martes, 30 de octubre de 2018

ADIÓS, MI PAÍS, ADIÓS

Ayer, luego de votar, fuimos –mi compañera de hace más de cuatro décadas, nuestro hijo y yo– al “Alvaro’s”, a comer algo liviano y vivir la emoción de haber votado por un futuro en el cual creemos y que se veía amenazado.
En la segunda mitad de los años 1960, en plena dictadura, y luego hasta el regreso de la democracia, “Alvaro’s”, un bistró de barrio, fue punto de encuentro de artistas y gentes progresistas.
Sigamos: al final vuelvo al “Alvaro’s” y lo de ayer.
En la noche del sábado, mi hijo, que estaba fuera y volvió a Brasil con la única misión de votar ayer, me dijo: “Hay que llevar un libro”.
Tardé un minuto y medio para entender: mientras Jair Bolsonaro decía, en su campaña, que quería que cada brasileño tuviese un arma en la mano, Fernando Haddad contestaba que su sueño era ver cada brasileño con un libro en la mano. Mi compañera eligió “Las venas abiertas de América Latina”, de nuestro hermano Eduardo, y yo “O Povo Brasileiro”, el Pueblo Brasileño, de mi segundo padre Darcy Ribeiro.
Luego me llegaron otros pedidos, por teléfono, por correo electrónico, y me pareció curioso. Era como si, en lugar de votar, fuésemos todos a una gigantesca feria del libro. Gigantesca y alegre fiesta de la democracia.
Desde hacía días que en las grandes ciudades brasileñas se notaba claramente, palpablemente, una ola de esperanza impulsando o tratando de impulsar un vuelco drástico en la ruta electoral que, en la primera vuelta, había situado a un troglodita desequilibrado como favorito.
Más que los actos multitudinarios, más que los palcos que nos reunieron en apoyo a Fernando Haddad, más que cualquier cosa, me llamaban la atención las manifestaciones espontáneas, en calles y plazas de centenares y centenares de ciudades brasileñas.
Ayer domingo salimos los tres a votar. Vivo en un barrio privilegiado de mi ciudad, uno de esos rincones llamados “barrio noble”.
Pero por las calles tropezábamos, mientras caminábamos hacia el sitio de votación, con parejas o grupos de jóvenes, o de gente de mi generación, muchísimos de ellos con libros en las manos.
Fue un domingo de sol, de temperatura amena, y caminar alrededor de la laguna Rodrigo de Freitas mirando el paisaje único y paradisiaco de la ciudad más hermosa del mundo me hizo bien.
Llegamos, votamos, y ahora sí, volvemos al “Alvaro’s”.
La idea ha sido de mi hijo: desde 1992, cuando él votó por primera vez, nunca más nos habíamos juntado en un día de elecciones para luego ir al viejo bistró.
Fuimos. Mi hijo, con un puñado de esperanzas. Mi compañera, con alguna. Yo, con escasa.
A la salida estábamos los tres en la vereda, esperando un taxi. Y vaya a saber por qué diablos, una pareja –un señor canoso, elegantito, pituquito, y su señora esposa, debidamente siliconada en la parte correspondiente– nos miró y, con asco y desprecio, disparó: “¡Petralhas Ladrones! ¡Ladrones!”.
“Petralha” es el  término que algún derechista infernal inventó para mezclar “petista”, o sea, alguien que sigue al Partido de los Trabajadores, el PT de Lula, con “canalha”, que se entenderá en castellano.
Ni mi compañera, y menos mi hijo, y menos yo, somos del PT. Y de ladrones, quisiera yo, en estos tiempos de Temer y compañía.
El domingo de sol y alegría fue fulminado por aquel señor canoso. En lugar de reaccionar, mi hijo y yo nos limitamos a mirarlo y reírnos.
A ese punto llegamos: estar en una vereda significa el riesgo de que algún descerebrado me reconozca y me ofenda.
Así que mis memorias vividas en aquel veterano bistró se esfuman.
Por la noche, al ver la victoria del troglodita Jair Bolsonaro, entendí lo que me pasó ayer: entre un principio de tarde de sol y la vereda del viejo bistró, mi país cambió. Volvió a los tiempos en que nos reuníamos en el “Alvaro’s” para buscar medios de supervivencia a la dictadura.
Hay una diferencia, además del tiempo que pasó por mí y por mi alma y por mi vida: aquellos eran tiempos de dictadura.
Y ahora mi país cae bajo las garras inmundas de una especie de Pinochet parido por las urnas.
Alrededor de las diez de la noche se multiplicaban por todo mi país actos de agresiones físicas a quienquiera que fuese manifestante en favor de Haddad, el PT, o cualquier cosa que no fuese Bolsonaro.
Conozco la película. La he vivido aquí y en Argentina. El final es trágico.
Adiós, mi país, adiós.
Adiós.

Eric Nepomuceno, en Resumen Latinoamericano

domingo, 28 de octubre de 2018

ALSASUA COMO SÍMBOLO

El desdichado empeño de algunos por transformar el constitucionalismo, y por tanto la mismísima Constitución, en un arma política arrojadiza acaba de encontrar en Albert Rivera su más precisa formulación: “Alsasua se ha convertido en un símbolo del constitucionalismo”, ha afirmado al comunicar su intención de visitar la localidad. Lo de menos es que los simpatizantes de Ciudadanos tengan todo el derecho del mundo a tal visita, que por supuesto que lo tienen. Lo importante es la concepción política mediante la que configuran el mismo sentido del acto, porque esa concepción, aunque se atribuya a sí misma la categoría de “constitucional”, es en buena medida todo lo contrario. Abrazan la palabra Constitución, pero pisotean su sentido más profundo.

Hubo un tiempo -que, de tan lejano, empieza a parecer ya mítico- en que la Constitución de 1978 era un referente democrático tan elemental que prácticamente nadie sostenía lo contrario. Las fuerzas que impulsaban esa imagen de progreso eran sobre todo tres: democracia, Estado de Derecho y modernidad. Sumadas todas ellas, el resultado era algo llamado Europa. Gracias a 40 años de cerrazón absoluta a cualquier tipo de reforma constitucional -las dos únicas han venido de fuera, no de la ciudadanía- esa imagen se ha revertido. Hoy una enorme mayoría de españoles quiere reformar el texto de 1978. Muy en especial los jóvenes. La Constitución ya no apunta al futuro, sino al pasado.

He dicho “Estado de Derecho”, esto es: garantías procesales, sujeción de las fuerzas de seguridad al imperio de la ley, jueces independientes, no nombrados por el poder político… todo eso constituía una de las tres grandes promesas que la Constitución de 1978 traía consigo. Se trataba de librarnos del fango institucional del que veníamos, de aquella administración de justicia -un sarcasmo- propia de la dictadura. Todavía en 1988, en una entrevista en televisión, Manuel Fraga Iribarne no tenía empacho alguno en reconocer entre risas que en 1976, durante la Transición, decidió como ministro de la Gobernación encarcelar antes del 1 de mayo a Marcelino Camacho y a otros sindicalistas y luchadores por la democracia y mantenerlos unos días a la sombra para evitar que pudieran organizar a los trabajadores.

El ministro de Interior decidiendo, con la mayor naturalidad, la suerte penal de los ciudadanos. De ahí veníamos, y de ahí nos sacó la Constitución de 1978. Mucho puede decirse del progresivo e imparable deterioro al que se están viendo sometidas las tres fuerzas mencionadas -democracia, Estado de Derecho, modernidad-, pero si Alsasua es símbolo de algo, lo es del quebranto de las garantías procesales propias del Estado de Derecho.

Lo que el sistema judicial ha infligido a los acusados de la localidad es una barbaridad jurídica sin justificación alguna. Se les acusó de “terrorismo”, se les privó de su derecho al juez natural -que era el tribunal de Navarra- y se les juzgó en la Audiencia Nacional. La cosa era tan evidentemente desproporcionada que incluso Eduardo Madina, que perdió una pierna por un atentado de ETA, salió en defensa de lo obvio. Declaró que, cuando ETA le puso una bomba en 2002, el fiscal pidió para los etarras detenidos veinte años de cárcel, mientras que ahora la fiscalía pedía hasta 65 años a los acusados de Alsasua por propinar una paliza a cuatro personas. Y dijo algo tan evidente que asusta que tenga que señalarse: “si todo es terrorismo, entonces nada lo es”.

Al final, en su sentencia la Audiencia no vio terrorismo, pero impuso penas superiores a nueve años de cárcel a siete de los ocho acusados. Algo completamente desproporcionado, a la vista de los hechos probados, para cualquiera que albergue una intuición elemental de lo que significa la voz justicia. Pero, incluso así, la fiscalía -que se supone representa a la legalidad y al interés público, y no a los particulares puntos de vista del PP, entonces en el gobierno- recurrió la sentencia porque seguía viendo “terrorismo”. Querían más.

El derecho al juez natural, la exigencia de una fiscalía independiente y la proporcionalidad de las penas son conquistas jurídicas que pertenecen a ese ideal que denominamos “Estado de Derecho”. Ha costado mucho tiempo lograrlas. Son frágiles, y por ello hay que cuidarlas continuamente frente a tentaciones populistas y demagógicas. Se trata, además, de valores que pertenecen por derecho propio al ideario liberal, que Ciudadanos dice abrazar. Nunca ha habido excusas, pero, ahora que ETA ha desaparecido, es evidente que ni siquiera hay motivos para acariciar la tentación de lesionar esas conquistas por razones de supuesta seguridad ciudadana. No digamos ya si -como todo indica- la única finalidad que parece nutrir todo esto se reduce a mero electoralismo de garrafón.

La Justicia lleva una venda que la torna ciega. Esa ceguera abre un abismo entre el derecho penal democrático, que juzga actos y solo actos, y el derecho penal del enemigo, que juzga sujetos o colectivos a los que ya, previamente, se ha catalogado y en consecuencia juzgado. Ese juicio previo se materializa en la semántica. Moros, txakurras, rojos, maricones, inmigrantes, fachas... Cuando juzgamos colectivos e ideologías, la venda cae. Cuando, en vez de juzgar actos, juzgamos proetarras, también. Y con esa venda cae el Estado de Derecho.

Es tristísima la deriva que está tomando un partido como Ciudadanos, que -al menos a mi juicio- fue en buena medida hijo del 15-M y supuso una inyección democrática muy positiva para nuestra democracia. ¿Qué constitucionalismo puede simbolizar Alsasua? No el liberal del Estado de Derecho y las garantías jurídicas -ese que la Constitución de 1978 sí simbolizó-, sino tan sólo el populista de los buenos y los malos, los proetarras y los constitucionalistas, el conmigo o contra mí. Ese en el que la más mínima discrepancia es saldada con la expulsión al bando de los enemigos. Si algo simboliza Alsasua, es el vaciamiento del significado jurídico garantista de la Constitución de 1978 y su sustitución por otra cosa. Una cosa muy nacional, muy divisiva, muy electoralista y muy emocional. Y desde luego nada liberal.

Jorge Urdánoz, profesor de Filosofía del Derecho de la Universidad Pública de Navarra
(publicado en Diario de Noticias)

sábado, 27 de octubre de 2018

EL PNV CONFIRMA SU TENDENCIA AL ALZA EN LA CAV CARA A LAS MUNICIPALES Y FORALES

El PNV sería el partido más votado en Araba, Bizkaia y Gipuzkoa en las elecciones municipales y forales de 2019, según el Sociómetro del Gobierno Vasco. EH Bildu se consolidaría como segunda fuerza y Elkarrekin Podemos mantendría el tercer puesto, pero bajaría en porcentaje de voto en los tres territorios.

En Álava, el PNV sería la formación más votada con el 25,9 %, con un 4,3 % más de apoyos que en 2015. Le seguiría EH Bildu, con el 21,9 % de los apoyos y un 1,5 % de subida, y el PP que baja un 2,7 % y se queda en el 19,2 %. Elkarrekin Podemos con un 13,8 %, experimenta una bajada del 4,4 % y el PSE-EE sube siete décimas y se queda en el 11,9 %. Ciudadanos se mantiene con un 3,1 % de intención de voto.

El PNV mantiene su liderazgo en Bizkaia, con el 41,5 % de los votos, frente al 37,6 % de los comicios de 2015. Por detrás se sitúa EH Bildu con un 19,6 %, con un ligero ascenso del 0,7 %. Elkarrekin Podemos también desciende y se queda en un 13,4 %, por debajo del 17,14 % de 2015. El PSE-EE prácticamente se mantiene con un 12 %, el PP obtiene un 7,8 %, por debajo del 8,2 de los anteriores comicios, y Ciudadanos, que no tienen presencia en esta Cámara foral, tampoco cambia significativamente en intención de voto y podría recibir el 2,3 % en este territorio.

Al igual que en los otros dos territorios, el PNV se haría en Gipuzkoa con la mayoría de los votos, un 35 %, por encima del 31,57 % de 2015. También incrementaría sus respaldos EH Bildu, que sería la segunda fuerza con un 29,3 % de los votos (28,8 % en 2015). Al igual que en Álava y Bizkaia la coalición morada baja en intención de voto (12,4 % frente a 14.41 % en 2015). El PSE-EE también baja (14,2 % frente a 16,5 %), el PP se mantiene con un 5,5 %, al igual que Ciudadanos con un 1,5 %, partido que no logró representación en 2015.

