viernes, 29 de enero de 2016

EL DEJÁ VU NAVARRO O PORQUÉ HOY EN FERRAZ NO DECIDIRÁN NADA

Aunque llevemos toda la semana esperando al Comité Federal del PSOE que se celebra hoy como si del Oráculo de Delfos se tratase, es más que probable que el domingo nos encontremos en la misma situación en la que estábamos. Las cartas están sobre la mesa desde el 20 de diciembre y ya no hay más manos que repartir. Todos los escenarios posibles ya han sido pensados. Sin embargo, y a pesar de esta obviedad, hay políticos como Pedro Sánchez que se empeñan en comportarse como cuando tienes un antojo y vuelves a la nevera semivacía una y otra vez, aspirando a que esa comida que deseas aparezca por generación espontánea. Lo sentimos, Pedro, pero eso nunca ocurre. El PSOE tiene 90 escaños, el peor resultado de su historia, y solo tres opciones posibles: pactar con Podemos y lograr el apoyo tácito del independentismo catalán (al PNV ya lo tiene en el bolsillo), sumarse a algún tipo de combinación con PP y Ciudadanos o jugarse su futuro inmediato en unas nuevas elecciones, donde no está claro si resistirá o seguirá su menguante trayectoria. Todo lo demás es cuento chino.
Ante el panorama abierto desde el 20 de diciembre uno tiene sensación de dejá vu, como si no fuese la primera ocasión en la que escucho a líderes del PSOE emplear exactamente los mismos argumentos que hoy en día utilizan Sánchez y los suyos. Como si el modelo de posicionarse viniese con sello de fábrica. En concreto, todo el circo ligado a la investidura del presidente español me recuerda demasiado al ambiente que se vivió en Nafarroa después de las elecciones forales de mayo de 2007. Mucha declaración grandilocuente, mucha promesa de cambio, elementos prácticos que contradicen lo afirmado en prensa (Elena Torres presidenta del Parlamento foral con los votos de UPN o Patxi López jefe del Congreso con el aval del PP) y un futuro aparentemente incierto, pero con las vías mucho más acotadas de lo que se quiere vender al público.
Situémonos en términos prácticos. Si el guion sigue según lo previsto, hoy los barones del PSOE le marcarán a Sánchez que puede negociar «a izquierda y derecha», es decir, con Podemos y Ciudadanos, pero con condiciones. ¿Cuáles? La «razón de Estado» y las matemáticas. Y en la primera entra todo, especialmente si se pinta de «unidad de España». El «ala izquierda» de Ferraz, si tal oxímoron es posible, carece de capacidad real de influencia y, en el fondo, las razones de Susana Díaz no son tan diferentes de las de José Luis Corcuera, Joaquín Leguina y el cenáculo de dinosaurios que conspira contra Sánchez desde los platós de 13TV. Tampoco de las del propio secretario general, a quien solo su ambición le puede llevar a situarse en otra posición. Un partido de más de un siglo no sobrevive dejando su futuro en manos de los deseos del primer advenedizo. Así que parece evidente que, en caso de disputa, el jefe termine sometiéndose a los dictados de los que mandan de verdad. Así ha sido siempre y así será.
Si se cumplen estas perspectivas es probable que en un tiempo prudencial toda la aventura de Sánchez termine en el último minuto con una excusa: «con los números que teníamos no podíamos hacer otra cosa». Pueden ser elecciones o algún cambalache con el PP que provoque sospechas y que en Ferraz tengan que justificar con el inapelable argumento de la aritmética. Y, en ese momento, tendrán toda la razón. Se tratará de un hecho irrefutable que el PSOE, igual que el resto de partidos, conocía desde el mismo instante en el que se abrieron las urnas. Y la gente se preguntará: «¿tantas vueltas para esto?»
En este ambiente de titular y retórica resulta fascinante comprobar cómo el antaño maquiavélico PSOE exhibe tal rigidez de cintura. Aunque sea solo por su propia supervivencia. Los tiempos han cambiado y hace falta mucho estómago para tragarse, por ejemplo, que Patxi López es presidente del Congreso por un acuerdo entre dos partidos, PSOE y Ciudadanos, que no suman mayoría. Ya está casi todo dicho. Ahora solo se dosifica.

Alberto Pradilla, en GARA

miércoles, 27 de enero de 2016

PROGRAMA DE FIESTAS DE SAN BLAS 2016 EN PERALTA

 DÍA 30 DE ENERO DE 2016

12:00 SALIDA DE LA COMPARSA DE GIGANTES Y CABEZUDOS, ACOMPAÑADOS DE LOS GAITEROS, DESDE LA CASA DE CULTURA.
20:00 LOS ARTISTAS DEL GREMIO (SALIDA DESDE LA PLAZA PRINCIPAL)
21:15 TORICO DE FUEGO EN LA C/ IRURZUN (TRASERA DEL AYUNTAMIENTO).
22:00 CENA EN EL CLUB DE JUBILADOS.
23:30 BAILE CON EL GRUPO “AZABACHE” EN EL CLUB DE JUBILADOS. 
00:30 CONCIERTO TRIBUTO “QUEEN” EN EL POLIDEPORTIVO MUNICIPAL.

DÍA 31 DE ENERO DE 2016

A CONTINUACIÓN DE LA MISA, SALIDA DE LA COMPARSA DE GIGANTES ACOMPAÑADOS DE LOS GAITEROS. 
17:00 CINE INFANTIL EN EL CENTRO PARROQUIAL CON LA PELÍCULA “UPSS DONDE ESTA NOÉ” (2€)
17:30 CONCIERTO EN EL POLIDEPORTIVO MUNICIPAL CON LA ORQUESTA “SUPER-HOLLYWOOD”.
20:00 SESIÓN DE BAILE INFANTIL EN EL POLIDEPORTIVO MUNICIPAL CON LA ORQUESTA “SUPER HOLLYWOOD” (ENTRADA GRATUITA).
21:15 TORICO DE FUEGO EN LA C/ IRURZUN (TRASERA DEL AYUNTAMIENTO).
22:00 CENA EN EL CLUB DE JUBILADOS. 

DÍA 2 DE FEBRERO DE 2016

17:00 CONCIERTO EN EL POLIDEPORTIVO MUNICIPAL CON LA ORQUESTA “NUEVA ALASKA”.
17:00 ACTUACIÓN INFANTIL DE CIRCO, TEATRO Y HUMOR EN LA CASA DE CULTURA,”SIN REMITE” (2€).
19:30 SALVE EN HONOR AL PATRÓN SAN BLAS, ACOMPAÑADO DE LA CORPORACIÓN MUNICIPAL, LA COMPARSA DE GIGANTES Y CABEZUDOS Y LOS GAITEROS.
A CONTINUACIÓN HOGUERA EN EL CRUCE DE LA CALLE TEJEDORES CON LA CALLE SOLANA BAJA. TRADICIONAL REPARTO DE CHISTORRA, PAN Y VINO.
22:00 CENA EN EL CLUB DE JUBILADOS. 
23:30 BAILE CON EL GRUPO “VENUS” EN EL CLUB DE JUBILADOS. 

