sábado, 29 de febrero de 2020

TUDELA, CON ESPARZA. VARIOS PUEBLOS RIBEROS, CON SAYAS

Puesta de largo de los dos equipos que competirán por el liderazgo de UPN. Los regionalistas encaran las primarias que se celebrarán el 17 de marzo y en el combate político Javier Esparza aparece como 'demasiado favorito', hecho que le puede perjudicar. 
El líder de la oposición realizó ayer en Tafalla una exhibición de músculo al rodearse de Enrique Maya, Yolanda Ibáñez, Carlos García Adanero, Iñaki Iriarte, María Jesús Valdemoros, Gonzalo Fuentes, Carlos Salvador o Juan Luis Sánchez de Muniáin.
La plana mayor de Tudela, liderada por el alcalde Alejandro Toquero y por la influyente Anichu Agüera, también apoyan a Esparza, que también cuenta con el favor de los alcaldes de Ablitas, Valtierra, Cascante y Monteagudo, de los líderes de la oposición de Arguedas, Cortes y Cabanillas y de José María Agramonte (presidente de Bardenas Reales).
Esparza cuenta con amplios apoyos entre los cuadros medios de UPN, recibe mimos disimulados de las cercanías de Miguel Sanz y tiene como gran hallazgo la creación de Navarra Suma, que reagrupó el voto conservador, se convirtió en ejemplo a seguir para el PP y Cs a nivel estatal y facilitó que los regionalistas recuperasen en junio del año pasado seis de las siete localidades con más habitantes de Navarra (Pamplona, Tudela, Barañáin, Burlada, Egüés y Estella).
El buñuelero Sergio Sayas, que esta mañana ha tenido sesión de fotos en el hotel pamplonés Muga de Beloso, cuenta con el apoyo de la castejonera Maribel García Malo, Lourdes Goicoechea, Amaya Larraya, la cirbonera Raquel Garbayo, el fiterano Raimundo Aguirre, Fermín Alonso, María Kutz, Luis Zarraluqui, Paz Prieto y los alcaldes de Fustiñana o Fitero.
Sayas, que conoce el partido como la palma de su mano, cuenta con una ventaja: puede ser considerado el 'candidato de las bases' (hecho que contribuyó al triunfo en las primarias de PSOE y PP de Pedro Sánchez y Pablo Casado, que no aparecían como favoritos ante Susana Díaz y Soraya Sáenz de Santamaría).
La gran desventaja de Sayas, por mucho que exhiba las siglas de UPN y cuente con un lema/palo muy acertado ("Recuperar la ilusión para recuperar Navarra"), es que no está siendo capaz de mostrar diferencias significativas con las políticas de Esparza.
Sayas está de acuerdo con el proyecto Navarra Suma, pero parece discrepar en el nombre de la coalición (que según él debiera contar con las siglas UPN). El diputado estatal puede contar con apoyos significativos en varios pueblos riberos (Cintruénigo, Fitero, Buñuel, Fustiñana o Castejón).
La frialdad con la que los militantes de UPN recibieron hace unos días a Esparza en el salón de actos del Hogar del Jubilado de Cintruénigo puede ser el síntoma de que el candidato favorito va a tener serias dificultades de cazar votos en algunas localidades cercanas a Sayas, que puede compensar en las bases de la Ribera su falta de apoyos entre la cúpula de su partido.
e-ribera

miércoles, 26 de febrero de 2020

NASUVINSA ESTUDIA UBICACIONES PARA UN NUEVO POLÍGONO INDUSTRIAL EN TAFALLA

Nasuvinsa está realizando un estudio de las diferentes propuestas de implantación de un nuevo polígono industrial en Tafalla, un "proceso de análisis de nuevas ubicaciones de suelo" que en estos momentos se encuentra en "una fase preliminar". La sociedad analiza siete alternativas diferentes.
Así lo ha puesto de manifiesto el gerente de Nasuvinsa, Alberto Bayona, en una comisión parlamentaria, solicitada por Navarra Suma, y en la que ha estado acompañado por el consejero de Ordenación del Territorio, Vivienda, Paisaje y Proyectos Estratégicos del Gobierno foral, José María Aierdi.
El consejero ha detallado que durante los últimos años, la sociedad pública de suelo y vivienda ha venido manteniendo con el Ayuntamiento de Tafalla reuniones de trabajo para analizar la disponibilidad de suelo industrial.
En el marco de este proceso, se ha analizado el índice de ocupación de los polígonos industriales existentes en este momento y, a la vista de los datos obtenidos, Nasuvinsa está realizando un estudio de las diferentes propuestas de implantación de un nuevo polígono.
En concreto, Alberto Bayona ha detallado que en la actualidad Tafalla cuenta con tres polígonos industriales (El Ábaco, Barraquiel y La Nava, repartido entre Tafalla y Olite) y que en el año 2017 el Ayuntamiento ya inició la elaboración del nuevo Plan General Municipal.
Sobre el polígono de La Nava, ha explicado que existen 12 parcelas disponibles, cuya superficie oscila entre un mínimo de 144 m2 y un máximo de 4.943 m2. Según ha indicado, el polígono tiene 209.107 m2 en parcelas industriales y en estos momentos están disponibles 16.025 m2, el 7,7%. "La disposición muy fragmentada y de pequeña dimensión de las parcelas puede llegar a condicionar el posicionamiento de diferentes empresas a función de sus necesidades", ha afirmado.
Respecto al polígono industrial Barraquiel, el gerente de Nasuvinsa ha explicado que las parcelas industriales suman 119.510 m2, de las que hay disponibles 3.526 m2, un 3%. En este sentido, ha precisado que la única parcela disponible tiene 3.526 m2 de superficie, por lo que "es muy limitado las posibilidades de desarrollo de este polígono".
En relación al polígono industrial El Ábaco, ha explicado que lo componen 49.100 m2 de parcelas industriales, con disponibilidad de 6.024 m2, un 12,3%. Ha detallado, además, que la superficie de las cuatro parcelas disponibles oscila entre un mínimo de 300 m2 y un máximo de 3.646 m2.
A la vista de este análisis de lo que "realmente existe ahora mismo en Tafalla", se constata que "habría 25.000 m2 disponibles de forma muy fragmentada y con unas dimensiones de parcela que oscilarían entre los 144 y 4.943 m2". Por ello, Nasuvinsa ha elaborado "en fase preliminar" un primer documento de "la posible disponibilidad de suelo" con siete posibilidades de implantación.
Diario de Navarra

