiones del alcalde Joseba Asirón, cuya rueda de prensa se reflejaba con el titular “celebra la suspensión del desalojo”, y el subtítulo “el Gobierno rectifica”. Unos y otros estaban, sabiéndolo o no, alimentando la supuesta épica del grupo de asaltantes protagonistas de la reokupacion.
Entre los irresponsables, vimos por desgracia a cargos públicos que deberían haber medido más sus palabras y acciones. Por fortuna, también leímos a representantes como Edurne Egino y Marisa de Simón, de Izquierda-Ezkerra, firmando un artículo que podemos asumir sin que nos duelan prendas. Coincidimos con él en que “el acuerdo a alcanzar con la parte okupante debe basarse en la corresponsabilidad y que de ninguna manera las okupaciones de este tipo de locales pueden significar <>. El uso y disfrute de un edificio público debe conllevar fundamentalmente una gestión plural del mismo, sin restricciones a nada ni a nadie, dentro de los límites del respeto mutuo y a los valores democráticos y DDHH”. Tampoco podemos estar más de acuerdo con ellas cuando afirman que “no puede ser que la ocupación de estos locales pueda conllevar la realización de obras sin autorización municipal como ya ocurrió en el chalet de Caparroso y que derivó en el precintado por parte de EH Bildu de dicho espacio. No puede ser que no se cumplan las normativas de aforos y seguridad obligatorias para locales de pública concurrencia. No puede ser que en estos locales se cuelguen fotos de presos de ETA porque como reconoció en su día Joxe Abaurrea, concejal de EH Bildu en el Ayuntamiento de Iruña <>”. Lo suscribimos plenamente, y creemos que esta visión del Acuerdo Programático en este asunto es además coincidente con la inmensa mayoría social navarra.
Pero el actor determinante en ese tablero de la reokupación, que politizó la cuestión extralimitándose de sus funciones, fue el propio Juez. Un juez que recibe los informes de la Policía que recomiendan no intervenir ese fin de semana por un problema estricto de seguridad ciudadana; y que recibe del Gobierno la petición, basada en esos mismos informes, de que se aplace la recuperación del inmueble (es decir, un nuevo desalojo). Pero el juez, ante esa petición de aplazamiento, de suspensión temporal... decide archivar las causas.
La decisión jurídica debe ser contestada por lo jurídico: el recurso del Gobierno. Pero, ya que el juez ha decidido “entrar en política” con los juicios de valor incluidos en su auto, es necesario contestarle desde lo político y como ciudadanía. Porque resulta que el mismo juez que derivó la primera denuncia de ocupación hacia una mediación con los okupas; el mismo juez que recibió la denuncia de desalojo una vez terminada la Mediación por él decretada... ese mismo juez es el que introduce una “valoración global de la conducta del Gobierno”, acusándole de “una sobrevenida tolerancia expresa” con la okupación, y remata con que “los hechos (la okupación) no puedan considerarse constitutivos de delito”.
Desconocemos la intención última del juez en su “valoración de la conducta global” del Gobierno; pero, con ella, ha desencantado a la mayoría social que veía las cosas resueltas el viernes 17 a mediodía; y, en cambio, ha espoleado a quienes buscaban botín político después de la reokupación, tanto a la derecha como a los (re)okupas y sus jaleadores.
Ese “botín político” consiste en erosionar a una pionera manera de conformar un Gobierno, y a una manera distinta de gobernar en una Navarra tan plural y diversa como la nuestra. Unas maneras marcadas por el Acuerdo Programático y por el natural derecho al “desacuerdo” entre socios distintos, que se encauza a través del debate leal. Por eso, al igual que la sociedad nos examina cada día, cada uno de los socios del Acuerdo Programático debemos autoexaminarnos sobre nuestras actuaciones en Rozalejo. Con autocrítica, pero también con voluntad de aprendizaje: porque el futuro puede colocarnos a todos en situaciones similares.
Porque hay una pregunta latente en la sociedad dirigida a las personas, partidos y organizaciones políticas y sociales que apoyan la Reokupación: ¿tolerarían y jalearían que en Navarra, como en Madrid, haya organizaciones (por ejemplo ultraderechistas) que, bajo intenciones humanitarias, okupen edificios de uso público?
En Geroa Bai, ante cualquier ocupación o reocupación, lo tenemos muy claro: ”defender los bienes públicos con decisión pero sin buscar el refugio de la tensión. Vocación de diálogo y defensa firme de los bienes públicos, del patrimonio de todas y todos, para toda la ciudadanía. Ese es nuestro estandarte”. Así lo expresaba la presidenta Uxue Barkos, y así lo tomamos como propio. Antes y después del 17 de Agosto.

Koldo Martínez, Virginia Alemán, Patxi Leuza (parlamentarios forales), Joseba Orduña, Iosu Janices, Ana Ansa, miembros de Zabaltzen, asociación política integrada en Geroa Bai

jueves, 23 de agosto de 2018

CASI LA MITAD DE LAS HORAS EXTRA QUE SE PAGAN EN ESPAÑA NO SE PAGAN

Casi la mitad de las horas extra trabajadas en el segundo trimestre del año no fueron retribuidas ni compensadas con tiempo de descanso, según un informe de CCOO a partir de datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

El número de horas extraordinarias trabajadas alcanzó en el segundo trimestre de este año su máximo en la última década, con una media de 6,8 millones de horas extra a la semana, la cifra más alta desde el segundo trimestre de 2009.

De ellas, el 56% fue abonada a los trabajadores, mientras que el 44% no fue retribuida ni compensada con libranzas.

Según destaca CCOO, las horas extraordinarias que se trabajaron en el segundo trimestre equivaldrían a la creación de 170.600 empleos asalariados a jornada completa (40 horas/semana).

De acuerdo con los cálculos del sindicato, el volumen de horas extras pagadas (3,8 millones de horas a la semana) equivaldría a la creación de 95.900 empleos asalariados a tiempo completo, mientras que los tres millones de horas extra no pagadas serían equivalentes a la generación de 74.700 empleos asalariados a tiempo completo.

El sindicato advierte de que esta situación perjudica tanto a los trabajadores que hacen esas horas extra sin retribución alguna como al conjunto de la sociedad, ya que los salarios que se deberían haber abonado quedan fuera de tributación y se lastran los ingresos de la Seguridad Social.

La cifra de trabajadores que realizaron horas extraordinarias en el segundo trimestre alcanzó también máximos de la última década, hasta situarse en una media 825.500 trabajadores a la semana. De ellos, 415.400 recibieron una compensación por trabajar esas horas, 364.400 no percibieron nada y 45.700 personas fueron compensadas sólo en una parte.

Los sectores que concentran un mayor volumen de horas extra trabajadas en el segundo trimestre son la industria manufacturera (1,1 millones de horas de media a la semana), comercio y reparación de vehículos (848.000 horas), hostelería (775.000 horas), sanidad y servicios sociales (601.000 horas) y construcción (577.000).

En todos los sectores se realizan horas extra pagadas y también no retribuidas. Hay sectores donde las horas extra trabajadas que se pagan o compensan con descanso son mayoritarias y otros donde las prolongaciones de jornada son claramente mayoritarias.

Así, las horas extra pagadas son claramente mayoritarias en industria manufacturera, construcción, sanidad y servicios sociales o agricultura y ganadería. Por el contrario, las horas extra no pagadas son mayoría dentro de las ramas de hostelería, educación, actividades financieras y de seguros, y actividades profesionales, científicas y técnicas.

Las ramas de hostelería, comercio y reparación de vehículos, educación, actividades profesionales, científicas y técnicas y actividades financieras y de seguros concentran más de la mitad (54%) de todas las horas extras no pagadas que se trabajaron en España en el segundo trimestre de 2018.

No obstante, el peso de estas mismas ramas entre las horas extra pagadas es mucho menor y sólo concentran un porcentaje reducido de las horas extras pagadas (el 26% del total).

Público

HISTORIA DE MÉLIDA, ESA DESCONOCIDA

“Pueblo que no sabe su historia es pueblo condenado a irrevocable muerte”, decía Marcelino Menéndez Pelayo, filólogo, historiador, bibliógrafo, polígrafo, filósofo y político de origen cántabro (Santander 1856 - 1912), y el melidés Juan Manuel Garde Garde es muy consciente de ello. Tanto, que acaba de publicar el que muy probablemente sea el primer libro sobre la historia de Mélida, localidad de alrededor de 700 habitantes ubicada en pleno corazón del Valle del Aragón y perteneciente a la Merindad de Tudela, que es una de las grandes desconocidas de la geografía navarra, tal y como reconoce el propio Garde. “Cuando me preguntan de dónde soy y digo que de Mélida, la gente piensa que hablo de Mérida (Extremadura). Que la gente de aquí, de Navarra, desconozca dónde está Mélida es sorprendente”, señala al respecto.

En concreto, su trabajo se titula Historia de la villa de Mélida y recoge en 379 páginas más de una década de labor investigadora de este melidés de 64 años (casado y padre de dos hijos), doctor en Ciencias Biológicas y catedrático de Biología y Geología de Enseñanza Secundaria hasta su jubilación (trabajó durante más de 30 años en el IES Benjamín de Tudela), quien tras ver “que la biología no daba mucho más de sí a nivel de investigación”, descubrió su pasión por la historia local. “Fue hace 12 o 14 años cuando me propuse profundizar en la historia de Mélida. Me resultaba cómodo, agradable y placentero y como los investigadores tenemos la obligación de dar a conocer el trabajo que realizamos, comencé a publicar artículos sobre epidemias del siglo XIX del cólera, sobre el castillo y las murallas...”, resume.

Con toda la información, obtenida del Archivo Parroquial sobre todo, escribió en 2012 el libro familiar La saga de los Garde. En 2015 hizo lo propio con Cinco siglos de religiosidad popular en la villa navarra de Mélida, que fue todo un “éxito”, admite. Posteriormente, con la documentación recopilada, también del Archivo Municipal y del Archivo General de Navarra (entre otras fuentes), Garde decidió dar un paso más y publicar el ejemplar que nos ocupa, cuya redacción le ha llevado dos años de intenso trabajo.

En este sentido, cabe destacar que el libro monográfico sobre la historia de Mélida, cuya fundación se remonta al reinado de Sancho VII el Fuerte (sobre el año 1200), se desarrolla a lo largo de siete capítulos. El primero describe el marco geográfico del municipio, mientras que los cuatro siguientes comprenden los cuatro grandes periodos históricos: Edad Antigua, Media, Moderna y Contemporánea. El sexto capítulo, a su vez, describe los servicios básicos que el pueblo ofrecía a sus vecinos (sanidad, educación, comunicaciones, etc.) y el último es una guía del patrimonio artístico y monumental de la localidad.

Antes de la fundación de Mélida, cuya fecha concreta se desconoce, Garde desvela que muy probablemente existiese una aldea llamada Villazuruz, aunque “no se ha podido descubrir”. Asimismo, se han encontrado restos, incluso del Paleolítico. A partir del reinado de Sancho VII el Fuerte, la historia de Mélida es “similar a la de cualquier pueblo pequeño navarro”, reconoce. Con la particularidad de que Mélida se encontraba en una “zona relativamente fronteriza con Aragón”.

En este sentido señala que tuvo “bastantes conflictos”. Tras la conquista castellana, por ejemplo, el castillo y las murallas quedaron arrasadas. Otra de las singularidades de Mélida es que “pese a ser un pueblo de control real, poco a poco el Monasterio de la Oliva fue haciéndose con el dominio, de tal forma que el abad de la Oliva era el señor del pueblo. De hecho, fue así hasta la desamortización”, indica.

“Durante la Edad Moderna tuvo cierto estancamiento de población porque la agricultura no daba más de sí, pero supo sobreponerse y crear sus propias instituciones, un arca de misericordia o un hospital de beneficencia”, prosigue relatando. No obstante, fue en la Edad Contemporánea cuando “despegó” y tuvo un repunte poblacional muy importante, el cual acabó generando problemas porque empezó a faltar trabajo. Sin embargo, llegó la República y con ella “el periodo de vida más activa del pueblo”, en el que se crearon asociaciones y organizaciones políticas, y que concluyó abruptamente con el consabido golpe de estado, tras el cual fueron asesinados 27 vecinos (otro más murió combatiendo en las filas republicanas) y 28 fallecieron en el frente, en el bando nacional, se recoge en el libro.

A partir de la década de los 50, en la obra solo se dan pequeñas “pinceladas” de la historia local, ya que Garde considera que es preferible “dejar que sedimenten los procesos históricos para tomarlos con cierta distancia”, antes de narrarlos.

Sin embargo, sí que habla por ejemplo de que Mélida llegó a su tope máximo de habitantes en los años 40, fecha en la que contaba con 1.400 residentes. “En siglo y medio quintuplicó su población, porque en 1800 apenas llegaba a los 300 habitantes”, señala. Fue a raíz de la industrialización cuando el pueblo se fue vaciando y envejeciendo. “Sin embargo, la gente que se ha ido no se ha desarraigado y conserva su casa familiar y vuelve en vacaciones”, reconoce. Ahora, además, la población inmigrante está volviendo a llenar de vida el pueblo.

Garde ha publicado 400 ejemplares de su libro, que se pueden adquirir en establecimientos locales.

Diario de Noticias

EL ALCALDE DE BENASQUE, PARTIDARIO DE REGULAR LA SUBIDA AL ANETO

La masiva afluencia de montañeros a cimas como el Aneto o el Mont Blanc reabre cada verano el debate sobre el riesgo de masificación de la alta montaña. Jean Marc Peilleux, alcalde de Saint Gervais les Bains, donde se inicia la ascensión al techo de los Alpes, ha desatado la polémica al mostrarse indignado por el comportamiento de los montañeros que no respetan unas reglas mínimas. No es el único. El de Benasque, Ignacio Abadías, coincide con él al plantear la necesidad de poner orden para frenar la masificación y las imprudencias.
Peilleux, en una entrevista publicada el domingo en Le Parisien, afirmaba que hace 15 años que reclama una regulación del acceso al Mont Blanc, con entre 300 y 400 personas cada día en esta época. "Se ha convertido en una ascensión de urbanitas, de turistas que no entienden que en la montaña hay reglas", declaró, citando peleas entre cordadas por la prioridad o el caso de unos montañeros que llevaban un mástil de 11 metros para izar la bandera de su país.
"Coincido perfectamente con él", afirma el de Benasque, en cuanto a la necesidad de regulación. "No sé cuál es la solución. No digo que haya que cobrar como hacen en el Everest, pero habrá que regularlo, igual que se hace con otras actividades, porque se acumula mucha gente en la cima del Aneto. Y mucha gente tiene educación, pero a otros les falta una asignatura de urbanidad", explica Abadías. Recuerda que está en un espacio protegido (el Parque Natural Posets-Maladeta), y que para acceder al pico es necesario pasar por un glaciar.
Este alcalde es consciente del tirón del techo de los Pirineos, un gran recurso turístico. "Hay mucha gente que no ha hecho un tresmil en su vida pero sí que hace el Aneto, aunque no sea montañera", se lamenta. Sabe que hay posiciones contrarias a la regulación, pero insiste en el riesgo para la vida de los montañeros y de quienes "se juegan la vida ante actitudes negligentes", en referencia a los grupos de rescate de la Guardia Civil. "Que un experto tenga un accidente porque le ha fallado el material, se le ha roto una cuerda, le ha caído una roca… puede pasar", comenta, pero "yo me he encontrado con una persona en el glaciar con zapatillas, le he dicho que no fuera por allí porque se podía matar, y como si nada".
Otro problema es la colocación de "símbolos de toda índole", dice el alcalde, "evidenciando una falta de respeto a la montaña". Cree que la gente se ha concienciado para no dejar basura en la montaña, pero no en otras cuestiones como la seguridad.
Pero no todos en el valle de Benasque tienen la misma visión. Los empresarios no consideran que la situación sea tan grave como para exigir una regulación. "Lo veo excesivo. Son cuestiones a estudiar con tranquilidad. Y además, ¿quién regula y cómo?", se pregunta el presidente de la asociación turística. José María Ciria sí coincide con el alcalde en la necesidad de "poner orden" y sobre todo de concienciar a los montañeros para subir al Aneto con seguridad. "Es una cuestión de educación y concienciación más que de prohibición", señala. En este sentido, el colectivo empresarial está implicado en el desarrollo de la campaña Aneto Seguro, que organiza charlas en verano para informar de itinerarios, material u horarios aconsejables en la ascensión.
"No veo un problema tan grave de exceso de gente, porque son días puntuales, pero sí por las condiciones en que suben y por cómo van equipados", explica Ciria, reconociendo que determinadas actividades exigen ser afrontadas con "respeto". "Una cosa es una excursión familiar y otra la alta montaña atravesando glaciares. Esto último requiere una actitud y unas cualidades técnicas que se deben aprender. Yo no hago submarinismo sin haber hecho antes un curso. Sí es verdad que se pierde el respeto a la montaña y algunos suben de cualquier manera", aclara, recordando que en el valle hay otros tresmiles también muy atractivos, unos 70 en total, aunque la cima más alta, con 3.404 m, es el foco de atracción.
En la campaña Aneto Seguro colabora la Asociación de Guías del Valle de Benasque. Ellos son los encargados de impartir las conferencias, cuatro cada semana hasta septiembre, a los interesados en subir a la cima. Respecto a la necesidad o no de una regulación, estos profesionales ponen el énfasis en la seguridad más que en la masificación.
Las colas en el paso o puente de Mahoma se dan en momentos puntuales, asegura Carlos Carracedo, miembro de la asociación de guías de Benasque. No hay cifras concretas, pero según la web Aneto Seguro, en un día de afluencia máxima en los meses de verano, unas 240 personas pueden estar intentando ascender a su cima.
"No sabemos si son 150, 200 o 300", precisa Carracedo. Lo que sí es constatable es que "cada vez va más gente a la montaña", y entiende el tirón del Aneto "porque es la más alta y ofrece buenas condiciones". Sobre el comportamiento de los montañeros, más que de actuaciones incívicas, como las descritas por el alcalde del Mont Blanc, este profesional habla de "desconocimiento, que nos hace exponernos a peligros". "La gente debe tener información e ir a la montaña con humildad. Para saber gestionar el riesgo hay que ser consciente del peligro", apostilla este guía.

