jueves, 18 de diciembre de 2008

OLITE, UN BELÉN REIVINDICATIVO

El belén que todos años instala el vecino Martín Izuriaga tiene estas navidades mensaje reivindicativo. El nacimiento que ha colocado en el local de la antigua farmacia Velasco reproduce, como todos años, la Plaza de Olite pero en esta ocasión ha añadido un duplicado de la antigua placa que recordaba a los olitenses fusilados durante la Francesada, inscripción cuya recolocación, sin éxito, ha reclamado al Ayuntamiento el Colectivo Ordago.
Izuriaga coloca sus belenes en distintos puntos de la localidad, siempre con motivos que retratan elementos arquitectónicos locales, como el Palacio Real, el claustro de la iglesia de Santa María o la Plaza de Carlos III. En el espacio que recrea la Plaza, situado en un establecimiento con escaparate a la calle Mayor, el belenista ha añadido este año la placa que recuerda a los once vecinos fusilados en 1811 por pertenece sus hijos a la guerrilla que se enfrentó a Napoleón. El año pasado, Izuriaga sumó al escenario la fuente de la Plaza, recolocación que impulsó Ordago, quien donó al pueblo la grifería de cobre con cabezas de león.
Por otra parte, la Casa de Cultura a coge distintas charlas relacionadas con la época de la invasión napoleónica, que organiza El Chapitel. El jueves el profesor de la UPNA Francisco Miranda intervino para dar una visión general de la guerra en Navarra.
Cuando en octubre del año pasado Ordago recabó su opinión sobre la placa de los represaliados con intención de pedir al Consistorio que la restituyera, Miranda opinó que “efectivamente era frecuente por parte de los franceses tomar represalias con los parientes de los voluntarios que servían en la División de Navarra liderada por Espoz y Mina, coincido con vosotros que resulta lamentable el hecho de que se pierda la memoria histórica de Olite en este caso materializada en una placa conmemorativa”.
Las conferencias sobre la Guerra de Independencia siguen con dos charlas de Javier Corcín sobre el conflicto en la localidad. El Chapitel, con ayuda del Ayuntamiento, también ha reeditado un libro del franciscano Celso González, “Las postrimerías del Castillo de Olite”, en el que, entre otras escenas, se describe el fusilamiento que dio origen a la iniciativa del Ayuntamiento de la época de honrar las víctimas con una placa que instalaron en la Plaza del pueblo.

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