Recuerda que inicialmente comenzó a editar por afición y movido por el interés de relatar la memoria histórica. Por aquel entonces, las publicaciones veían la luz bajo el paraguas de la sociedad cultural Altaffaylla.
Los trabajos iniciales abordaban la Guerra Civil y temas relacionados con Navarra. El éxito que cosechó y "el impacto" que tuvo Navarra 1936 .De la Esperanza al Terror, centrado en la represión de la posguerra, fue tal que animaron a Esparza a hacer una editorial más profesional.
Ya desde el comienzo fueron conscientes de que el mercado del libro era "difícil". "La transición eliminó un montón de editoriales comprometidas con lo social y lo político", rememora.
Esparza destaca que la editorial tuvo varios "aciertos" recién iniciada su andadura que fueron claves para el próspero devenir de la firma. Por un lado, resalta que "acertaron" con los primeros títulos, por otro, se refiere al Club de Lectores, promovido inicialmente para llevar a domicilio los libros de Txalaparta.
Este sistema lo han ido perfeccionado con el tiempo, hasta tal punto que, en la actualidad, los suscriptores, además de acceder a libros de la editorial navarra, ubicada en Tafalla, también tienen acceso a la oferta de "otras editoriales independientes y progresistas, la mayoría vascas".
"La defensa de la editorial independiente es una de las señas de identidad de la editorial. Para eso hemos creado alianzas con editoriales extranjeras", explica.
balance
"Diversidad literaria"
Preguntado por el balance de estas dos décadas inmerso en el mundo editorial, Esparza considera que las cifras hablan por sí solas. Han publicado 600 títulos en castellano, euskera y esporádicamente en catalán o inglés, lo que supone haber imprimido cerca de dos millones de ejemplares.
Txalaparta se ha caracterizado por abordar temáticas como la memoria histórica, la crítica y denuncia social o la solidaridad internacional, pero su trabajo va mucho más allá. "Hemos sido conocidos porque hemos cubierto un flanco editorial polémico con el tema vasco, el tema de la memoria histórica o la denuncia de la corrupción, pero sin embargo eso ha hecho que a veces no se tenga en cuenta nuestra diversidad literaria", reivindica Jose Mari Esparza.
En este sentido, enumera autores y autoras que fueron editadas por primer vez en Txalaparta y luego se han convertido en escritores de gran talla: Marcela Serrano, Elena Poniatowska, Mia Couto, Jamaika Kinkaid, etcétera.
En estas dos décadas de andadura también ha habido tiempo para vivir muchas anécdotas. El responsable de Txalaparta rescata de su memoria una de las vividas en Buenos Aires, donde asistían a una feria y el hermano del Che Guevara se acercó para felicitarles por sus libros. "Lo único que procuramos en la editorial es, uno, que sean libros de calidad y, dos, que aborden temáticas o sean de autores que tengan cierto compromiso social y compromiso con la transformación del mundo", defiende el responsable.
Con miras al futuro, Jose Mari Esparza advierte de que "hay un problema muy serio con la concentración del poder editorial", que, entre otros cosas, conlleva a que "determinado tipo de libros, ensayos y libros de pensamiento estén desapareciendo". "Aunque en las grandes superficies veamos un montón de editoriales diferentes, la gran mayoría pertenece a cuatro grandes grupos, por lo tanto lo que está en serio peligro es la pluralidad y la diversidad cultural", alerta.
En este contexto, considera que "editoriales como la nuestra, que enseñen la otra cara de la moneda y que introducen temas, ensayos y autores diferentes es fundamental para mantener la democracia y la diversidad".
futuro
Nuevas tecnologías
Asimismo, Esparza apuesta por aprovechar las potencialidades de las nuevas tecnologías para llegar al lector final. "Lo tenemos que hacer intentando mantener la red de librerías actual, que también es fundamental para todo el ciclo de libro", señala.
A la espera de ver qué pasará con el formato papel, si será sustituido o complementado con el libro electrónico, el responsable de Txalaparta adelanta que "el trabajo del editor seguirá siendo igual". "El editor tendrá que seguir impulsando temas, buscando autores, eligiendo la calidad, traduciendo de otras lenguas, corrigiendo las producciones y dejando el texto perfecto para hacérselo llegar a los lectores".
¿Los diez mejores libros?
Para el responsable de la editorial Txalaparta seleccionar de entre su catálogo "los diez mejores libros" es "casi como si a una madre le preguntan qué hijo quiere más". Además, advierte de que "un libro coyuntural, por ejemplo, puede alcanzar gran éxito y una verdadera joya literaria puede pasar desapercibida". Por ello, Esparza recomienda una decena de "grandes libros que a veces pasan inadvertidos para el gran público", pero que "son prestigiosas joyas para una editorial". En esa lista incluye a Cronicando del mozanbiqueño Mia Couto, su primer libro traducido al castellano, Yo acuso , un título inédito de Pablo Neruda, en el que aparece su perfil "más político y comprometido" oAguafuertes Vascas de Roberto Arlt. De entre los clásicos, rescata La Comuna de París de Lissagaray, Diez días que estremecieron al mundo de John Reed y El Arbol de Gernika de Scott. En euskera cita Orain galdera berriak ditut de Lander Garrio Bakartasunaz bi hitz de Filipe Bidart o Terra sigilata de Joxe Agustín Arrieta
Itsaso Millán (Diario de Noticias)
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