María José Villanueva, en Heraldo de Aragón

martes, 21 de agosto de 2018

LOS ELECTOS QUE NO CREÍAN EN SUS ELECTORES (DE ARANZADI Y ROZALEJO)

Cuando hace un año fue okupado el Palacio del Marqués de Rozalejo, el colectivo que se atribuyó la acción se presentó bajo el nombre de “Hogar Invisible”. Su lucha venía, según su primer comunicado, en septiembre de 2017, marcada por el hecho de que había "numerosas personas en situación de calle, […] con una sociedad que mira hacia otro lado ante este problema, mientras hay más de 6.000 casas vacías". 
Un año después, de aquel colectivo Hogar Invisible nada vemos, tapado por la denominación de Gaztetxe Maravillas. Y tampoco vemos aquella preocupación por la vivienda, por la situación de las personas que viven en la calle. La reivindicación ha cambiado: ahora quieren ese espacio, justificándose en la supuesta ausencia de un proyecto para el mismo. 
El proyecto lo dejó claro la presidenta Barkos el domingo 12 de agosto: alojar la sede del Instituto de la Memoria Histórica. Un uso público, para un bien público, cuya propiedad le ha tocado gestionar a este Gobierno, que no lo adquirió (pasó a ser de titularidad pública en 2005) y cuyo primer proyecto (un centro de formación de hostelería) fracasó por la falta de interés de quienes podrían haberlo gestionado. 
Quienes ahora firman como Gaztetxe Maravillas han centrado sus críticas en Geroa Bai, y lo han hecho desde la manipulación, cuando no desde la mentira. Se han encontrado como aliados incluso a concejales como los de Aranzadi que, irresponsablemente, han llegado a afirmar los okupas se han ganado el derecho a que se les ceda el local por haberlo “recuperado”. Una postura que, por cierto, es contradictoria con la que ellos mismos mantienen sobre las inmatriculaciones por parte de la Iglesia, hechas en el fondo con un argumento similar (“lo que no está registrado no es de nadie, y con mi palabra y la de mi obispo vale para decir que es mío”). Pues no: el argumento no sirve, ni para la Iglesia ni para los okupas. 
Desde el Gaztetxe Maravillas han dicho también que no había proyecto para el edificio, como no lo había para el de la calle Compañía okupado y posteriormente desalojado en 2016. Falso: el proyecto de construcción de viviendas de alquiler público para jóvenes está en proceso de licitación. Y si no ha salido adelante antes ha sido por la judicialización del caso, provocada precisamente por aquella okupazion. El colectivo Hogar Invisible, aquel tan preocupado por la falta de viviendas, no ha dicho ni esta boca es mía. 
“Recuperar” un edificio vacío (que no “abandonado”) que era de todos (y no “de nadie”) no puede dar derecho preferente de propiedad a quien incumple la ley para okuparlo. Nadie puede decidir, de manera unilateral, si un espacio público tiene o no un proyecto detrás, y okuparlo alegremente, esperando que la sociedad cuyas normas ha quebrado le “regale” por ello el edificio. 
Puede llegar a entenderse cierta lógica en esta postura en el pensamiento antisistema, en el que no cree en la voluntad popular expresada democráticamente a través de las urnas; pero es sangrante que la defiendan representantes electos. Armando Cuenca, concejal de Aranzadi, ha demostrado, con sus publicaciones en redes sociales, que para nada cree en la representatividad de nuestro sistema. Por tanto, si a nadie representan los electos, probablemente lo mejor es que coja la puerta, y el disfraz de Spiderman, abandone su acta de concejal, y se encadene en Rozalejo. 

Juana García y  Armando Redondo, miembros de ZABALTZEN, asociación política integrada en GEROA BAI

domingo, 19 de agosto de 2018

EL RESCATE EN LOS MONTES NAVARROS VOLVERÁ A SER COSA DE LOS BOMBEROS

El pasado 4 de agosto un vecino de Donostia sufrió un accidente en el Orhi. Dos bomberos de Nafarroa y otros dos de Donibane Lohizune se encontraban en las inmediaciones –donde se celebraba una carrera de montaña–, movilizaron a otros equipos del cuerpo de bomberos y atendieron rápidamente al herido, que había caído unos 100 metros por la pendiente. Ya estabilizado, un equipo del Greim llegó en helicóptero y se lo llevó al hospital. Horas después, el teletipo de Efe informaba de que «agentes del Greim de la Guardia Civil han rescatado hoy a un montañero de 56 años».
«A ver, lo primero es el rescate, que el montañero herido sea atendido como debe, la prioridad siempre es esa», señala de entrada Mintxo Astiz, bombero en Oronotz-Mugaire. En segundo plano, sin embargo, no esconde que, en demasiadas ocasiones, los bomberos se encargan de la búsqueda y la primera atención de los rescatados, pero que luego es la Guardia Civil la que llega en helicóptero y se lo lleva al hospital, aunque su actuación a veces se limite a cambiar al herido de la camilla de los bomberos a la del cuerpo militar.
Las cosas suelen entenderse mejor gráficamente. Así lo explica Astiz: «Alguien se pierde o sufre un accidente en alguna montaña de Nafarroa, nos avisan a los bomberos, que acudimos al lugar y muchas veces realizamos la búsqueda y la primera atención, llega entonces un helicóptero que paga el Gobierno navarro, baja un guardia civil y se lleva al herido a un hospital también navarro. Por decirlo de alguna manera, el único elemento ajeno en todo el proceso es el miembro del Greim».
La escena descrita por Astiz, que calcula que solo en el parque situado en Baztan atienden una veintena de rescates al año –en parques como los de Nabazkotze y Zangotza son más, al acudir estos al Pirineo–, tiene los días contados en Nafarroa, donde está en marcha la constitución de un Grupo de Rescate Técnico en el seno del cuerpo de bomberos. Las pruebas para seleccionar a la veintena de miembros que tendrá en un inicio se realizaron durante el primer semestre de 2017, y los elegidos recibirán una formación específica durante los próximos meses.
Dos décadas sin grupo de rescate

No será el primer grupo de rescate de los Bomberos. La competencia es de Nafarroa desde hace tiempo y, de hecho, ya funcionó un grupo entre 1990 y 1999. «Eran bomberos profesionales que realizaron decenas y decenas de rescates de todo tipo, pero su participación en el grupo era voluntaria», explica Astiz. Es decir, eran efectivos del cuerpo de bomberos que cuando ocurría un accidente, dejaban su parque para acudir al rescate. «El helicóptero igual tenía que pasar primero por Oronotz y luego por Nabazkotze antes de acudir al lugar del accidente», añade.
La situación colapsó a principios de 1999, cuando un rescate en condiciones adversas, de nuevo en el Orhi, acabó con un miembro del grupo de rescate herido de gravedad. Los bomberos se plantaron, pidieron más medios, mejor formación, mayor especialización y una normativa clara, y UPN, entonces ya en el Gobierno, se negó a invertir y apostar por el grupo. Desde entonces, aunque la competencia sigue siendo de Nafarroa, los rescates en el medio natural los realiza la Guardia Civil.
Desde entonces, y Astiz lo sabe bien pues se ha pasado años empujando a favor de ello como delegado de LAB, la demanda de un grupo de rescate propio que recuperase la competencia efectiva para el territorio ha sido constante. «Existía la capacidad humana sin duda ninguna, pues hay bomberos muy preparados, y en Nafarroa hay un volumen de rescates lo suficientemente grande para justificar un grupo específico. Solo faltaba la voluntad política para llevarlo a cabo». Esta voluntad nunca existió con Miguel Sanz y Yolanda Barcina al frente del Ejecutivo foral. De hecho, ni cuando fue posible reorganizar el grupo con fondos europeos se decidieron a dar el paso de arrebatar la competencia efectiva a la Guardia Civil.
La dejadez con el servicio de Bomberos se plasmó en el hecho de que durante la última legislatura de Barcina no se sacó ni una sola plaza para el cuerpo. El cuatripartito anunció que en la presente legislatura sacaría 100 plazas, y va camino de hacerlo. En 2016 se ofertaron 30, un año más tarde 17, este año 15, y está pendiente la aprobación de la OPE que convoque las 38 plazas que quedan para completar en 2019 el centenar. Además, existe la posibilidad de que el año que viene se apruebe otra OPE para 2020, siguiendo las demandas del cuerpo, donde advierten de que, aunque bienvenidas y urgentes, el centenar de plazas no son suficientes para atender todas las necesidades, más teniendo en cuenta que 20 miembros pasarán a engrosar la filas del nuevo Grupo de Rescate Técnico. Cabe tener en cuenta, eso sí, que estos miembros seguirán haciendo turnos ordinarios con un calendario específico, por lo que la creación del nuevo grupo generará, según ha podido saber GARA, un vacío efectivo de entre 10 y 12 efectivos en el servicio ordinario, que ya se presta con menos bomberos de los que se debería, según insisten los trabajadores.
De Candanchú a Etxauri y Beriain

Aunque la gestación ha sido bastante más larga –el acuerdo con los trabajadores del cuerpo se suscribió en marzo pasado–, la consejera de Interior, María José Beaumont, la defendió públicamente por primera vez el 21 de junio, cuando explicó en el Parlamento foral la creación del GRT, defendiendo que «existen varias razones para crearlo, pero por encima de cualquier cuestión existe un argumento de auténtico peso: el mandato legal que nos obliga a ello al ser competencia de Navarra».
Un argumento ante el que solo UPN y PP fruncieron el ceño, lamentando la pérdida de efectivos para el servicio ordinario de bomberos; el mismo servicio que no renovaron durante la anterior legislatura. Pero ni la derecha regionalista se opuso abiertamente a la creación de un grupo que contará con una inversión inicial de 313.000 euros en material y vehículos, y que tendrá su base permanente en las instalaciones de Cordovilla, donde además está previsto que se construya un helipuerto –con sus correspondientes hangares– en los próximos meses. Mientras tanto, los helicópteros de emergencias en los que se moverá el Grupo de Rescate Técnico seguirán teniendo su base en las instalaciones de Miluze.
Las pruebas de selección, a las que se presentaron una cuarentena de bomberos, se celebraron durante el primer semestre del año en tres escenarios diferentes. En Candanchú –en el tubo de la zapatilla, concretamente– se celebraron las pruebas de esquí y alpinismo, en Etxauri las de escalada en roca y progresión vertical por cuerda –en días diferentes–, y en Berian la más física. Los aspirantes tuvieron que subir a la ermita de San Donato con 10 kilos a la espalda, saliendo desde Unanue.
Eneko César es uno de los que se encuentra a la espera de estar entre los elegidos. Entretanto, destaca el «gran potencial» que existe en el seno del cuerpo –él mismo podría ser ejemplo de ello, en 2015 ganó el premio a la mejor actividad de escalada otorgado por la Federación Española de Deportes de Montaña y Escalada– y destaca que hay volumen de rescate más que suficiente para sostener un grupo de tales características en Nafarroa. «Cada vez más gente va al monte, ya sea a andar, a escalar, a buscar setas, a pedalear en bici o volar en parapente, y por desgracia cada vez suelen ser necesarios más rescates», añade.

Los candidatos están ahora a la espera de conocer el resultado final de las pruebas, de las que saldrá el equipo de 20 bomberos que formarán el GRT, mientras que otros cinco quedarán en la reserva. Ese grupo de 25 recibirá a partir de otoño una formación específica en rescate en todo tipo de situaciones, desde alta montaña hasta barrancos y cuevas. Una especialización que correrá a cuenta de profesionales de otros grupos de rescate consolidados y que tendrá dos partes diferenciadas: una estival y otra invernal. Todo con la vista puesta en tener a punto y operativo el nuevo servicio para primavera del año que viene.
Beñat Zaldua, en GARA

sábado, 18 de agosto de 2018

LAS CALLES DE MI PUEBLO

Las calles de mi pueblo son estrechas y sinuosas. Atravesadas por escondidas callejuelas, que ocultan las aventuras vividas o soñadas. Ellas, mantienen a raya el tórrido sol de agosto y nos proveen del necesario fresco. Son la engalanada novia del banquete festivo. Las vecinas las adornan con banderines de mil colores, los balcones lucen sus floridos geranios rojos, blancos, morados, rosas… Arco iris de mil colores hecho vida en cada una de ellas, que nos permite iluminar sus fachadas maltrechas por el paso del tiempo, la desidia y el abandono.

Pero es la plaza el corazón, el alma, el sentir de la fiesta. Robusta y señorial, bordeada de un acogedor pórtico, encuadra sus paredes con hermosas casas solariegas. Frente a la Casa Municipal, sus farolas modernistas vigilan el sagrado lugar donde descansan los gigantes. Es la plaza, lugar de encuentro que despierta cada mañana, rebosante de alegría, al son de las dianas.

Es la plaza, la que durante el día, cuando el calor aprieta, se vacía y desnuda esperando que la tarde propicie un poco de respiro, mientras la música suena acariciando el aire. La corona de terrazas que adornan su cintura, circundan de tranquilidad el vaivén de los bailables. Al caer la noche, se apaga como cenicienta en la medianoche, cuando decenas de jóvenes rojiblancos, marcan, al son de la gaita, el entreacto de la fiesta con su baile de la Era, hasta desaparecer al son de las últimas notas de la orquesta. Las farolas esparcen su pálida sombra, bañando de silencio el contorno de su cara. Es la Plaza, que así vive y muere cada día en la fiesta.

Pero cada mañana amplía el horizonte. Olor a tierra mojada en su vecina calle Etxarri que nos conduce al escenario matutino. La empinada cuesta de El Pilón, al borde del monte, inunda de naturaleza el espacio. Suena el cohete, cantan la jota, la multitud se agolpa en las barreras y en el monte; comienza la carrera y el olor a sudor y miedo late en el ambiente. Los gritos angustiosos de las madres, se elevan en plegaria hasta el cielo.