DÍA 3 DE FEBRERO DE 2016

7:00 AURORA DE SAN BLAS.
12:00 PROCESIÓN EN HONOR AL PATRÓN SAN BLAS, CON LA PARTICIPACIÓN DEL M.I. AYUNTAMIENTO Y LA COMPARSA DE GIGANTES Y CABEZUDOS, ACOMPAÑADOS DE LOS GAITEROS. BENDICIÓN DE ALIMENTOS Y EUCARISTÍA.
17:30 CINE INFANTIL, EN EL CENTRO PARROQUIAL CON LA PELÍCULA “PIXELS” (2€).
18:00 CONCIERTO EN EL POLIDEPORTIVO MUNICIPAL CON LA ORQUESTA “NUEVA ETAPA”.
20:30 TORICO DE FUEGO EN LA C/ IRURZUN (TRASERA DEL AYUNTAMIENTO).

martes, 26 de enero de 2016

EL COSTE DEL NAVARRA ARENA PUEDE DISPARARSE A 68 MILLONES

El Navarra Arena, el gran proyecto de Javier Esparza al frente del Instituto Navarro del Deporte, puede acabar costando 3,9 millones más por un incumplimiento del contrato, según ha anunciado el Gobierno. Quien reclama esa cantidad es la UTE a la que se adjudicó la segunda fase de las obras, que está liderada por la empresa Waagner Biró, la encargada de hacer las espectaculares gradas mecánicas retráctiles. Se trata de una reclamación por daños y perjuicios, derivada de la ralentización de las obras decretada en 2011, justo el año en que Esparza abandonó su cargo como máximo responsable del área de deporte.
La reclamación se suma ya a los enormes costes del faraónico Pabellón en el que UPN decidió gastarse 60 millones de euros. Las obras siguen sin terminarse y parece que el coste final superará de largo la enorme cifra proyectada (el Madrid Arena se construyó con objeto de acoger los Juegos Olímpicos y costó 57 millones, tres menos que el presupuesto original).
A día de hoy, el Gobierno foral se ha gastado en el Navarra Arena 56 millones de euros. Al menos, serán necesarios dos más para poder abrir. Y, si el proyecto se ejecuta tal y como se pensó, habría que gastar 6,9 millones de euros. Eso, claro, sin contar la reclamación de 3,9 millones de la que se ha tenido conocimiento, más otras dos por valor de 1,1 millones de las que ya se tenía noticia. Además, la UTE reclama también otros 284.000 euros al Ayuntamiento de la ciudad.
En caso de que el Gobierno tenga que pagar todas esas sumas, el coste del Pabellón superaría los 68 millones de euros. Por otro lado, las dimensiones de las instalaciones son tan enormes que se desconoce qué uso se les puede dar, ya que en Nafarroa no hay ningún equipo deportivo que juegue en una cancha y que sea capaz de reunir a 10.000 personas.
Solo los costes de mantenimiento del gran Pabellón, ubicado junto al Sadar, para el próximo año ascienden a más de 450.000 euros pese a que sus puertas siguen cerradas. Según han avanzado ya los responsables de Cultura y Deporte, lo más probable es que se intente sacar algo de dinero con aperturas parciales, ya que es del todo inviable una apertura continuada.
EH Bildu ha pedido la comparecencia de la consejera de Cultura y una visita parlamentaria a las instalaciones.

Aritz Intxusta, en GARA

CONVENIO CON LA CUN

Imaginen que yo soy inspector de Hacienda y que, como tal, digo que la declaración de Hacienda me la hago yo y me la reviso yo. Seguro que no me dejarían: para algo están las instituciones como la Hacienda Foral o la Agencia Tributaria.

Imaginen ahora que tengo una empresa que fabrica coches. Y decido que mis empleados van a conducir mis coches, porque se los voy a vender a un precio muy bajo. Estoy en mi derecho de hacerlo, y seguro que a ustedes les parecería bien. Pero, ¿estarían de acuerdo en que la diferencia entre el precio de mercado del coche y el precio al que se lo vendo yo a mis empleados… lo pagasen ustedes, con dinero público? Seguramente no, no estarían de acuerdo.

Imaginen ahora que tengo una empresa privada con un número de trabajadores. También tengo un hospital, privado. Yo decido que a mis trabajadores les atiendo yo, en mi hospital, cuando lo necesiten. Y, a cambio, le pido al Gobierno que me pague por ello. No tengo que explicar a cuántos de mis trabajadores he atendido de verdad, cuántos han necesitado pasar por mi hospital… porque el gobierno me paga una cantidad de dinero público cada año, les atienda o no. Solo porque tengo esos trabajadores.

Bien. Pues esto último es lo que pasaba con el convenio entre Salud y la Clínica Universitaria. Es un convenio por el que más de 5 millones de euros iban cada año a la clínica solo en concepto de atención sanitaria a sus trabajadores, necesitaran o no atención esos trabajadores. No es que se pagase cada tratamiento que hiciese falta, no. Se pagaba un total. Sin control de ningún tipo sobre lo que realmente se usaba.

Y eso se parece a un seguro. Yo, cuando pago un seguro, pago sin saber si lo usaré o no. Me puede salir bien o me puede salir mal: puedo amortizarlo o no amortizarlo jamás. Pues algo así me parece este convenio: un seguro privado pagado con dinero de todos.

Ahora, cuando el convenio se ha quitado, nos dicen que se ahorraba. ¿Lo sabemos con certeza? ¿Nos han dicho cuántos trabajadores han sido atendidos durante este tiempo y de qué patologías? ¿No se les podría haber atendido en la sanidad pública? ¿Cuánto hubiera costado atenderles en un hospital público? Ahora nos dicen que, al perder esos millones de euros (digan mejor dejar de cobrarlos), habrá trabajadores que pierdan su puesto de trabajo. ¿Culpan al gobierno de los despidos en una empresa privada? ¿En serio? ¿Por qué? ¿Por no inyectarles dinero con los ojos cerrados? Si quieren que hagamos con ellos como ellos hicieron con la banca, pueden esperar sentados.

Idoia Etxeondo, en Diario de Noticias

CARCASTILLO CONTRATA A 8 PERSONAS CON EL PROGRAMA DE GARANTÍA JUVENIL

En unos momentos aún complicados para la creación de empleo, Carcastillo ha comenzado el nuevo año con la ejecución de ocho contrataciones gracias al programa de garantía juvenil. Según explica Eduardo Ezpeleta, concejal de Bienestar social del Ayuntamiento de Carcastillo, por un lado, el consistorio de la localidad ha contratado a cuatro personas para desempeñar diferentes labores necesarias en el día a día de la localidad como pueden ser tareas de limpieza, pintura, etc.

Las otras cuatro contrataciones han corrido a cargo de la Mancomunidad de Servicios Sociales, entidad presidida también por el propio Ezpeleta y que está conformada además de por Carcastillo, por las localidades de Mélida, Santacara, Murillo el Fruto y Figarol. En este caso, según añade el concejal, la mancomunidad ha podido contratar a cuatro personas de un perfil más técnico.

