Las centrales eólicas, que colmatan las cumbres de los montes navarros, están siendo la tumba de ejemplares de especies protegidas como las grullas, que en estos días de otoño cruzan nuestro territorio hacia sus zonas de invernada en la Península Ibérica.
Las insostenibles mortandades que ocasionan estas instalaciones industriales, ubicadas en collados navarros por los que discurren los pasos migratorios de las aves europeas, en sus dos viajes anuales, se acrecientan en las fechas en las que estamos por migrar por los montes donde se ubican las centrales más de 150.000 grullas. Su paso coincide con días nublados y con nieblas, lo que aumenta considerablemente el riesgo de colisión con los aerogeneradores y tendidos eléctricos de las centrales, al no poder detectarlos debido a la escasa visibilidad reinante.
Al comienzo del desarrollo de la energía eólica en nuestra Comunidad, Gurelur arrancó del Departamento de Medio Ambiente el compromiso de que los aerogeneradores se iban a parar cuando se diesen condiciones climáticas adversas que impidieran la observación de los aerogeneradores por parte de las aves. Ni éste, ni el resto de los compromisos ambientales que la Consejería de Medio Ambiente aseguró que se iban a cumplir para minimizar las mortandades de fauna en las centrales eólicas se han cumplido, incluido el de retirar los aerogeneradores más mortíferos.
En las centrales eólicas navarras mueren al cabo del año, según un estudio encargado por Medio Ambiente, más de 7.000 ejemplares de especies protegidas, sólo en 11 de las más de 30 centrales existentes. Entre las especies más afectadas están las rapaces de mediano y gran tamaño, las cigüeñas y grullas, decenas de especies de pequeño tamaño y la práctica totalidad de los murciélagos navarros.
El Consejero de Medio Ambiente, permitiendo que se sigan produciendo estas mortandades de especies incluidas en el Catálogo de Especies Amenazadas de Navarra, está incurriendo en un delito recogido en el Código Penal, artículo 334, que recoge que será castigado con pena de prisión el que realice actividades que impidan o dificulten la migración de especies amenazadas. Es por este motivo que Gurelur va a poner en conocimiento de la Fiscalía de Medio Ambiente la comisión de este delito, para intentar evitar la insostenible matanza de fauna amenazada en las centrales eólicas, y para intentar acabar con la impunidad que disfrutan los propietarios de las centrales eólicas en nuestra Comunidad.
Desde Gurelur apostamos por el desarrollo de la energía eólica, siempre y cuando se realice respetando la normativa que regula su implantación y priorizando la conservación del medio ambiente al interés económico de las empresas y gobiernos, cosa que no ocurre en Navarra donde desde su inicio se prioriza la producción a la conservación.
Gurelur
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