En cuanto a las capitales, el PNV reforzaría su mayoría en Bilbao y obtendría un escaño más al pasar de 13 a 14. Elkarrekin Podemos sería la segunda fuerza con 4 ediles, los mismos que tienen ahora Ganemos y Udalberri, seguida de EH Bildu con otros cuatro, al igual que en esta legislatura. Por detrás estarían el PSE-EE que mantiene 4 concejales, el PP que baja de 4 a 3 y Ciudadanos que en estos comicios tampoco conseguiría formar parte del consistorio bilbaíno.

En Donostia / San Sebastián el PNV lograría 10 ediles, uno más que en 2015, seguido del PSE-EE, el segundo más votado con 6 concejales, uno menos, y los mismos que tendría EH Bildu, que se mantiene. Por detrás Elkarrekin Podemos, que ganaría uno y se quedaría con tres, y el PP con dos, frente a los tres de 2015.

El PP se volvería a hacer con la victoria en Vitoria-Gasteiz, donde no gobierna por un pacto entre la oposición que posibilitó acceder a la Alcaldía al candidato del PNV, Gorka Urtaran. Los "populares", no obstante, perderían votos y dos escaños y se quedarían con siete, los mismos que obtendría el PNV, partido que obtiene el 21,8 % de los apoyos, un 4,1 % más que en 2015. EH Bildu en Vitoria se mantendría en intención de voto y en ediles, con seis, mientras que Elkarrekin Podemos ganaría uno, y lograría cuatro. Ciudadanos sube ligeramente en intención de voto pero no consigue entrar en el consistorio.

eitb.eus

viernes, 26 de octubre de 2018

"LA PLANTA DE RESIDUOS EN IMARCOAIN ES UN GRAVE ERROR"

La Mancomunidad de la Comarca de Pamplona (MCP) ha aprobado su presupuesto anual donde contempla la construcción de una macroplanta de Residuos en Imarcoain. A la misma se oponen parte de la ciudadanía y el Ayuntamiento de Elorz, seguramente por aquello de “no en mi patio trasero”. 

El proyecto contempla 3 plantas de tratamiento de Residuos diferentes: 1.- Planta mecánico-biológica (TMB) para el contenedor de “Resto”. 2.- Nueva planta de Envases y Materiales (contenedor amarillo) y 3.- Planta de Compostaje para la fracción biodegradable de Materia Orgánica (MO) separada selectivamente (contenedor marrón). Su coste ronda los 60 millones.

Lo que para la MCP genera la “supuesta necesidad” de esa macroplanta, es la insuficiente separación de los residuos en origen por parte de la ciudadanía. Seguimos sin hacer el esfuerzo suficiente por separar más en casa o en el trabajo, con lo cual donde más peso llevamos es al contenedor de “Resto” (antes azul, ahora verde y próximamente gris). La realidad es que no llegamos a recuperar ni el 40 % de los residuos y por esto los vertederos se llenan antes. Hasta ahora se entierran en Góngora de manera ilegal por su gran contenido de MO, y que según la Ley ya no se pueden verter o enterrar sin tratamiento previo.

Por otro lado, ya tenemos una planta de Envases actualizada y suficiente en Góngora que no se piensa cerrar aunque se cierre el vertedero y la planta de Compostaje no es necesario centralizar, sino más bien distribuirla en varias de pequeño tamaño en distintas zonas de la Comarca. Esto para cumplir el principio de proximidad y en espera de que mejore la recogida selectiva del 5º contenedor, ya que no llegamos a las 8.000 tn/año.  

Es un despilfarro construir una planta de TMB, la más cara de las tres, cuando la experiencia de cientos de dichas plantas existentes por toda Europa, nos dice a las claras que es tirar el dinero. Eso sí, las empresas privadas constructoras y, casi siempre gestoras de esas plantas nos las presentan como el no va más del progreso tecnológico y la modernidad. Todas las plantas TMB tienen un bajísimo rendimiento en la reutilización y reciclaje de inertes -en torno al 5% en promedio- y es prácticamente nulo el rendimiento en el uso de la MO digerida. Una planta de este tipo no es aceptable solo por sus afecciones ambientales, sino por su baja tasa de recuperación de recursos.

Las plantas TMB se convierten en un engaño; para poder “cumplir la ley” aparentan un tratamiento y luego entierran o incineran. No se cumple lo que nos piden en las Directivas y Leyes sobre Residuos: Reducción, Reutilización, Separación para el Reciclaje, Compostaje del 100% de la MO, Pago por generación, Eficiencia energética y material, Tratamiento en proximidad a la generación, Autosuficiencia, Simplicidad y Participación ciudadana. Además, la Unión Europea desaconseja estas plantas y las de incineración, solo aceptables en casos extremos, ya que no encajan ni en la Economía Circular ni en la lucha contra el Cambio Climático. Además, la planta TMB que se pretende instalar generará digeridos y rechazos no reciclables que se deben enterrar o incinerar y esto debe prevenirse antes del cierre del vertedero de Góngora.

La dirección técnica de la MCP como es habitual, ha optado por la concentración y la tecnología sofisticada y cara, por el biogás más que por el abono orgánico, el compost. Todo lo contrario al “modelo austriaco” para el tratamiento de residuos, que se ha demostrado eficaz y sostenible. Creemos que es posible imitando a la naturaleza, emplear procedimientos simples con alternativas menos costosas, manejables y accesibles a la población, distribuidas de acuerdo al principio de cercanía y autosuficiencia, como establece la Ley de Residuos. ¿Por qué no hacer las plantas más pequeñas y distribuirlas por proximidad para reducir su impacto ambiental?

Con la nueva Ley de Residuos de Navarra, recién aprobada, cada Mancomunidad tendrá que cumplir con el Canon creciente por cada kg. que viertan. El canon que pagará la MCP en 2019 se incrementará, previsiblemente, en 1,075 M€. Sin embargo, no todas las personas producimos la misma cantidad de residuos ni tampoco los separamos igual de bien. Mientras algunas empresas o personas tiran al contenedor de Resto más del 80 % de lo que producen, otras lo reducen por debajo del 20 %. Para este caso la Ley de Residuos de Navarra recoge “el pago por generación”, que no es ni más ni menos, que pagar por los residuos que van al contenedor de “Resto” y que terminarán en el vertedero. El problema es que las Administraciones no se atreven a implantarlo a nivel individual por el rechazo que pueda suponer por parte del vecindario.

La construcción de la planta de Imarcoain desincentivará a la ciudadanía para que gestione sus residuos adecuadamente, seleccionando en origen y depositándolos en el contenedor adecuado, con lo cual la fracción “Resto” seguirá aumentando, así como los daños ambientales que origina. ¿Se sentirán también liberados de responsabilidad los dirigentes políticos y técnicos de la MCP una vez construida la Planta? Esperemos que no… ¿Fomentará la Planta actitudes participativas de la población en reducir la fracción “Resto”? Lo dudamos… Y si se reduce sustancialmente la fracción “Resto”, ¿para qué necesitamos tanta Planta?

Además, una vez invertidos en la Planta alrededor de 60 millones de €, no van a quedar recursos para impulsar medidas de Prevención y Reducción de Residuos, soluciones locales de reciclaje de la MO, sistemas de Reutilización, entre ellos el Sistema de Depósito Devolución y Retorno para envases, etc.

Por coherencia económica y medioambiental, por sostenibilidad, porque queremos avanzar en la Economía Circular y frenar el Cambio Climático, rechazamos la planta mecánico-biológica en Imarcoain o en cualquier otro lugar.


Ana Malón, Julen Mendiguren, Juan del Barrio (miembros de la Compañía de las 3 Erres, Reducir, Reciclar, Reutilizar

jueves, 25 de octubre de 2018

PREFACIO PARA UN DESASTRE

Habrá que luchar hasta el final, pero la victoria de Jair Bolsonaro parece ya la crónica de una muerte anunciada. Y la palabra muerte está bien usada porque eso es lo que representa este personaje de la “lumpen-política” que durante casi 28 años pasó desapercibido en el corrupto Congreso brasileño. Muerte cuando propuso entrar con un “lanzallamas” al ministerio de Educación para erradicar hasta el último vestigio de las enseñanzas del gran educador Paulo Freire. Muerte porque bajo su égida habrá un considerable refuerzo del autoritarismo en la escuela y en la sociedad, y se librará una guerra sin cuartel al pensamiento crítico en todas sus variantes. Muerte porque ha prometido represión y cárcel para todos quienes representan el pasado petista, aunque no pertenezcan a ese partido. Declaró en varias oportunidades que va a ilegalizar al marxismo y al “gramscismo” (aunque no  dijo cómo) y que recortará drásticamente el presupuesto de facultades e institutos de investigación en ciencias sociales. Según  este santo varón, su gobierno invertirá en ciencias “que produzcan cosas” (lavarropas, palas, tornillos, etcétera) y no palabras o ideologías. 

Este verdadero troglodita, al que circunstancias fortuitas y un golpe de la Diosa Fortuna lo convirtieron en el casi seguro presidente de Brasil, fue favorecido con enormes sumas de dinero (por completo ilegales) una vez que la clase dominante brasileña cayó en la cuenta que los protegidos por Fernando H. Cardoso como candidatos del PSDB y la elite tradicional de Brasil agrupada en el PMDB eran repudiados o ignorados por el electorado.  Pragmática e inescrupulosa como siempre la derecha llegó a la conclusión que si no se podía derrotar al lulismo con sus candidatos “democráticos” propios – tal como antes ocurriera con José Serra (dos veces) Geraldo Alckmin, y Aecio Neves- debía hacerlo con cualquiera que pudiera, aún cuando fuese un patético emisario rescatado de las cloacas de la dictadura que asoló al país por más de veinte años. Se ratifica por enésima vez que la derecha no tiene la más mínima lealtad hacia la democracia, como lo demuestra su apoyo a Bolsonaro. Además éste cuenta con el respaldo de Donald Trump para reorganizar a la derecha en todo el hemisferio y el asesoramiento  del equipo que dirigió la campaña presidencial de Trump. Se dice además que Steve Bannon en persona está colaborando en la estrategia propagandística  del “candidato del orden”.  

Un dato muy significativo es que la campaña presidencial no se nota en las calles de Río. Ni un afiche, ni un pasacalles, una pintada en un murallón, nadie volanteando, ¡nada! Es que en esta nueva era de la “antipolítica”, astutamente promovida por la derecha, la política fue convenientemente apartada de la vía pública, y si bien esto es una tendencia general y creciente, en el caso del Brasil esta despolitización de la calle fue potenciada por el más fatídico error de la gestión del PT: confiar ingenuamente en que el ejercicio del poder político por parte de un partido de izquierda, o progresista, podría descansar en el rodaje de las instituciones supuestamente democráticas (que no lo son). La consecuencia fue la suicida desmovilización y desorganización de sus propias fuerzas políticas, comenzando por el PT, siguiendo con la CUT y ninguneando a los Sem Terra. El resultado: una Dilma indefensa frente a los lobos del mercado que se movían a sus anchas en las estructuras institucionales del estado burgués, especialmente en el Congreso y el Poder Judicial. Por eso la política no está en las calles, y los pocos que salen son mayoritariamente partidarios de Bolsonaro. Todo circula por la Internet y, en menor medida, por los diarios, la televisión y la radio. Un distraído turista procedente del “cinturón bíblico” de Estados Unidos, digamos Mississippi o Alabama,  jamás se daría cuenta que en pocos días más este país se juega su futuro, en una opción dramática. Pero si el visitante incursionara en la telaraña de la web, allí se percataría de lo que está ocurriendo y observaría a la lucha política librada sin cuartel, pero en el ciberespacio. Esto plantea un enorme desafío para las fuerzas populares porque deberán aprender a moverse en un campo minado que sus enemigos inventaron y conocen a la perfección. No obstante, si movido por su fe nuestro visitante asistiera a alguno de los miles de templos evangélicos dispersos por todo el Brasil también se daría cuenta de que hay una elección presidencial en ciernes. Comprobaría, para su mayúscula sorpresa, que los pastores y sus ayudantes al terminar la ceremonia religiosa se dirigen a la salida y entregan a cada uno de los feligreses un volante en donde se dice a quién se debe votar para presidente, gobernador, etcétera, porque son esos candidatos, y sólo ellos, los que Dios dijo que hay que votar. Deplorable trasmutación del modelo del partido bolchevique  –con su ética militante, su organización, su conciencia revolucionaria- puesto ahora al servicio de la reacción y de la contrarrevolución ¡nada menos que por unas iglesias!

