El veterano socialista Valentín Cabrero Urzáin, de 83 años, falleció este martes en Tafalla. Cabrero fue un abanderado de la dignificación de los republicanos asesinados tras el golpe militar de 1936.
Gran parte de su vida la dedicó a buscar el cadáver de su padre, Antonio Cabrero Santamaría, alcalde socialista de Pitillas fusilado en la sierra de la Alcarama, en el límite entre Soria y la Rioja.
La familia Cabrero elevó en julio de 2010 un monotito en un paraje próximo en el que, se supone, fue ejecutado el regidor pitillés junto a otro compañero de huída.
Valentín Cabrero dejó escrito unos recuerdos de niño huérfano que le marcaron toda la vida: “A la desaparición del padre, tuvimos que sumar la humillación que ejercían los vencedores. Las pasamos canutas. Nos quitaron todo, la trilladora nueva, la cosecha de trigo… y encima nos pusieron una multa de 500 pesetas por no engalanar el balcón de la casa el día del Corpus. Mi madre tuvo que vender el único macho que teníamos para pagar y aún le faltaban 50 pesetas que le tuvieron que prestar…”.
En la transición, Valentín Cabrero fue concejal socialista de Tafalla, localidad que acogió a su familia tras la guerra, también fue parlamentario foral por la Merindad de Olite en la primera legislatura y en la actualidad era presidente de honor de la Agrupación Socialista tafallesa.
ordago
Gran parte de su vida la dedicó a buscar el cadáver de su padre, Antonio Cabrero Santamaría, alcalde socialista de Pitillas fusilado en la sierra de la Alcarama, en el límite entre Soria y la Rioja.
La familia Cabrero elevó en julio de 2010 un monotito en un paraje próximo en el que, se supone, fue ejecutado el regidor pitillés junto a otro compañero de huída.
Valentín Cabrero dejó escrito unos recuerdos de niño huérfano que le marcaron toda la vida: “A la desaparición del padre, tuvimos que sumar la humillación que ejercían los vencedores. Las pasamos canutas. Nos quitaron todo, la trilladora nueva, la cosecha de trigo… y encima nos pusieron una multa de 500 pesetas por no engalanar el balcón de la casa el día del Corpus. Mi madre tuvo que vender el único macho que teníamos para pagar y aún le faltaban 50 pesetas que le tuvieron que prestar…”.
En la transición, Valentín Cabrero fue concejal socialista de Tafalla, localidad que acogió a su familia tras la guerra, también fue parlamentario foral por la Merindad de Olite en la primera legislatura y en la actualidad era presidente de honor de la Agrupación Socialista tafallesa.
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