El representante para Europa del Frente Polisario, Mohamed Beissat, anuló ayer la reunión que tenía previsto mantener en Madrid con el PSOE al considerar que este partido bloqueó en el Consejo de la Internacional Socialista una resolución condenatoria de los recientes incidentes del El Aaiún.
«El PSOE ha trabajado para Marruecos, que ha conseguido una victoria. En esta situación, queda anulada la reunión que íbamos a mantener con ellos», aseguró a Efe Beissat.
El dirigente del Polisario, que representó a su partido en la reunión de la Internacional Socialista, había confirmado el encuentro con el PSOE acordado la víspera con su secretaria de Política Internacional, Elena Valenciano.
El representante del Polisario en Europa anunció la suspensión de la reunión con Valenciano después de que el Consejo de la Internacional Socialista no aceptara una resolución propuesta por las delegaciones de Sudáfrica, Suecia y Finlandia en la que se condenaba el excesivo uso de la violencia empleada por Marruecos para desalojar, el pasado día 8, el campamento saharaui de Gdeim Izik, en las proximidades de El Aaiún.
«El PSOE da un cheque en blanco a Marruecos para matar donde, cuando y como quiera y es muy inoportuno para España, para el Magreb y para el mundo», aseguró Beissat en la reunión de la Internacional Socialista, quien condenó «la política de contentar a Marruecos a costa de los derechos humanos, de los valores más sagrados de la sociedad española e internacional».
El representante español en la Internacional Socialista, José Antonio Espejo, afirmó que no se oponían a la presentación de ninguna resolución, pero consideró prematuro adoptar un texto hasta que no se conozca lo sucedido en El Aaiún. En este sentido, añadió que se había convocado una reunión en Madrid con representantes del Frente Polisario y de la Unión Socialista de Fuerzas Populares (USFP), partido que integra el Gobierno de Rabat y que también forma parte de la Internacional Socialista.
Con quien sí se reunió en Madrid Alfredo Pérez Rubalcaba, vicepresidente del Gobierno español, ministro del Interior y peso pesado del PSOE, fue con el ministro del Interior marroquí, Tayeb Cherkaoui, quien tuvo el cinismo de manifestar que el desalojo del campamento de Gdeim Izik fue «pacífico y sin que hubiera un solo disparo». «No ha habido ningún genocidio ni se perpetraron crímenes contra la humanidad», añadió el ministro marroquí.
Junto a ello, Cherkaoui denunció que el campamento de Gdeim Izik estaba «controlado por milicias armadas que contaban con entrenamiento especializado» y que, según el ministro saharaui, tendrían vínculos con grupos de Al-Qaeda.
Por otra parte, la activista saharaui Aminetu Haidar criticó «la actitud vergonzosa» del Gobierno español de José Luis Rodríguez Zapatero por no ser capaz de condenar la violencia de los últimos días en Sahara Occidental por parte de Marruecos, una actitud que contrapuso con la solidaridad que ha mostrado la ciudadanía del Estado español.
Haidar, que a finales de 2009 protagonizó una huelga de hambre en Lanzarote después de que Marruecos le impidiese desembarcar en El Aaiún, se encontraba ayer en Bruselas para participar en una conferencia sobre Sahara Occidental organizada en el Parlamento Europeo.
«Lo que ocurre en Sahara Occidental es culpa del Gobierno socialista de Zapatero, que ni siquiera ha podido condenar los actos violentos y la masacre contra un pueblo», por lo que le instó a «asumir totalmente la responsabilidad de lo que ocurre al pueblo saharaui».
Haidar se dirigió a los eurodiputados socialdemócratas españoles y franceses para reprocharles que «habéis luchado contra todas las resoluciones que van a favor de la cuestión de Sahara Occidental».
GARA
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