Las evangélicas en Brasil constituyen un aparato político formidable –presentes en grados diversos en varios países de Nuestra América, y de creciente gravitación en Argentina- pero su eficacia no sólo reposa en la militancia y la labor cotidiana de sus pastores y agitadores en el territorio sino también en la persistencia de un núcleo duro  conservador –muy arraigado en los sectores más atrasados del campo popular- pero de inestables preferencias políticas. Según algunos analistas este  sector representa un treinta por ciento de la población y si a comienzos de siglo se inclinaron por el PT (y se mantuvieron en ese espacio político durante catorce años, retenidos por las políticas sociales del gobierno) ahora cortaron amarras y lo hacen por Bolsonaro.  Un factor decisivo de esta ruptura fue la creencia, abiertamente inculcada por la prensa canalla, de que el tsunami de la corrupción en Brasil –simbolizado en la operación Lava Jato- sólo puede ser atribuido a la maldad del PT y sus dirigentes. Ese vendaval de dirigentes políticos, empresarios y funcionarios desfilando por les estrados judiciales y terminando en la cárcel tuvo un impacto tremendo sobre la conciencia popular y potenció la insatisfacción ante la crisis económica y el aumento de la criminalidad, o al menos la percepción de tales cosas fogoneada impúdicamente  –como en la Argentina de la época de Cristina Fernández-  por la prensa hegemónica. Es impresionante constatar como hombres y mujeres del pueblo repiten esa letanía –el PT robó y corrompió- cada vez que se les pregunta la razón de su voto por Bolsonaro. Si algo demuestra esta reiterada respuesta es la escasa capacidad que tuvo ese partido de explicar la muy larga historia de la corrupción en Brasil, quienes fueron sus principales agentes y beneficiarios, y los mecanismos legales y judiciales que posibilitaron su funcionamiento. Tarea que, por cierto, no fue intentada por los gobiernos del PT. Pero, claro está que para poder hacerlo había que tener medios de comunicación y una política para los medios. Y el PT no tuvo ni lo uno ni lo otro.

Cuando culmine el proceso electoral y se constituya la Cámara de Diputados muy probablemente Bolsonaro y sus aliados lleguen a controlar los dos tercios de los votos. Con ellos podrán introducir una serie de reformas hiper-retrógradas a la Constitución de 1988. Una de ellas, anticipada por el candidato presidencial, figura la criminalización del activismo social y de las organizaciones sociales cuyas acciones constituirían un crimen contra la seguridad del estado y el orden público y sus responsables deberían cumplir largas condenas en la cárcel. Habrá que ver si esto finalmente logra ser aprobado en el Congreso. El tema no es si el PSL, el partido de Bolsonaro tendrá los votos, sino la intensidad de la reacción anti-PT que podría sedimentarse en un enorme bloque parlamentario con número suficiente para aprobar esas reformas.  Si no lo tuviera, la tradicional corrupción de la política brasileña permitiría comprar los votos necesarios para satisfacer las retrógradas aspiraciones de Bolsonaro y la clase dominante de Brasil que, de este modo, constitucionalizaría los decretos y las leyes de Michel Temer. Dicho todo esto, sólo un milagro podría revertir esta brutal deriva autoritaria de la democracia brasileña. Pero los milagros no existen en la vida política.

Atilio A.Borón, para Rebelión

martes, 23 de octubre de 2018

GEOPOLÍTICA CONTRA DECENCIA

La reacción de los partidos españoles ante el asesinato de Jamal Khashoggi en el consulado saudí en Estambul ha sido furibunda. A la espera de saber si el periodista fue desmembrado vivo, estrangulado por descuido o si él mismo, en un arrebato, se suicidó descerrajándose diez tiros en la sien –que bien podría ser la última versión sobre su muerte-, el Gobierno ha expresado su consternación, el PSOE su abatimiento y la oposición de derechas ha roto su estruendoso silencio para pedir prudencia, así a lo loco. Sólo Unidos Podemos ha solicitado abiertamente el fin de la venta de armas a la “teocracia asesina” del Golfo, aunque alguno de sus portavoces exigía al mismo tiempo al Ejecutivo que garantizara el empleo en los astilleros de Cádiz. Respuestas tan contundentes deben de tener a los sátrapas de Riad temblando bajo el sol del desierto.

Si la política hace extraños compañeros de cama, la geopolítica es el tálamo por el que todo el mundo pasa sin que nadie cambie las sábanas. Ese albañal de satén presidido por el fingimiento y los dobles raseros es el que ha determinado que Arabia Saudí, un régimen criminal que ha convertido en cotidianas las decapitaciones, crucifixiones, flagelaciones y otras torturas, que bombardea a civiles indefensos y que financia generosamente al terrorismo yihadista, sea intocable porque nada en petróleo y se gasta el 10% de su PIB en comprar armas a las democracias más reputadas.

La llamada comunidad internacional es una farsa, un conglomerado de intereses que santifica o demoniza a su antojo y que tiene una habilidad especial para mirar hacia otro lado cuando la sangre le salpica. Sólo con un sentido del humor tremendamente macabro puede asumirse que este reino medieval que subyuga a sus mujeres y les obliga a contar con la autorización de un tutor varón para estudiar, viajar, casarse o tener empleo sea miembro de la Comisión de la Condición Jurídica y Social de la Mujer de Naciones Unidas. O que un país que ignora lo que son unas elecciones, que prohíbe los partidos, que bate récords de ejecuciones de disidentes, que tiene proscrita la libertad de expresión y el derecho de manifestación y reunión se siente en el Consejo de Derechos Humanos de la ONU y haya presidido alguno de sus paneles.

Esa misma comunidad internacional, la que ha callado sobre todas sus aberraciones y aplaude el supuesto aperturismo de los nuevos príncipes de las tinieblas por el simple hecho de que desde este año permite conducir a las mujeres, es la que ahora pide una investigación creíble sobre el asesinato de Khashoggi, que de no haber trabajado para el Posto o gozar de los favores de Erdogan, el autócrata turco, hubiese podido ser despiezado mirando a la Meca sin que nadie susurrara una protesta.

La situación es muy embarazosa hasta para Trump, capaz de romper el acuerdo nuclear con Rusia o desatar una guerra comercial con China y la UE sin despeinarse el flequillo, pero reacio a tomar represalias con ese aliado estratégico en Oriente Medio con el que ha suscrito contratos de armamento por más de 350.000 millones de dólares de esos que vuelven a hacer grande a América. ¿Cómo ha reaccionado la gran superpotencia al descubrir que tres cuartas partes de los terroristas del 11-S eran saudíes, o ante la evidencia de que la mayoría de los presos de Guantánamo son de esa nacionalidad y de que el Estado Islámico se nutre principalmente de combatientes de ese país? Pues ocultando la pista saudí de los atentados y reforzando sus lazos de amistad con Riad porque el “enemigo” está en Irak, en Afganistán, en Siria o en Irán, que además es uno de los ejes del mal. Resultaría una sorpresa que cualquiera de los trozos desmembrados de Khashoggi modificara esta siniestra complicidad.

La investigación que se pide a Arabia Saudí es una manera de acelerar el rigor mortis del asesinato y enfriar el escándalo. Únicamente Alemania ha dado el paso al frente de prohibir la venta de armas a Riad, quizás porque le sale barato o porque su opinión pública se horroriza tanto como la de sus socios europeos pero tiene mucha más influencia. Nadie hasta el momento ha secundado su iniciativa.

De vuelta a España se entiende mejor la hipócrita reacción del Gobierno y de buena parte de las fuerzas políticas, agravada en el caso de algunos partidos tan selectivos en la defensa de los derechos humanos que han reducido a dos las dictaduras del planeta: Venezuela y Cuba. En juego están las exportaciones de barcos y armas, la participación empresarial en proyectos faraónicos de infraestructuras, las relaciones fraternales de los Borbones con los Al Saud, siempre dispuestos a regalar un yate o facilitar un préstamo personal y condonable al hoy emérito, y hasta el suministro de crudo que, en un 10%, procede de las dunas saudíes. También lo está la decencia, eso que siempre se valora tan poco y ahora bastante menos, en puertas de unas elecciones andaluzas a las que nadie quiere acudir como el causante de que los trabajadores de la bahía de Cádiz se queden sin empleo.

El dilema por tanto está entre atender a los supuestos intereses nacionales y ocupar los últimos vagones del tren de la dignidad, si es que llega a ponerse en marcha, o rendir homenaje al Quijote y precipitarse lanza en mano contra unos molinos de viento que en realidad son gigantes con chilaba. La cama de la geopolítica está muy sucia y es altamente infecciosa pero estamos vacunados hasta de los espantos.

Juan Carlos Escudier, en Público

UNA CUENTA SECRETA DE TWITTER DEL JEFE DE LA POLICÍA NACIONAL EN NAVARRA INSULTA A POLÍTICOS DE IZQUIERDAS Y NACIONALISTAS

El comisario principal Daniel Rodríguez López, jefe superior del Cuerpo Nacional de Policía en Navarra, mantiene activa una cuenta de Twitter desde la que se insulta gravemente a representantes políticos de Podemos y de distintas formaciones nacionalistas, y se ensalza al golpista Antonio Tejero o al líder de Vox, Santiago Abascal. Rodríguez, la máxima autoridad policial en Navarra, fue nombrado en enero de 2012, tras la victoria electoral de Mariano Rajoy, y continúa en el puesto con el Gobierno socialista.
“Asqueroso” o “asquerosa” es la descalificación preferida en la cuenta de Twitter desde que el comisario Rodríguez la abrió en junio de 2016. Se dedican esos adjetivos a la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau; al exJemad y secretario general de Podemos en la ciudad de Madrid, José Julio Rodríguez; o al Partido Nacionalista Vasco. Al diputado de ERC en el Congreso Gabriel Rufián se le llama “imbécil patológico” y se le desea que sea corneado por un toro en los sanfermines.
La cuenta del comisario Rodríguez es @polientes1612. El nick del jefe superior de Policía en Navarra responde a la pequeña localidad donde nació, Polientes, en Cantabria, y a la fecha de su cumpleaños, el 16 de diciembre de 1958. eldiario.es se puso en contacto este lunes con el comisario quien, en un primer momento, responsabilizó a un hermano suyo de los mensajes, a pesar de que la cuenta hace alusión al nombre de pila del jefe superior de Policía en Navarra. Cuando se le preguntó por qué esa cuenta está instalada en su teléfono móvil oficial reconoció su propiedad, pero añadió que no es él quien la alimenta.
En el transcurso de la conversación con este medio, en la que ofreció versiones contradictorias sobre el uso de la cuenta, el comisario alegó que “no tiene nada que ver el aspecto privado con el aspecto profesional”. “No creo que haya que mezclar una cosa con la otra”, afirmó el mando policial. Después, volvió a cambiar sus explicaciones y afirmó que quien escribe los mensajes no es su hermano sino su mujer "desde una tablet".
El primer tuit de la cuenta de Rodríguez es del 22 de noviembre. A día de hoy tiene 32 seguidores. Durante los primeros días solo hay retuits, pero desde ese mismo perfil se va contestando a mensajes de las cuentas de distintos medios de comunicación. Es ahí donde se vierten los insultos a los protagonistas de esas informaciones, sobre todo a políticos de Podemos.
Al eurodiputado Miguel Urban se le llama “berraco asqueroso”; a Iñigo Errejón, imbécil; al exJemad, “traidor asqueroso”. También llama “Echeminga” al secretario de Organización del partido, Pablo Echenique, respondiendo a un vídeo en el que aparecía cantando una jota. A continuación, se lee: “Vuelve a Argentina, aquí no necesitamos tus estupideces”.  
Uno de los tuits sirve para responder a las afirmaciones de Ada Colau sobre presuntas agresiones sexuales cometidas por miembros de la Policía durante el 1-O. Los calificativos a la alcaldesa de Barcelona son “analfabeta funcional”, “sinvergüenza”, “inmoral” y, de nuevo, “asquerosa”. Al PNV se dirige de forma genérica para llamar a sus militantes o dirigentes “traidores a España, panda de cobardes asquerosos”. Uno de los últimos tuits, del domingo pasado, se refiere a las declaraciones del portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, acerca de que unas nuevas elecciones generarían “una tensión inaceptable”. “No se puede ser más sinvergüenza que el Sr. Del Tractor, ahora le interesa seguir ordeñando la vaca. TRAIDORES!!”
La cuenta creada por Daniel Rodríguez también arremete contra personas a las que el comisario debe lealtad institucional. Se trata, por ejemplo, de la presidenta de la comunidad autónoma, donde él ejerce el cargo de jefe del Cuerpo Nacional de Policía. El 14 de abril pasado contesta a una información sobre la asistencia de “miles de personas” a la manifestación en Pamplona en apoyo a los jóvenes de Altsasua que iban a ser juzgados por terrorismo. “Pero no solamente, sino que estaba encabezada por el Gobierno de la Sra. Barcos (ella lo cambió por Barkos), también se manifestó en contra del auto del sr. Llarena, por este camino Navarra será anexionada al País Vasco y lo de Cataluña será una broma”.
Otro político de la comunidad foral que es atacado en la cuenta de Rodríguez es Patxi Zabaleta, fundador de Aralar. Este es el análisis que se hace del político navarro: “Asqueroso, cobarde y muy mala persona”. También hay varios tuits a favor de la “disolución” de los Mossos d’Esquadra, a los que se llama “policía política”.
Semejantes descalificaciones contrastan con las alabanzas a otros políticos, a los que se les nombra como “sr” o “sra”. Ocurre con el dictador Franco, el golpista Tejero, la exlíder de UpyD Rosa Díez y el presidente de Vox, Santiago Abascal. En la cuenta del máximo mando de la Policía Nacional en Navarra se vertió el pasado 13 de junio: “Totalmente de acuerdo Sra. Diez, ETA está más presente que nunca y no le digo nada en Navarra, van por ella con todos los medios a su alcance, es terrible”.
Recientemente, @polientes1612 se refiere en Twitter a la información de eldiario.es sobre la asistencia de Antonio Tejero a una misa oficiada por su hijo con motivo de la festividad de la Guardia Civil. En la cuenta del comisario, el golpista Tejero es un “soldado y guardia civil que ha puesto su vida al servicio de España”. Antes de Navarra, Rodríguez fue el jefe de la comisario del distrito Centro de Madrid, la más grande de España.
El capítulo de las admiraciones se reserva al presidente del partido ultraderechista Vox, Santiago Abascal, al que se lanzan parabienes en varias ocasiones. En respuesta a un tuit de la cuenta de la formación política en la que se denuncian supuestas agresiones a miembros de las Fuerzas de Seguridad en Catalunya, la cuenta del comisario Rodríguez afirma en Twitter: “Acabaremos como siempre en esta nuestra España, no podemos defenderla de otra manera que haciéndoles frente, así viene ocurriendo desde siglos atrás y este el XXI no va a ser diferente a los demás. Sr. Abascal a Ud. Le va a tocar ser el José Antonio de este siglo, no nos falle”.