“Se trata de cuatro personas que imparten clases. Por un lado, dos personas se encargan de las clases para que el alumnado pueda obtener el título de la ESO. Y las otras dos personas van a impartir clases de informática básica”, apunta Ezpeleta.

La respuesta a ambas clases está siendo muy positiva ya que para la del graduado en ESO se han matriculado 31 personas, tanto de Carcastillo como del resto de pueblos que forman parte de la mancomunidad. Estas sesiones se imparten en una sala ubicada en las dependencias municipales de Carcastillo, tanto en horario de mañana como de tarde para facilitar la asistencia de todas las personas matriculadas intentando conciliar las clases con otras obligaciones. Las sesiones de informática básica está previsto que comiencen esta misma semana y cuentan con 75 personas matriculadas.

En este caso, se impartirán todos los días de la semana pero cada clase será en uno de los municipios adheridos a la mancomunidad. “Estas clases comienzan un poco más tarde porque había que terminar de cerrar los grupos”, argumenta Ezpeleta. El concejal no ocultaba su satisfacción tanto por la posibilidad de haber efectuado ocho contrataciones en un momento, recalca, aún complicado como por la respuesta que han tenido las clases ofertadas gracias a cuatro de esas contrataciones. “El Ayuntamiento de Carcastillo, dentro de sus posibilidades, apuesta por la creación de empleo. Poco a poco esperamos que la cosa vaya mejorando”, concluía el edil.

Diario de Navarra

domingo, 24 de enero de 2016

LUIS GABILONDO: "EN NINGÚN CASO DEJAREMOS A NADIE SIN TRATAMIENTO"

¿Con qué objeto se ha emitido una circular a todos los centros sanitarios navarros?
La primera vez que alguien acude a un centro de salud y no está registrado, nosotros no sabemos si es un inmigrante irregular o un extranjero que ha venido a pasar unos días. Por eso, los centros tendían a elaborar una prefactura y, después, si esa persona no presentaba la tarjeta sanitaria en un determinado tiempo, se le cargaba una factura real. Es lo mismo que se hace con un privado que no tiene derecho a asistencia. Esto tenía un efecto disuasorio en la población inmigrante, porque mucha gente se asustaba porque no lo entendía. Para evitar eso, hemos dictado instrucciones en esa circular, para que se les reconozca el derecho a la atención sanitaria desde el primer momento.

¿Qué efectos tiene ser reconocido por Osasunbidea?
Significa que estas personas tienen acceso a medicamentos en las mismas condiciones que el resto de navarros y que todos los demás: tienen un número, un código, se les atiende, se les puede recetar, se les ingresa, se les deriva... Exactamente igual que los que tienen tarjeta sanitaria ‘oficial’. Es una réplica de una tarjeta sanitaria a todos los efectos. Esas 2.688 personas que han recibido este reconocimiento son indistinguibles para el Sistema Navarro de Salud.

Entonces, ¿esa circular que mandaron fue básicamente para decir al personal: «Oye, atento, que estas personas son iguales a todos»?
La instrucción viene a decir algo así como: «Desde que alguien en situación irregular entra por la puerta, ya hay que reconocerle que tiene derecho a la atención médica, aunque todavía no le haya llegado la tarjeta». Por eso no se tiene que hacer prefactura ni nada de eso.

¿Existe aún población en Nafarroa sin este derecho reconocido todavía?
Sí, son aquellos que todavía no han ido a un centro de salud por no tener necesidad.

O sea, los que no están registrados en ningún sitio...
Eso es. Ahora lo que hacemos es que se les tramite el reconocimiento y se les trate sin esperar a que se tramiten las burocracias. Aunque el reconocimiento formal llegue 20 días después, se les trata desde el primer día.

¿Hasta qué punto es distinta la ley navarra de la de otras?
Es exclusiva. No existe en ningún sitio una norma tan amplia como la nuestra, en la que no se exige ningún requisito para el reconocimiento. En otras comunidades se ha ido flexibilizando un poco el tema de los requisitos, aunque la competencia es estatal. A nivel estatal, la normativa de 2012 eliminó la universalización de la asistencia sanitaria, que era un logro histórico. Nosotros estamos radicalmente en contra de esa norma. Antes de 2012 existía el Sistema General de Salud, donde por el hecho de ser ciudadano se te reconocía el derecho a la asistencia. Con la ley del PP volvimos a un sistema anacrónico, un modelo de Seguridad Social en el que tú tienes derecho a la salud en tanto que hayas trabajado.

Pero aquí, en la medida de lo posible, esa ley no se aplica...
Muchas comunidades autónomas progresistas han hecho normas propias para intentar paliar las consecuencias de la ley de 2012. La mayoría lo han hecho desde un concepto más social que sanitario. En Navarra se dio un paso más. Fuimos radicales, reconociendo a las personas por el hecho de residir en Navarra, aunque fuera un solo día, el derecho a la atención. Hoy día es la más universal de las normas que existen en el Estado. Y si el Estado logra tumbar la ley en los tribunales, haremos otra normativa para seguir haciendo lo mismo. Lo que no vamos a hacer en ningún caso es dejar de atender a la población.

¿Esa inmediatez en el acceso es la peculiaridad radical de la norma navarra?
Exacto. La ley nos dice que se reconoce el derecho a la asistencia desde el primer día de residencia en Navarra. Eso no ocurre en ningún otro sitio. Y se reconoce a todo el mundo, sin ningún otro requisito.

Esta ley se aprobó la legislatura pasada a iniciativa de toda la oposición. ¿Siempre se aplicó a rajatabla?
El proceso de implantación ha sido progresivo. Nosotros hemos dictado instrucciones para que se aplique desde el primer día de modo efectivo, sin trabas. Eso es lo que nos distingue ahora, aunque el año pasado ya se reconoció el derecho sanitario a bastantes personas.

¿Qué supone para Osasunbidea haber reconocido el derecho a estas 2.688 personas?
Pues tiene un coste, pero, desde el punto de vista social, es algo perfectamente asumible. Es un coste marginal como decimos nosotros, porque no hace falta incrementar el número de consejeros, ni de hospitales, etcétera. Basta con complementar recursos que ya hay. Muchísimo peor sería para la sanidad pública navarra tener a un grupo de población incontrolada. Sin entrar ya a ideas como la solidaridad, que yo creo que debieran de estar implícitas. En este gobierno creemos firmemente en la igualdad en materia sanitaria.

Aritz Intxusta, en GARA

jueves, 21 de enero de 2016

¿OPE TÉCNICA O POLÍTICA?

El acuerdo de gobierno suscrito por el cuatripartito adquiría el compromiso ante la sociedad navarra de llevar a cabo una OPE en junio de 2016. Como consecuencia de este compromiso muchas personas interinas optaron por coger medias jornadas, apuntarse a academias, organizar su vida para poder estudiar…
En 2015 conocimos dos ofertas públicas de empleo: la realizada en marzo por el gobierno de UPN y la realizada en noviembre por el gobierno del cambio. Ambas coinciden en un hecho: en ninguna de ellas se contemplaba la oferta de plazas en castellano en Infantil y Primaria. En los días sucesivos a ambas ofertas la respuesta de los sindicatos e Izquierda-Ezkerra y Podemos fue bien diferente. Ninguno, sí, ninguno exigió a Iribas, ni siquiera pidió que se reconsiderase, la oferta de plazas en castellano, STEILAS tampoco lo hizo, pero sí advirtió de un recurso si se consideraba el C1 de inglés como requisito porque vulneraría la normativa vigente. Sin embargo, tras la presentación de la OPE del gobierno del cambio, varios sindicatos, y dos coaliciones que sustentan al propio ejecutivo se opusieron y sus argumentos, fundamentalmente, fueron dos: no responden a la realidad educativa navarra ni a su realidad sociolingüística. Ahora han hecho bandera de esta reivindicación. Difícil de entender.
Es cierto que no responden ni a la realidad educativa navarra, ni a su realidad sociolingüística, responde a las necesidades actuales del sistema educativo que pueden ser objeto de consolidación. No obstante, sorprende escuchar en boca de unas políticas que se declaran transformadoras que quieran mantener la realidad educativa que tenemos - e incluso sufrimos- diseñada por una derecha rancia, pensada en favorecer a la escuela privada, en la que se ha utilizado la enseñanza del inglés para detener la extensión del euskera en Navarra, y como consecuencia colateral ha arrinconado al profesorado monolingüe castellano. Hasta el pasado viernes 15 de enero han seguido solicitando la oferta de plazas con perfil C1 de inglés. ¿Acaso este es el perfil sociolingüístico de Navarra? Ha quedado en evidencia que estas dos fuerzas han presionado al ejecutivo en busca de una OPE política y han logrado una politización de la misma. Siguen intentando llegar a un cambio de cromos, cambiando plazas de una especialidad a otra como si esto fuese un puzle, buscando contentar a todas las personas, pero obviando sus posibles consecuencias: consolidar plazas que, si sigue la implantación del PAI con las mismas características no podrán tener continuidad. Utilizan para ello datos proporcionados en muchos casos por sindicatos afines al antiguo régimen, datos sesgados con consideraciones que sonrojarían a muchas personas. Dan total valor a estos datos, frente a los presentados por el propio Departamento de Educación. No se fían de los datos del Departamento o prefieren seguir mirando a sus propios intereses partidistas. Incomprensible.
STEILAS criticó la poca didáctica empleada por Mendoza en el momento de la presentación, pero consideró lógica esta oferta pública de empleo. En este momento dice ¡basta ya de marear la perdiz!. Exigimos una OPE basada en criterios técnicos, no políticos. Así se lo hicimos saber al consejero Mendoza y así se lo hemos reiterado.
Desgraciadamente estamos hablando solo de la consolidación del empleo ya existente, pero no se ha analizado ni debatido la consecuencia de los presupuestos para el 2016 que no dejan apenas margen para la creación de empleo, ni siquiera para iniciar la recuperación del empleo que se ha destruido durante los últimos años.
Y entre tanto, hay cientos de personas desanimadas que aspiran a una de las plazas, que no saben qué hacer y viven la situación como una montaña rusa que sube y baja, al igual que sus ánimos. En los sindicatos recibimos todas las semanas decenas de llamadas que demandan, además de respuestas a esta situación, seriedad y respeto. No podemos alargar la situación mucho más. Los meses han ido pasando y prácticamente seguimos en la casilla de salida.