Las calles ahora, improvisados restaurantes, huelen a magras con tomate, o ajoarriero. La aparición de los gigantes, señores de mucha planta, acentúan la delgadez del espacio, haciéndolas intransitables. Buen reposo para deleitar a sus señorías con algún cántico espontáneo, guitarra en mano, y alma de poeta.

Con el vermut más alegría, más jotas, más abrazos y, a cada rato, más cariño esparcido en el asfalto. El rincón de la calle Cantarranas, con su histórica cava, resguardará a quienes, irreductibles, niegan la retirada. Concierto de mil voces populares que hacen las delicias de todas las ranas que en ella habitan.

Es mi pueblo, mi pueblo en fiestas. Encuentro de mil miradas, mil caricias olvidadas, mil deseos ensoñados…Encuentro amoroso con sus calles y sus gentes. Momenticos que se agolpan en el corazón ante la ausencia impuesta, la realidad negada o la necesidad de un recuerdo en la distancia obligada.

Es mi pueblo.

Mariné Pueyo, en su página de Facebook

LAS CLASES BAJAS, LAS GRANDES PERDEDORAS DE LA CRISIS

Un 26% de la población en riesgo de pobreza y exclusión; uno de cada tres niños bajo el umbral de la pobreza… El estallido de la crisis económica en 2008 tuvo consecuencias devastadoras en España. Algunas, como las que ilustran los datos anteriores, todavía presentes en la sociedad, pese al crecimiento macroeconómico de los últimos años. Si bien la recesión de hace una década afectó a toda la población del país, el impacto fue desigual entre los grupos socioeconómicos, donde los grandes perdedores fueron las clases más desfavorecidas. Esta es la principal conclusión de la investigación Crisis económica y clases sociales: todos perdemos, sobre todo los más pobres, que señala que entre 2007 y 2013 la renta media del 10% de la población más pobre descendió un 30%, mientras que en el decil más rico de la población la caída apenas superó el 10%.

El estudio, firmado por Olga Salido, profesora de Sociología en la Universidad Complutense de Madrid, advierte que el aumento de la desigualdad en España ha venido provocado precisamente por la perdida acelerada de posiciones en los estratos más humildes del país, mientras que no ha habido un enriquecimiento destacado de los grupos más favorecidos. Esto ha llevado a que las la diferencias entre ambos extremos se fueran incrementando durante los años: la renta de los hogares más ricos ha pasado de ser 9,5 veces mayor que la del segmento más pobre a 13,7 veces.

Según el estudio, la vulnerabilidad de las clases más pobres no es una novedad. Es el único grupo –el 10% con menos ingresos– en el que ya había una caída de la renta antes del inicio de la crisis. A partir de entonces, y aunque todos los deciles sufrieran un descenso de sus ingresos, el grupo más pobre fue el que sufrió mayores perdidas de ingresos en términos relativos. Según se escala hacía las clases medias –comprendidas entre el decil 3 y el 8– también se observan caídas en las rentas relativas, pero cada vez menos pronunciadas hasta alcanzar a los grupos más ricos.

La investigadora también analiza los cambios en el reparto de la renta total del país entre los grupos de población. Los resultados señalan que la crisis tampoco supuso un cambio sustancial en este aspecto, en el que ya existía una desigualdad muy marcada. Las pequeñas variaciones que se dieron durante la recesión, eso sí, afectaron de nuevo a los extremos, donde el grupo con menos recursos salió de nuevo como el peor parado: entre 2007 y 2013, el 20% más rico del país pasó de poseer el 39,0% de la renta total del país al 40,2%. Durante el mismo periodo, el 20% de la población con menos ingresos pasó de tener el 7,1% al 6,3%..

Según Olga Salido uno de los aspectos más importantes para conocer el impacto socioeconómico de la crisis ha sido la divergencia que ha tenido lugar en la movilidad social de la población. Es decir, la capacidad para ascender puestos en los estratos de población. Precisamente, fueron los extremos, la parte más pobre y las más rica, los que menos experimentaron cambios en este sentido.

De esta forma, entre 2008 y 2011 el 78,8% de decil más rico fue capaz de mantener su estatus, mientras que un 20% descendió a la clase media. En el extremos contrario, un 76% del decil más pobre continuó siéndolo, y un 21,7% consiguió escalar hasta los deciles intermedios.

Ocurre algo similar en los grupos que componen la clase media, que también fue la que tuvo una mayor movilidad durante los primero años de la recesión. En los extremos de este segmento, los deciles 3 y 8, la inmovilidad es más habitual que en los grupos centrales. Si embargo, estos deciles también eran los que tenían más posibilidades de caer al conjunto más pobre –un 26% si se pertenece al decil 3– o de ascender a los estratos más ricos –un 28,4% si forma parte del decil 8–.

CTXT (Observatorio Social La Caixa)

jueves, 16 de agosto de 2018

"LA VIOLENCIA ES MÁS FUERTE QUE DURANTE EL CONFLICTO; AHORA CUALQUIERA PUEDE MATARNOS"

Desde la firma de acuerdo de paz entre el gobierno de Santos y la guerrilla de las FARC, el 24 de noviembre de 2016, la violencia se ha recrudecido en Colombia. Con la desmovilización de las FARC, distintos actores violentos se han extendido por los territorios aumentando las amenazas a líderes sociales y a la población en su conjunto. 

Aunque no se cuenta con una cifra consensuada sobre líderes y defensores de derechos humanos asesinados en este período, los informes de distintas fuentes especializadas apuntan a un número que oscila entre 350 y 400. La mayoría de estas muertes tienen lugar en el occidente del país, una zona con un porcentaje elevado de población indígena y afrodescendiente. Según el informe Todos los nombres, todos los rostros presentado el pasado mes por la Cumbre Agraria, Marcha Patriótica y el Instituto de Estudios sobre Paz y Desarrollo (INDEPAZ), el 87% de los lugares en los que se produjeron estos asesinatos están altamente militarizados y son territorios con un alto interés por la extracción de minerales e hidrocarburos, por la siembra de monocultivos o la ganadería extensiva. De acuerdo a este informe, la región del Cauca es la que mayor número de asesinatos ha registrado, seguida de Antioquia, Nariño, Chochó, Córdoba, Arauca y Norte de Santander. 

“El momento actual está muy duro en el Cauca y en todo el país. Es bien sabido el asesinato de líderes sociales, indígenas, las amenazas. Y no solo de líderes, sino el asesinato de la población civil, de jóvenes; la estigmatización de todas las luchas es un contexto bastante preocupante. Pareciera que esta violencia fuera ahora más fuerte que durante el conflicto”. Quien denuncia esta situación es Dora Muñoz, indígena del pueblo Nasa, miembro del Cabildo Indígena de Corinto y comunicadora del Tejido de Comunicación Wej’xia Kaa’senxi, la voz del viento. De visita en Bogotá para participar en la 12ª Bienal de Radio México-Colombia, conversamos con ella sobre violencias, comunicación y construcción de paz. 

¿Cuál es su balance sobre el acuerdo de paz y su implementación?

La firma del acuerdo de paz fue muy positiva y esperanzadora para todo el país; especialmente para el Cauca que ha sido una de las regiones más afectadas por el conflicto. Fue una esperanza, aunque con vacíos. En los primeros meses tras la firma del acuerdo se sintió una relativa paz porque realmente se produjo el cese del conflicto armado; sin embargo, comenzaron a incrementarse otras violencias. En la actualidad hay una fuerte disputa por el territorio, los actores violentos se han multiplicado. A pesar de ello, no hay una salvaguarda de la vida ni una presencia real del gobierno ante lo ilícito. Ahora cualquiera puede matarnos. 

¿Quiénes son esos nuevos actores violentos? 

Hay muchos. Se ha sentido un fortalecimiento importante de los paramilitares que, supuestamente, se habían desmovilizado. Vemos también un fuerte resurgimiento de las bandas criminales, distintos grupos guerrilleros: el EPL (Ejército Popular de Liberación), el ELN (Ejército de Liberación Nacional), las disidencias de las FARC y los grupos armados de los cárteles del narcotráfico. Todos se hacen presentes en el territorio y están desestabilizando la comunidad y las organizaciones de base. 