Pedro Águeda, en eldiario.es

lunes, 22 de octubre de 2018

LA CARAVANA NO BUSCA EL SUEÑO AMERICANO. HUYE DE LA PESADILLA HONDUREÑA

Más de cuatro mil personas integran la caravana de migrantes que han decidido abandonar su país natal en busca de una mejor vida, arriesgándose y dejándolo todo atrás, con tal de salir de la pesadilla que viven día tras día. La caravana la forman en su mayoría ciudadanos de El Salvador, Guatemala y, sobre todo, de Honduras.
Sin embargo, no es mera casualidad que los países del Triángulo Norte Centroamericano (Guatemala, Honduras y El Salvador) estén entre los 10 países más peligrosos del mundo, según datos publicados por el diario inglés de The Independent.
Hay una crisis humanitaria y una extrema violación de derechos humanos en estos países, sobre todo en Honduras, donde dos tercios de la población viven en extrema pobreza. No hay que olvidar el apoyo que le brindó el gobierno de Estados Unidos al reconocer a su actual presidente, Juan Orlando Hernández, electo desde el 2014, quien llegó a la presidencia por un proceso electoral con muchas irregularidades, por lo que su oposición lo acusó de fraude.
La intromisión estadounidense en Honduras (como en toda América Latina) ha dado como resultado la destrucción de la institucionalidad del país y ha instado al gobierno a una extensa privatización de los recursos y servicios públicos, que ha intensificado la precariedad del nivel de vida de los hondureños. Cabe señalar que Estados Unidos tiene tropas en Honduras desde 1954.
The Guardian resalta en un artículo, que desde el golpe de Estado del 2009, el país centroamericano se ha convertido en una vía importante del paso de la cocaína proveniente de Sudamérica hacia el país que gobierna Donald Trump. Esto ha provocado un aumento del crimen organizado que agrava la violencia en esta zona.

¿Por qué han decidido marchar en caravana?
Las personas que han decidido emigrar hacia Estados Unidos están expuestas a innumerables riesgos. Secuestros, extorsiones, masacres, violaciones, son algunos de los riesgos que han preferido afrontar a permanecer un día más en sus países. Desde Honduras hasta la frontera México-Guatemala, son alrededor de 400 kilómetros, desde este punto hasta la frontera con los Estados Unidos, son 2 mil Kilómetros. Al viajar miles de personas en caravana las personas sienten una especie de “blindaje” ante las adversidades del trayecto. Gracias a la caravana mucha gente está dispuesta a intentarlo.

¿Cuál es la postura del gobierno de México?
El gobierno mexicano, como si se tratase de una horda de delincuentes, ha decidido recibir a la caravana con más de 200 policías para impedir su paso. Aún cuando la caravana también está integrada por niños, mujeres y adultos mayores.
La Secretaria de Gobernación y la Secretaría de Relaciones Exteriores han pedido apoyo a la ONU, y también han dado el siguiente comunicado:
“Si bien se reconoce el derecho a la libre movilidad. Toda persona que ingrese a territorio nacional y deseé solicitar el reconocimiento de la condición de refugiado o ser beneficiario de medidas de protección complementaria, deberá hacerlo individualmente, de conformidad con al legislación vigente” La resolución de solicitudes se entregan en un plazo de 45 a 90 días y se tiene la capacidad para atender solo 50 solicitudes al día. Los migrantes que han decidido entrar legalmente tienen que permanecer en una estación migratoria.
También se ha informado que, “Toda persona que ingrese al país de manera irregular será rescatada y sujeta a procedimiento administrativo y, en su caso, será retornado a su país de origen de manera segura y ordenada.

Postura de AMLO
El presidente electo, Andrés Manuel López Obrador, por su parte, ha dado a conocer que no buscará atender el asunto con “deportaciones o medidas de fuerza” sino propondrá otras alternativas, como ofrecer empleo a migrantes centraomericanos.

¿Cuál ha sido la postura del gobierno estadounidense?
Donald Trump se ha caracterizado por sus políticas y discursos de odio contra los migrantes. Esta vez ha lanzado una amenaza a los mandatarios de Honduras, Guatemala y El Salvador de poner fin a la ayuda financiera, si no detienen la caravana.
También instó al gobierno mexicano a detener el avance de los miles de personas, y que, si no logra hacerlo, cerrará la frontera sur y desplegará tropas en esta zona.
La situación de los migrantes no es nada fácil. La alta inseguridad y la baja calidad de vida que soportan diariamente los ha obligado a buscar nuevas oportunidades, así como los migrantes mexicanos han hecho lo mismo año tras año. Los riesgos a los que se expone el migrante son demasiados. Las políticas de nuestro vecino del norte y nuestros gobernantes corruptos han provocado, en gran medida, la gran desigualdad con la que millones de personas tienen que sobrellevar sus vidas.
A Estados Unidos ahora le preocupa que la masa de migrantes hacia su país siga en aumento y pone al problema migratorio como uno de sus asuntos más importantes. Parecieran que no se dan cuenta que sus políticas contra los países de América Latina son gran parte de la causa. Sin embargo, el problema tendría una solución más fácil si dejaran de entrometerse y someter a las naciones latinoamericanas.
Resulta bastante hipócrita por parte de los países desarrollados el odio contra los migrantes de naciones tercermundistas, si aquellos son quienes han generado la desigualdad internacional y la colonización económica, de donde surge la pobreza, la violencia, la inseguridad, la falta de oportunidades, mismas que obligan a los nativos de éstos últimos a migrar a donde puedan tener un lugar más digno para vivir; anhelo legítimo y justo.

Guillermo Torres, en Consideraciones

domingo, 21 de octubre de 2018

TORRERO: LA CRUEL SACA EN EL TERCIO

Más de doscientos republicanos navarros fueron acribillados a tiros en octubre de 1936 junto a la Academia Militar de Zaragoza. Pertenecían al Tercio Sanjurjo, una unidad militar creada por los golpistas falangistas y carlistas para defender el Movimiento en los frentes aragoneses y, a la vista de los resultados, nutrirse de republicanos para deshacerse de ellos de la manera más vil: el fusilamiento en masa. Esta gran saca acometida entre los días 2 y 9 de octubre de 1936, justificadas en supuestas intenciones de deserciones, vuelve a salir ahora a la luz con el homenaje oficial que, impulsado por el Gobierno de Navarra, se celebra el próximo sábado 27 de octubre en el cementerio zaragozano de Torrero. A las 12 del mediodía será inaugurado en ese recinto mortuorio un monolito y se rendirá homenaje a los navarros del Tercio asesinados.
El homenaje obedece a un requerimiento del Parlamento de Navarra. Y es que la Junta de Portavoces del Parlamento aprobó en octubre de 2016 una declaración institucional por la que “reconoce a los ciudadanos navarros” alistados en el Tercio de Sanjurjo y fusilados en el Campo San Gregorio (Zaragoza) “como víctimas del golpe militar de 1936, ahora que se cumplen 80 años”. Según asociaciones memorialistas, el número de represaliados de ascendencia navarra llegó hasta los 225.
El primer punto de la declaración, presentada por Geroa Bai, EH Bildu, Podemos, PSN e I-E, en el que se reconoce a estos ciudadanos como víctimas, fue aprobado por unanimidad, mientras que en el segundo punto votaron en contra UPN y PPN. En este segundo apartado, el Parlamento foral, “con el objeto de reparar la memoria de estas personas”, acordó que el Gobierno de Navarra estableciera contactos con el Gobierno de Aragón, el Ayuntamiento de Zaragoza y el Gobierno de La Rioja para “la instalación de un monumento conmemorativo de homenaje a las víctimas del Tercio de Sanjurjo, que se autodenominaba como un regimiento formado por voluntarios, pero en realidad aunó a una buena cantidad de prisioneros de izquierdas retenidos por el bando nacional que fueron enviados de manera forzosa a luchar al frente”.


¿ALISTARSE PARA SALVARSE? La historia del Tercio de Sanjurjo ha sido investigada principalmente por historiadores del bando perdedor y aún se reivindica que las autoridades militares den luz a lo que realmente ocurrió. El testimonio de un superviviente de esta matanza, Felipe Marín, de Marcilla, recogido en Navarra 1936. De la Esperanza al Terror, en Sin Piedad de Fernando Mikelarena, en una entrevista realizada por Roberto Mendiluce y publicada en Interviú en 1980, entre otros documentos consultados, reseñan que la Bandera o Tercio de Sanjurjo, integrada por 700 hombres, tuvo una vida “corta y desafortunada”.
“El episodio de los asesinados del Tercio de Sanjurjo fue uno de los más crueles y dramáticos en relación con el proceso de eliminación de simpatizantes de izquierda durante los primeros meses de la Guerra Civil y está especialmente vinculado a Navarra por el gran número de navarros afectados”, recogía hace un par de años el Colectivo Cultural Basilio Lacort en un texto colectivo que rubricaban varios historiadores navarros.
La Segunda Bandera de la Legión General Sanjurjo se constituyó el 1 de septiembre de 1936 en homenaje al general José Sanjurjo, muerto en accidente aéreo cuando iba a encabezar la sublevación del 18 de julio (y cuyos restos permanecieron hasta hace unos meses en la cripta del Monumento a los Caídos de Pamplona) con el fin de socorrer el frente de Aragón desde el norte de Zaragoza hasta Ayerbe, donde se libraban violentos combates entre las tropas golpistas y las republicanas.
Fue creado en Zaragoza en agosto de 1936 por el comandante Pedro Peñarredonda Samaniego, oficial retirado desde 1931 y que había combatido como capitán con la legión en Marruecos. Desde los últimos días de agosto las emisoras de radio zaragozanas llamaban a la población masculina a alistarse en dicha unidad. El día que se creó, la prensa local de Zaragoza publicó un llamamiento en el que se incluía explícitamente una proclama a los desafectos, a los que proponía el alistamiento con objeto de “hacer méritos que los rediman de su pasado”.
“Los que os encontráis nutriendo las filas del ejército, los paisanos que por amor a la Patria estáis dispuestos a los mayores sacrificios, los que soñéis con una España grande y próspera, podéis ingresar desde hoy, en la Segunda Bandera de la legión General Sanjurjo, (Palafox) cuya creación se inicia ante el gran número de los que solicitan formar parte de sus filas, acudiendo el banderín de enganche que es establece en el Castillo de la Aljafería, Cuartel del Regimiento de Infantería Aragón, nº 17”, lanzaban las soflamas emitidas desde las emisoras de Zaragoza el 30 de agosto de 1936, recoge Navarra, 1936. De la Esperanza al Terror. Muchos republicanos navarros y aragoneses, que veían así una oportunidad de escapar de las purgas e incluso pasarse a las filas republicanas, se alistaron en la misma. “Al mando estaba el comandante Amado Lóriga que en la jura de bandera del 27 de septiembre les dijo: “Nadie os volverá a preguntar jamás, por vuestras ideas anteriores. Como dice el himno de nuestra legión, cada uno será lo que quiera, nada importa la vida anterior, lo que importa es el futuro que vamos a hacer ahora. ¡Viva la Legión! ¡Viva la Muerte! ¡Viva España!,recogeNavarra, 1936. De la Esperanza al Terror.
En general, se convocó a aquellas personas a reuniones locales en ayuntamientos, Centro de Falange e incluso en los puestos de la Guardia Civil, comunicándoles la creación del citado Tercio e invitando a alistarse para no ser fusilados. Hubo localidades en las que aquellos días se produjeron fusilamientos de vecinos con el fin de amedrentar e incentivar el alistamiento de los simpatizantes de izquierda que permanecían en el pueblo, relata el historiador Fernando Mikelarena.
De 22 pueblos navarros salieron voluntarios forzados para el Tercio de Sanjurjo. “En algunas localidades hubo vecinos que les insultaron y les desearon destinos funestos. Quienes les conducían llevaban listados con anotaciones con calificaciones políticas para cada uno”, relata Mikelarena. El blog de Juanjo Casanova, que ha indagado en archivos militares, actualizó hace un par de años los listados de los integrantes del Tercio en el que más de 300 hombres fueron fusilados, 225 de Navarra.
En 1976, José María Jimeno Jurío y el sartagudés Salvador de Miguel pudieron conocer los pormenores de lo sucedido en una entrevista que mantuvieron con el general Arazuri, que había sido teniente del Tercio, y que fue grabada a escondidas por el primero. También obtuvieron datos del único superviviente de la matanza, el marcillés Esteban Marín Malo, entrevistado en Interviú en 1980.
Relataba Marín que el 1 de septiembre de 1936 les llamaron al centro de Falange de Marcilla y les dijeron “Mirad, aquí os estamos matando cada día a unos cuantos y para evitar esto hemos pensado que os marchéis a la Bandera de la Legión Sanjurjo que se forma en Zaragoza” y ya de camino uno de los mandos le comentó a un alférez carlista “Mira que gentecita llevo a la Legión. Vimos la lista que le enseñó y se leía: fulano de tal, peligroso, revolucionario, rojo, etc. Con este expediente vinimos a la Legión”.

