En agosto del año pasado, el fuego arrasó más de 200 hectáreas de monte en Peralta. Las llamas devoraron todo el paisaje que encontraron en su camino, transformando el monte en una oscura estampa. Ahora, más de un año después, algunos de los peralteses que entonces vieron con impotencia cómo el fuego devastaba el monte se han unido al llamamiento de la Asociación Vallacuera para repoblarlo.
El pasado sábado, una veintena de vecinos, entre niños y mayores, se dieron cita en una zona ubicada entre el barranco de Vallacuera y el Alto Carricas para sembrar bellotas. "A principios de noviembre recogimos 140 kilos de bellotas de coscoja de otra zona y lo que hicimos el sábado fue sembrarlas en la zona arrasada por el fuego el verano pasado", relata Roberto Orduña. Según explica, la Asociación Vallacuera pidió asesoramiento al guarda forestal de Peralta y a la persona de Gobierno de Navarra encargada de la reforestación de la zona afectada por el fuego. "Ellos se encargan de la reforestación y por eso les pedimos consejo. Nos indicaron dos en las cuáles podíamos actuar y, finalmente, nos decantamos por la que está más cerca del pueblo", añadió Orduña.
La Asociación Vallacuera lleva ya ocho años realizando este tipo de actividad. Sin embargo, los dos últimos ésta ha adquirido un simbolismo mayor debido a que se lleva a cabo en las zonas arrasadas por el fuego. Según señaló Orduña, el objetivo de la repoblación llevada a cabo recientemente persigue un doble objetivo. Por un lado, recuperar la vegetación de una zona que cambió su estampa habitual debido al incendio y, por otro, dotar al paisaje de Peralta de una mayor diversidad. "Queremos darle más vida, que no sea todo monocultivo de pino sino que haya más variedad de plantas y árboles", indicó.
El resultado de la repoblación tardará bastante tiempo en poder apreciarse. "El crecimiento de las semillas de bellota es muy lento. Sin embargo, a su favor tiene que se recupera de los incendios. Tardaremos unos años en ver vegetación pero con que brote el 10% de lo que hemos sembrado serán bastantes arbustos", aseguró Orduña, quien quiso dar las gracias, en nombre de la dirección de la Asociación Vallacuera, a todas las personas que el pasado sábado se desplazaron al monte y colaboraron en la repoblación.
La coscoja florece entre abril y mayo y sus bellotas maduran durante el verano, para caer en otoño, se caracterizan por su amargo sabor.
Diario de Navarra
El pasado sábado, una veintena de vecinos, entre niños y mayores, se dieron cita en una zona ubicada entre el barranco de Vallacuera y el Alto Carricas para sembrar bellotas. "A principios de noviembre recogimos 140 kilos de bellotas de coscoja de otra zona y lo que hicimos el sábado fue sembrarlas en la zona arrasada por el fuego el verano pasado", relata Roberto Orduña. Según explica, la Asociación Vallacuera pidió asesoramiento al guarda forestal de Peralta y a la persona de Gobierno de Navarra encargada de la reforestación de la zona afectada por el fuego. "Ellos se encargan de la reforestación y por eso les pedimos consejo. Nos indicaron dos en las cuáles podíamos actuar y, finalmente, nos decantamos por la que está más cerca del pueblo", añadió Orduña.
La Asociación Vallacuera lleva ya ocho años realizando este tipo de actividad. Sin embargo, los dos últimos ésta ha adquirido un simbolismo mayor debido a que se lleva a cabo en las zonas arrasadas por el fuego. Según señaló Orduña, el objetivo de la repoblación llevada a cabo recientemente persigue un doble objetivo. Por un lado, recuperar la vegetación de una zona que cambió su estampa habitual debido al incendio y, por otro, dotar al paisaje de Peralta de una mayor diversidad. "Queremos darle más vida, que no sea todo monocultivo de pino sino que haya más variedad de plantas y árboles", indicó.
El resultado de la repoblación tardará bastante tiempo en poder apreciarse. "El crecimiento de las semillas de bellota es muy lento. Sin embargo, a su favor tiene que se recupera de los incendios. Tardaremos unos años en ver vegetación pero con que brote el 10% de lo que hemos sembrado serán bastantes arbustos", aseguró Orduña, quien quiso dar las gracias, en nombre de la dirección de la Asociación Vallacuera, a todas las personas que el pasado sábado se desplazaron al monte y colaboraron en la repoblación.
La coscoja florece entre abril y mayo y sus bellotas maduran durante el verano, para caer en otoño, se caracterizan por su amargo sabor.
Diario de Navarra
No hay comentarios:
Publicar un comentario