A medio año de las elecciones forales, las espadas siguen en todo lo alto en Gipuzkoa. Así se desprende del estudio político de la Diputación foral que señala que el PNV ganaría los comicios de mayo, con 14 junteros y un 24,28% de los votos, seguido del PSE, con un juntero menos y un 21,29% de los sufragios. Unos resultados tan ajustados como en 2007 -entonces ganaron los socialistas pese a su empate a 16 con los jeltzales- , y que obligarán a ambos a buscar pactos para gobernar con estabilidad.
La principal novedad de la encuesta es que recoge la posible participación de la izquierda abertzale ilegalizada, que irrumpiría de nuevo en las Juntas Generales con 9 escaños y un 16,11% de los votos, convertida en la tercera fuerza. El cuarto sería el PP, que conservaría sus seis junteros.
El otro dato significativo es que Hamaikabat (H1!), partido escindido de EA y actual socio del PNV en el gobierno foral, no lograría representación, con un 1,48% de las papeletas, al no haber conseguido un suficiente grado de conocimiento en la sociedad guipuzcoana.
El PP mantendría sus seis junteros y seguiría siendo la cuarta fuerza del territorio, mientras que Aralar sube a cinco escaños, tres más que en la actualidad, y aguanta el tirón de la competencia electoral que para ellos supondría el retorno de Batasuna a las urnas.
Por su parte, EA lograría tres escaños, un resultado menor que los siete que logró en 2007, de la mano de los actuales miembros de Hamaikabat, pero que le permite tener presencia institucional pese al castigo intrínseco que suelen acarrear las escisiones y la dura competencia de siglas soberanistas. Por último, EB pierde tres procuradores y sólo obtendría un juntero, mientras sus ex compañeros de Alternatiba y UPyD no entran en la institución. La abstención alcanza el 38,59%, un punto y medio menos que en 2007, aunque sigue siendo considerada alta. Los resultados del Estudio Relativo a la Participación Política y Cívica en los Municipios y Comarcas de Gipuzkoa, que incluyó también grupos de debate, fueron presentados por el diputado general, Markel Olano, que los ha trasladado a los demás partidos.
Los números arrojan una situación de igualdad y un reordenamiento del mapa, provocado principalmente por la inclusión en el sondeo del mundo de Batasuna. La situación cambiaría de nuevo radicalmente si finalmente Batasuna no logra volver a las urnas pese a su apuesta por las vías exclusivamente políticas y el cese definitivo de la violencia de ETA. El PNV ganaría los comicios, pese a perder fuerza por la vuelta de la izquierda abertzale, pero tendría la obligación de pactar para gobernar, sea con los constitucionalistas o con las formaciones de izquierda abertzale.
Los hipotéticos bloques constitucionalista (PSE-PP) o soberanista (izquierda abertzale-Aralar-EA), sumarían más escaños que los jeltzales aunque sin llegar tampoco a la mayoría absoluta. Por tanto, todas las opciones se mantienen abiertas. Aunque la mayoría de los encuestados (44,56%) no tiene preferencia por ninguna coalición, la opción más votada es la entente transversal PNV-PSE-EE, con un 13,76%, en el convencimiento de que la «diversidad es positiva». Le sigue la opción PNV-Aralar, con un 6,10%. El actual pacto en el Gobierno Vasco, PSE-PP, exportado a Gipuzkoa, apenas cuenta con apoyo del 2,79%, mientras el resto de combinaciones obtiene un respaldo residual, entre ellas la entente soberanista izquierda abertzale-Aralar-EA (1,07%) o una eventual coalición PNV-izquierda abertzale (0,59%)
La encuesta otorga también al partido jeltzale el triunfo global en las municipales por apenas punto y medio sobre los socialistas, aunque no lo desglosa por municipios. Pese a los casi cuatro años de gobierno de Olano y la consolidación de su imagen, los socialistas aguantan la estela del PNV, gracias a que conservan su fuerza en los núcleos urbanos. Mientras, los peneuvistas triunfan en municipios de menor tamaño y zonas del interior.
Otro aspecto importante del sondeo es la valoración de líderes, centrada en el diputado general y el lehendakari. Olano saca un aprobado raspado y supera a Patxi López (5,03 frente a un 4,34), aunque el diputado general sólo es conocido por el 50% frente al 90% que sabe quién es el lehendakari. El diputado general aceptó el dato con cautela «sin alharacas», aunque esté por encima de la media ciudadana, que tiene una opinión «negativa» de los políticos. El estudio concluye que Olano es «cada vez más conocido». Es percibido como «humilde y cercano», pero necesita «trabajar más la comunicación directa con la ciudadanía». Los no nacionalistas le ven «con un discurso demasiado nacionalista».
Diario Vasco
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