EUSKERA, UN DERECHO A RESPETAR

Con frecuencia se suelen utilizar  bellas palabras  con respecto al euskera, patrimonio cultural, riqueza cultural,  es reconocida  como un tesoro a preservar en el preámbulo de  la Ley Foral del Euskera, y que se debe evitar su deterioro o pérdida, y se hace hincapié en su protección y respeto.
Que esto último se debe cumplir especialmente por todas las Instituciones Publicas de Navarra es algo que se debiera dar por entendido, aunque en algunos ámbitos administrativos  no lo demuestran.
Pero fundamentalmente el euskera, es un derecho lingüístico a utilizar por quienes lo conocen, y a garantizar su aprendizaje como  se reconoce en el artículo 2 de las disposiciones generales de la Ley Foro del Euskera:
“El castellano y el euskera son lenguas propias de Navarra y, en consecuencia, todos los ciudadanos tienen derecho a conocerlas y a usarlas.”

Reiteradamente, a pesar de los avances y cambios sociales que han ido modificando, contra viento y marea la situación de minorización sufrida por el euskera y sus hablantes, nos encontramos con actuaciones restrictivas que corresponde a un espíritu obstaculizador del reconocimiento de los derechos antes mencionados.
He aquí algunos de los más recientes:
La reducción del número de escuelas infantiles en euskera en Pamplona proponiendo un horizonte donde se reducen las mismas a sólo dos de un número actual de 12 y con un número de plazas inferior  a las existentes hace 5 años. No parece haber un respeto a lo propugnado en  el párrafo inicial de esta carta.
 En el tema de la enseñanza, hace unos pocos años se elimino la restricción a la enseñanza en euskera  en la denominada zona no vascófona  pero se introducen concepto que se contradicen entre sí, dado que estamos hablando de localidades, muchas veces de ámbito mediano o pequeño que no pueden cumplir los ritos que se ponen, y se elimina el factor de flexibilidad, como  parece que puede ocurrir en Mendigorria y que también ha servido de freno en otras localidades.
Si hablamos que se introducirá el euskera de una forma progresiva, pero ponemos un ratio al que no se llega por unos pocos alumnos, se elimina esa progresividad o gradualidad, cuando hay datos que indican que en un plazo de dos cursos se supera esa condición. 
No parece indicar esa rigidez  un animo de respeto y protección de los derechos de quienes lo demandan para sus hijos e hijas, y la misma  contradice lo que es  el enunciado principal “1. La incorporación del euskera a la enseñanza se llevará a cabo de forma gradual, progresiva y suficiente, mediante la creación, en los centros públicos existentes, de líneas en las que se imparta enseñanza en euskera en función de la demanda.” Art. 24 de la LFE.
Y al mismo tiempo que en otras ocasiones se nos mencionan voluntariedades, no imposiciones  y demás,  encontramos el reciente veto a la Comunidad Educativa del  Colegio Publico de Castejón sobre su salida del Sistema PAI, que contaba con la aprobación expresa del Claustro y el Consejo Escolar del que forman parte tanto una representación del profesorado como de las familias y de la administración.  O sea que si la Administración quiere puede flexibilizar o imponer  sus  propias normas, en un sentido y en otro. En  el caso del euskera, parece que siempre en el mismo.
En otros terrenos educativos, siguen existiendo los obstáculos para impartir Enseñanza Laboral  en euskera,  incluso en la Sakana. En el  universitario el único grado que se puede desarrollar íntegramente en euskera en la UPNA  es Magisterio, no habiéndose ampliado ni siquiera a Enfermería donde un estudio realizado en 2018 demostró  la demanda  y posibilidad  real dado el número de estudiantes conocedores del euskera, y habiéndose aprobado por el Parlamento el 15  de febrero del 2018 el siguiente acuerdo 
“Se insta al Gobierno de Navarra y a la UPNA a dar los pasos necesarios para ofertar en euskera todos los estudios que tengan demanda”.

 En este terreno no han dado ningún paso ninguno de los dos estamentos mencionado. Asímismo es patente el escaso aumento de los créditos y grados en euskera cuando el 30,75% del alumnado lo habla o lo entiende. No hay reconocimiento del derecho y las posibilidades de avanzar con el euskera en la UPNA.
Han resurgido también posturas restrictivas  y euskaráfobas contra el euskera por parte de diferentes sectores en la financiación de los medios de comunicación en euskera, también reconocidos como medios a potenciar, tanto por la Ley Foral del Euskera como por el Consejo Europeo de las Lengua, e incluso contra expresiones artísticas sometidas a censura.
Tampoco en todos los ayuntamientos, se toman las medidas que podrían influir en un aumento de la demanda del euskera, porque muchas veces la misma depende de la oferta, caso de escuekas infantiles, publicidad bilingüe y supresión de las mugas o fronteras, no sólo geográficas, sino mentales  con una disposición más abierta al reconocimiento de un riqueza cultural, objeto de protección real y un derecho a respetar y fomenta  realmente. Ni más, ni menos.
Afortunadamente existe una sociedad más plural, mar abierta, más integradora, que a pesar de estas actitudes y campañas mantiene una postura de respeto y apoyo a  nuestra vieja y moderna Lengua Navarrorum, y al derecho a aprenderlo y usarlo como lengua viva que es. Todos tenemos una cita en Pamplona  este sábado a las cinco de la tarde en la manifestación que denunciará esas situaciones expuestas, porque el euskera es un derecho. Ni más, ni menos.

Juan Javier Iturralde Maisterra (Iruñea)

lunes, 24 de febrero de 2020

PLATAFORMA POR UNA SANIDAD DIGNA EN BEIRE Y PITILLAS

La Plataforma por una Sanidad Digna en Beire y Pitillas acudirán a una sesión de trabajo del Parlamento de Navarra que ha obtenido el respaldo unánime de las agrupaciones parlamentarias en la que hablará de la reducción de la asistencia sanitaria en sus consultorios y la progresiva merma de los servicios públicos en estas zonas calificadas con riesgo de despoblación.
La Plataforma quiere agradecer de antemano la disposición que ha mostrado la consejería para dialogar de forma permanente pero critican que a principios de diciembre, bajo la excusa de la reorganización de los recursos para la atención presencial en la zona básica de Olite, se le informara de la reducción de las 30 horas semanales de atención entre los dos consultorios a 9 horas y media de atención entre los dos, con la particularidad de que además, en Beire, durante dos días seguidos desaparecía la atención presencial médica. Todo ello basándose en una redistribución de recursos médicos en base a unas ratios de población.
Desde la Plataforma, consideran insuficiente la solución que les han dado y que consiste en que esos dos días, exista en Beire atención de enfermería.
La Plataforma critica que, por un lado, el Departamento de Ordenación del Territorio les convocara para plantear ideas que luchen contra la despoblación y que por otro, se esté reduciendo no solo la atención sanitaria de la zona, sino que se esté dando un deterioro de los servicios públicos en el ámbito rural, traduciéndose en una reducción en la frecuencia y calidad de los transportes públicos (cierre de la estación de tren de Tafalla), una reducción de horas de atención en los ayuntamientos, en los Servicios Sociales de Base y en los consultorios médicos, una reducción del profesorado en los colegios, una reducción o eliminación de servicios de 0 a 3 años y una reducción de la oferta cultural.
Además, la Plataforma incide en la importancia del envejecimiento poblacional en el medio rural, algo recogido por el propio Departamento de Salud y la necesidad de mejorar la equidad territorial para afianzar el asentamiento de la población en el medio rural, algo que, insisten, no debe ser considerado como un gasto sino como una inversión en la vertebración y cohesión de Navarra, por no decir que es un derecho fundamental de cada persona.
Si de verdad está en la agenda política y es un tema prioritario en el proyecto de este Gobierno fijar población, cohesionar el territorio, establecer igualdad en el acceso a los servicios públicos, en la calidad de vida de nuestros pueblos y de las gentes que los habitamos, sin duda, tiene ocasión de tomar las medidas oportunas, medidas políticas y no de reorganización de recursos, para revertir dichos recortes y hacer una apuesta decidida por la vertebración y cohesión de nuestra Navarra.

Milagros Lacheta Beguiristain, en representación de la Plataforma por una Sanidad Digna en Beire y Pitillas

EL ORINAL DE ZALDIBAR

En una sociedad altamente tecnificada como la actual, entre un 7% y un 12% de las materias primas extraídas de la naturaleza por el hombre se convierten en bienes y productos. El resto se convierte en residuos. Sin embargo, no hay residuos en los ecosistemas naturales.

Los Residuos Sólidas Urbanos son de competencia municipal y representan tan sólo el 5% de todos los  producidos, siendo los industriales el resto de los residuos. Sin embargo se envían al ciudadano los mensajes culpabilizándolo de la producción de residuos. Deliberadamente se omite la responsabilidad del sector industrial, verdadero causante del problema. Además, es necesario distinguir en general el mayor impacto ambiental de los residuos industriales, que los urbanos.

Hablamos de los problemas de vertederos e incineradoras, resultado de un proceso largo y complejo, cuando las medidas deben tomarse en el inicio. Nos bombardean con mensajes de Economía Circular, en donde la prioridad es la prevención y reducción al máximo, lo cual choca con todas las campañas publicitarias, ofertas 2x1, luces de Navidad, Black Friday y otros, en gran medida fomentadas por las administraciones públicas. Si de verdad se quiere reducir en origen la producción de residuos, al menos habrá que legislar para que los fabricantes incorporen un mínimo de materiales reciclados, así como la duración de sus productos.

Nos dicen que la siguiente medida prioritaria es la reutilización de los productos como tales, pero poco se potencia desde los gobiernos. El caso de los envases de vidrio es paradigmático. En lugar de legislar sistemas de Depósito, Devolución y Retorno, asistimos atónitos a la impune destrucción de botellas para convertirlas en materia prima (con todo el consumo energético que representa), cuando en la mayoría de los casos, el contenedor o envase, es más importante energéticamente que el contenido. 

Y finalmente nos atosigan con el reciclaje, arma de dos filos, puesto que cuantos más productos se destinan a reciclar, es porque aumenta el consumo y disminuye la reutilización.

Vivimos en un mundo cerrado y finito, en donde la materia no se crea ni se destruye. Hablar de eliminación de residuos es falso. La incineración es verter con otro nombre, pasando los residuos de sólidos a gaseosos básicamente, y creando otros componentes más tóxicos como las dioxinas y furanos.

Pero depositar residuos en un vertedero (esconderlos debajo de la alfombra) debería estar sujeto a unas mínimas condiciones de gestión y control. Es necesario aunque no suficiente que tanto la gestión como el control sean públicos, en donde el coste de la operación incluya los costes ambientales, cosa que no ocurre.

¿Debe la administración garantizar y responsabilizarse en el tratamiento final de los residuos? Al menos deberá legislar para impedir utilizar ciertos productos tóxicos y peligrosos, especialmente si son difíciles de gestionar y sobre todo controlarlos.

El principio de “Quien contamina paga” se convierte en “El que paga puede contaminar...”. Pero en Zaldíbar ni eso va a pasar. Una vez más, beneficios privados y pérdidas públicas, incluida la salud. La Autorización Ambiental Integrada obligaba a Verter S.L. a constituir un seguro de responsabilidad civil de 1 millón de euros para cubrir el riesgo de indemnizaciones por los posibles daños causados a terceras personas o a sus bienes y los costes de reparación y recuperación del medio ambiente. Es evidente que esa cifra va a ser insuficiente y al final acabaremos pagando entre todos.

En sociedades opulentas, en donde el 20% de la humanidad consume el 80% de los recursos, causa de guerras y desplazamiento masivo de la población, ya va siendo hora de hablar de términos como economía decreciente, así como realizar acciones de principio de tubería para disminuir residuos e impactos asociados. Por eso insistimos una vez más que una diarrea no se cura con un orinal muy grande como el de Zaldíbar.

Los residuos son un problema no sólo ambiental y de salud  sino también social. Su solución pasa por una lucha contra la barbarie del consumo, de la falacia del crecimiento económico ilimitado, de la producción rápida y masiva, y del capitalismo voraz. Estamos inmersos en un modelo ineficiente con un consumo desaforado en el que la publicidad intenta convencernos de que a mayor consumo mayor satisfacción. Esta loca carrera no acaba nunca y a su vez provoca mayor insatisfacción y destrucción de los ecosistemas.

Por un mundo más responsable social y ambientalmente.

Jesús Arbizu, miembro de Lurra

jueves, 20 de febrero de 2020

LOS PLÁSTICOS EN LOS RÍOS

El domingo 2 de febrero una acción de voluntariado promovida por Alianza por el Clima en Navarra en la que participaron 400 personas, realizó una importante limpieza de residuos esparcidos en el río Arga, donde se llenaron 38 contenedores, fundamentalmente de plásticos.
La acción de limpieza se llevó a cabo en el tramo de rio que comprende desde Huarte hasta el polígono Landaben. Aguas arriba de este tramo el río Arga se muestra habitualmente limpio, lo que nos hablan del origen urbano de este impacto ambiental.
¿Como evitar o reducir el problema? No se trata de limpiar periódicamente las orillas de los ríos –que también es necesario- sino que el mayor esfuerzo debería ser el impedir que esa basura llegue al río y luego al mar. No es más limpio quien más limpia sino el que menos ensucia. Deberíamos ir al origen del problema con medidas eficaces para reducir los usos inadecuados y el empleo del plástico, especialmente en las zonas inundables. 
Los residuos recogidos son principalmente: Plástico film y mallas de plástico, que provienen de las huertas (invernaderos, cierres…). Bandejas de porexpan –que se desmenuzan en miles de trocitos- también empleadas en las huertas. Semilleros de alveolos procedentes de viveros. Tubos y otros residuos procedentes de obras y de acopios. Envases de latas y de plástico, botellas de vidrio. Residuos de las papeleras ubicadas en el parque fluvial. Toallitas perfumadas. Colillas que, arrojadas en la vía pública, llegan al río a través de las aguas pluviales. Voluminosos. Además aparecieron mobiliario de juegos infantiles, zonas de esparcimiento de perros y vallas metálicas, que cada año son inutilizados por las avenidas.
A la vista de los tipos de residuos mencionados, las soluciones para impedir que esa basura urbana llegue al río pueden tomar como referencia al Real Decreto 849/1986, de 11 de abril, por el que se aprueba el Reglamento del Dominio Público Hidráulico, y especialmente su Artículo 9 bis, que define las  “limitaciones a los usos en la zona de flujo preferente”. También  se nos ocurren otras que serían:  
La prohibición de instalación de invernaderos y de cierres de plástico en huertas. La alerta temprana de inundaciones y la revisión de huertas y viveros –por parte de los ayuntamientos- para que todo material que pueda ser arrastrado sea sujetado sobre el terreno o almacenado en las casetas de aperos. Nos referimos en concreto a los viveros del Gobierno de Navarra y del Ayuntamiento de Pamplona en Miluce, y de parte de la superficie de huertas en Miluce, Aranzadi, Magdalena y Huarte.
La prohibición de acopios de materiales que puedan ser arrastrados. La retirada permanente de las papeleras del Parque Fluvial en las zonas más inundables. El traslado de instalaciones, como juegos infantiles y zonas de esparcimiento de perros, y/o el diseño basculante de las vallas metálicas perpendiculares a la corriente. Y, en general son necesarias: Campañas dirigidas a los ciudadanos sobre el impacto de las toallitas, las colillas y los voluminosos. Prohibición de venta de toallitas perfumadas. La implantación de un sistema de depósito y devolución de envases (SDDR) como incentivo para evitar el abandono de estos envases (ya contemplado en la Ley Foral de residuos y su fiscalidad).
Hoy en día conocemos la cartografía de las zonas inundables, tenemos una buena predicción meteorológica, y se dan avisos de alerta (hasta para retirar coches en los aparcamientos situados en zona inundable). Nos falta iniciar la prevención de daños medioambientales al propio río.
Con el cambio climático estos episodios serán más frecuentes y de mayor entidad, por lo que tenemos que adaptarnos. La basura urbana en los ríos no es algo asociado irremediablemente al desarrollo; es perfectamente evitable si se incide en las causas y se toman medidas de prevención.
Ahora el tramo urbano del río está más limpio… hasta la próxima riada que puede ser mañana. Necesitamos que todo el esfuerzo de los voluntarios/as no haya inútil y temporal.

