Muchos y muchas (esto va dedicado a los estúpidos “sabios” de la RAE) piensan que la UPYD es la “marca blanca” del Partido Popular, creo que se equivocan. Puede que sean ser algo mucho peor: la “marca blanca” de la derecha extrema. No hablo de “extrema derecha”, que hoy por hoy son sólo un espantapájaros siniestro, una suma asquerosa de proxenetas, falangistas, seguratas, negreros y traficantes. La “extrema derecha” es demasiado excéntrica y distinta de la normalidad como para ser un serio peligro. El verdadero fascismo no es extraterrestre, vive muy cerca y tiene rostros tan normales como vulgares. Hablo de derecha extrema, de lo que fue el partido de Pim Fortuyn en Holanda (líder homosexual, candidatos negros) o de lo que es el lepenismo en Francia (voto obrero proveniente de la izquierda). Si Marine de Le Pen juega a ser una “Juana de Arco” con sobrepeso; Rosa Diez aparece como un nueva “Agustina de Aragón” con bolsos y zapatos de cocodrilo.
Una formación política para poder ser la “marca blanca” de la derecha extrema necesita provenir de la izquierda y presentar una cosmética posmoderna y liberal (mujeres, homosexuales, etnias minoritarias).¿Hay algo más machista que el discurso antifeminista de Toni Cantó? Pero como lo realiza una homosexual… ¿Vamos a considerar autoritario al “filosofo de los caballos” (Savater), alguien que se autodefine como “anarquista moderado”? ¿Cómo va a ser derechas alguien que fue dirigente del PSOE como Rosa Diez? Alguien debería recordar de donde venia Mussolini.
La derecha extrema es una nave para tiempos de crisis que permite transitar desde la izquierda y el liberalismo al autoritarismo conservador que puede llegar a ser fascista. ¿No son acaso los fascistas liberales asustados? Toda esta cosmética posmoderna izquierdista sirve para facilitar el trasbordo a la nave del miedo de millones de personas aterrorizadas ante la dimensión descomunal de la crisis sistémica. La aparente ambigüedad ideológica (“ni de derechas, ni de izquierdas”) no es sino otro impulso para este giro conservador.
El populismo de la UPYD, que identificamos históricamente con el lerrouxismo, lleva en su discurso y en su práctica política todo los virus de la derecha extrema. Vean sino el siguiente ejemplo: Rosa Diez propone un tribunal de Núremberg para el terrorismo etarra. Como si no hubiera habido miles de juicios, de condenas y de años de cárcel para los terroristas. Al mismo tiempo las víctimas del franquismo se pudren en el olvido. Ningún responsable de los crímenes de la dictadura ha pasado siquiera un minuto en un calabozo por ese motivo. Nadie ha sido ni procesado, ni condenado. El uso del terrorismo que hace UPyD es el uso típico que de enfatizar las emociones y lo sentimientos para nublar y manipular la razón.
UPyD lleva en su discurso alguno de los virus más agresivos de la derecha extrema : el nacionalismo español, el desprecio al feminismo y a la igualdad de género, la fobia contra las minorías, la contrarreforma educativa, la privatización de servicios públicos, el discurso antipolítico, el rearme militar, la defensa de la defensa de la energía nuclear, el etnocentrismo. Cuando se les seque por completo la teta del antiterrorismo demagógico irán a por los catalanes, y luego a por los inmigrantes. La dirección de este partido está compuesta por un grupo de oportunista capaz de situarse en cualquier extremo con tal de alcanzar el éxito político. Lo que pasa es el extremo hacia donde les arrojan sus padrinos económicos e ideológicos (Jiménez de los Santos, El Mundo, La Razón y otros) es un extremo situado a la derecha de la derecha . Como será la cosa, que hasta la FAES de “Josemari”, parece un peligroso club de intelectuales progresistas al lado de la demagogia sin límites, ni escrúpulos de esta derecha extrema tan querida por las hienas de la división mediática.
Francisco Garrido, en P36 Andalucía
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