FUSILADOS EN EL 2-9 DE OCTUBRE Llegaron a Zaragoza el 9 de septiembre de 1936. Los miembros de la unidad que habían finalizado su periodo de instrucción fueron enviados a Almudévar el día 29 o el día 30. “A la mañana siguiente, no obstante, antes de entrar siquiera en combate, toda la unidad fue devuelta al campamento de San Gregorio, siendo desarmados y encerrados en diversos barracones muchos de sus integrantes”. Entre el día 2 y el día 9 de octubre se producirían fusilamientos masivos en grupos de 20 personas. Los fusilamientos fueron en el mismo campo de a San Gregorio, a 500 metros de la Academia General Militar, relata el superviviente que logro escapar.
Posteriormente, los cadáveres de los 300-400 muertos fueron cargados en camiones-volquetes y llevados hasta el cementerio de Torrero. Aunque algunos testimonios hablan como causa de tal fusilamiento masivo el descubrimiento de un plan de deserción colectiva, otras fuentes, en cambio, niegan que dicho plan existiera, asegurando que la noticia del conocido como elcomplot de la alpargatafue un pretexto alegado por los mandos, que desconfiaban de los subordinados por los informes que tenían sobre ellos, para dar así un castigo ejemplar, relatan el testigo e historiadores.
Tras todo ello, el Tercio Sanjurjo fue disuelto el 19 de octubre pasando sus efectivos restantes a la 51ª División que luchó en frentes aragoneses. En agosto de 1937 los soldados del Tercio de Sanjurjo pasaron a la XV Bandera de la Legión.

225 NAVARROS DE 22 PUEBLOS Se estima que de los 300-400, fueron asesinados en la matanza del campo San Gregorio 225 navarros pertenecientes a 22 localidades. Su desglose, según los datos de Juanjo Casanova en su blog, es: Ablitas, 2;Andosilla, 16;Arróniz, 2;Cadreita, 6;Cárcar, 18;Carcastillo, 7;Estella, 1;Funes, 4;Lerín, 1;Lodosa, 21;Marcilla, 14;Mélida, 16;Mendavia, 2;Monteagudo, 3;Murillo el Fruto, 12;Olite, 14;Peralta, 1;Pitillas, 13;Sangüesa, 15;Santacara, 4;Sartaguda, 44;Sesma, 2;Tafalla, 2;Ujué, 5.
En febrero de 1979 se exhumaron del cementerio de Torrero 179 cuerpos, 16 riojanos y 163 navarros que pertenecían a los 13 pueblos que lo solicitaron. Los servicios municipales informaban: “Hubo que abrir varias catas a lo largo de 250 metros del andador de la mañana 4, hasta dar con los restos de la bandera Sanjurjo… salían los restos sin féretro y fueron indudablemente identificados por varios objetos personales como tabaqueras, navajas de afeitar, dentaduras y hasta una pierna rota y cosido el hueso con alambre… Es de resaltar que la bandera Sanjurjo no está inscrita en los libros diarios.”

LLEGA EL HOMENAJE Pasados 82 años de la matanza, las instituciones navarras homenajearán a estas víctimas del golpe militar de 1936. Familiares de quienes han vivido todo este tiempo con la incertidumbre del paradero de los suyos participarán en el acto. “Al hermano de mi padre, José Jaso Garde, con 19 años, y a mi suegro, Valentín Nicolay Charral, los llevaron al Tercio de Sanjurjo. Los mataron. A mi padre, Aurelio Jaso y a otro hermano, Andrés Jaso, no vimos más y no hemos podido dar una sepultura digna”, lamenta Aurea Jaso Bergachorena, quien espera poder acudir el próximo sábado a Zaragoza y rendir homenaje a los suyos. “Viví con mi abuela y perdió la cabeza;la pobre recortaba las fotos y se comía con agua los retratos de sus tres hijos asesinados como queriendo recuperarlos. ¡Qué amargura, qué dolor! Emoción, me produce mucha emoción que se les recuerde, es un homenaje bien merecido. Su búsqueda ha sido mi vida. Ellos me dan vida”. Ella irá pero hablará Puri Pérez Jaso, también de Mélida, “que tiene el hermano”.
Arcadio Ibáñez San Juan, de Miranda de Arga, tiene previsto hablar “aunque no se si podré por la emoción”. En su caso, el desaparecido es su padre, Arcadio Ibáñez Sesma, miembro, concejal y candidato a la Diputación de Navarra por el Partido Republicano Radical Socialista. A su padre, que no era del Tercio, lo mataron en Torrero (cárcel), y otros cuatro tíos suyos corrieron la misma suerte. La represión familiar vistió de luto toda su vida a sus ocho tías, “hemos tenido que vivir con ello, siempre buscando, sin encontrarles, para darles la dignidad que merecen”. A Arcadio, como a su mujer Conchita Salinas, les parece “muy bien que se rinda homenaje” a las personas que fueron asesinadas por no secundar el golpe franquista y, aunque confiesa no creer mucho en los políticos, valora la implicación de este Gobierno en recuperar la verdad, justicia y reparación que merecen las personas represaliadas del 36.
Los homenajes dispensados hasta ahora en esta legislatura a maestros y maestros y otros funcionarios;las exhumaciones, la puesta en marcha del Instituto de la Memoria, la legislación para declarar y proteger los lugares de memoria, las escuelas de memoria entre otras acciones que se impulsan para reparar la represión del 36 tienen su marco en la ley pionera que aprobó Navarra. Para Fernando Mikelarena, junto a los merecidos homenajes a las víctimas, hay que hacer un esfuerzo por contextualizar los hechos y desvelar la identidad de sus responsables.

Lola Cabasés, en Diario de Noticias

sábado, 20 de octubre de 2018

PRESTACIONES DE MATERNIDAD, SUPREMO Y AUTOGOBIERNO

A nadie le amarga un dulce. Y es muy dulce recibir un dinero extra. Por eso, es lógico y comprensible que padres y madres de Navarra se ilusionasen al conocer la sentencia del Tribunal Supremo del pasado viernes 5 de octubre, que declara exenta de tributación, en la declaración de IRPF, la prestación de baja por maternidad. El problema viene cuando a las legítimas ilusiones de la ciudadanía se unen -buscando la algarada y el beneficio electoralista- agentes políticos como UPN, PSN y PP. Agentes que son, precisamente, los responsables de la situación actual.
Para explicar dicha situación, debemos tener en cuenta varias cuestiones: qué dice exactamente la sentencia;su ámbito estricto de aplicación;por qué hay quienes, sin que se le aplique la sentencia, pueden unirse a sus consecuencias;y por qué Navarra no puede.
¿Qué dice la sentencia? Pues obliga a la Hacienda española a que considere como prestación pública lo que la Seguridad Social paga durante a una madre durante su baja laboral. Hasta ahora lo consideraba rendimientos, que tributan como cualquier otra baja;si se considera prestación pública, dice la sentencia, está exenta de impuestos. Le obliga, además, con carácter retroactivo, a devolver lo tributado en los últimos años. Y con una particularidad: la maternidad de una madre rica se premia más que la de una madre pobre, ya que la devolución se hará en función de los ingresos que tenía entonces la madre.
¿A quién afecta la sentencia del Supremo? A la Agencia Tributaria. No afecta a las haciendas forales (Navarra, Álava, Bizkaia y Gipuzkoa) que, además de no haber sido denunciadas para esta sentencia, tienen reconocida capacidad normativa propia en su régimen tributario foral.
Pero Álava, Bizkaia y Gipuzkoa, en uso de esa capacidad, han optado por asumir el fallo judicial y van a devolver el dinero recaudado. También evitan así posibles demandas de madres de sus territorios. ¿Por qué Navarra no devuelve?
Resulta que en Navarra, en 2013, entró en vigor la modificación de la Ley foral sobre IRPF, en la que suprimía la exención “para las prestaciones públicas”. Una ley aún vigente y que apoyaron... UPN, PSN y PP. Los mismos que ahora dicen que la Hacienda de Navarra “devuelva el dinero”. Esa ley establece que debe tributarse también por las prestaciones, por lo que lo pagado durante las bajas ha de tributar, sea considerado rendimientoo sea considerado prestación.
Es decir: no es posible cumplir la sentencia del Supremo, como reclaman UPN, PSN y PP, porque hay una ley que cierra las puertas al cumplimiento: una ley impulsada y aprobada por… UPN, PSN y PP. Un curioso círculo de contradicciones. Lo que ocurre es que el tripartito de la oposición, que antes quiso cobrar a las madres, querría ahora repartir dinero, y cuanto más mejor. El año que viene hay elecciones… Hace 5 años, cuando UPN estaba en el poder, su preocupación era otra: quitar las exenciones a las prestaciones públicas suponía unos 7 millones de euros más al año para la Hacienda Foral.
Frente a esa ley de 2013, aún en vigor, el actual Gobierno de Navarra hizo su propuesta alternativa en junio, cuatro meses antes de la sentencia del Supremo. Buscando ayudar a la maternidad, planteó modificar la Ley del IRPF de 2013 para que madres y padres con prestaciones tengan deducciones de hasta un 25% en el IRPF desde 2019. Dicho porcentaje sería progresivo y disminuiría cuantos más ingresos tiene el contribuyente. Una propuesta, equitativa y más justa, que incluye a los padres para fomentar la corresponsabilidad. Una propuesta que nos permite nuestro autogobierno. Cabe destacarlo porque, ahora, algunos padres y madres se cuestionan: “¿Para eso sirven los fueros? ¿Para que ahora no me devuelvan a mí… y sí a la ciudadana de Murcia?”. Lo preocupante no es esa pregunta, legítima, de padres y madres;lo es la irresponsabilidad política de quienes resumen el Fuero a “que los navarros y navarras no estén peor fiscalmente”. Es decir, como un mero privilegio. Dan así armas a quienes estarían deseando abolir nuestro autogobierno.
No. El fuero nos da libertad, pero también responsabilidad;a las duras y a las maduras. El autogobierno nos permite recaudar y, a cambio, pone sobre nuestros hombros la suerte y la enorme responsabilidad de poder elegir a qué destinamos lo recaudado. El autogobierno es lo que permite que tengamos mejores servicios a las madres en la sanidad pública, o mejores ratios de pediatras por habitante. Es lo que permite que la educación concertada salga más barata para los padres que en otros sitios. Es lo que permite la gratuidad de los libros de texto. Dicho más claro: en Murcia, ahora, a un padre o madre quizá le devuelvan 1.000 € a tocateja. Pero que nadie lo dude: la diferencia entre el valor de lo que recibimos en servicios sociales aquí y lo que reciben allá supera, con creces, esa cantidad.
Esta sentencia nos ha dado una oportunidad de oro para que todos los partidos se retraten. Todos deben explicar si prefieren deducciones progresivas o exenciones regresivas;beneficios para las rentas más altas... o una deducción en cuota, progresiva y equitativa, que va a beneficiar más a las rentas medias o bajas. También deben explicarse los que legislaron en un sentido y ahora piden lo contrario. UPN, PSN y PP deberían dejar claro qué modelo proponen, de verdad, sin contradicciones entre lo que legislan y lo que tratan de rascar cuando conviene. Ellos deberían dejar claro si quieren populismo o fuerismo responsable.

Virginia Alemán, Ana Ansa, Ana Vilches, Juana García, Jabi Arakama, integrantes de Geroa Bai

viernes, 19 de octubre de 2018

EL ÉXODO HONDUREÑO LLEGA A LAS PUERTAS DE MÉXICO

«¡Hoy a las 12 les ayudaremos a cruzar a México!», dice un joven, en el centro de la plaza de Tecún Umán, en Guatemala. La masa ruge. Más de 4.000 migrantes concentrados en el último municipio centroamericano antes de cruzar el río Suchiate, que separa México de Guatemala. Son las 7.00 y la plaza está a reventar. Llevan cinco días caminando o subiendo, en su mayoría son hondureños y están a punto de afrontar una jornada clave. Hoy tratarán de cruzar una frontera que marca un antes y un después. Lo que comenzó como una caravana de 160 personas que salió de San Pedro Sula se planta en las puertas de México convertido en un éxodo. Están cansados, doloridos, tienen hambre. La gran incógnita: qué hará la policía migratoria, todavía bajo control del presidente saliente, Enrique Peña Nieto.