Ana Malón, Julen Mendiguren, Juan del Barrio, 
miembros de la Compañía de las 3 Erres, (Reducir, Reciclar, Reutilizar)

lunes, 17 de febrero de 2020

GRITO POR LA IGUALDAD

Hace cuatro años, en plena manifestación del 8 de marzo en Madrid, Sara Brun (Carcastillo, 1972) abrió los ojos y se dio cuenta de la injusticia pasada y la revolución pendiente. "En ese momento me puse las gafas moradas, y desde entonces todo lo que veo es feminismo en mi vida", asegura.

Escritora y realizadora de documentales y cortometrajes en los que lo rural es protagonista, Sara Brun ha llevado a su terreno profesional esa convicción que se inyectó en lo más hondo de su ser aquel 8 de marzo, y fruto de ello son varios libros publicados en torno al feminismo –el último editado por Penguin Random House– y un cortometraje muy reciente que está logrando un buen recorrido por festivales, pero con el que sobre todo su autora quiere llegar a la gente de a pie, tanto de las ciudades como de los pueblos, para dignificar a estos últimos.

El mundo en femenino es el título del libro ilustrado por Montse Galbany en el que la carcastilleja rescata a 50 pioneras españolas de todos los tiempos, cinco de ellas navarras, a las que devuelve al lugar que deben ocupar en la Historia. Un "grito por la igualdad", dice su autora, que pone en valor a cincuenta mujeres extraordinarias, valientes y vitales, de personalidad fuerte y cuyas hazañas, decisiones, aventuras u obras fueron tan (y a veces incluso más) importantes como las de sus contemporáneos masculinos, pero nunca se les ha reconocido.

"Antes de que el Códice Calixtino fuera escrito por un monje francés en el siglo XI y se convirtiera en la primera guía de viajes sobre el Camino de Santiago, Egeria, una gallega, había recorrido todos los lugares santos y también había dejado escrita una guía precisa y preciosa de todos ellos. Esto ocurrió en el siglo III, pero claro, como Egeria era mujer, su legado pasó desapercibido", cuenta la autora. Con Egeria inicia la travesía en esta obra ilustrada que llega hasta el siglo XXI con mujeres que, hijas de su tiempo, están labrando la historia del feminismo con su ejemplo, como la granjera de Figarol Silvia Lázaro, o la madre coraje además de abogada, psicóloga y experta en autismo Amaya Ariz.

Toda Aznárez, Juana la Loca, María Moliner, Ángela Ruiz Robles, Rebeca Atienza o Manuela Carmena son otras de las mujeres que figuran en este libro, que surge de la inquietud de Sara Brun por investigar sobre los efectos del patriarcado en la Historia y en nuestra vida actual. "El patriarcado lo empaña todo. Toda la existencia de la humanidad se levanta sobre él. Las mujeres hemos vivido siempre como si fuéramos menores de edad, y siendo consentidoras de eso porque en realidad no sabíamos que había otra cosa", reflexiona la escritora navarra, quien tiene la teoría de que la mujer ha sido relegada históricamente a un segundo plano "por su capacidad de parir". "Su valor reproductor le hizo ser moneda de cambio con el surgimiento de la agricultura y de la propiedad. Luego llegaron las religiones y todo lo que ello conlleva... y en la Ilustración también perdimos mucho. La mujer no podía ir a las universidades y se la retuvo todavía más en casa", cuenta. El momento que vivimos ahora, dice, es "un hito histórico". "Somos afortunadas de estar en el siglo XXI y poder ir todas, y todos, a lo mismo, a luchar por la igualdad". Ella es optimista en este cambio: "Quizá dentro de 50 años esto se estudie como historia porque ya estemos en el feminismo pleno", desea.

Las 50 mujeres que ha elegido para componer El mundo en femenino tienen ocupaciones muy diversas. "Si buceas en la historia, las que más aparecen son reinas, pero dentro de las reinas he querido coger a las que casi no se nombran. Muchas, y esto es triste, destacaron por actuar como hombres. Porque no había una manera propia de hacerlo como mujeres. Ahora es cuando vamos a empezar a tener un comportamiento puramente de mujer y vamos a ser poderosas por eso", augura Brun, quien desde el siglo III ha ido avanzando y descubriendo "a escritoras de las que nunca había oído hablar y que tienen textos maravillosos, pintoras, aventureras, piratas... de todo, igual que sabemos que hay hombres que hicieron y hacen de todo. Pero se nos ha contado la Historia desde un solo sexo que es masculino".

