sábado, 17 de enero de 2009

EL SALVADOR: ELECCIONES CRUCIALES PARA EL CAMBIO


El Salvador enfrenta este domingo la primera fase de unas elecciones cruciales para avanzar hacia una nación más justa, pero este camino recorrido a lo largo de 188 años de historia republicana ha sido arduo y trabajoso. Ahora El Salvador estará a las puertas de un proceso de transformaciones dirigidas a tres objetivos básicos: sacar al país de la crisis, emprender el desarrollo y consolidar la democracia y el Estado de derecho.

Llamado ''El Pulgarcito de Centroamérica'' por ser el país de menor tamaño en la región, El Salvador enfrenta este domingo la primera fase de unas elecciones cruciales para avanzar hacia una nación más justa.

Como sucede cada 15 años, en 2009 coinciden los comicios municipales y legislativos con los presidenciales, lo cual significa la oportunidad de un cambio por el relevo simultáneo del gobierno nacional, las alcaldías y el Parlamento.

Arduo y trabajoso ha sido este camino recorrido a lo largo de 188 años de historia republicana. Independiente de la metrópoli española desde 1821, el antiguo Señorío de Cuscatlán (''lugar de Cosas Preciosas'' en idioma Nahuat), dejó de ser parte de la República Federal de Centroamérica en 1839.

Desde entonces y hasta 1929 se sucedieron regímenes liberales y conservadores en períodos de relativa calma, salpicados por conflictos militares derivados de pugnas entre los grupos de poder. El cambio más significativo fue la consolidación de una oligarquía cafetalera, la cual paulatinamente ocupó el lugar de los terratenientes productores de añil, una actividad económica cuyos vestigios aún pueden observarse en algunos sitios.

La caída del precio del café en medio de la gran depresión económica en Estados Unidos causó una crisis en el país, pues de pronto decenas de miles de familias perdieron su trabajo en las plantaciones y se vieron sumidas en la miseria y el hambre.

Ante esta situación campesinos e indígenas del occidente iniciaron en 1932 un levantamiento, liderados por Farabundo Martí, pero fueron brutalmente reprimidos por el régimen de Maximiliano Hernández, quien había tomado el poder por un golpe de Estado.

Más de 30 mil salvadoreños murieron a manos del ejército, entre ellos el propio Farabundo Martí, fusilado en febrero de 1932 junto con los líderes estudiantiles Alonso Luna Calderón y Mario Zapata.

Hernández fue depuesto por una huelga general en 1944, pero los gobiernos militares y las asonadas continuaron hasta la instalación de la denominada Junta Revolucionaria de Gobierno en 1979 y la elección de una Asamblea Constituyente en 1982.

En el ínterin tuvo lugar en 1969 un conflicto armado de 100 horas contra Honduras, provocado por tensiones mutuas entre las oligarquías, y al cual se le denominó la ''guerra del fútbol'' porque coincidió con desórdenes tras un partido entre los dos países.

La extrema pobreza sufrida por la mayoría de la población y la ausencia de espacios políticos para buscar una transformación por otras vías, dieron lugar al levantamiento armado de amplios sectores de la sociedad a finales de la década del 70.

El enfrentamiento subió de tono y se transformó en una guerra civil a partir de 1980, sobre todo tras el asesinato del obispo católico Óscar Arnulfo Romero, y se extendió hasta 1992, cuando se firmaron los Acuerdos de Chapultepec.

Más de 75 mil personas murieron o desaparecieron durante el enfrentamiento y la mayoría de casos fueron atribuidos al ejército, pero cinco días después de presentado el informe de la Comisión de la Verdad, la Asamblea Legislativa promulgó una amnistía total.

Luego de la firma de la paz se dio vida legal como partido de izquierda al Frente Farabundo Martí para la Liberación Nacional (FMLN) que se ha transformado en la principal fuerza política y puede, según las encuestas, vencer en los comicios de 2009.

Aunque en los últimos 17 años El Salvador logró mayores cambios en su sistema político que en la centuria precedente, muchos de los problemas que dieron origen a la guerra aún siguen pendientes.

La pobreza abarca al 36,8 por ciento de la población y en el área rural el índice se eleva hasta el 42,9 por ciento.

El costo de la canasta familiar asciende a 750 dólares, en tanto que el salario mínimo en la industria maquiladora es de 160 dólares y en las labores agrícolas está por debajo de 100.

La marginación y la miseria convierten a esta nación en un expulsor neto de migrantes, al grado de que casi tres millones de sus habitantes residen en el exterior, dos millones y medio de ellos en Estados Unidos.

Las remesas familiares se han convertido en uno de los principales motores de la economía, pero la crisis en Estados Unidos y el endurecimiento de las políticas anti inmigrantes están frenando su crecimiento.

Con menos remesas y exportaciones, 2009 se prevé como un período de grave reducción del consumo interno y serios problemas para pequeños y medianos empresarios.

En este panorama, cuatro millones 200 mil ciudadanos están convocados a las urnas para renovar a sus gobernantes nacionales y locales, así como a los legisladores.

Todos los sondeos indican un eventual triunfo del FMLN, tanto en los comicios municipales y parlamentarios del 18 de enero, como en los presidenciales del 15 de marzo próximo.

Si los resultados coinciden con los pronósticos, El Salvador estará a las puertas de un proceso de transformaciones dirigidas a tres objetivos básicos: sacar al país de la crisis, emprender el desarrollo y consolidar la democracia y el Estado de derecho.
Telesur

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