«Estamos cerca del sueño. En nuestro país no tenemos ningún futuro». Joel Antonio Matías tiene 35 años, es originario de Copán, uno de los departamentos fronterizos con Guatemala, y nunca había viajado tan lejos en su vida. Albañil de profesión, tercero de diez hermanos, este hondureño delgado y de manos grandes acaba de llegar a la casa del Migrante de Tecún Umán. Son las 20.00 y está exhausto. Ha sido toda una jornada de caminar y pedir jalón (hacer autoestop) bajo la lluvia. Llegados a este punto, nadie se plantea dar marcha atrás. La migración centroamericana hacia Estados Unidos es uno de los grandes éxodos modernos. Pero aquí hay una diferencia. Lo hacen sin coyote, sin pagar a mafias, sin esconderse. En grupo, caminando o haciendo autoestop, convencidos de que si el drama humanitario crece, alguien tomará cartas en el asunto.

Desde hace cinco días, la imagen de los caminantes se ha convertido en parte del paisaje en Guatemala.

«Decidí salir el lunes, y nos pusimos en ruta el siguiente día. No hay empleo en nuestro país, está dura la vida allá, decidimos ver si podemos acompañar a los hermanos», explica Matías. Lleva la ropa completamente empapada. Por lo menos, ha logrado un espacio cerrado en el que cobijarse. Cada callejuela de Tecún Umán es un refugio improvisado para todos aquellos que llegaron tarde y no lograron un hueco en iglesias o cobertizos.

«Mi profesión es la albañilería, construir casas. Pero cobraba 200 lempiras el jornal, de 7 de la mañana a 5 de la tarde. Y no todos los días chambea (trabaja) uno, pero sí tiene que comer, o ayudar a la familia»; dice el hondureño. «En nuestro país no tenemos ningún futuro», concluye.

Hambre y violencia
Si uno pregunta por qué toda esta masa heterogénea de jóvenes, mujeres embarazadas, niños que no levantan un palmo del suelo o adolescentes se puso en marcha, encuentra siempre dos respuestas: hambre y violencia. Son las dos caras de Centroamérica. A esto se le suma la corrupción. En Honduras gobierna Juan Orlando Hernández, que reeditó su mandato tras las elecciones de 2017, unos comicios plagados de denuncias de fraude y violentas protestas. Solo el aval de Estados Unidos, que manda mucho, muchísimo, en la región, permitió al oficialismo mantener el poder, casi diez años después de que Mel Zelaya fuese depuesto tras un golpe de Estado promovido por Washington.

Miguel Ángel Hernández tiene 52 años, aparenta muchos más, y ejemplifica de qué hablamos cuando nos referimos a la pobreza y la violencia. Vivía en el departamento de Santa Bárbara con su esposa y sus dos hijos. Trabajaba como repartidor de verduras, a bordo de un picop. Hace un mes, sufrió un asalto, el último, que casi le cuesta la vida.

El relato, que se hace bajo la lluvia, mientras avanza en la parte trasera de una camioneta, es casi de película. «Los montamos, ya para salir. Ahí abrió la guitarra, sacó el AK y se lo puso en la cabeza. Llevó el carro para adelante, ahí nos dejó, amarrados, nos quitó el dinero y el carro lo dejó botado en el cerro. Nos quitaron todo. Nos golpearon. Y dije, hasta aquí, ya no vuelvo a trabajar en eso. Porque uno está con miedo ¿sabe? Intenté trabajar al campo, pero 120 lempiras (algo más de 4 euros) de 6 de la mañana a 7 de la noche no alcanza tampoco. Eso es lo que le hace a uno correr para acá», explica.

Así son muchas de las historias que se escuchan en el trayecto de los migrantes. Un hombre que se queja de que tuvo que sacar a sus hijos de la escuela porque no disponía de las 50 lempiras (unos dos euros) semanales que tenía que abonar. Un joven, casi niño, que afirma haber estado enrolado en una pandilla, la Mara Salvatrucha (MS-13), arrepentirse y sentir que no tiene futuro porque ninguna escuela le aceptaba. Una mujer que carga con tres hijos que su padre no reconoció y que cree que solo en Estados Unidos puede encontrar un futuro mejor.

Amenazas de Trump
Ahí está la clave. Estados Unidos. Donald Trump ocupó la Casa Blanca con un discurso abiertamente antimigrantes. No es que su antecesor, Barack Obama, no deportase. Es que el republicano lo ha convertido en su bandera. Y lleva toda la semana lanzando amenazas contra los presidente de Guatemala, Honduras y El Salvador, advirtiéndoles de que, si la caravana continúa, cortará las ayudas financieras.

Washington provee anualmente a los países del Triángulo Norte con cientos de miles de millones de dólares, en cooperación al desarrollo y apoyo militar para combatir el narcotráfico, mientras mira hacia otro lado en las corruptelas de mandatarios como Hernández o Jimmy Morales.

Si piensa Trump que las amenazas pueden hacer desistir a este éxodo de hambrientos debería ver el rostro de Martín Sánchez, de 37 años, mientras habla con su esposa por teléfono desde la Casa del Migrante de Ciudad de Guatemala. «Le voy a entrar con todo», le dice, emocionado, desde un móvil que ha pedido prestado.

Darse la vuelta no es una opción. Aunque es probable que, si México abre las puertas, muchos opten por pedir asilo y evitar el peligroso cruce al vecino del norte. La idea es que todo el grupo avance junto, ya que en esta marcha muchos no tienen siquiera para pagar a un coyote, que ha sido el método tradicional para cruzar a Estados Unidos.

A primera hora de la tarde, con un calor asfixiante y una tensión en aumento, miembros de la caravana aprovechan la apertura de un portón para avanzar y superar el cordón policial. Llegan a pisar territorio mexicano pero agentes antidisturbios les hacen retroceder empleando gases lacrimógenos, tras lo que el grueso de la caravana se agrupa en el puente que une Tecún Umán con Ciudad Hidalgo.

Algo cambia en Centroamérica tras esta larga marcha. Aunque todavía no sabemos qué es exactamente. Como dice el sacerdote Mauro Verzeletti, que lleva dos décadas apoyando a los migrantes, «después de los Acuerdos de Paz es la primera vez en la que estamos asistiendo a una huida masiva de personas de la región centroamericana. Están dando una demostración de que realmente, de ahora en adelante, la migración no va a ser más gota a gota. Va a ser masiva. Así se está obviando el pago a los coyotes, al narcotráfico, al crimen organizado»

Alberto Pradilla, para GARA

jueves, 18 de octubre de 2018

LA NECEDAD DE LOS NUEVOS LÍDERES DE LA DERECHA

Los nuevos liderazgos en la derecha y ultraderecha han alumbrado un preocupante modelo de político. Un ser desinhibido, cínico, mentiroso compulsivo, irresponsable, con escasas luces, profundamente inculto y conservador hasta las trancas. Tanto, que no les queda apenas espacio para un hilo de luz que ilumine las zonas oscuras. Lo alarmante es que deben responder a un prototipo de ciudadano votante que se siente identificado con ellos, capaz de creerles y subirse a su carro.

En la línea de Donald Trump que, mirando para sí al menos tiene claros sus negocios, surgen los Bolsonaro en Brasil y esta caterva de ultraderechistas europeos, españoles también, desmedidos, desaforados, encabritados, sin un gramo de complejo o pudor por lo que dicen y hacen. Tras años viendo cosas que no íbamos a creer, la realidad nos ha sobrepasado y sabemos que esto es solo la antesala de lo que está por venir, si los cuerdos no reaccionan a la amenaza.

Pablo Casado, presidente del Partido Popular, lo es porque en el tándem final de unas extrañas primarias, los compromisarios preferían al diablo antes que a Soraya Sáenz de Santamaría. Dicho sea en términos coloquiales, no textualmente satánicos. Tantos años de Gürtel y el abecedario de la corrupción llevaron al PP a esa tesitura. Casado apuntaba maneras desde el principio. Ahijado de Aznar y Aguirre, capaz de defender lo indefendible con esa expresión un punto cínica que exhibe cada vez que suelta una astracanada de entidad.

Casado carece de todo complejo, de toda prudencia. El joven líder se nos ha ido a Bruselas a "tranquilizar" a la UE ante los Presupuestos del gobierno y Unidos Podemos y a decirles que él está "preparado para gobernar". Intimó con Juncker el presidente de la Comisión, al abordarle en un pasillo para soltar que España es un “desastre” con este gobierno socialista. Y ahora va a pedir la venia porque al parecer no somos los españoles los que votamos sino las manos del mercado y del mando de la UE.

Su segundo, Teodoro García Ejea, otro brillante lumbreras, encuentra a Casado un hombre sensato. Y cree muy acertado que vaya a la capital comunitaria a informar de que "no toda España está representada por el señor Sánchez e Iglesias (sin señor) y es bueno que se sepa en Bruselas". Hasta ahora, allí no tiene ni idea de los resultados electorales en nuestro país, del gobierno actual, ni de nada. Es lo que tiene volver a ser la Reserva Espiritual de Occidente y cocer el espíritu en privado. O pensar que todos son de su condición.

"¿Qué otro país puede decir que un nuevo mundo fue descubierto por ellos?", dijo Pablo Casado provocándonos un hipo incontrolable. "La Hispanidad celebra el hito más importante de la humanidad, solo comparable a la romanización", añadió  henchido de orgullo. Mostrando esa incultura honda que caracteriza a su modelo político. Y un patrioterismo de citas de almanaque. Toda la historia de la humanidad, desde las expediciones prehistóricas a los grandes hitos del progreso, reducida al imperio español. Los latinoamericanos más benevolentes se mofaron de él: "Ahora puedo comprar carne en el supermercado en vez de ir a cazar", comentaron en El Intermedio, de la Sexta. Los historiadores serios le dicen a Casado:  "Es el relato del franquismo". Hace falta osadía para decir y para oír esto sin pestañear.

Casado incurre en graves irresponsabilidades. Puede darse el caso de que alguien le escuche con atención creyendo que es un líder político con aspiraciones de gobierno. Insultó a los andaluces a quienes ofertó banderas que todo lo enjugan. Casado es más de nacionalismo castellano, de Santa Inquisición y Reyes Católicos. Contó que “En Cataluña no se puede vivir en las calles sin el riesgo de que te insulten o amenacen por el idioma en el que hablas”, algo rigurosamente falso. Pero que calienta un conflicto del que, junto a Ciudadanos, busca réditos electorales, sin pensar en las víctimas que ocasiona. Políticos presos por un año ya en algunos casos bajo acusaciones cada día más cuestionadas.  Acaba de sumarse el ex presidente del Tribunal Constitucional. Pascual Sala no ve los delitos de rebelión y sedición en la causa del 'procés'. 

Albert Rivera, el presidente de Ciudadanos, se ha convertido en una especie de bot que repite cuatro ideas, con gesto agrio, mirando a derecha e izquierda, inmune a todo argumento que le demuestre lo erróneo de sus afirmaciones.  Que el acuerdo de presupuestos no “podemiza” la economía, no es de extrema izquierda, se llama Estado del Bienestar y lo disfrutan desde hace años varios países europeos, como explicó detalladamente el director de eldiario.es Ignacio Escolar. Que la subida de impuestos no está dirigida a “la clase media trabajadora”. Afecta a quienes ganan más de 130.000 euros. “A uno de cada doscientos contribuyentes españoles, poco más de 90.000 personas: el 0,5% del total”, escribe Escolar. Luego están los que rompen España y liquidan la democracia y Sánchez,  okupa en la Moncloa. Albert Rivera termina su discurso y vuelve a empezar,  una y otra vez.  Una y otra vez. Su colega Inés Arrimadas dice exactamente lo mismo y en el mismo tono. Algo más sobreactuada en su exposición. Como Rivera, igual te corta un lazo amarillo que te saca una bandera rojigualda de debajo del bolso. Tiene un registro algo más amplio.

Ofende la inteligencia escuchar estos eslóganes en una letanía continua. Falta mucha racionalidad, reflexión, en el contexto. Respeto por la verdad y por la dignidad del engranaje político. En este punto, no son los únicos, bien es verdad. 

PP y Ciudadanos, junto a sus medios de apoyo, han creado mecanismos ya indelebles. La palabra “Venezuela”, por ejemplo, se ha incrustado en las conexiones neuronales de una serie de votantes españoles de forma que la escuchan y reaccionan con odio soltando la clave programada: Podemos. Y, encadenado, comunista, Maduro, China. ETA, a veces. Y ya no hay cabida para más. Producen vergüenza ajena. Todos ellos, sus líderes más aún, permanecen impermeables a otros códigos como Arabia Saudí, Yemen, Siria, Brasil, México, Hungría, Polonia, Eslovaquia, Austria, Bulgaria, Rumanía, etc... donde elegir tienen para acabar siempre en la misma obsesión. Tan eficaz con su gente. Habrán observado que Rivera ya no nombra a la Argentina de Macri, después de visitarle y convertirle en modelo, el país se ha ido a pique, y ha tenido que pedir créditos al FMI resucitando los fantasmas del corralito.