Toda Aznárez (875-958), el personaje más influyente de la corte navarra del siglo X y para Sara Brun "una superabuela"; la republicana y maestra asesinada Camino Oscoz (Pamplona, 1910-Pamplona, 1936); la "indomable" Fátima Djarra (Guinea- Bisáu, 1968), que desde Médicos del Mundo Navarra lucha para que la mutilación genital femenina deje de ser una realidad y deje de practicarse por desconocimiento; Amaya Ariz (Pamplona, 1971), "madre coraje", abogada, psicóloga y experta en autismo que lucha para ayudar a su hijo y a todos los niños con esta condición; y la ganadera de Figarol Silvia Lázaro (1983), quien personifica el avance de que "las granjeras ya no son solo las mujeres de los granjeros, sino granjeras con oficio propio", son las cinco navarras incluidas en El mundo en femenino, cuyas ilustraciones creadas por Montse Galbany inmortalizan a "mujeres guapas a la vez que extraordinarias. Grandes, con mucha personalidad, fuerza y vitalidad. Mujeres que gritan o que gritaron aunque no se les hizo caso. De todas ellas he aprendido algo", destaca Sara Brun, quien vive a caballo entre Carcastillo y Madrid, donde trabajó durante veinte años como productora de televisión.

El libro, que se publicó el pasado 6 de febrero, se presentará en Katakrak el próximo jueves, y el 7 de marzo en Carcastillo –en los dos sitios se proyectará además el cortometraje Rural es Feminista–. En fechas todavía por cerrar, habrá próximas presentaciones en Zaragoza, Madrid y Cáceres.

Sara Brun está convencida de que "va a llegar un momento en que vamos a tener que comernos la lechuga de nuestro huerto", y cree que las mujeres van a tener "un papel primordial ahí, en que la tierra vuelva a escribirse con T mayúscula; en su cuidado y su cultivo". Por eso termina su libro El mundo en femenino con una ganadera de este tiempo, y por eso se empeña en dignificar el medio rural a través de su trabajo audiovisual.

Muestra de ello es el cortometraje Rural es Feminista, que ha dirigido junto a Xavi Berraondo. Rodado en junio del año pasado entre Carcastillo, Murillo el Fruto, Santacara, Mélida y Figarol, plantea una historia de feminismo rural a través de "una señora mayor que es feminista, y a la que el feminismo le ha venido como a todas, de repente, y dice: ¡ostras!, que el cuadro es de este color, y llevo viéndolo de este otro toda mi vida...". Con este corto, sus directores buscan "visibilizar el feminismo en lo rural, y gritar que no nos vamos a quedar atrás en esta cuestión. De hecho, hay mucha conciencia feminista en el medio rural, y en él las asociaciones de mujeres van para adelante, van como un tiro", afirma Sara Brun. "Lo rural está invisibilizado del todo, e infravalorado. Y tenemos que gritar y defender lo nuestro, y sentirnos orgullosos de ello. No somos unos paletos por ser de pueblo. Porque los que viven en las ciudades se creen que todos queremos vivir como ellos, en la ciudad. Pues no es así. Lo que necesitamos son carreteras y servicios, pero no nos queremos mover de aquí", defiende Brun, quien en estos momentos rueda otro corto en Bardenas, "otra historia rural y feminista, en este caso de madres e hijas", y trabaja además en un futuro libro sobre la menstruación, "que siempre ha sido tema tabú".

La escritora y realizadora navarra tiene muy claro que el verdadero avance en la humanidad llegará cuando "los cuidados se valoren como el trabajo primordial". El cuidado de niños y ancianos, del Planeta... "Ahora son lo último de la lista, pero no podemos seguir sin cuidados. Hay que ponerlos en el nivel que tienen que estar. O nos destruiremos como raza".