Dora Muñoz explica una de las formas en las que las violencias se hacen presentes: los panfletos amenazadores de bandas criminales o grupos militares que aparecen a diario en las comunidades. Estos panfletos ponen en el punto de mira a organizaciones o personas, especialmente líderes políticos o comunitarios, aunque también señalan a jóvenes bajo el lema de “limpieza social”. Algunos de ellos dan un tiempo para que las personas abandonen el lugar; otros solo comunican quiénes son objetivo militar y a los pocos días los asesinan.  “La semana pasada, en mi territorio, circularon panfletos en los que afirmaban que iban a matar a los jóvenes consumidores de drogas, a los expendedores de drogas, a las prostitutas, a los ladrones… y, efectivamente, al siguiente fin de semana de haber salido esa lista asesinaron a cuatro jóvenes”. 

La región de Cauca, rica en recursos naturales, es la que más asesinatos ha sufrido en los últimos tiempos. ¿Qué papel juegan en este escenario las transnacionales que operan en los territorios? 

Las transnacionales están siendo cómplices. Toda la región del Cauca está llena de monocultivos. Existen grandes ingenios azucareros cuyas propietarias son Ardila Lule y el Grupo Santo Domingo, dos de las familias más poderosas del país -que también tienen monocultivos de palma aceitera en otras regiones. Estas compañías cuentan con ejércitos privados. Hay un grupo de comunidades indígenas, especialmente en el norte del Cauca, que han entrado a estas haciendas azucareras para hacer la liberación de la madre tierra, es decir, cortar caña para sembrar alimentos. En los tres años en los que esta iniciativa se está llevando a cabo, han sido asesinados cinco compañeros indígenas. Unos han sido asesinados por el ejército y otros por la seguridad privada de estos ingenios. Además, en el territorio del Cauca existen varias concesiones para la explotación minera y para la construcción de represas hidroeléctricas. Sabemos que toda esta política es permitida desde los gobiernos y que una de las razones para exigir la desmovilización de las FARC era limpiar los territorios para poder llegar con mayor facilidad e implementar estos proyectos. Frente a esta situación se ha dado una lucha fuerte desde las comunidades, desde la organización indígena, y es precisamente esto lo que está poniendo en riesgo la vida de los líderes sociales. 

¿Qué papel está jugando el gobierno en esta situación de conflicto? 

El gobierno, tanto el entrante como el saliente [se refiere al gobierno de Iván Duque, recientemente elegido presidente de Colombia y al de Juan Manuel Santos], están minimizando la grave situación que hay en el país. No hay unas medidas realmente efectivas que garanticen que pare ya el asesinato de líderes sociales. Todo se queda en denuncia y en investigaciones que nunca dan un resultado concreto. El gobierno está bastante parado en relación a esta situación; solo suman cifras, pero no se avanza en la denuncia, no hay medidas efectivas para proteger la vida de nadie.

¿Diría que la situación es peor ahora que antes de los acuerdos de paz? 

SÍ. Este es un momento bastante crítico, yo no lo había sentido antes de esta manera o al menos no en el territorio. Tal vez se haya vivido en otros momentos de la historia del país, pues Colombia ha sido un país de diversas violencias. Pero, en este momento, es cuando yo lo estoy sintiendo más crítico incluso peor que en tiempos del conflicto, y no veo que el gobierno se esté apropiando realmente de esta situación y esté planteando alguna salida. 


Dora Muñoz lleva 15 años trabajando en comunicación y defensa de los derechos humanos. “En ese caminar he ido aprendiendo el verdadero sentido de la comunicación para los pueblos indígenas; para nuestras comunidades; la comunicación parte de lo espiritual porque entendemos que se trata de una relación no solo entre personas, sino entre los distintos seres de los tres mundos: el mundo espiritual, el mundo terrenal y el mundo del corazón de la madre tierra”.

¿Qué papel juega la comunicación desde una visión indígena en un contexto de múltiples violencias?

Un papel transcendental, porque es nuestra obligación denunciar las violaciones de derechos humanos; debemos visibilizar estas realidades que no salen en los medios convencionales desde la mirada de la gente que está afectada, desde el sentir de la comunidad. Nuestra obligación no es solo visibilizar un hecho, sino profundizar en el análisis, en las causas y en los intereses de quienes controlan esos grupos armados y están generando estas desarmonías en el territorio. Los medios de comunicación generalistas están obviando lo que está ocurriendo. Simplemente reportan cifras de los lideres asesinados, pero no hay un análisis crítico y serio de lo que realmente está pasando en el país; no hay una indagación más profunda que permita entender de qué políticas vienen los hechos que están ocurriendo. En nuestras radios explicamos cómo funciona la política de despojo territorial. Somos la contraparte de la desinformación estatal. Evidentemente, todo esto genera riesgos: los comunicadores y comunicadoras están en el punto de mira.  

En medio de un contexto de múltiples violencias, la defensora de derechos humanos apuesta por la comunicación desde la esperanza. “Siento que en este momento hay una gran desvalorización de la vida, una legitimación de la barbarie. Para que la vida no siga siendo desvalorizada, debemos comunicar siempre desde la esperanza y el valor de la vida. A pesar de esa barbarie, hay muchas cosas positivas que tienen que darnos la fortaleza para seguir insistiendo de manera pacífica en defender la vida y en cuidar el territorio. Las comunidades indígenas y la sociedad civil hemos construido paz mucho antes del acuerdo. Precisamente porque somos una comunidad, un pueblo, un país que tiene cosas muy bonitas quieren exterminarnos, doblegarnos. Y eso es lo que debe motivarnos a seguir en unidad porque a todos nos está afectando esta guerra por igual, a todos nos afecta que se acaben nuestros recursos naturales, que nos contaminen el agua, no solo a las comunidades indígenas, afros o campesinas, a la gente de las ciudades también. Esto tan negativo que está ocurriendo es un llamado de atención a que nos unamos, a que sigamos pensando en cómo cuidar la vida”.

Yolanda Polo, en lamarea.com

miércoles, 15 de agosto de 2018

"QUIERO DEMOCRACIA, NO IMPUNIDAD"

