LA ENCRUCIJADA DE ARALAR

Aunque la crisis interna venía larvándose desde hace meses, el día de ayer dejó en evidencia la encrucijada histórica en la que se encuentra Aralar, una vez conocida la desautorización pública hacia los tres parlamentarios -entre ellos, la portavoz Aintzane Ezenarro- que habían liderado y consensuado la ponencia política para abordar la era post-ETA. Todo ello a pesar de que, tras los últimos avatares de la política y los nuevos compromisos electorales de Aralar con Amaiur, su formación les advirtiera de que esta iniciativa no cumplía con las directrices del partido. Ezenarro, una de las políticas más reconocidas en los sondeos y con la que la formación abertzale liderada por Patxi Zabaleta logró un resultado histórico en la Cámara vasca (cuatro parlamentarios), no ha variado su posición con respecto al listón ético que debe prevalecer en la praxis política vasca y sobre la necesidad de acometer un proceso de normalización que incluya la legalización de la izquierda independentista. Sin embargo, todo indica que estos ejes de actuación desentonan ahora en la nueva estrategia política tras la alianza electoral de la formación de Zabaleta con Amaiur y que ha generado una contestación interna, si no mayoritaria, sí contundente. Malestar que tiene su máxima expresión en Gipuzkoa y Nafarroa, donde este acuerdo con los tradicionales sectores del entorno de Batasuna ha supuesto dejar de lado el trabajo realizado durante años en la ya inactiva NafarroaBai. La tarea de avanzar en la normalización y en la convivencia desde las instituciones que aboga la ponencia aprobada ayer por la inmensa mayoría del Parlamento (que incluye la participación de representantes de formaciones no legalizadas) se ha encontrado con el maximalismo de la izquierda abertzale, que exigía suspender la iniciativa hasta que todas las marcas dejaran de estar excluidas. Sin embargo, se obvia que una parte de Bildu y de Amaiur no renuncia a ejercer su representación en el Parlamento Vasco por el hecho de que en esta Cámara no están presentes todas las formaciones y que, cada vez que puede, aprovecha legítimamente esta plataforma para exigir que se ponga fin a lo que a todas luces es un anacronismo y una injusticia. Tras la decisión de ayer de los dirigentes de Aralar de exigir las actas a los tres defensores de la ponencia, queda por saber el futuro inmediato que le espera al grupo liderado por Ezenarro.

Editorial de Noticias de Gipuzkoa