Amaia Zubieta y Kepa Yécora, en representación del sindicato STEEILAS

EL PERFIL DE UN PRESIDENTE SIN CORONA

La derecha no necesita líderes inteligentes. Ni la española, ni la navarra. Necesita líderes manejables. Mejor, por tanto, si son incluso tirando a... ¿cómo decirlo sin ofender? Líderes de perfil bajo. Políticos que circulen con luces cortas. Incluso con luces de posición. Sobran los ejemplos. Los experimentos, se dice la derecha, mejor con gaseosa. Que en cierta ocasión eligieron uno inteligente, Juan Cruz Alli, y ya sabéis lo que pasó. Que le dio por pensar, por tener ideas propias... y eso, la independencia de criterio, casa mal con la manejabilidad. Así que se lo quitaron de encima. Fue lo único decente, políticamente hablando, que ha parido UPN en su historia. Tras él llegó Miguel Sanz, del que no diré que sea tonto pues instinto no le faltaba, pero sí poco preparado. Tenía un nivel demasiado justito para ocupar un cargo de tal importancia.  No invitaba a que uno se sintiera orgulloso de su presidente. Pero se ceñía al guión marcado por la oligarquía navarra, que era a la postre lo único que a ésta le importaba.
Yolanda Barcina fue un caso excepcional. Mejor dicho, atípico. Dicen que fue una apuesta personal de Miguel Sanz, y que en un principio fue objeto de recelos por parte de los regionalistas de pata negra. Era de Burgos, apenas conocía --nunca llegaría a hacerlo-- la realidad política y social navarra... ¡ni siquiera estaba afiliada al partido! Pero Sanz se empeñó en postularla primero para consejera, luego para alcaldesa de Pamplona y finalmente para presidente del Gobierno foral... y la oligarquía dijo que sí. ¿Qué más daba si no tenía pedigrí, siempre y cuando se plegara, como su antecesor, a sus intereses? Algo debía de tener Yolanda, sin duda, para haber conseguido meterse al aparato político en el bolsillo. Pero brillante, lo que se dice brillante, no era. Tal vez era una buena gestora. De hecho sus txandrios --destrucción de la Plaza del Castillo, desalojo por la fuerza del Euskal Jai y demolición del frontón, imposición de un centro comercial en pleno corazón de la ciudad, etc.-- los gestionó de maravilla. Pero su supuesto carisma era puro artificio. Pura fachada. Cartón piedra. El final de su mandato nos permitió comprobar a todos, incluso a los más crédulos, que la emperatriz estaba en realidad desnuda.
Hoy, por fin, tenemos una presidente de altura. Lo demostró sobradamente durante su etapa como diputada. Hasta el punto de haber sido la diputada mejor valorada según el barómetro del CIS en enero de 2015. El mismo barómetro que otorgaba la peor puntuación a otro diputado navarro, el regionalista Carlos Salvador. Es lo que tiene no hablar por boca propia sino por boca del PP, de quien UPN lleva años haciendo un seguidismo vergonzoso. A nadie sorprendieron tales valoraciones. Mucho menos en el caso de Uxue Barkos, cuyas intervenciones, no voy a decir que brillantes para que no se me tache de tener favoritismos pero sí solventes, lograron que los españoles se aprendieran su nombre. Hecho, éste, revelador, si tenemos en cuenta que el Congreso de los Diputados cuenta con 350 miembros, y ella, Barkos, es la única representante de Geroa Bai.
Pero no vamos a hablar de ella. Seis meses de gobierno no permiten hacer un balance serio de su gestión. En su lugar vamos a hablar de quien en mayo pasado sin duda se veía dándole la espalda al tapiz de las Navas de Tolosa. No fue así. Las fuerzas del cambio, las auténticas, obraron el milagro. Desalojar a la derecha de las numerosas poltronas. Los votantes habían dado con un palmo de narices a Javier Esparza, el candidato, es decir, el títere de la oligarquía. Me puedo imaginar su estupor y su sorpresa (lo cierto es que su físico contribuye no poco a imaginarlo), que rápidamente dieron lugar a la frustración. Frustración compartida por sus superiores, por sus compañeros y por sus seguidores. Ya me referí a las consecuencias de tal sentimiento en la entrada anterior, "¿La derecha navarrera se echa al monte?".
Como si no se resignara a su papel de aprobado --al fin y al cabo su partido fue el más votado-- sin plaza, ni tampoco al de jefe de la oposición, anda estos días Esparza jugando a presidente sin corona. Y ahí le tenéis, departiendo con el rey como si fuera el máximo representante de Navarra. Dejándose notar incluso a costa de hacer algo anómalo e irregular: es el único de los recibidos por Felipe VI que no tiene la condición de diputado. ¿Y a qué carajo ha ido a la Zarzuela? ¿Qué le ha impulsado a él, un simple parlamentario autonómico, a colarse entre diputado y diputado? ¿En calidad de qué y en representación de quiénes lo ha hecho? Sea como fuere, y seguramente por resultarle su rancio discurso grato a la rancia Corona, Esparza pudo hacerse el selfie con el Borbón.
¿Y qué es lo que le contó este candidato a presidente del Gobierno de Navarra de perfil bajo? Pues lo que nos podíamos imaginar que le iba a contar. Que el gobierno del cambio es sinónimo de "sectarismo, desigualdad, menos libertad, subidas de impuestos, paralización de las infraestructuras y menos oportunidades para los navarros". También añadió un buen puñado de tópicos de todo a cien, ésos a los que con tanta frecuencia recurren los políticos de perfil bajo para hacerse pasar por grandes estadistas. Que hay que poner el interés general de los españoles en primer lugar. Y que hay que dejar a un lado los intereses partidistas. Que es otra forma de decir lo mismo; sólo que él, debido quizá a su bajo perfil, no se ha enterado. Que el desafío independentista es el gran problema de España. Y que a ver cuándo su majestad visita Navarra para que los navarros, que "mayoritariamente respetan a la Corona", le muestren su afecto.
Plas, plas, plas. Páguele un viaje a los Madriles para esto, oiga. El líder de un partido que lleva décadas intentando borrar cualquier seña de identidad vasca en Navarra, hablando de sectarismo. El líder de un partido de derechas, hablando de desigualdad. El líder de un partido que votó la Ley Mordaza y que en cada ocasión que se le ha presentado en Navarra ha recurrido a la política del palo, hablando de menos libertad. Sorprende menos que el líder de un partido instrumentalizado por la casta evasora y corrupta se queje de la subida de impuestos y de la paralización de las infraestructuras. En cuanto al supuesto afecto de la mayoría de los navarros a la Corona... a mí no me salen las cuentas. Las últimas elecciones autonómicas dieron más votos a los partidos republicanos, mientras que en las generales del 20 de diciembre sucedió lo contrario. Dejémoslo, por tanto, en tablas. Aunque entusiasmo, lo que se dice entusiasmo, jamás ha despertado por estas tierras la monarquía española.
Está claro que Javier Esparza cumple fielmente el papel que quienes realmente mandan en UPN le han asignado, que es el mismo que en su día asignaron a sus predecesores. Pero a mí, personalmente, me causa cierta... no, el término vergüenza ajena es excesivo. En realidad no desentona tanto. El mundo de la política está cuajadito de mediocres. De tontos útiles. De perfiles bajos. De luces de posición. Pero me crispa. Me crispan sus tópicos, sus frases hechas, sus sofismas, sus soflamas, sus medias verdades, sus embustes, su desvergüenza. Y también su carita de lelo, de lelo bien mandado. Algo de lo que imagino que él no es culpable... aunque cada día esté más cerca de dar por buena la teoría de que el rostro se lo labra uno mismo con el cincel de los actos y de los pensamientos.

P.D.: El bombín se lo he plantado yo. El blanco y negro también, por aquello de que Esparza es más de grises que de colores vivos. Lo demás, el rostro y el gesto, así como lo que ambos transmiten, es cosa enteramente suya. Y de su partido.

Manduli   manduli.blogspot.com.es

martes, 19 de enero de 2016

HABLANDO DE CHALETS

El Ayuntamiento y la Asamblea de Iruñeko Gaztetxea hicieron pública el viernes, cada cual por su lado, la decisión de la asamblea de aceptar una de las posibilidades que el gobierno municipal del cambio les había puesto sobre la mesa, para llevar el proyecto de local autogestionado a un lugar con mejores condiciones que el que en estos momentos ocupan. La ocupación del edificio de Compañía no fue si no la consecuencia de una realidad palpable en toda Iruñea. La falta de locales para la gente joven en una la penosa situación dejada en esta ciudad tras décadas de políticas municipales anti-juventud de UPN y compañía. Estas políticas estuvieron basadas en la marginación de grandes sectores juveniles, la persecución política, policial y judicial de los sectores progresistas de esa juventud y la represión a cualquier movimiento juvenil que estuviese comprometido con otro modelo social.
Más allá de la falta de locales, la otra realidad era y es la incomprensión por parte de los poderes y establishment del derecho que tiene la juventud, de manera individual y colectiva, a debatir, construir y poner en marcha dinámicas propias, entre ellas, la autogestión de sus propios proyectos. La gente joven tiene el derecho a llevar adelante sus proyectos sin contar con nadie más, si así lo deciden, de creer en dinámicas más allá de su cabida en las políticas de las instituciones y tiene, sobre todo, el derecho y la legitimidad para construir su propio camino. Por eso, en principio, el proyecto de gaztetxe de Iruñea es bueno, para la juventud, para la sociedad y para la propia ciudad.
Y en estas estamos cuando al conocer la decisión del Ayuntamiento, por cierto, recogida en los acuerdos programáticos tanto del Ayuntamiento de Iruñea, como del Gobierno de Navarra, de ofrecer el llamado chalet de Caparroso para llevar adelante el proyecto de gaztetxe, rápidamente salieron los sectores más reaccionarios a protestar. Las Juventudes del Régimen se lanzaron a las redes con el hastagh #Quieromichalet, en un intento de presentar la oferta como un privilegio cedido solo a una parte de la juventud. Y al leer esos tuits reconozco que me empezó a hervir la sangre. Me entró la mala hostia porque empecé a dar cuenta de todos y cada uno de los privilegios que el Régimen ha disfrutado continua y regularmente a costa de toda la ciudadanía.
Si ellos quieren su chalet, yo también quiero unas cuantas cosas que ellos y ellas han disfrutado. Así que ya pueden empezar a devolver por la vía rápida. Ejemplos hay muchos. Que el OPUS empiece a devolver todos los terrenos que el Ayuntamiento les cedió en los años 50 y 60. En todos esos edificios estoy seguro que se pueden hacer muchas cosas. En el campus se podría construir un parque municipal, para todo el mundo, sin guardias de seguridad ni aparcamientos privados, para el disfrute de todas las vecinas y vecinos de Iruñea. Y en todos los chiringos y clubes que el OPUS tiene repartidos por Iruñea se podrían hacer muchos locales para la juventud. Que el ejército abandone los edificios que ocupa a lo largo de la avenida del Ejército y que se vaya del txoko de la Taconera que ocupa con sus piscinas militares. Que se vaya también el otro cuerpo militar que ocupa esa parte de la avenida Galicia y que coja camino y no pare hasta más allá del Ebro. Esos hijos del Régimen deberían dejar de mirar a otro lado cada vez que el Arzobispado inmatricula iglesias, monasterios, terrenos y casas a lo largo y ancho de la geografía navarra. Y si tuviesen un poco de memoria, no ellos pipiolos, si no sus padres y abuelos, comenzarían a devolver lo robado y saqueado tras la victoria fascista después de la sublevación militar del 36. Son muchas casas, terrenos y propiedades las que deberían empezar a devolver a sus dueños y dueñas. Quizás incluso tendría que empezar a repartir las ganancias de sus propios negocios familiares, negocios que robaron a los vencidos tras la victoria fascista del 39. Igual sería el momento en el que los bancos y entidades financieras tendrían que empezar a restaurar las propiedades a las personas desahuciadas en todos estos años. Ese es el chalet del que han disfrutado y a día de hoy siguen haciéndolo por el hecho de haber sido los vencedores.
Que no tengan el valor de hablar de eso. Que no tengan la vergüenza de pedir un chalet. Aquí no se ha dado nada. Aquí lo único que se ha hecho ha sido empezar a paliar el desastre dejado por las políticas de sus partidos.
A las y los del gaztetxe mucho ánimo. Es posible que a veces tengamos diferentes puntos de vista, pero el punto de partida siempre será el mismo. La juventud de Iruñea y de cualquier lugar tiene todo el derecho del mundo a llevar adelante sus proyectos, sus dinámicas y sus objetivos y a utilizar los instrumentos que sirvan para ello. Por mi parte, en lo que se pueda, ahí estaré para ayudar. Biba zuek!