Hace dieciséis años, Brasil estaba en crisis; su futuro era incierto. Nuestro sueño de convertirnos en uno de los países más democráticos y prósperos del mundo parecía peligrar. La idea de que algún día nuestros ciudadanos pudieran disfrutar los estándares de vida holgados de nuestros pares en Europa o en otras democracias de Occidente parecía esfumarse. Menos de dos décadas después de que terminó la dictadura, algunas heridas de ese periodo seguían abiertas.
El Partido de los Trabajadores ofreció esperanza, una alternativa que podía cambiar esas tendencias. Me parece que, sobre todo, por esta razón triunfamos en las urnas en 2002. Me convertí en el primer líder sindical en ser elegido presidente de Brasil. Al principio, los mercados se inquietaron por este acontecimiento, pero el crecimiento económico los tranquilizó. En los años posteriores, los gobiernos del Partido de los Trabajadores que encabecé redujeron la pobreza a más de la mitad en tan solo ocho años. En mis dos periodos presidenciales, el salario mínimo aumentó el 50 por ciento. Nuestro programa Bolsa Família, el cual ayudaba a familias pobres al mismo tiempo que garantizaba educación de calidad para los niños, fue reconocido internacionalmente. Demostramos que combatir la pobreza era una buena política económica.
Después, este progreso fue interrumpido. No por medio de las urnas, a pesar de que Brasil tiene elecciones libres y justas, sino porque la expresidenta Dilma Rousseff fue víctima de un juicio político y la destituyeron del cargo por una acción que incluso sus oponentes admitieron que no era una ofensa que ameritara este tipo de procedimiento. Muy pronto, yo también terminé en la cárcel, después de un juicio sospechoso por cargos de corrupción y lavado de dinero.
Mi encarcelamiento es la fase más reciente de un golpe de Estado en cámara lenta diseñado para marginar de forma permanente las fuerzas progresistas de Brasil. Tiene como objetivo evitar que el Partido de los Trabajadores vuelva a ser elegido para ocupar la presidencia. Debido a que todas las encuestas muestran que ganaría con facilidad las elecciones de octubre, la extrema derecha de Brasil busca dejarme fuera de la contienda electoral. Mi condena y encarcelamiento se sustentan solamente en la declaración de un testigo cuya propia sentencia fue reducida a cambio de que testificara en mi contra. En otras palabras: el testigo tenía un beneficio personal en decir lo que las autoridades querían oír.
Las fuerzas de la derecha que han usurpado el poder en Brasil no han perdido el tiempo para implementar su agenda política. El gobierno profundamente impopular del presidente Michel Temer ha aprobado una enmienda constitucional que pone un límite de veinte años al gasto público y ha promulgado varios cambios a las leyes laborales que facilitarán la subcontratación, debilitarán los derechos de negociación de los trabajadores e incluso su derecho a un día laboral de ocho horas. El gobierno de Temer también ha intentado recortar las pensiones.
Los conservadores de Brasil se han esforzado mucho por socavar el progreso logrado por los gobiernos del Partido de los Trabajadores y están determinados a evitar que ocupemos la presidencia de nueva cuenta en el futuro cercano. Su aliado en esta maniobra es el juez Sérgio Moro y su equipo de procuradores, quienes han recurrido a grabar y filtrar conversaciones telefónicas privadas que tuve con mi familia y mi abogado, entre ellas una conversación que se grabó de forma ilegal. Crearon un espectáculo mediático cuando me arrestaron y me hicieron desfilar ante las cámaras acusado de ser la “mente maestra” detrás de un enorme esquema de corrupción. Rara vez se cuentan estos detalles vergonzosos en los principales medios informativos.
El juez Moro ha sido idolatrado por los medios de la derecha brasileña. Se ha vuelto intocable. Sin embargo, el verdadero problema no es Moro, sino los que lo han encumbrado a un estatus de intocable: las élites neoliberales de derecha que siempre se han opuesto a nuestra lucha por una mayor igualdad y justicia social en Brasil.
No creo que la mayoría de los brasileños apruebe esta agenda elitista. Por esta razón, aunque me encuentro en prisión, me postulo a la presidencia y, por el mismo motivo, las encuestas muestran que, si las elecciones se llevaran a cabo hoy, sería el ganador. Millones de brasileños comprenden que mi encarcelamiento no tiene nada que ver con la corrupción y entienden que estoy donde estoy solo por razones políticas.
No me preocupa mi situación. He estado preso antes, durante la dictadura militar de Brasil, nada más porque defendí los derechos de los trabajadores. Esa dictadura cayó. La gente que abusa de su poder en la actualidad también caerá.
No pido estar por encima de la ley, sino un juicio que debe ser justo e imparcial. Las fuerzas de la derecha me condenaron, me encarcelaron, ignoraron la evidencia abrumadora de mi inocencia y me negaron el habeas corpus solo para impedir que me postulara a la presidencia. Pido respeto por la democracia. Si me quieren derrotar de verdad, háganlo en las elecciones. De acuerdo con la Constitución brasileña, el poder viene de la gente, la responsable de elegir a sus representantes. Así que dejen que el pueblo brasileño decida. Tengo fe en que la justicia prevalecerá, pero el tiempo se le acaba a la democracia.

Luiz Inácio Lula da Silva, ex-presidente de Brasil, desde la cárcel de Curitiba

ROZALEJO: DEFENDER EL BIEN COMÚN ES DEFENDER UN USO PÚBLICO

Gestionar el bien común no es tarea sencilla. Y es, sin embargo, misión y vocación de muchas de las personas que nos dedicamos a la política. Gestionar los bienes comunes es igual de complicado: con responsabilidad, con prudencia y desde el respeto a la legalidad, se trata de maximizar el beneficio para toda la sociedad del uso que se dé a esos bienes.
Con los edificios públicos ocurre exactamente eso. Y con el Palacio del Marqués de Rozalejo, ese trabajo de gestión se ha visto dificultado por una ocupación que se prolonga ya durante más de un año.
En las últimas fechas, algunas voces desde el Gaztetxe Maravillas -y, lo que es peor, desde determinadas fuerzas políticas municipales- han venido a afirmar que lo conseguido por el gaztetxe en cuanto a “rehabilitación” del edificio y “dinamización” de los espacios era una especie de aval para que los okupas gestionasen el inmueble. Esto supondría dar un uso privativo de un bien público a quien ha optado por incumplir los cauces establecidos para entrar a desarrollar sus actividades en ese edificio.
Porque cauces hay, asequibles;y también espacios públicos destinados a estas actividades. Otras asociaciones, otros movimientos, disfrutan de los espacios habilitados al efecto. ¿Que se les imponen condiciones? No imposibles de cumplir para el Gaztetxe Maravillas, si otros las cumplen. ¿Por qué ellos no? ¿Están dispuestos a cumplirlas? ¿O es que prefieren marcar sus propias normas? Convivir en sociedad conlleva aceptar normas, maneras, cauces;si no aceptas todo esto, ¿cómo puedes exigir a la sociedad que te ceda un espacio que es de esa sociedad? No: no se puede dar a unos lo que no se da a otros por el hecho de que los primeros hayan incumplido la ley.
Los autoerigidos representantes del Gaztetxe Maravillas han llegado a reconocer que se ha hablado con ellos en los últimos meses. Ellos aseguran que no se ha “negociado” porque no han conseguido su objetivo: quedarse con el uso privativo del inmueble. ¿Que no se les ha dado lo que exigen? Claro: no se les puede dar. ¿Alternativas? Desde luego. Pero, cuando las alternativas posibles no se admiten, el diálogo se hace muy difícil.
El inmueble es de todas y de todos;es del conjunto de la sociedad navarra. Y su uso, en aras del bien común, ha de ser para el conjunto de esa sociedad. Un uso público como el propuesto: ser la sede del Instituto de la Memoria Histórica. Un lugar donde toda la sociedad pueda verse y reconocerse, desde el respeto a la Memoria, a la Justicia y a la Reparación de todas las víctimas de todas las violencias.
Para llegar a ello, se buscarán soluciones;se pactará con todas las fuerzas políticas que estén dispuestas a pactar. Se pactará con los representantes de la soberanía popular, que se expresa a través de las urnas. Esa es la auténtica voz del pueblo, no el sonido de las ganzúas que fuerzan cerrojos para entrar en un edificio de todas y de todos. Toca apurar opciones y ser creativos en las propuestas, tanto para dar una respuesta a las demandas reales de la ciudadanía como para desatascar la situación actual. Sin cinismos ni chantajes, y teniendo como guía y referente lo que consideramos más apropiado para la defensa del bien común: el uso público de un espacio público.

Esther Cremaes y Mikel Armendáriz, concejales de Iruña por Geroa Bai y miembros de Zabaltzen Asociación Política

viernes, 10 de agosto de 2018

LAS CONTRADICCIONES DEL PP

El dirigente del PP vasco Borja Semper aseguró en abril de 2017 que “si ETA se disuelve mañana, la política de dispersión penitenciaria cambiará en 24 horas”. Iñaki Oyarzabal, también relevante dirigente del PP vasco, dijo: “Si ETA da pasos hacia su disolución, iniciaremos el acercamiento de presos”. Poco antes de su cese, el 13 de octubre de 2016, el entonces ministro del Interior, Jorge Fernández, aseguraba: “Modificaremos la política de dispersión penitenciaria el día que ETA se disuelva”.
Esa era la posición del PP hace algo más de un año. Pero, en mayo de 2018, cuando ETA se disolvió y los partidos vascos aprobaron una resolución parlamentaria de apoyo al acercamiento de presos y a su reinserción, el PP fue la excepción al desmarcarse. Sin embargo, bajo cuerda, el presidente Mariano Rajoy pidió tiempo al lehendakari Iñigo Urkullu para abordar la cuestión, como reveló el lehendakari a EL PAÍS en una entrevista la víspera de disolverse ETA. Urkullu confiaba en Rajoy porque, aunque estaba presionado por portavoces de algunas asociaciones de víctimas y los sectores más ultras del PP, sabía que estaba flexibilizando la política penitenciaria, discretamente, y se habían beneficiado 28 presos etarras, entre ellos Olga Sanz y Javier Moreno, objeto de polémica estos días. La caída de Rajoy por la moción de censura de Sánchez les impidió abordar la cuestión.
Con estos precedentes resulta sorprendente la desfachatez del presidente del PP, Pablo Casado, cuando se opone a un acercamiento de presos a cárceles vascas defendido recientemente por dirigentes del PP vasco y por el que era ministro del Interior, Jorge Fernández. Y resulta bochornoso cuando asegura que es el precio que Sánchez paga por el apoyo del PNV y Bildu a su moción de censura. Cuando el Parlamento vasco aprobó el acercamiento de presos etarras ni se barruntaba la moción de censura de Sánchez y menos aún en noviembre de 2016, cuando el PNV y el PSE lo introdujeron en su pacto de Gobierno vasco.
Casado, en su pugna con Ciudadanos, se ha sumado a la tradición inaugurada por Aznar de utilización del terrorismo en su política opositora al Gobierno con su mismo descaro. Aznar dialogó con ETA, acercó a 125 presos a cárceles vascas y años después tanto él como Rajoy movilizaron a un sector de las víctimas contra el final dialogado del Gobierno de Zapatero con ETA bajo la acusación de “traición a los muertos”.
Hoy, la utilización del terrorismo como arma emocional y movilizadora de las víctimas, como intenta Casado, tiene límites. ETA se ha disuelto y no tiene sentido una política penitenciaria en el marco de una lucha antiterrorista inexistente. Asimismo, las víctimas son muy reacias a que las utilicen políticamente. Así, las portavoces de la AVT y Covite se han desmarcado de Casado. Hay también víctimas, como las hijas de Fernando Buesa y Juan María Jáuregui, que defienden el acercamiento de presos etarras en el marco legal de una política de reinserción social. Como aconsejan la ONU, el Consejo de Europa, la Constitución española y la Ley Penitenciaria.

Luis Rodríguez Aizpeolea, en El País

jueves, 9 de agosto de 2018

MARIANO MENDIGATXA ETA ERRONKARIKO USKARA

Duela mendebete, 1918ko garilaren 31an, Mariano Mendigatxa Ornat zendu zen Bidankozen. Berari esker, euskalkirik arkaikoenaren, alegia, Erronkariko uskararen ezagutza mamitsua badugu, pinuari ‘ler’ deitzen zion hizkera, udaberriari ‘bedatse’, larunbatari ‘neskaneguna’ edota ilargiari ‘goiko’, besteak beste. Mendigatxa eta bere lana, ordea, nahiko ezezagunak dira oraindik.

ERRONKARIERAREN INGURUKO IKERKETAK
Mariano Mendigatxa Ornat eta uskaraMariano Mendigatxa Bidankozen jaio, bizi eta hil egin zen, Erronkaribarko herri txikienetako batean. Bere bizitzako baldintzek Erronkariko uskararen ikerketarako iturri nagusietako bilakatu zuten.
Horrela, 1862an Louis-Lucien Bonapartek bere aholkulariei Erronkariera aztertzeko bailarako zein herria izango zen egokiena galdetu zienean, hauek Bidankoze aukeratu zuten, ziur aski isolamendu geografikoak lagunduta uskara hobe mantentzeagatik. Bertan, bi laguntzaile paregabe aurkitu zituen: Prudenzio Hualde apeza, berarentzat Astete Aitaren Katixima eta Ebanjelio Saintiua segun San Mateok itzuli zituena, eta Mariano Mendigatxa, 1869ko udan zehar Donibane-Lohitzunen berarekin Erronkariko uskararen aditz-taula osatu zuena eta baita hiztegiko hainbat berba bildu ere. Lapurdiko egonaldi honetan Bonapartek Mendigatxa erretratatu zuen (artikulu honetan dagoen irudia), argazki hori erronkariar baten zaharrena izanda.
Urte batzuk geroago, 1878an, Arturo Kanpion izan zen Mendigatxarekin harremanetan jarri zena, kasu honetan Orreaga balada Bidankozeko uskarara itzularazteko.
Hizkuntzalariei dagokionez bi hamarkada zuri eman ondoren, 1902an Resurrekzion Maria Azkue izan zen dagoeneko zaharkitutako Mariano baten mesedeak eskatu zituena, era honetan lan akademikotik haratago joango zen harremana hasiz. 1902ko udako Santa Graziko topaketaren ondoren, urte horretan hasi eta 1916ra arte luzatuko zen gutun trukea egin zuten, eta haietan, Azkuek horrela eskatuta, Mendigatxak uskaraz eguneroko Bidankozeko kontuez idazten zuen, garaiko bizimoduez, egun desagertutako ohiturez eta ospakizunez, esaera-zaharrak, ipuinak, abestiak… Horregatik, Mendigatxa eta Azkueren arteko gutunak hizkuntza ondare garrantzitsua izateaz gain, etnografiako benetako altxorra badira ere.

MENDIGATXA ETA USKARAREN GAINBEHERA BIDANKOZEN
Marianoren bizitza euskalkiaren gainbeheraren laburpen gisa har genezake. Mendigatxa 1832an jaio zen uskara sasoi onean zegoen eta nagusi zen Bidankoze batean, nahiz eta gizonetako askok gaztelania ezagutu (artzainek Nafarroako hegoaldeko Bardeetan neguak igarotzeagatik eta almadiazainek zura ibaian behera saltzeko beharragatik, Nafarroako hegoaldean, Aragoin edo Katalunian), kontu hau aurreko belaunaldi batzuetatik ohikoa izanda. Emakumeek, ordea, ia ezezagun izango zuten gaztelania.
Karlistadek hizkuntzaren erabilerako atzerapausu handiak ekarri zituzten, azkenak (1872-1876) bereziki, Bidankozen dirudienez hainbat kasutan familia-transmisioaren etena ekarri zuena. Guda amaitu ondoren, gainera, herriak izan zuen azken parroko uskalduna hilko zen, Prudenzio Hualde bidankoztarra, honekin Erronkariko uskara elizatik ere desagerraraziz. Horrela, Mendigatxa etxean Marianoren seme-alabek uskara ikasi zuten, 1854 eta 1863 bitartean jaioak izanda, baina ez, ordea, bilobek, 1883tik aurrera jaioak.

Mariano Mendigatxa Ornat eta uskara
Horrela, uskara eremu publiko gehienetatik desagertzen joan zen eta etxera baztertua izan zen, zaharrek besterik ez hitz eginda. Fase honetan zegoen hizkuntza Azkuek Mendigatxa ezagutu zuenean, eta hortik Marianok aipatzen zituen uskarazko hitz batzuk gogoratzeko arazoak, ez baitzen geratzen erronkariera bera bezala menperatzen zuenik. Hala eta guztiz ere, Mendigatxa bere ama-hizkuntza bilobei irakasten saiatu zen, baina amore eman zuen, etsita.
Gaur badakigu Bidankozen uskara ez zela Mariano Mendigatxarekin desagertu, baina hilzorian bazegoen.

MENDIGATXARI OMENALDIA
Dagoeneko 1932an Azkuek, Euskaltzaindiako lehenengo lehendakariak, Mendigatxari oroitarri bat jartzea proposatu zuen bere jaiotzaren mendeurrena aprobetxatuz. Akademiak onartu, baina ez zen bere etxean ipini, ziur aski garaiko kontuak zirela eta.
Hamarkada batzuk beranduago, 1975ean, Bidankozen bertan eskaini zien omenaldi txiki bat bai Mariano Mendigatxari baita Prudenzio Hualderi ere, Erronkariko euskarazko meza bat eginez, eta ekitaldi hau lau urte beranduago Hualderen heriotzaren mendeurrenean aurrekaria izan zen. Baina Mendigatxak ez zuen Hualderena bezalako ez omenaldirik ez oroitarririk izan.

Hori dela eta, bere heriotzaren mendeurrena aprobetxatuz, bidankoztar ospetsu honi omenaldi xume bat bultzatu egin dugu, merezi duen bezala gogora dezagun. Horretarako, Bidankozeko Aiza-Bulguak 2018ko setemeraren 1erako ekitaldi bat antolatu du herriko xeien barruan eta Euskaltzaindiaren parte-hartzearekin, azkenik ‘eskarrik anitx, Mariano!’ bat eskaini ahal izateko.

Gotzon Pérez Artutx, zuzeu.eus