Para alguien como yo, poco aficionada al fútbol y que no termina de entender ciertas pasiones, escuchar y leer los argumentos que se han esgrimido para defender el trato excepcional que el Gobierno le está otorgando al club son insostenibles e insultantes. Da la impresión de que las personas a las que nos parece muy injusto el trato discriminatorio que se propone, somos navarros y navarras de segunda, que tenemos una identidad navarra difuminada y que casi somos malas personas que nos alegramos de las dificultades que están pasando.
Sin embargo, apenas se está hablando de la nefasta gestión de los presidentes y juntas de la entidad de los últimos años, ni de los reiterados impagos a hacienda con la subsiguiente dejación de funciones de la fiscalidad , con el visto bueno de los sucesivos gobiernos. Esto es lo que se conoce por cohecho. ¿no?. ¿Nadie se va a hacer responsable de todas las malas decisiones que han abocado a esta situación?. No, nadie, ni los directivos de Osasuna, ni los consejeros de hacienda, ni los presidentes del gobierno. Nadie. Lo urgente es buscar una solución, una salida y luego, con un poco de suerte, si Osasuna empieza a jugar, algo, todo se olvidará.
Y ahora, con fondos públicos, acudimos al rescate y vendemos esto como un ejercicio de responsabilidad patriótica. Y de dónde detraemos esos fondos, fondos que no teníamos y que hemos estado recortando a la educación, a la dependencia, a la sanidad, a bienestar social, a la universidad, etc.
El gobierno hace una excepción fiscal y una ayuda directa que ha negado a muchas pequeñas empresas que se han ahogado y a miles de individuos a los que se les ha desahuciado por impagos. Hay que tener en cuenta, además, que la mayoría de ellos no han sido responsables de la situación que les ha sobrevenido. No se puede decir lo mismo de Osasuna que arrastraba un penosa gestión y un despilfarro evidente. Esto lo sabía hasta yo, que paso el cuadernillo de deportes en bloque cuando leo el periódico
Por Dios, seamos sensatos, esas cosas no son las importantes, lo importante es el futbol.
Ah, que no hablamos de futbol, ya, entonces. ¿de qué hablamos?. ¿Hablamos de que todo vale cuando se trata de crear y utilizar partidistamente símbolos?
Claro, esto de las patrias tiene lo suyo, porque la patria como la bandera no son nada sin las personas que la conforman, y tanto ardor guerrero en defender al club, a los colores , a costa de los derechos de la ciudanía esconde una visión política perversa.
Ana Ansa
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