domingo, 17 de enero de 2016

LOS DEMÓCRATAS

Si no estuviéramos radicalmente carcomidos por el poder establecido, veríamos con claridad que ningún cambio social relevante es hacedero si su proyecto está contaminado por las instituciones del Sistema. La España actual es un ejemplo luminoso de lo que acabo de escribir. Los partidos políticos que blasonan de modificatorios pueden ser el soporte final e inevitable, aunque pretendan lo contrario, de la continuidad del Sistema. No admiten de hecho que el problema vital de nuestra época es precisamente el Sistema, que se reproduce como esos anélidos que si se les va seccionando a partir de la cola y no de la cabeza se reproducen raudamente en su integridad. Los grandes cambios de cultura y civilización que ha experimentado el mundo no se han hecho con el tránsito gradual por el reformismo sino mediante las convulsiones agudas que destruyen lo establecido.
Un hombre que abastece el pensamiento del Sr. Rajoy, que se caracteriza por su vaciedad, o sea, el Sr. Margallo, ministro de Asuntos Exteriores de España, ha definido con perfil exacto el mecanismo transformista a que está dispuesto el Gobierno y su correspondiente alcance: «La reforma de la Carta Magna debe respetar los procedimientos previstos en la misma, ya que otra cosa sería abrir un proceso constituyente de consecuencias incalculables». En una palabra, el reformismo ha de funcionar como el cubo de Kubrik, que consiste en darle vueltas al juguete hasta alinear sus elementos en un distinto color, pero sin alterar el cubo ni en sus dimensiones ni en su contenido ¿Y cuáles han de ser los nuevos contenidos que, según el Sr. Margallo, nos cambien la vida sin alterarla? Por ejemplo, «modernizar» la regulación de las libertades y derechos –en el cubo, color amarillo, que es color de contención–; acabar con la discriminación de la mujer en la sucesión al trono –en el cubo, color verde, obviamente–; reformar el Senado –en el cubo, color blanco, que implica candor–; reformar las relaciones entre la Administración central y las comunidades autónomas –en el cubo, color rojo, o «¡alto ahí!»… Por tanto, la reforma constitucional de los Sres. Rajoy y Margallo «ha de respetar los procedimientos previstos en la misma».
Yo he hecho mis cálculos sobre este imperativo categórico y el resultado es que si respeto los procedimientos establecidos en la misma constitución que quiere sustituirse me sale la misma constitución, lo que, al parecer, persigue el Sr. Margallo, «ya que no se trata de hacer una nueva transición, como defienden algunas fuerzas políticas –en Tailandia, sin ir más lejos–, sino de actualizar el pacto de convivencia de 1978, exceptuando, digo yo, una nueva muerte del general Franco, que es lo que operaba al fondo del comistrajo constitucional de 1978. Esto de evitar una nueva transición y, en cambio, trabajar con los mismos mimbres de la anterior, es tan básico para el ministro que llega a «descartar la posibilidad de que el PP sustituya al Sr. Rajoy por otro candidato, ya que las negociaciones para formar una gran coalición han de llevarse a cabo sin vetos ni exclusiones». El Sr. Rajoy, insustituible. El rey, insustituible. La territorialidad de España, insustituible.
Toda esta maravilla forjada con la lógica de un alegre y juvenil servicio contraincendios –«¿La manguera dónde está?/ ¿Dónde está la escalera?»– ha venido a coincidir, según dice la prensa más avanzada de Madrid, con la rebelión de las fuerzas políticas aglutinadas en la firma electoral de Podemos, que ahora alegan que se independizarán del Sr. Iglesias si no les conceden un grupo parlamentario propio a fin de conseguir «más visibilidad» política de cara a las próximas elecciones en Galicia, Valencia o Catalunya. O sea, en una ocasión pararrevolucionaria, no más, se nos puede ir el gas por la pequeña ranura de una urna. «Se va el caimán/ se va el caimán,/ se va para Barranquilla./ Lo que come este caimán / es digno de admiración;/ come queso y come pan/ y toma tragos de ron». Esta canción la entonamos un grupo de jóvenes en un cine del Barrio Chino de Barcelona –dos pesetas la entrada– y la policía de Franco nos corrió por las Ramblas sin que nosotros deseáramos visibilidad alguna. Recuerdos que a un prostático le vienen de forma enigmática cuando ve líneas rojas en el suelo. Dispensen ustedes esta expansión, pero a algunos ancianos nos han quedado ciertos reparos cuando hay que saltar con pértiga.
Yo creo que cada cosa tiene su momento. Al asirme a esta vulgaridad del sentido común pienso fraternalmente en los demócratas de buena fe que quieren ganar la libertad franca y múltiple desde unas urnas protegidas por la cáscara institucional. Esa cáscara solo cede a una unidad popular previa a cualquiera otra cosa. Solo con esa unidad se puede defender precisamente la democracia, que consiste en un montón de cosas, algunas, y no pocas, en tránsito. Es cierto que la democracia es el gobierno del pueblo por el pueblo, pero hay periodos históricos en que el pueblo debe ser reconstruido y esto parece que únicamente se consigue cuando la marcha liberadora es muy compacta. O somos constituyentes en una suma quizá repleta de objeciones o estaremos siempre constituidos por quienes tienen la sartén por el mango y el mango también.
Creo que hay que reordenar los objetivos a alcanzar por los verdaderos demócratas. El primero de esos objetivos consiste en expulsar de las instituciones a los representantes de la reacción, que numéricamente es mucho más amplia de lo que sospechamos. El Sistema ha conseguido que una voluminosa masa de ciudadanos haya quedado adherida al modelo burgués, peligrosamente degenerado, como las moscas al viejo papel recubierto de miel. Muchos de esos ciudadanos andan ahora revueltos por las necesidades a que los someten los poderes establecidos. Ciudadanos revueltos, pero no convencidos de que sea posible otro horizonte que el que les oprime. Este autoengaño se agudiza cuando tales ciudadanos creen que el medio institucional cede a las urnas y sus entramados.
No he leído, pese a que soy lector profuso, que nadie haya subrayado que ya está en marcha la gran coalición entre el Partido Popular y los socialistas. Esa coalición inicial funciona desde la presidencia del Congreso y la Moncloa. Es más, al frente de esa coalición en el Congreso figura un socialista como Patxi López –con su experiencia vasca anterior–, mientras el Ejecutivo «popular» se articula con el Sr. López en la Cámara de diputados. Desde ambos poderes, en pinza ya activa, se va decidiendo la política española, aún en manos del Sistema, que se refuerza con un uso común del lenguaje político contaminante y del que debieran huir los nuevos diputados progresistas. A este respeto, cabe tener en cuenta, según James Hilman en su “Reimaginar la psicología”, que «los términos adquieren la sustancia de los cuerpos que designan». Es ante esta realidad que los nuevos diputados progresistas deberían evitar la apertura de brechas en el frente del avance común. Pese a los avances logrados, las instituciones aún pertenecen a los amos que las dotan de identidad y valor. Desde esas instituciones, si se entienden como distintas y propias por conquista, la vieja España seguirá siéndolo.