Vox, en su paseo triunfal por el paraíso de los nostálgicos del fascismo, ha recuperado el brindis de los Tercios de Flandes: “ Que el traidor a España no encuentre perdón”, según nos cuenta un emocionado El Español de Pedro J. Ramirez.  Por este camino llegamos a Atapuerca, aunque allí encontraríamos una apuesta decidida por la evolución. 

Todo esto no es un juego. Es hora de saber el peligro que entraña. No valen paños calientes, medias tintas, eufemismos, ni las falsas objetividades del dar una de cal y otra de arena. Hay razones de peso. En mayor o menor medida, mantienen un inquietante extremismo. Aunque ellos crean lo contrario.

El actor Harrison Ford lanzó un poderoso discurso en la reciente Cumbre contra el cambio climático: "¡Dejad de dar el poder a quienes no creen en la ciencia!", clamó. Lo que lleva a otras exigencias asociadas: Dejad de darle el poder a quienes no creen en la Democracia. Y en quienes no creen en la decencia ni la practican.

Nunca se puede dejar el poder en manos de necios, cínicos y déspotas.

Rosa María Artal, en su blog

martes, 16 de octubre de 2018

BOLSONARO Y LA DERROTA CULTURAL DEL PROGRESISMO

La expresiva actuación del candidato ultraderechista Jair Bolsonaro, del Partido Social Liberal (PSL) en la primera vuelta de las elecciones presidenciales en Brasil, puede ser explicada por tres factores que actuaron de forma simultánea: antipetismo (odio), rechazo al sistema político (frustración) y la consolidación de valores conservadores en la sociedad, tras la derrota cultural del progresismo brasileño.
Hay un punto que hay que tener en cuenta: el poder fáctico desechó a la democracia como instancia de negociación y marcha hacia un enfrentamiento radical contra los sectores populares, en una guerra de imposición ideológica que tiende a borrar las conquistas sociales, inclusión social y de redistribución de la riqueza de la etapa del progresismo, que incluye confrontaciones de clase, de grupos étnicos, de género. 
Dos conceptos definen la importancia que tiene Brasil. El exsecretario de Estado de EEUU, Henry Kissinger, dijo que “Hacia donde se incline Brasil, se inclinará Latinoamérica” y definió al gigante sudamericano como el “satélite privilegiado” de las políticas de Washington en estos territorios.
No hay que olvidar que la dictadura militar en Brasil fue larga (1964-2003) y tuvo gobiernos desarrollistas conservadores durante los cuales el país creció y se industrializó, de la mano de una gigantesca exclusión y desigualdad social. Pero el desprestigio de los militares n el imaginario colectivo de los brasileños fue inferior al desarrollado en los otros países del área.
La victoria en primera vuelta del candidato ultraderechista Jair Bolsonaro en Brasil, da cuenta que más allá de una derrota electoral del progresismo, éste debe asimilar la derrota cultural. Incluso si gana en la segunda vuelta, a Fernando Haddad, el delfín de Lula, le será muy difícil gobernar: la derecha acumuló 301 de los 513 escaños en Diputados (sumaba 238 en 2014), mientras la izquierda pasó de 166 a 137 diputados, y el centro, el gran derrotado, apenas logró 75 bancas (tenía 137): el MDB de Temer y el PSDB de Fernando Henrique Cardoso lograron 31 y 25 diputados respectivamente. 
Si bien no participa directamente en el escenario electoral, la prensa hegemónica era poseedora casi exclusiva del contacto diario y directo con los ciudadanos. Pero ahora ve su relevancia amenazada por otros medios de comunicación, las redes sociales y la militancia de las iglesias evangélicas (a través de la oligopólica Red Record) fueron las que produjeron los fenómenos electorales de Bolsonaro y tantos otros desconocidos de la gran prensa que, de la noche a la mañana, conquistaron victorias electorales impensable.
En 2019, la cuestión mediática será crucial. Independientemente de quien gane la elección, las redes Globo y Record estarán en franca disputa por las pautas oficiales y las redes sociales permanecerán dominadas por el odio hacia la izquierda, propagado por ambas concesionarias públicas, y por la milicia virtual del mesías, que cuenta con hartos recursos de empresarios brasileños y extranjeros, como estamos viendo a lo largo de esta campaña, señala Joaquim Palhares, director de Carta Maior.
El Laboratório de Estudos de Mídia e Esfera Pública señala que se está pasando de un paradigma donde la comunicación con el elector se daba por medio de los partidos y los medios tradicionales a un paradigma donde éstos, sin quedar totalmente fuera de la ecuación, se ve sobrepasados por las iglesias evangélicas y las redes sociales.
Lo cierto es que los partidos tampoco fueron aniquilados, en vista de las expresivas votaciones recibidas por el PT, PSB, PP, pero perdieron mucho de su capacidad comunicativa. Para los grandes medios, junta a este cambio vino otro, la quiebra del patrón de competencia que había caracterizado a la Nueva República, el del enfrentamiento entre el PT y el PSDB. Esta vez, Geraldo Alckmin, el candidato tucán (del PMDB) no consiguió mostrarse competitivo, a pesar de su preponderancia en horario electoral gratuito, lo que demostró la carencia de capacidad comunicacional de los partidos, ya no solo del PT.
Algunos analistas se adelantan a los resultados de la segunda vuelta y hablan del mayor tsunami político, social y cultural que ha vivido Brasil en su historia, pero no hubo engaños: la gente sabía a quién votaba. Esta vez los grandes medios (la Red Globo, Folha de Sao Paulo, O Estado) no jugaron a favor del Bolsonaro (aunque dieron amplia difusión sus bravatas), e incluso lo criticaron.
El candidato ultraderechista tuvo muy poco tiempo en los espacios gratuitos de la televisión y el atentado sufrido jugó a su favor: fue una excelente excusa para rehuir debates.
Se presentó como el candidato antisistema aunque lleva 27 años como diputado (sin que se le conozca propuesta alguna), y consiguió captar los sentimientos de la mayoría, de la mano de la inteligencia y del financiamiento puesto a su disposición por la internacional capitalista (la Red Atlas), sus think tanks, sus ongs, sus redes y sus vendedores de esperanza evangélicos: pare de sufrir. Es más, aprovechó e insufló la ola conservadora, fascistoide, machista y racista.
Entre estos movimientos ultraconservadores, se destaca el Movimiento Brasil Libre (MBL), que lanzó la campaña anti-Dilma Rousseff en 2013. Kim Kataguiri, uno de sus líderes aspira a presidir la Cámara de Diputados. Janaina Paschoal, una de las autoras del juicio político a la expresidenta, obtuvo el mayor caudal de votos que se recuerde como diputada en Sao Paulo. El propio hijo del candidato, Eduardo, sumó 1,8 millones de votos, la mayor votación para diputado lograda en la historia.
Hoy, el bloque ruralista -del agronegocio y contra cualquier reforma agraria,- tiene dos centenares de diputados, el evangélico unos 76 y la “bancada de la bala”, defensora de la pena de muerte y de armar a la población, que no tenía senadores, pasó a contar con 18 de los 54 curules en disputa.
Para avizaorar lo que se viene, es necesario desmenuzar la actual crisis por la que atraviesa ese país; las debilidades del progresismo del Partido de los Trabajadores (PT), los generalizados problemas en materia de corrupción e inseguridad (utilizados por la propaganda del sistema), la herencia de la dictadura, el anunciado fin del lulismo, las limitaciones evidentes del progresismo y de la izquierda para comprender las nuevas realidades y sobre todo de afrontarlas.

Causas de la restauración conservadora
Entre sus principales logros de los gobiernos del PT (Lula y Dilma) se puede destacar que sacó de la pobreza a más de 20 millones de brasileños, de la mano de una política asistencialista, pero dejó incólumes las bases económicas del sistema empresarial que siguió dominando el poder, arraigado en los latifiundistas y la poderosa Federación de Industriales de Sao Paulo (FIESP), con la que negociaba el poder político.
Lula dejó el Banco Central en manos del economista Henrique Meirelles, del sector financiero y amigo de la FIESP… y ministrfo del golpista Temer. Joaquim Levy, economista de la Escuela de Chicago, fue Ministro de Hacienda de Dilma. O sea, en lugar de producir cambios estructurales, profundos y de incentivar la participación popular, prefirieron dormir con el enemigo, facilitando el acoso de las trasnacionales y las conveniencias estratégicas de la política estadounidense en la región.
Fue el propio gobierno del PT, su tibieza, el que abrió las puertas para una restauración conservadora: el consumismo reemplazó a una necesaria formación ideológica y construcción de un poder en manos del pueblo organizado.
Para peor, aquellos movimientos sociales que llevaron al PT al gobierno, fueron desmantelados y sacados de la calle. Lo prueban el escaso protagonismo y movilización de la central obrera CUT, de la militancia del PT, y en menor grado del Movimiento de los Trabajadores sin Tierra, en los últimos acontecimientos lo prueban.

La persistente dictadura
Brasil es el único país sudamericano donde no hubo un Nunca Más a la dictadura militar, ni juicios a los militares (ningún torturador fue preso y Bolsonaro se dio el lujo de alabar al torturador de Dilma) y civiles del régimen. En el imaginario colectivo representó el lanzamiento de Brasil como potencia regional, con grandes obras de infraestructura y un crecimiento económico sostenido … hasta que llegó el estancamiento.
En esa época el general Golbery do Couto es Silva delineó la nueva geopolítica brasileña que convirtió al país en potencia regional (el subimprialismo del que hablaba Paulo Schilling), Sucedieron gobiernos “democráticos”, pero la dictadura simpre se sostuvo soterrada, la policía siguió militarizada, nadie osó tocar el poder castrense dejando en el camino las pretensiones hegemónicas de los militares argentinos.
Pero Bolsonaro no sólo alabó a torturadores sino que lanzó ataques permanentes contra homosexuales, mujeres, negros e indios. No fue el único: hasta José Antonio Dias Toffoli, el presidente del Supremo Tribunal Federal, elegido por el PT, en lugar de hablar de dictadura prefirió referirse al “movimiento de 1964”. El PT, que cuando Lula dejó el gobierno ostentaba un 84% de aprobación, no consiguió (ni intentó) terminar con la dictadura ni cambiar las estructuras del Estado.
Si bien Bolsonaro estuvo tentado de elegir como vice al “príncipe” Luiz Philippe de Orléans e Bragança, descendiente de familia imperial portuguesa, optó por el verborrágico y ultraderechista general Hamilton Mourão, cuyas banderas de campaña fueron la eliminación del aguinaldo y la redacción de una nueva Constitución por notables, sin participación ciudadana.

Corrupción, inseguridad, Venezuela: jugar con el miedo
Los temas de corrupción e inseguridad están en el centro de las cuestiones planteadas, con mucha influencia en las decisiones de los electores. Ambos problemas son reales pero han sido construidos de tal manera para que siembren el miedo y favorezcan políticas represivas; sirven al objetivo de despolitizar a la sociedad y dejar que solo el poder económico pueda gobernar e imponer sus criterios, obviamente al servicio de sus intereses.
La corrupción incluye los recursos necesarios para el financiamiento de un sistema político que deja afuera a quienes no tengan mucho dinero y su aprovechamiento por parte del sistema imperial de dominación que, de esa manera, se evita tener que adoptar otras formas de intervención que lo dejarían al descubierto. Esa circulación de dinero ilegal crea las condiciones para el enriquecimiento de la dirigencia que maneja esos recursos.
Los movimientos populares siempre reivindicaron el valor de la ética en el manejo de la cosa pública, pero ese valor se fue deshilachando cuando les tocó ser gobierno, recuerda el dirigente social argentino Juan Guahán. Esto constituye un acto de traición a los intereses que dicen defender y al sentido de los cambios que –en sus discursos- proponen realizar, añade.
El tema de la inseguridad -64 mil muertos en 2017- es una de las claves de las políticas de dominio de los poderosos: cuatro de cada cinco informaciones de los medios hegemónicos –no sólo en Brasil- se refiere a asuntos policiales, con el fin de estigmatizar a los pobres, fortalecer las políticas represivas y multiplicar la desconfianza y descreimiento en un sistema político institucional, que por méritos propios es cada vez más decrépito.
Antes de intentar ser presidente, Bolsonaro intentó producir un polémico filme de 26 minutos, difundido por youtube, con el título “Venezuela: um alerta para o Brasil”, que relata una cobarde conspiración comunista para tomar control de la mayor democracia latinoamericana para tornarla en un infierno bolivariano. “Es posible que Brasil se convierta en la Venezuela del mañana”, tuiteó Bolsonaro, con un link a su filme.
En sus primeros comentarios tras el triunfo del 7 de octubre, Bolsonaro señaló que había sólo dos caminos para los electores: el suyo, de prosperidad, libertad y santidad, o el de Haddad, “el amino de Venezuela”. Campañas similares se usaron para derrotar al candidato centroizquierdista Gustavo Petro en Colombia, acusado de “castrochavista”.
Ante esta arremetida de Bolsonaro fue el expresidente Fernando Henrique Cardoso, acérrimo crítico del PT y de Lula, calificó de “exagerados” los alegatos sobre la “amenaza comunista”. Haddad, acosado por periodistas extranjeros, reafirmó el compromiso del PT con el principio de no intervención en los asuntos internos de otros países: “La respuesta no son más balas, más bases militares, más guerra… el continente necesita más cooperación”. 

