Voy a comenzar estas líneas de un modo un tanto atípico. Me voy a saltar la tradicional introducción, sustituyéndola por una sencilla tabla de Excel. Qué queréis que os diga, soy de ciencias puras y siempre he creído que un dato objetivo y aséptico vale más que mil explicaciones. Bien, allá va: (….)
Es un cuadro que muestra la variación de población total de la Comunidad Autónoma Vasca, en comparación con la variación en Asturias para los mismos períodos (es importante señalar que se trata de datos tomados directamente del Instituto Nacional -español- de Estadística)
Datos del Instituto Nacional de Estadística
Muy bien. Como puede apreciarse a simple vista, la población asturiana descendió más que la vasca tanto en términos absolutos como en relativos desde 1981, y cualquiera que sea el período tomado (del 81 al 91, del 81 al 2001 o del 81 al 2010). Y eso teniendo en cuenta que la tasa de natalidad en la CAV es una de las más bajas de Europa.
Además, se aprecia que hubo una inmigración masiva a Euskadi (763.000 personas, un aumento de un 55% sobre la población preexistente) entre 1960 y 1981, siendo esa la principal explicación a ese espectacular aumento demográfico. Inmigración desde otras partes del Estado en su práctica totalidad. Por cierto, ese crecimiento se produjo en plena actividad de ETA, incluyendo algunos de los peores años “del plomo”.
He elegido mirarnos en el espejo de Asturias por tratarse de una región cantábrica, y, sobre todo, con una estructura industrial que sufrió –como en el caso vasco- la salvaje reconversión industrial de los 80. Los paralelismos siempre son discutibles, pero me ha parecido el caso más comparable.
A la vista de estos datos del Instituto Nacional de Estadística: ¿me quiere decir alguno de esos voceros tardofranquistas de dónde se sacan lo de los 200.000 exiliados vascos desde los ochenta??? (este párrafo debe leerse con voz muy indignada, casi iracunda).
Evidentemente, se trata de un nuevo intento de convertir una mentira en una verdad a base de repetirlo mucho (Goebbels, qué escuela creaste…). No es la primera sobre nuestro pequeño país. Una muy divertida fue aquella de que “los rojos separatistas incendiaron Guernica (sic)”.
Los datos son contundentes. Inapelables. Me he tomado el trabajo de recopilarlos de la página oficial del INE. No obstante, me permito contestar a algunas de las muchas falsedades, exageraciones, inexactitudes y calumnias vertidas a este respecto durante tantos años (el bulo comenzó aproximadamente en 2002, y fue rara vez contraargumentado, por razones que se me escapan).
Veamos. Por supuesto que mucha gente -lamentablemente- tuvo que abandonar Euskadi, especialmente en los 80, debido a la amenaza criminal de ETA, pero el número calculado (es un decir) no tiene ninguna base. No resiste el menor análisis y multiplica tal vez por diez, veinte… a la cifra real. Que una sola persona se haya tenido que marchar por esa razón ya es un drama en sí mismo, pero los españolistas y antiabertzales de siempre han querido hacerse el caldo gordo aprovechando que el Pisuerga pasa por Valladolid. Algunas reflexiones:
1. ¿Cómo sabe el sesudo analista-sociólogo que perpetró semejante pseudo-estudio que esas personas abandonaron Euskadi por la amenaza de ETA? ¿Se lo han preguntado a un muestreo estadísticamente significativo de ellos?. No, claro que no. Podemos probar a hacer una encuesta sobre la independencia en Lizartza, por ejemplo, y extrapolarla a todo Euskal Herria, ¿es válida?.
2. Ignoran interesadamente que en los 80 muchísima gente hubo de abandonar la CAV por el paro atroz (de más del 25% en la margen izquierda, por ejemplo), la reconversión industrial, etc. Euskadi, que había sido núcleo de acogida de emigrantes, ya no ofrecía oportunidades laborales, y no por culpa de ETA -aunque, desde luego, no ayudó-, como el tiempo se ha empeñado en demostrar.
3. Ignoran interesadamente que en aquella época miles de personas de los que vinieron a trabajar en los 50 y 60, se fueron jubilando y volviendo a sus pueblos de origen, como es costumbre entre muchos emigrantes. Y con sus familias.
4. Ignoran interesadamente que muchas personas que incluso hoy en día viven y trabajan fuera de la CAV, especialmente en Madrid, son… ¡¡nacionalistas vascos!! (varios amigos míos, sin ir más lejos) a los que la vida, las oportunidades laborales o los estudios han llevado a la capital del Estado. Se fueron de Euskadi sin tener nada que ver sus ideas políticas. Al contrario.
5. También se marcharon personas (conozco algunas) que nunca estuvieron amenazadas por ETA, pero que no quisieron vivir en una Euskadi euskaldun, libre, con ikurriñas, en la que la mayoría social quería un país distinto a su Una Grande Libre. Muchas personas que vivieron muy bien en el franquismo, y medraron a su alargada sombra, en ocasiones a costa del patrimonio expropiado a nacionalistas vascos. Al llegar la democracia (tal vez esperaron por si prosperaba el golpe de estado del 81) esas personas no vivían muy cómodas entre nosotros porque no podían aguantar la mirada a sus vecinos, que les recordaba su infame pasado reciente. Algunos de esos también se fueron. Y no por ETA.
Un ejemplo reciente de algo similar lo tenemos en la ínclita María San Gil. Resulta que esta señora no abandonó la CAV durante los duros años de actividad armada de ETA… pero anunció a bombo y platillo que se iba de Gipuzkoa… al conocer el éxito electoral de Bildu en las pasadas elecciones. Es como si un español de izquierdas se autoexilia de España porque va a gobernar el PP. Pues usted verá, es muy libre de irse, si quiere, pero no porque le obligue nadie…
6. Pero lo peor no es el personaje que excretó (sic) la cifra. Aquel caballero, era y es un furibundo antinacionalista vasco y nacionalista español, destacado por intentar falsear datos estadísticos y que digan lo que él quiere leer. No.
Lo peor es el coro infinito de palurdos que hablan de oídas. Desde entonces, quien menciona la cifra, se lo ha escuchado a alguien en alguna radio, TV o periódico (Intereconomía, La Razón, Abc u otros ), quienes a su vez lo han oído en un mitin del PP, cuyo portavoz lo leyó a su vez en algún panfleto… llegando a quien lo puso en circulación. Pero no existe ningún estudio serio, se trata de un cálculo a mano alzada, a ver si colaba, sabiendo que sería magníficamente bien acogido -sin ser cuestionado- en la sociedad más abajo del Ebro. Se trata, además, de un extraño fenómeno físico: el asombroso caso de la Cifra Expansiva, que empezó en doscientos mil, pero según qué tertuliano la mencione, va ya por 300.000 y subiendo. A este paso va a haber más exiliados que residentes.
Pues, no, amigos españolistas, no. Es sencillamente mentira. Se puede decir más alto, pero no más claro: lo de los 200.000 vascos exiliados es MENTIRA, y no se va a convertir en verdad, ni siquiera en media verdad, por mucho que se repita desde todos sus medios de comunicación. Ya está bien.
Por cierto, que he aportado los datos del INE porque soy muy cartesiano, pero no vamos a invertir la carga de la prueba: el que acusa debería demostrarlo con pruebas, no con cábalas enfermizas. ¿La población de Asturias se exilió debido al famoso ATA (Asturias Ta Askatasuna)?
Teodosio, en Arabatik
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