Antonio Álvarez-Solís, en GARA

jueves, 14 de enero de 2016

ALGUNAS CUESTIONES SOBRE EL CONVENIO CON LA CUN



  • En primer lugar, el debate se debe plantear en términos de eficiencia en la gestión del dinero público, en términos de transparencia en su gestión, en términos jurídicos y en términos de equidad.
  • Intentar llevar el debate a lo ideológico es una cuestión interesada y que está lejos de los planteamientos del Gobierno de Navarra.
  • Del mismo modo, y aunque su trabajo sea encomiable y generador de riqueza para Navarra, no podemos olvidar que la Clínica Universidad de Navarra es una institución o empresa totalmente privada.

  1. ANTECEDENTES
1982-1998: Desde 1982 a 1998, la Universidad de Navarra (UN) fue entidad colaboradora de la Seguridad Social, y “lo cobraba” pagando menos cotización a la Seguridad Social.  

1998-2008: En 1998, se modificó el régimen de compensación a las empresas colaboradoras. Se pasó del sistema de compensación al “abono directo de un importe en función de los trabajadores a los que prestase asistencia sanitaria”. La ley no establecía ningún tipo de pago, con lo que la UN no tenía garantizado recibir compensación de ningún tipo. Sin embargo, la UN estaba dispuesta a realizar a realizar la asistencia a sus trabajadores y beneficiarios en esas condiciones.

El nuevo sistema de compensación solo se aplicó en ese año, 1998, y no en los sucesivos. Por su parte, la UN siguió recibiendo compensaciones por dos vías:
  • Reclamó ante los tribunales (primero por vía administrativa y posteriormente por vía judicial) hasta 4 veces, consiguiendo que le pagasen por cuatro periodos que finalmente comprendían desde 1999 a abril de 2008.
  • Recibió dinero de los Presupuestos Generales de Navarra de los años 2006 y 2007. Era una subvención nominativa a favor de la Universidad de Navarra en concepto de “auxilio de las cargas económicas financieras que ha de soportar la misma por la gestión de la asistencia sanitaria a sus empleados”. Su importe fue de 2 millones de euros en el 2006 y de 2,3 millones de euros en el 2007.

2008-2011: En 2008, la Dirección General de Ordenación de la Seguridad Social del Estado, dictó una resolución por la que deja sin efecto la autorización concedida a la Universidad de Navarra para colaborar en la gestión de la Seguridad Social respecto de la asistencia sanitaria en relación con su personal. Esa resolución de la Seguridad Social decía: “la asistencia sanitaria ha de incardinarse en el ámbito autonómico”.

Pero un par de meses antes (7 de febrero de 2008) de esa resolución estatal, la UN había comunicado a la Consejería de Salud del Gobierno de Navarra que dejaba de prestar asistencia sanitaria a sus trabajadores y beneficiarios.

Como respuesta a ese anuncio, para que la CUN siga prestando dicha asistencia, Osasunbidea y la UN suscriben un contrato, mediante procedimiento negociado sin publicidad, con vigencia desde el 22 de febrero de 2008 hasta el 31 de diciembre de 2011.
2011-2015: antes de que expirase ese contrato, el Jefe de Servicio de Prestaciones y Conciertos del SNS-O elaboró un informe en el cual manifestaba literalmente: “en la actualidad los recursos del SNS-O no permiten la incorporación inmediata de un número de ciudadanos tan numeroso como el correspondiente al colectivo de la Universidad de Navarra”; y, asimismo, asegura que el coste de la prestación del servicio por parte de la CUN resultaría  más barato que prestarlo con medios propios del SNS-O. Se decía también en ese informe: “la CUN es el único centro capaz de asumir su atención sanitaria (de esos trabajadores)”.

El Gobierno de Navarra autoriza, mediante acuerdo del 11 de enero de 2012, la suscripción del concierto con la Universidad de Navarra “mediante procedimiento negociado sin publicidad” para la prestación de asistencia sanitaria primaria y especializada. El contrato se hace para el año 2012 prorrogable anualmente hasta el 31 de diciembre de 2015. En el propio contrato, se decía que más allá de esa fecha no podía prorrogarse.

El Gerente del SNS-O por resolución 256/2012 de 3 de febrero adjudica a la CUN el contrato de prestación de asistencia sanitaria durante el año 2012.

El concierto se ha prorrogado mediante resoluciones del Gerente del SNS-O los años 2013, 2014 y 2015, y a fecha del 31 de diciembre pasado finalizó el concierto sin posibilidad de prórroga, ya que así lo recogía el propio convenio.
  1. ¿CUÁL ERA LA IDEA DEL GOBIERNO AL COMENZAR SU MANDATO?
El Acuerdo Programático recoge: “analizar en términos jurídicos y económicos la conveniencia de mantener el convenio con la CUN para la atención sanitaria a sus trabajadores y trabajadoras y familias”.

