viernes, 16 de enero de 2009

LOS DATOS DEL INEM SÓLO NOS ENSEÑAN UNA PARTE DE LA REALIDAD


Por más que el refranero popular diga que año de nieves es año de bienes, cuesta mucho creer que en este 2009 se vaya a cumplir tal máxima, por lo menos para la mayor parte de la esta sociedad.

La semana pasada conocíamos el dato de las personas paradas registradas en las oficinas del INEM correspondiente al mes de Diciembre de 2008. El mismo, alcanzaba la cifra de 3.128.963 para el estado español y de 133.593 para Hego Euskal Herria. Datos tremendos, que caen como un mazo y que nos tienen que obligar a replantear muchas cosas. Datos, por otra parte, que nos enseñan el nivel de ensañamiento que la crisis está teniendo sobre las personas trabajadoras en general y sobre las más precarizadas en particular. Si bien hoy hay un 40% más de personas en paro que hace un año en Hego Euskal Herria (las peores subidas se las han llevado Araba y Nafarroa), el número de las personas jóvenes paradas se ha incrementado en un 70%.

Si bien ya nos lo esperábamos, ahora estamos comprobando empíricamente que los efectos de la crisis sobre el empleo iban a comenzar por las personas que conformaban la gran bolsa de precariedad que existía de manera previa, esto es, antes de despedir o de recortar plantillas lo que se hace es dejar de renovar los contratos de las personas temporales. Es, además, un proceso de pérdida de puestos de trabajo que se hace en silencio, sin levantar la misma polvareda que supone un ERE, aprovechándose de la indefensión de mucha gente y del silencio, cuando no la complicidad, de parte de las plantillas y de los grandes sindicatos. Es por eso que la lucha contra las consecuencias de la crisis no se tiene que visualizar a partir de momentos concretos de alta conflictividad laboral (aunque eso nos ayude a socializar las luchas), sino que la lucha tiene que empezar por construir un muro de resistencia contra la precariedad laboral, considerando que todas las personas que están empleadas constituyen el mismo colectivo y no estableciendo diferencias entre “fijos” y “temporales”.

Por otra parte, tenemos que ser muy conscientes de que estos datos del INEM sólo nos están enseñando una parte de la realidad. Nos falta tener en cuenta todas las personas (en su gran mayoría mujeres e inmigrantes) que han perdido sus trabajos en la economía sumergida. Personas que se encuentran en una indefensión absoluta y con unos niveles de protección social también mucho mayores. Como tampoco nos podemos olvidar de las miles de personas autónomas que han tenido que abandonar su actividad y que también se encuentran en mayor indefensión que las personas trabajadoras por cuenta ajena.

Ante esta coyuntura tenemos que ser capaces de delimitar un terreno de juego amplio que nos permita construir un gran movimiento de solidaridad y confrontación.

Confrontar el hecho que mientras 1.000.000 de personas se han ido al paro en el estado español durante 2008, han sido decenas de miles de millones los que se han inyectado para que la banca y la empresa privada sigan con su negocio. Curiosamente, esas mismas entidades bancarias que exigieron tales cantidades de dinero para su supervivencia anuncian, en sus cuentas de beneficios, nuevas subidas de los mismos. Tenemos que ser capaces de articular el descontento, creando un movimiento amplio de solidaridad que vaya desde las personas con contratos fijos que afrontan el miedo de despidos masivos, hasta las personas en situaciones de pobreza y gran precariedad económica,… todas estamos en el mismo barco. Durante años han inventado e implementado mil maneras de separarnos, entramparnos en una maraña de relaciones laborales distintas, dividirnos entre estables y precarios, trabajadores de empresa y de contrata,…. Además, nos han bombardeado constantemente, sin tregua, con su propaganda, consiguiendo que el neoliberalismo se convierta en el pensamiento único, en la manera de pensar por defecto. Pues bien, ahora tenemos una oportunidad histórica de plantar cara. Defendiendo, empresa por empresa, todos y cada uno de los puestos de trabajo, solidarizándonos y haciendo nuestras todas y cada una de las situaciones de opresión, buscando espacios comunes con movimientos y organizaciones sociales, desenmascarando el discurso y las prácticas de nuestra clase política aliada incorregible del status quo, luchando por avances sustanciales en el conjunto de los derechos sociales (Renta Básica, AES, Vivienda,…). Siguiendo este camino, quizás sí lo consigamos, quizás convirtamos este 2009 en año de bienes, de bienes colectivos.
Igor Mera (ESK-CUIS)

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