Diario de Noticias

lunes, 3 de febrero de 2020

NAVARRA SUMA NECIOS

Hay algo que aterroriza mucho más que tener enemigos crueles o poderosos. Y es tenerlos necios. Esa es la mayor tragedia que uno puede sufrir en el debate social, porque del mentecato nada se aprende y todo se devalúa. Para discutir hay que ponerse a su altura, y en ese nivel siempre te gana. Además, decía Ortega y Gasset, “el malvado descansa algunas veces, el necio jamás”.
Sentí esa sensación de hastío al leer que Navarra Suma va a cambiar el programa educativo Conociendo Pamplona, porque les molesta que se hable tanto de los vascones y de su idioma, y poniendo en duda que fuera la lengua utilizada desde hace siglos por sus habitantes. Otra vez, vuelta la burra al trigo.
Jamás, ni durante el franquismo, ningún alcalde se hubiera atrevido a poner en duda que Iruña era una ciudad vascona y el vascuence su lengua primigenia. Antes bien, algunos hacían bandera de ello desde su españolidad, precisamente para diferenciarse del separatismo vasco disgregador. Ahora sin embargo llevan décadas negando la mayor y obligándonos a todos a discutir majaderías. En su desvarío senil, Del Burgo ha llegado a escribir que “la huella del vascuence como forjador de la identidad navarra es inapreciable”, lo cual es una memez, y más en él, que ha forjado su identidad precisamente en la persecución de la lengua.
Iruñea es “la Civitas vascona por antonomasia –decía Jimeno Jurío- Las gentes la llamarán Pompaelo, Pompeluna. Los vascones la conocerán con su nombre sustancial ‘la Ciudad’, Irunia, Iruña, Iruñea. Posiblemente los indígenas la llamaron así en reconocimiento de su capitalidad. Iruñea, la Ciudad, la cabeza de Vasconia”. Vasca por los cuatro costados, en su toponimia medieval rebosa el euskera. Las hablas romances, como el occitano, gascón o navarro, apenas incidieron en ella. 
Siendo Presidente del Gobierno, Miguel Sanz declaró que en las escuelas de Navarra había que enseñar “la verdadera historia”, no la de los vascos, “sino la de José María Lacarra”. Ergo, el corellano jamás leyó nada del ilustre estellica para quien “el núcleo originario del reino lo forman gentes de estirpe vasca”. Su capital, Iruñea, “vasca de lengua”.
Estas afirmaciones se vienen repitiendo desde los primeros manuscritos hasta el Espasa Calpe. El cronista Moret, autor en el siglo XVII de nuestros Anales, fue irunseme, bautizado en la parroquia de San Saturnino a la que, según dijo, “llámanle los naturales en su lengua vascónica Jaun Done Saturdi”. Según Moret, “précianse los navarros, como también sus finítimos los guipuzcoanos, alaveses y vizcaínos, traer su origen de los primitivos y originarios españoles”. El vascuence, “la lengua de los Navarros”. Estamos hablando de los Anales del Reino y no del Vasconia de Krutwig. Del padre Moret, y no de Sabino Arana.
Era 1645 cuando el vicario de San Cernin afirmaba que “la lengua bascónica es la lengua natural y materna de esta Ciudad de Pamplona y su Montaña, y la accidental y advenediza es la Castellana”. Y otro cura lo ratificaba: “de cien personas que confiesan, las noventa son en lengua bascongada”. Eran los parroquianos quienes exigían curas bascongados, “porque muchas personas que en la dicha ciudad hay de ordinario no saben ni entienden otra lengua”. En 1712, el doctor Joannes Etxeberri escribió Iruña eskualdunen hiri buruzagia. Pamplona, capital de los euskaldunas.
La castellanización fue avanzando inexorablemente, gracias al protervo trabajo de los Navarra Suma de entonces. En 1767, los leguleyos del Consejo Real, predecesores del actual Tribunal Superior de Justicia de Navarra, se alegraban del avance del castellano, gracias a los maestros que prohibían “hablar en bascuence” a los niños. Hoy día el TSJN no impone el castigo del anillo a los euskaldunes, pero están en ello.
Pese a todo, en 1784, ayer mismo, el bearnés Jaccques Faget de Baure escribía que “en Pamplona se habla español y euskara, la gente del pueblo usan indiferentemente las dos lenguas: la propia ciudad tiene dos nombres. En el idioma vasco se llama Irouna, buena ciudad, y en español, Pampelouna”.
En 1926 Joaquín Ilundain, alcalde derechista Pamplona, como Maya, escribió una guía de Pamplona, que podría servir de ejemplo al concejal Fernando Sesma: “Lo que hoy es provincia foral de Navarra fue, desde los orígenes de la historia de la península Ibérica, tierra de los vascos. Raza viril, fuerte y austera (…) los vascos del Pirineo constituyeron el Reino de Navarra”.
Todo esto se repite machaconamente en nuestra bibliografía. Hasta llegada la Transición, nadie osó llevar la contraria a una corriente historiográfica que unía a los navarros en lo más elemental: Fueros, Lengua y Vasconidad. Algunos de Navarra Suma lo saben, pero dejan obrar a sus peones, quizás porque piensan que este saqueo a la casa común de nuestra personalidad les conviene para levantar un edificio de nueva planta, basado en los cimientos exclusivos de la españolidad y el facherío carpetovetónico.
Yo al menos necesito pensar que esa suma de necios, que de forma tosca y ridícula dinamita lo más nuestro, está dirigida por alguien taimado, pero inteligente, que sabe lo que se hace: desgastarnos hablando del pasado para no hablar del futuro. Y de paso, lograr el “Domuit Vascones” con el arma letal del aburrimiento.

Jose Mari Esparza Zabalegi

domingo, 2 de febrero de 2020

"CERRADO POR INMATRICULACIÓN", EL LADO OCULTO DE UXUE

Uxue es un pueblo que se muere de lo que se mueren todos los pueblos: de falta de niños. Entre los 4 y 11 años hay diez chavales, por lo que su escuela se mantiene muy en precario. «Dos son míos», comenta el alcalde, Rubén Sánchez. La localidad necesita explotar al máximo su potencial para afincar población. Anclado a 815 metros de altitud, tiene algo de cereal y un poco de viña. Pero, fundamentalmente, su riqueza viene del turismo.

La basílica-fortaleza anima a miles de visitantes a trepar por la NA-132 y torcer por la serpenteante carretera local 5310 hasta este pueblo donde viven cien personas. Recorrer los 19 kilómetros desde Tafalla, la localidad de cierto tamaño más cercana, lleva unos 25 minutos. Así, en Uxue hay abiertos cuatro restaurantes y varios establecimientos donde venden productos típicos, siendo sus emblemas el pan de hogaza y las almendras garrapiñadas.

En las últimas semanas, ha estallado un conflicto que se había ido cociendo a lo largo de la última década. La basílica-fortaleza que corona la atalaya de Uxue (en realidad, el pueblo entero conforma una fortificación, en tanto que está dispuesto en calles laberínticas pensadas para dificultar el avance del enemigo) fue sometida con fondos públicos a varias intervenciones de envergadura entre el año 2000 y el 2010, destinadas a consolidarla, protegerla y hacerla más accesible y atractiva.

La discusión actual discurre entre el párroco y los vecinos. Pues en 2008, mientras se producían las obras de mejora, el Arzobispado se inscribió como suya la iglesia fortaleza. Y, a consecuencia de aquella inmatriculación, hoy las llaves no solo ya del templo, sino también del torreón y la sala donde guardan los paneles explicativos del conjunto arquitectónico las tiene el párroco. El principal motor turístico del pueblo no está, por tanto, accesible al público.

José Luis, el cura, nos ha citado en el interior de la basílica. Permitirá que GARA y NAIZ graben todo lo que de normal está cerrado por decisión del Arzobispado, a cambio de dos condiciones: no se le puede entrevistar y tampoco sacarle fotos. Las imágenes que ilustran esta información pertenecen a ese Uxue oculto y el vídeo se ha subido a la web de NAIZ.