El anunciado fin del lulismo
El sociólogo Raúl Zibechi recuerda que junio de 2013 fue el momento decisivo, el que formateó la coyuntura actual, desde la caída de Dilma hasta el ascenso de Bolsonaro. En ese momento comenzaron las manifestaciones de jóvenes estudiantes urbanos contra el aumento de las tarifas del transporte urbano, que encontraron la reacción brutal de la policía militar, que tuvo inmediata respuesta de miles de ciudadanos en 353 ciudades del país.
Era el primer aviso en reclamo de mayor igualdad, exigiendo “un paso más en las políticas sociales que se venían aplicando, lo que implicaba tocar los intereses del 1% más pudiente del país”. La que sí supo intrepretar la situación fue la ultraderecha. La izquierda, los movimientos sociales vaciaron las calles en junio de 2013 y se las dejó a una derecha que desde las vísperas de la dictadura había perdido toda conexión con las multitudes.
Luego vinieron las multitudinarias manifestaciones contra el gobierno del PT, la ilegítima destitución de Dilma, la multiplicación de los sentimientos contra los partidos y el sistema político y, finalmente, Bolsonaro, con el telón de fondo de la crisis económica.
El anunciado fin del lulismo tiene su raíz en la crisis económica de 2008 que derrumbó los precios de los commodities y las movilizaciones de 2013, que rompieron de facto el consenso trabajadores-empresarios y el esquema de coalición para gobernar, entre sectores de izquierda y varios grupos de centroderecha como el PMDB.
Esta coalición se rompió en 2014 cuando la derecha llenó el congreso y logró, finalmente, el juicio político y la destitución de Dilma, mientras se desmoronaba la socialdemocracia de Fernando Henrique Cardoso: su candidato Geraldo Alckim apenas logró el 4% de los votos y su base social emigró a Bolsonaro. El PSDB, que fuera el rival más fuerte del PT desde 2002, perdió toda relevancia, así como el MDB y el DEM, la base de la derecha neoliberal.
El intentó de Dilma de calmar al poder fáctico al asumir su segundo gobierno en 2015 con un ajuste fiscal, terminó por dinamitar las conquistas sociales de la década anterior. El descontento social fue capitalizado por la derecha radical, alimentada diariamente por la prensa hegemónica y las redes sociales.
Durante más de una década el desarrollismo lulista proporcionó bienestar a las grandes mayorías y enormes ganancias a la gran banca, pero el modelo se agotó cuando ni siquiera intentó realizar cambios estructurales en el país, temeroso de afectar al poder fáctico. Claro, ponía en riesgo los miles de cargos estatales y todos los beneficios materiales y simbólicos que conllevan. El PT mostró su incapacidad de cambiar su estrategia, la derecha sí lo hizo.
La paz social era la clave del consenso entre trabajadores y empresarios, así como de un “presidencialismo de coalición” que albergaba partidos de izquierda y de centro derecha, pero las consecuencias de la crisis económica de 2008, que derrumbó los precios de las commodities y derechizó a las elites, junto a las jornadas de junio de 2013 que hicieron añicos la paz social, enterraron el llamado consenso lulista.
Lo cierto es que el lulismo no fracasó, sino se agotó. Durante una década había proporcionado ganancias a la mayoría de los brasileños, incluyendo a la gran banca , que obtuvo los mayores dividendos de su historia. Pero el modelo desarrollista había llegado a su fin, ya que se había agotado la posibilidad de seguir mejorando la situación de los sectores populares sin realizar cambios estructurales que afectaran a los grupos dominantes. Algo que el PT aún se niega a aceptar.
En el terreno político, la gobernabilidad lulista se basaba en un amplio acuerdo que sumaba más de una decena de partidos, la mayoría de centro derecha liberal como el PMDB y el DEM. Pero esa coalición se desintegró durante el segundo gobierno de Dilma, entre otras cosas porque la sociedad eligió en 2014 el parlamento más derechista de las últimas décadas, que fue el que la destituyó en 2016.
Otra consecuencia del ascenso de la derecha más conservadora, es la crisis de la socialdemocracia de Cardoso: su candidato Geraldo Alckmin apenas alcanzó el 4% de los votos.. El PSDB perdió toda relevancia, y desnuda la crisis del partido histórico de las elites y las clases medias blancas urbanas. Su base social emigró a Bolsonaro.

La izquierda sin estrategia
Lo que se viene ahora es una fenomenal ofensiva contra los derechos laborales, contra la población negra e indígena, contra todos los movimientos sociales. Con o sin Bolsonaro, porque su política ya ganó y se ha hecho un lugar en la sociedad y en las instituciones.
No es un caso aislado. La ministra de Seguridad argentina Patricia Bullrich, acaba de lanzar su propio exabrupto, esta semana en una entrevista televisada, al vincular los movimientos sociales con el narcotráfico, abriendo de ese modo el grifo de la represión. Se trata de desviar el sentimiento de inseguridad hacia los actores colectivos que resultan obstáculos para implementar medidas más profundas contra las economías populares y la soberanía estatal sobre los bienes comunes.
Sobre el futuro inmediato, el cientista político César Benjamin señaló al portal Piauí: “Temo que un gobierno de Bolsonaro sea peor que el gobierno militar. Hay una movilización de grupos, de masas que lo apoyan, que el régimen militar nunca tuvo. Una vez que llegue a la presidencia, un hacendado puede entender que llegó la hora de lanzar sus pistoleros, un policía que participa de un grupo de exterminio entenderá que puede ir más lejos. El sistema vigente desde la Constitución de 1988, ya no existe más”.
Para el supuesto que Haddad logre remontar el resultado adverso del domingo pasado, Brasil seguirá una ruta semejante a la que tuvieron Lula y Dilma, pero con características particulares. Ese gobierno, tendrá mucho menos poder y estará sometido al constante acecho de este nuevo liderazgo de un conservadorismo militante y reaccionario.
A ello habrá que agregarle la presencia amenazante de una estructura militar fuertemente comprometida con una candidatura de surgida –según analistas- de la entrañas de la inteligencia militar. Todos esos antecedentes le darían un fuerte clima de inestabilidad institucional a un eventual gobierno del PT.
Paulo Guedes, quien ha sido presentado como el próximo ministro de Economía de Bolsonaro, ahora cuestionado por hechos de corrupción, es un liberal clásico, también formado en la Escuela de Chicago. Su política puede chocar con cierto “nacionalismo” de Bolsonaro y de algunos núcleos de sectores militares.
Se trataría de un gobierno de los BBB -buey (ganado), biblia y bala-, por la fuerza que tendrían los tradicionales terratenientes y dueños del poder; por la presencia decisiva de los sectores evangélicos integrantes de la Iglesia Universal del Reino de Dios (IURD), expulsada en1992 del seno de la “Alianza Evangélica de Iglesias” por sus actividades “non sanctas”; y por el anunciado carácter represivo del que hace alarde y promueve Bolsonaro.
De ganar Bolsonaro –incluso de no lograrlo-, se vendrá una fenomenal ofensiva contra los derechos laborales, contra la población negra e indígena, contra todos los movimientos sociales, porque su política ya ganó y se ha hecho un lugar en la sociedad y en las instituciones. Bolsonaro no alcanazó aún a la ministra argentina de Seguridad, Patricia Bullrich, quien vinculó los movimientos sociales con el narcotráfico, abriendo de ese modo el grifo de la represión.
Se trata de desviar el sentimiento de inseguridad hacia los actores colectivos que resultan obstáculos para implementar medidas más profundas contra las economías populares y la soberanía estatal sobre los bienes comunes, afirma Zibechi.
El cientista político César Benjamin señaló al portal Piauí su temor de que un gobierno de Boslonaro sea peor que el gobierno militar. “Hay una movilización de grupos, de masas que lo apoyan, que el régimen militar nunca tuvo. Una vez que llegue a la presidencia, un hacendado de Pará puede entender que llegó la hora de lanzar sus pistoleros, un policía que participa de un grupo de exterminio entenderá que puede ir más lejos.: “El sistema vigente de los años 80, especialmente desde la Constitución de 1988, ya no existe más”.
Es sabido que Argentina tiene en Brasil a su principal socio comercial. Esa situación puede cambiar o sufrir un severo deterioro si –finalmente- ese eventual gobierno decide dinamitar o profundizar la decadencia del Mercosur.
Hay dos formas de pararse ante la segunda vuelta. Desde la óptica de los partidos, sus plataformas electorales y lo dicho por sus dirigentes, surge que Haddad tendría buenas posibilidades de revertir el resultado. Si bien son pocos los que han pedido a sus adherentes que voten a Haddad, la mayoría de ha manifestado públicamente su oposición a Bolsonaro. Ese sería el modo racional, “políticamente correcto”, de analizar la realidad y Haddad tendría posibilidades.
Pero hay otra forma de mirarla, colocando el eje más en los aspectos emocionales y ese es el modo que Bolsonaro ha planteado su campaña. Uno de sus spots más difundidos dice: “o mito llegou e o Brasil acordou”, mientras un coloso de piedra se despereza ante una población emocionada que sale a ver ese fenómeno y donde se escucha “ordem e progresso, eu quero pro mi país” y se ve, al fondo, el lema “o gigante nao esta mais adormecido”.
Frente a ese despliegue emotivo y en un marco muy crítico a los partidos conocidos es –lamentablemente- poco probable que el racionalismo partidario, que puede reunir Haddad, logre quebrarlo, descontando los 18 millones de votos que los separaron en la primera vuelta. Pero el “voto útil” llegó a su máximo potencial: Bolsonaro se sintió frustrado de tner que disputar la segunda vuelta y suspendió la fiesta de celebrasción programada.
Esta ventaja no es estática: no hay automatismo en la escogencia de inmensas parcelas del electorado y por ende, la elección está abierta y es realista la posibilidad de Haddad venza a Bolsonaro. Una semana antes de la primera ronda, unos 20 millones de ciudadanos aún no tenía definido su voto. El “efecto manada” del voto útil derritió las principales candidaturas antipetistas (Marina Silva y Geraldo Alckmin), ayudó al crecimiento de Bolsonaro y generó resultados sorprendentes, como la elección inesperada de ciertos gobernadores, diputados y senadores.
Si uno sigue con la numerología, la votación de las candidaturas no-antipetistas (Haddad, Ciro Gomes, Ghillerme Boulos, Vera Lucía, Goulart) totalizaron 45, 4 millones de votos (42,36%), 13,7 millones menos que los estimados el 20 de agosto, cuando Lula aún mantenía posibilidades. Hoy, segmentos del antipetismo rechaza las barbaridades de Bolsonaro y sus prácticas truculentas y odiosas, lo que permite pensar que parte de ellos puede votar nulo, no votar, e incluso votar por Haddad.

Anticomunistas sin comunistas
Uno de los dramas del progresismo en nuestra región es que ha dejado a mitad de camino la transformación económica, la revolución cultural, la transferencia del poder a los ciudadanos, el ejercicio de nuevos tipos de gestión política, de gobierno, sin olvidar los vicios atávicos propios del poder: corrupción, nepotismo, tráfico de influencias, soberbia, prepotencia, autosuficiencia, dice Néstor Francia..
Mientras, la convivencia y connivencia con los usos electoralistas, propagandísticos y organizativos de los factores de la democracia burguesa, terminó por confundirlos con la derecha en la percepción popular que los considera tan “políticos” como los de la derecha, en el peor sentido de la palabra.
Los medios hegemónicos de información han impuesto el imaginario de que en todas las sociedades de nuestra región impera la sensación de desorden, anarquía y “crisis multidimensional”, donde se mueven poderosas bandas delictivas, con participación de policías y militares organizadas (como las milicias verdes de Bolsonaro), que practican el chantaje, el soborno, el contrabando, el tráfico de drogas, el sicariato, el paramilitarismo. Por eso cala tan hondo el discurso que ofrece “orden y “autoridad”.
Es innegable que Bolsonaro conquistó una inmensa base social. Su discurso de odio y violencia fue capturando las insatisfacciones desde jóvenes hasta las “viudas de la dictadura”, desde las periferias hasta las elites, bajo el aplauso de los vendedores de armas. Responsables de la construcción de la polarización social en el país, Globo (y también la pentecostal Red Record) diseminaron el antipetismo, reaplicando su vieja receta de anticomunismo básico.
Un tuit del investigador argentino Andrés Malamud, habla de “la paradoja brasileña: elegir a un fascista de verdad, creyendo que es de mentira, por miedo a un comunismo de mentira que creen que es de verdad”. Es mucho más que un juego de palabras: quizá resume el drama que se vive hoy en Brasil.

Aram Aharonian. Periodista y comunicólogo uruguayo. Magíster en Integración. Fundador de Telesur. Preside la Fundación para la Integración Latinoamericana (FILA) y dirige el Centro Latinoamericano de Análisis Estratégico (CLAE, www.estrategia.la)
(publicado por Rebelión)