La renta agraria cae un 3,4%, el incremento anual de los costes se eleva a los 2.610 millones de euros, los precios en el campo se desploman y el número de ocupados desciende un 4,6%.
Mientras que los distintos gobiernos de la UE no escatiman esfuerzos para salir al rescate de la banca, la reforma de la Política Agraria Común (PAC), aprobada en noviembre, trae consigo un radical recorte de las ayudas directas cifrado en el 10%, que en 2013 puede llegar al 35%.
En un año bastante negro desde el punto de vista de la rentabilidad de las explotaciones, las medidas aprobadas en la mesa de fiscalidad ponen la nota de color en el sector.
COAG reivindica el carácter estratégico de la agricultura y la ganadería para evitar la dependencia del exterior y el encarecimiento de los alimentos. El mantenimiento de la actividad agraria es esencial para conservar el empleo y la vida en el medio rural.
El dato sobre la evolución de la renta agraria en 2008, descenso del 3,4%, confirma lo que desde el sector se viene denunciando durante los últimos tiempos. Mientras que los precios en el campo se han desplomado de forma generalizado, los agricultores y ganaderos han sufrido un incremento de los costes de producción en el último año de 2.610 millones de euros. Esta cifra supone un sobrecoste anual por explotación de 6.525 euros, debido a la escalada de los precios de los fertilizantes (sobrecoste de 711 millones de €), gasóleo (sobrecoste de 260 millones de €) y piensos (sobrecoste de 1639 millones de €), tal y como recoge el informe “El estallido de los costes de producción en el sector agrario”*, elaborado por los Servicios Técnicos de COAG sobre la base de los datos de evolución de los principales inputs del Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino (MARM).
También en 2008, el Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD*), elaborado mensualmente por COAG y las organizaciones de consumidores UCE y CEACCU, ha puesto de relieve que los márgenes en la cadena agroalimentaria se mantienen de media por encima del 450%, fundamentalmente por la tendencia a la baja de los precios en el campo y por la posición de abuso de la gran distribución, que sigue sin trasladar al precio final de los alimentos las variaciones en origen. En el último mes, el caso de los cítricos es el más escandaloso; la clementina multiplica por 16 su precio del campo a la mesa.
A todos estos acontecimientos hay que sumar una negativa reforma de la PAC, aprobada en noviembre por el Consejo de Ministros de Agricultura de la UE. En un marco de crisis agraria y alimentaria, los 27 han aprobado una reforma que fomenta el abandono y no la producción, ahondando en el desacoplamiento total de las ayudas, la supresión de las cuotas lácteas, la eliminación de los mecanismos de intervención y la liberalización comercial, que conducen al desmantelamiento de los sectores productivos, dejando la alimentación europea en manos de un mercado desregulado y de las importaciones de terceros países.
El chequeo trae consigo además un recorte radical de las ayudas directas, que COAG rechaza, ya que al tijeretazo del 10% hay que unirle la congelación de dichas ayudas hasta 2013, por lo que con el efecto de la inflación el recorte total se puede cifrar en torno al 35%, algo inasumible para la mermada rentabilidad de las pequeñas y medianas explotaciones agrarias.
De forma particular cabe subrayar la brusca caída, cercana al 33%, de los precios recibidos por los productores de cereal, los bajos precios del aceite en origen, que se encuentran en el nivel más bajo desde 2004, un contrato tipo para el vacuno de leche que sólo ha servido para que la industria refuerce su posición de abuso y se consoliden unos precios al ganadero que no cubren ni los costes de producción, la puesta en marcha de la nueva OCM del vino que ha supuesto, entre otros, descensos de hasta un 37% en el precio de la uva tras la vendimia de este año, la crisis de precios en plena campaña de recolección de cítricos y la reducción, en torno al 9%, de la cabaña ganadera ante la crisis sin precedentes que afecta al sector desde 2007 por el aumento del precio de los piensos y la imposibilidad de trasladar ese aumento de los costes al precio final de los productos.
En este contexto de subida de costes, precios a la baja y reducción de los apoyos comunitarios, era fundamental introducir algunos cambios en la fiscalidad que se aplica a los profesionales agrarios. En este sentido, COAG, junto el resto del sector y representantes de los Ministerios de Economía y Hacienda y Medio Rural, negociamos en el seno de la Mesa de Fiscalidad un paquete de medidas para mitigar los efectos del vertiginoso incremento de los costes de producción en el campo y adecuar la capacidad contributiva de los agricultores y ganaderos a la realidad de los distintos sectores.
Entre otras, se ha conseguido que el Ministerio aplique también en los ejercicios fiscales 2008 y 2009 las medidas recogidas en el acuerdo firmado por COAG en diciembre de 2005 con los Ministerios de Economía y Hacienda y Medio Rural para paliar la subida del gasóleo y otros insumos en el sector. Algunas de las cuestiones aprobadas son las siguientes:
Deducciones fiscales para los ejercicios 2008 y 2009: reducción del 35% del precio del gasóleo, del 15% de plásticos o fertilizantes y reducción general de rendimiento neto de módulos del 2%, incrementado en 2008 al 3% para aquellos agricultores con actividad en 2007.
Gasóleo: tercera devolución a los agricultores y ganaderos del Impuesto Especial de Hidrocarburos (IEH) (0,078 euros por litro). A partir del 1 de enero de 2009, puesta en marcha del gasóleo profesional agrícola, con la exención del IEH.
Reducción de los índices de rendimiento neto (módulos del IRPF) en determinados sectores: frutos secos, hortícolas, vino, porcino, ovino, caprino, apicultura, bovino de carne, etc…
Ampliación de la lista de insumos que recoge el artículo 91 de la ley del IVA, por la que se le puede aplicar a éstos un IVA reducido del 7%.
- Medidas fiscales en estimación directa simplificada. Elevación al 10% del porcentaje deducible del rendimiento neto en concepto de gastos difícil justificación.
COAG considera positivo este paquete de medidas, ya que se ajustan en un alto porcentaje a las demandas que había planteado esta organización, tanto en el acuerdo de gasóleo como en el proceso de negociación en la Mesa de Fiscalidad. No obstante, esta organización agraria seguirá trabajando en 2009 para ajustar, aún más, la fiscalidad a la capacidad contributiva real de los profesionales agrarios.
“En el futuro más inmediato, el sector agrario, base de nuestra alimentación, debe ser considerado un asunto estratégico para el conjunto de la sociedad y así se explica la necesidad de políticas públicas para mantener un modelo social de agricultura y alimentación. Sectores básicos que deben ser protegidos en la UE y en nuestro país para evitar la dependencia del exterior, el encarecimiento de los alimentos al consumidor y el abandono de la actividad agraria y por consiguiente del medio rural y la vida en nuestros pueblos“, ha señalado Miguel López, Secretario General de COAG.
* Tanto el informe completo “El estallido de los costes de producción en el sector agrario”*, como los distintos IPOD mensuales, se pueden consultar en www.coag.org
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