Los términos en los que se ha analizado el convenio son, por tanto, jurídicos y económicos. Son independientes, del resultado del análisis de este convenio, las relaciones que mantiene el Departamento con la CUN y la UN en los ámbitos de asistencia (trasplantes y derivaciones), docencia de alumnos y profesionales, e investigación. Es decir: la CUN y la UN no “pierden todo” con la no renovación del convenio, ni esto supone “ruptura de relaciones” entre Gobierno de Navarra y CUN.

  1. ¿QUÉ SE ENCONTRÓ EL GOBIERNO?
El Gobierno se encontró un convenio en el que se explicitaba que no se podía prorrogar en las condiciones actuales más allá del 31 de diciembre de 2015. Jurídicamente no podía, por tanto, renovarse.

Se podía firmar otro convenio similar, pero… Cuando se aprobó el de 2011, los argumentos que se daban para firmarlo eran:
  • que el SNS-O no puede asumir la asistencia de ese colectivo;
  • y que la CUN es el único centro capaz de prestarla.

    1. ¿Era necesario económicamente suscribir un convenio similar? No.
  • ¿Puede Osasunbidea atender a esos trabajadores? Sí.
Ya en 2011 podría haber asumido a esas 7.000 personas, aunque el informe dijera lo contrario. De hecho, desde el 31 de diciembre de 2011 hasta el 31 de diciembre de 2015 el número de TIS se incrementó en 5.462, sin que se resintiera la asistencia por ese motivo.
Para tomar la decisión, se ha estudiado el coste de asumir a esa población.

    1. ¿Era jurídicamente viable suscribir un convenio similar? No.
  • ¿Es la CUN el único centro que puede prestar esa atención? No.
Hay otros centros médicos en Pamplona que podrían prestar una atención similar. Y esto hace que, incluso si hubiera sido necesario un convenio para atenderlos, no se podría haber hecho un convenio “negociado sin publicidad comunitaria”, es decir dar el contrato sin concurso.

Por lo tanto:
  • no hace falta un convenio como ese para atender a los trabajadores, porque el SNS-O puede atenderlos;
  • no es la CUN el único centro que podría atender a esos trabajadores. El convenio debería establecerse mediante un concurso de libre concurrencia, pudiendo optar al mismo cualquier otro centro hospitalario,  y sólo en el hipotético supuesto de que el SNS-O no fuese capaz de prestar esta atención (supuesto que no se da).

  1. ¿CÓMO HA ACTUADO EL GOBIERNO?
    1. Analizando la parte jurídica.
El Servicio de Régimen Jurídico del SNS-O ha preparado un informe, de fecha 9 de noviembre de 2015, que concluye que no es jurídicamente posible un nuevo contrato en las mismas o similares condiciones a las que tenía el contrato ya vencido, por las razones antes explicadas.
    1. Analizando la parte económica.
Es ahora cuando el SNS-O ha analizado económicamente el convenio, por primera vez desde que, ya en 2009, Comptos recomendase analizar su conveniencia.
En primer lugar, los costes de la asistencia en el SNS-O y en la CUN no son comparables por corresponder a dos escalas distintas. La Clínica Universidad de Navarra ofrece asistencia sanitaria (casos concretos), mientras el Departamento de Salud presta atención sanitaria, es decir, un servicio sanitario en su conjunto que incluye además de la asistencia sanitaria, por ejemplo, la promoción y prevención de la salud a través de distintos programas.
En todo caso, se pueden hacer cálculos.
        • Actualmente la Clínica Universidad de Navarra da cobertura sanitaria en base al convenio a un total de 7.128 personas.
        • En 2015 se pagaron 5.119.023 euros, a lo que hay que añadir la prestación farmacéutica comunitaria que ha supuesto en 2015 un total de 1.229.523 euros (total de 6.348.546 euros). Dicha cantidad es similar a las pagadas anualmente desde 2009.

AÑOS
IMPORTE



2008
2.813.528,88



2009
5.150.198,06



2010
5.427.566,21



2011
5.208.843,20



2012
5.797.455,62



2013
5.046.900,00




        • Según las estimaciones de la Dirección de Asistencia Sanitaria, avaladas por la Gerencia del SNS-O, la atención a este colectivo de 7.128 personas supondría al SNS-O un coste anual de aproximadamente 3.200.000 euros.
        • Teniendo en cuenta que en el año 2015 se ha abonado a la CUN la cantidad de 5.119.023 euros, asumir la cobertura sanitaria de esas 7.128 personas supondría un ahorro aproximado de 1.919.023 euros/año.
        • Desde 2009 la asistencia a este colectivo ha tenido un coste de alrededor de 14 M de euros más que si se hubiese hecho con los recursos del SNS-O.

  1. ¿QUÉ HA DECIDIDO EL GOBIERNO Y POR QUÉ?
A la vista de que, además de que era jurídicamente imposible prorrogar el convenio, era económicamente innecesario, ¿qué se podía hacer?

  • OPCIÓN A: asumir la asistencia de estas 7.000 personas en el SNS-O desde el 1 de enero de 2016.
Era una solución técnicamente posible, estaría en sintonía con el principio de universalidad de la asistencia sanitaria, y tendría menor coste que la actual prestación por parte de la CUN. Sin embargo, esta solución obligaba a estudiar con urgencia y precipitación, dónde y en qué medida era necesario reforzar los recursos de Atención Primaria.

  • OPCIÓN B: asumir la asistencia por parte del SNS-O desde junio.
Se consideró que era preferible que la CUN siguiese prestando asistencia sanitaria a los empleados de la UN hasta junio, y presentara la factura de los gastos que genera dicha atención, sin sobrepasar el total de la partida presupuestaria establecida. Esa partida es de 1,6 millones, coste estimado en el estudio económico por la prestación de asistencia sanitaria de los trabajadores de la Universidad de Navarra y sus familias durante medio año.

La diferencia existente entre los 5,1 M y los 1,6 M, inicial y definitivamente presupuestados para esta partida, se ha distribuido mediante enmiendas parlamentarias de la siguiente manera:
  • 500.000 euros para reforzar la atención primaria, obligado para atender al colectivo de trabajadores y trabajadoras de la CUN;
  • 300.000 euros se destinarán a la contratación de personal necesario para implementar los programas de detección precoz del cáncer; y  
  • 2.700.000 para poner en marcha distintas estrategias y programas para reducción de listas de espera en el SNS-O.  

  1. CONCLUSIÓN FINAL
El convenio con la CUN era improrrogable, desde un punto de vista jurídico, injustificable desde un punto de vista económico, e injusto desde el punto de vista de “equidad en salud”.  

No mantener este convenio no va a suponer una merma en la calidad de la atención de los trabajadores de la UN ni una merma de la calidad de la atención al resto de la ciudadanía.

Gestionar con eficacia los recursos es una máxima de este gobierno. El ahorro anual de casi dos millones de euros que supone finalizar este convenio va a permitir destinar estos recursos a programas dirigidos a mejorar las listas de espera, a reforzar la atención primaria y también a reforzar programas de prevención y promoción de la salud.