Nadie puede saber cuál hubiese sido la evolución política de Gregorio Ordóñez si no le hubiesen asesinado en un bar de la calle 31 de agosto donostiarra. Quizás hubiese acabado intentando, tal como se rumoreaba, clonar en Gipuzkoa el experimento de Unidad Alavesa, para incidir en los agravios inter-provinciales con Bizkaia. Más fácil de preveer es que de no haberse producido aquel crimen en aquella maldita tarde de enero de 1995, la figura polìtica de su acompañante y secretaria María San Gil difícilmente hubiese alcanzado su posterior proyección pública.
Retirada durante algunos meses de la primera fila de la actividad política tras fracasar en su intento de impedir el pragmático abandono por parte de Rajoy de las posiciones más exageradamente extremas del PP, nos anuncian hoy que le ha fichado Aznar para trabajar para la FAES y que su reaparición va a ser inmediata, el próximo lunes en Santiago de Chile. No le faltarán oyentes. Allí estará lo más granado del pinochetismo, no pocos procedentes de la diáspora vasca, la verdad es verdad aun cuando duela.
Además de enconar y distorsionar más el conflicto vasco, María San Gil pondrá su reconocida capacidad de trabajo a disposición de la tarea de extender la ideología neoconservadora de FAES, en su doble vertiente de marcar la agenda del PP a través de su influencia en medios controlados por la extrema derecha española, y de transmitir los valores del neoliberalismo y del imperialismo y de la defensa del modelo económico que está conduciendo al desastre a la economía mundial.
Si repasamos lo que ha trascendido durante los últimos tiempos de la actividad y de los posicionamientos públicos de FAES y de sus dirigentes, nos encontramos el cuestionamiento de la realidad del cambio climático o la negación del pacto secreto entre Aznar y Bush para organizar vuelos o escalas en territorio español de aeronaves de la CIA a Guantánamo. Y como además de ultraderechistas son bastante horteras, fue la misma fundación la que se encargó de desmentir públicamente las supuestas relaciones íntimas entre la ministra francesa de Justicia y Aznar, que utilizaba así el chiringuito como si de su agencia privada de prensa se tratase.
Todos estos posicionamientos se explican porque detrás de la FAES están poderosísimos grupos económicos como las multinacionales estadounidenses del petróleo que lógicamente buscan el desprestigio de las reivindicaciones ecologistas y de las investigaciones científicas que las avalan. Y están los lobbys que buscan continuar fortaleciendo el complejo industrial militar que incentive la carrera armamentista en todo el mundo.
También explica, claro está, la financiación de la fundación y de sus múltiples tentáculos. Por si ello no bastase, con el gobierno del PP recibían del orden de los tres millones de euros anuales. Pero lo más escandaloso es que la llamada Fundación para el Análisis y Estudios Sociales, asociación privada de Aznar, María San Gil, Fraga y compañía, continúe recibiendo actualmente parecidas subvenciones, según datos del BOE: del ¡¡¡¡¡ Ministerio de Cultura ¡!!! principalmente, y en menor medida de los de Educación y Asuntos Exteriores. En total, más de tres millones de euros también en el 2008. ¿Nos lo pueden explicar Zapatero, Fernández de la Vega, Patxi López....? ¿o por no ir más lejos Jiménez, Izco y compañía?
Retirada durante algunos meses de la primera fila de la actividad política tras fracasar en su intento de impedir el pragmático abandono por parte de Rajoy de las posiciones más exageradamente extremas del PP, nos anuncian hoy que le ha fichado Aznar para trabajar para la FAES y que su reaparición va a ser inmediata, el próximo lunes en Santiago de Chile. No le faltarán oyentes. Allí estará lo más granado del pinochetismo, no pocos procedentes de la diáspora vasca, la verdad es verdad aun cuando duela.
Además de enconar y distorsionar más el conflicto vasco, María San Gil pondrá su reconocida capacidad de trabajo a disposición de la tarea de extender la ideología neoconservadora de FAES, en su doble vertiente de marcar la agenda del PP a través de su influencia en medios controlados por la extrema derecha española, y de transmitir los valores del neoliberalismo y del imperialismo y de la defensa del modelo económico que está conduciendo al desastre a la economía mundial.
Si repasamos lo que ha trascendido durante los últimos tiempos de la actividad y de los posicionamientos públicos de FAES y de sus dirigentes, nos encontramos el cuestionamiento de la realidad del cambio climático o la negación del pacto secreto entre Aznar y Bush para organizar vuelos o escalas en territorio español de aeronaves de la CIA a Guantánamo. Y como además de ultraderechistas son bastante horteras, fue la misma fundación la que se encargó de desmentir públicamente las supuestas relaciones íntimas entre la ministra francesa de Justicia y Aznar, que utilizaba así el chiringuito como si de su agencia privada de prensa se tratase.
Todos estos posicionamientos se explican porque detrás de la FAES están poderosísimos grupos económicos como las multinacionales estadounidenses del petróleo que lógicamente buscan el desprestigio de las reivindicaciones ecologistas y de las investigaciones científicas que las avalan. Y están los lobbys que buscan continuar fortaleciendo el complejo industrial militar que incentive la carrera armamentista en todo el mundo.
También explica, claro está, la financiación de la fundación y de sus múltiples tentáculos. Por si ello no bastase, con el gobierno del PP recibían del orden de los tres millones de euros anuales. Pero lo más escandaloso es que la llamada Fundación para el Análisis y Estudios Sociales, asociación privada de Aznar, María San Gil, Fraga y compañía, continúe recibiendo actualmente parecidas subvenciones, según datos del BOE: del ¡¡¡¡¡ Ministerio de Cultura ¡!!! principalmente, y en menor medida de los de Educación y Asuntos Exteriores. En total, más de tres millones de euros también en el 2008. ¿Nos lo pueden explicar Zapatero, Fernández de la Vega, Patxi López....? ¿o por no ir más lejos Jiménez, Izco y compañía?
Praxku
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