viernes, 12 de diciembre de 2008

QUE ALEGRÍA, QUE CONGOZO, OTROS VEINTE AÑOS DE CONGOZO........


Tras arduas negociaciones, Greenyarre, Gayarre el verde en lengua vehicular, lo ha vuelto a conseguir. Se acabaron las penurias económicas, se acabó la crisis para los econgozantes, se acabaron los desayunos de migas en el Roncal, se acabó el ayuno y la abstinencia en La Oliva, se acabó la sequía en la ribera…
Una vez más, el talante negociador de Greenyarre ha vuelto a triunfar y el pérfido Imperio Yankee no ha tenido más remedio que claudicar y seguir pasando por el aro barrenero.

Ya podrán los monjes recoletos cantar maitines con el acompañamiento musical del f-18 en vez de arreglar el órgano, que cuesta una tela y además el hermano Mariano es un patazas con las teclas, ya los pastores roncaleses encontrar el pasto invernal a oído y sin temor a perderse, ya Greenyarre pasar de capataz a señorito…

Más vale que el genio del estratega corellano lo vio a tiempo, y ante la ausencia del vallisoletano tex-mex de fluido acento british, soltó lastre por estribor y se encomendó al buen hacer de Pepiño, que como todo el mundo sabe es el mentor y responsable principal del triunfo de Obama.

Ya esta hecho, y como dice la canción… “veinte años no son nada”, ya habrá tiempo de prorrogarlo otros cuarenta. Todo sea por la gobernabilidad de Navarra, Robertillo dixit, o por el bien moral que supone la Unidad de España, Sebas dixit o por la Navarra foral y española de las esencias napartarras de Migueltxo… ¿Y qué más dará? Es un pastón con el que econgozar, unos más que otros eso si, y con el que poder seguir viajando a destinos exóticos en busca de una “alternativa viable”

.¿Y que decir de la intermediaria?, la Ministra del ramo, o del racimo dada la naturaleza del caso, esa que ha cambiado en seis meses el bombo por la bomba.

Ya solo falta la visita del econgozador general a la Casa Blanca en agradecimiento a los servicios prestados, y a su vuelta la dedicatoria de alguna placa o distinción al nuevo Presidente del Imperio como devolución de cortesía. A mi se me ocurre una que ni pintada para el caso, cambiar el nombre de la Bardena Negra por el de Bardena Obama, que parece que estaba predestinado, y si llega a salir el otro… a la Bardena Blanca se le llama Bardena Mcain, que este era piloto y alguna que otra vez seguro que la había visitado.

En fin, ¡¡¡Que alegría, que alborozo, otros veinte años de congozo!!!… o de sonrojo.


Patxi Txungur, en su blog Txuritabeltz

No hay comentarios: