25 de noviembre: Día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres.
A veces las cifras son un recurso para iniciar un artículo y los hechos un acercamiento a la realidad, pero es este caso, cifras y hechos, son un auténtico escándalo mundial, una lacra social de la que no se libra ningún país, si bien es cierto que hay una variabilidad estadística en su presentación y, en ocasiones, hay prácticas tradicionales ligadas a determinadas culturas. Los siguientes, son datos extraídos de los informes de la OMS:
Hasta el 70% de las mujeres del mundo aseguran haber sufrido una experiencia física o sexual violenta en algún momento de la vida.
Globalmente, 603 millones de mujeres viven en países donde la violencia contra ellas no se considera delito.
En todo el mundo, hasta el 50% de las agresiones sexuales se cometen contra niñas menores de 16 años.
Más de 60 millones de niñas son novias prematuras forzadas a casarse antes de los 18 años.
Entre 500.000 y 2 millones de personas se calcula que cada año son víctimas de trata, y son abocadas a prostitución, esclavitud, trabajos forzados o servidumbre. Las mujeres y niñas suponen el 80% de estas víctimas.
Se calcula que más de 130 millones de mujeres y niñas que viven hoy han sido sometidas a mutilación genital.
El coste de la violencia doméstica en Estados Unidos supera los 5.800 millones de dólares/año, de los que 4.100 millones corresponde a los servicios médicos y sanitarios.
Austria, Canadá, Israel, Sudáfrica y Estados Unidos. Entre el 40 al 70% de las mujeres asesinadas lo fueron por sus parejas o sus anteriores parejas.
Un estudio realizado en 80 países estima que el 35% de las mujeres han sufrido violencia física o sexual por parte de sus parejas.
En España, en 2014 y hasta el mes de octubre incluido, 83 mujeres han muerto asesinadas por sus parejas. En Navarra se han presentado hasta septiembre 836 denuncias por malos tratos y violencia de género.
El término violencia contra las mujeres engloba una serie de situaciones muy diversas, como son: las que se producen en el entorno familiar y doméstico y que incluyen la selección prenatal de sexo, el descuido de las niñas y el infanticidio femenino, así como el abuso contra las ancianas, los crímenes cometidos en nombre del honor o la exigencia de las dotes, etc; la violencia política y la utilización de los mujeres como un arma de guerra con violaciones masivas en situaciones de conflicto, etc ; la violencia económica que feminiza la pobreza o que niega el derecho a las mujeres sobre la titularidad de las tierras o los negocios, los salarios menores con el mismo trabajo, etc; la violencia estructural y de la propia sociedad, al negar la autonomía de las mujeres que dependen de las decisiones de un varón de la familia, o los matrimonios forzados, o la desigualdad educativa o laboral, o los feminicidios, etc
La violencia contra la mujer y las niñas está relacionada tanto con su falta de poder y control como a las normas sociales que prescriben los roles de hombres y mujeres en la sociedad y consienten el abuso. Las inequidades entre los hombres y las mujeres trascienden las esferas públicas y privadas de la vida; trascienden los derechos sociales, económicos, culturales y políticos; y se manifiestan en restricciones y limitaciones de libertades, opciones y oportunidades de las mujeres.
Estas inequidades pueden aumentar los riesgos de que mujeres y niñas sufran abuso, relaciones violentas y explotación, debido a la dependencia económica, a las limitadas formas de supervivencia y a las menores opciones de obtener ingresos, o por la discriminación ante la ley en cuanto se relacione a temas de matrimonio, divorcio y derechos de custodia de menores.
“La violencia contra las mujeres y niñas no solo es una consecuencia de la inequidad de género sino que refuerza la baja posición de las mujeres en la sociedad y las múltiples disparidades existentes entre mujeres y hombres”. (Asamblea General de las Naciones Unidas, 2006)
A nivel mundial hay una importante legislación que frenaría y limitaría considerablemente estas situaciones y deberíamos exigir su cumplimiento. Con todas nuestras fuerzas y con toda la contundencia posible.
La fecha del 25 de noviembre, como día internacional para la eliminación de la violencia contra las mujeres, se eligió para conmemorar a las hermanas Mirabal, tres activistas políticas que fueron brutalmente asesinadas, ese día de 1960, por orden del gobernante dominicano Rafael Trujillo, alias el chivo. Las mariposas, apodo con las que se les conocía en el mundillo político donde se movían, fueron detenidas, violadas y torturadas. Tras ser liberadas y en el traslado a su domicilio “se perdieron”; los policías encargados de llevarlas hicieron un alto en el camino y las mataron a golpes. Posteriormente las introdujeron en su coche y lo despeñaron para simular un accidente.
Ana Ansa
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