En el interior de la basílica hay dos zonas que no se pueden visitar. La más evidente es la zona del altar que protege un enrejado. Allí se encuentran dos de piezas clave que reflejan la dualidad del edificio: la virgen que refleja su valor religioso y el corazón del rey Carlos II, que evidencia su valor histórico como enclave del extinto reino.

La virgen y el corazón
El lugar principal lo ocupa virgen de Uxue, que es negra, como la mayoría de las tallas que fueron descubiertas de forma milagrosa. Verla de cerca es un lujo. La tallaron en palisandro en el siglo XII. Cuenta la leyenda que un pastor la encontró gracias a una paloma y que de ahí le vino el nombre después al pueblo, como una variación de uxoa, que en euskara es paloma. La escultura fue distorsionada con un trono postizo en los 50.

El corazón momificado en un tarro de Carlos II se guarda en un pequeño cubículo abierto en la propia piedra. El rey dispuso que su corazón quedara allá, para mostrar cuánto le gustaba aquel lugar. Las entrañas estaban en Orreaga, pero se perdieron. Carlos II encaró la última gran ampliación del recinto, cuando construyó una universidad que no funcionó apenas, pues sobrevino la peste. Hoy solo quedan las paredes de la primera universidad de Nafarroa.

Es en esta dualidad donde reside el principal problema. ¿Qué pesa más? ¿Su valor de culto o el patrimonial-histórico? La inscripción por parte del Obispado de Córdoba de la Mezquita desató una enorme indignación. La basílica de Uxue no tiene tanto valor como la Gran Mezquita de Abderramán I. Y sin embargo, es de las pocas fortificaciones que sobrevivió del reino de Nafarroa, pues todos sus castillos fueron derribados a partir 1535, para acabar con los levantamientos posteriores a la conquista de 1512. El Cardenal Cisneros decretó tirar todas las fortificaciones... pero tirar una basílica era harina de otro costal. Por eso se salvó Uxue.

Bajando del debate teórico a lo concreto, el párroco abre ahora una puertecita lateral de la nave central y comienza a subir por las estrechas escaleras de piedra que dan al coro. Pasa junto a un delicado capitel que representa a Dalila cortándole el pelo a Sansón y, a su lado, a otro Sansón ya ciego siendo guiado por el lazarillo hasta el templo que derribará cuando le vuelva su fuerza sobrehumana.

Aunque el párroco no quiere entrevista alguna, va salpicando sus explicaciones con consideraciones de por qué gran parte está cerrado. Cuenta que le robaron la tablet y unos termostatos, que un anciano se cayó en esas escaleras y que alguien arrancó una página del enorme libro de canto gregoriano que habían colocado en el facistol. Dice que la iglesia está siempre abierta, que pocas están así, y que allá se ve lo fundamental.

Antes de salir afuera, pasa por la sacristía, abre una caja de pastas y ofrece unos chupitos de vino de comulgar. Y, a partir de ese momento, comienza otra parte una parte de la visita mucho más difícil de entender.

La torre y el ascensor
José Luis saca el manojo de llaves entra a una sala anexa, en la que hay una larguísima escalera metálica de caracol moderna, de las obras de 2010. Por ahí se sube en un primer lugar a una zona en la que se ven desde arriba la triple bóveda prerrománica del ábside, que está iluminada al detalle. Es, quizás, lo más impresionante de la última intervención del Gobierno. Este primer rellano también da al exterior por un pasillo que comunica las dos torres y que ofrece unas vistas increíbles.

Volvemos a subir por el estrecho caracol. Parada en las campanas y otro trecho todavía más largo. Serán unos 140 escalones en total, desde la base. José Luis justifica mantener esta parte cerrada en lo empinado y en el vértigo. Dice –y es cierto– que son complicadas si se va con tacones o si se tiene una edad. Afirma que llega a subir hasta tres veces acompañando a turistas. Tiene 79 años. La subida, eso sí, merece la pena. Se ven, a su vez, La Rioja y Aragón (Sofuentes y Catiliscar) con el Pirineo recortando el fondo. Por mucho que se hable de la paloma, ahí arriba se hace evidente la prioridad militar: se construyó para controlar del territorio.

Si no es lógico que haya que depender de un anciano para subir a la almena del torreón, menos lógica tiene todavía las dos salas que se abren ahora. La primera corresponde a la vieja morada de Carlos II, que hoy pasa por ser la casa parroquial. En ella se instaló un ascensor que da paso al paseo de ronda y al templo, que constituye más interesante del conjunto abierto. Las personas de movilidad reducida dependen del manojo de llaves del cura.

En la última sala están todos los paneles que elaboró Turismo explicando de cuanto se puede ver. Hay también un audiovisual de seis minutos que contextualiza y da sentido a todo el monumento, el apoyo básico a toda la visita. Esa parte también está oculta.

Sánchez, el alcalde, cuenta que con el cura se puede hablar de cualquier cosa, menos de las visitas. Además del propio párroco, una empresa de Iruñea tiene la exclusividad de visitar, por decisión del Arzobispado. Pero toda visita hay que concertarla por adelantado y solo bajan de la capital (son 50 minutos de viaje) si hay un grupo de más de diez.

El alcalde de Uxue dice que las obras no se hicieron pensando que esto acabara así, que hay otras empresas interesadas en visitas y que el pueblo vive del turismo. Las obras para adaptar el conjunto para hacerlo costaron 5.576.189,62 euros.

Aritz Intxusta, en GARA