El Ayuntamiento de Leoz va a reformar próximamente la capilla de la iglesia de Benegorri, tal y como solicitó el Arzobispado de Pamplona para que la pila bautismal vuelva a ser instalada en su lugar original. La pila, de estilo románico y gran valor arquitectónico, fue trasladada, sin previo aviso, de la iglesia de Benegorri durante unas obras de restauración que se llevaron a cabo en la zona y a día de hoy permanece en el museo del Arzobispado.
Aproximadamente hacia el año 2004-2005 el Ayuntamiento de Leoz, al que pertenece la localidad de Benegorri, llego a un acuerdo con el Arzobispado de Pamplona para limpiar las ruinas de la iglesia de Benegorri. "La nave central y la torre se habían caído hacia dentro y procedimos a limpiar toda la zona", explica Endika Zabalza, alcalde de Leoz. Para ello, firmaron un acuerdo con el Arzobispado, de forma que "decidimos que el Ayuntamiento limpiaba la ruina y el Arzobispado nos cedía la casa parroquial", añade Zabalza. De ese modo, restauraron el perímetro de la iglesia y arreglaron la sacristía.
Al realizar los trabajos, ambas partes contaban con la posibilidad de que apareciese en el transcurso de las obras la pila bautismal construida en la segunda mitad del siglo XII, tanto es así que "firmamos un contrato para especificar qué se haría con la pila en caso de que apareciese y se concretó que se ubicaría en la propia sacristía de Benegorri, en la zona o, como último término, en el museo que se instalará en Cataláin", relata Zabalza.
Efectivamente, al realizar los trabajos de restauración se encontraron con la pila bautismal en perfecto estado, "avisamos de que había aparecido y a la semana alguien se había llevado la pila bautismal al museo del Arzobispado. Sin duda, las formas no fueron las más correctas", relata Zabalza.
Ante este hecho, el Arzobispado alegó que el espacio de la sacristía, de 9 metros cuadrados, debía ser "digno para el culto". Por ello, desde la Iglesia propusieron rasgar una de las paredes de la sacristía para poder colocar en la misma la pila. El Ayuntamiento de Leoz presentó el proyecto en Príncipe de Viana y esta institución ha dado el permiso para la obra. Ahora, una vez que se concluya, el Ayuntamiento prevé que la pila vuelva a su sitio. "Digamos que ahora el Arzobispado no tiene argumentos para no devolver la pila a Benegorri. No sabemos lo que van a hacer, pero si no vuelve, iremos a donde haga falta", concluye Zabalza.
El caso del traslado de la pila bautismal de Benegorri a Pamplona no es el primero que se da en la Valdorba, puesto que, a lo largo de los años, distintas esculturas han sido trasladadas. Así ocurrió con la pila de Bézquiz, la de Amunarrizqueta (permanece como fuente en la colegiata de Roncesvalles) o la pila románica de Catalain. Todas desaparecieron en su día de su enclave habitual. "Todas estas piezas tienen un valor incalculable en su sitio, el espacio es fundamental para valorar estas obra de arte. No son trasladables a otros sitios, y la de Benegorri tiene sentido allí", relata Javier Intxusta, experto en el románico de la Valdorba."
La pila es un elemento románico, tiene un carácter simbólico, el tipo en el que están separados los arcos, los cuatro evangelistas… El espacio es fundamental para valorar esa obra de arte", añade Intxusta. Ante los traslados de estas obras de arte, solicitan que se cumpla la normativa, entre otros el acuerdo de Venecia de 1964, donde se especifica que "el monumento es inseparable de la historia de la que es testigo y del lugar en el que está ubicado".
Diario de Noticias
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