El cruce de reproches entre Iñigo Urkullu y el PNV de Gipuzkoa reabre las hostilidades internas que permanecían latentes tras un largo periodo de calma. Escasos tres días de resaca electoral han sido suficientes para que las aguas empiecen a bajar turbias en el seno del partido jeltzale, que no está dispuesto a conformarse con «ser segundo en Gipuzkoa y cuarto en Araba». Mucho menos cuando en el horizonte asoman unos comicios autonómicos, en los que cada uno de los tres territorios repartirá 25 escaños.
El detonante de la tensión, en esta ocasión, han sido unas consideraciones públicas que el presidente del PNV decidió airear 48 horas después del 20-N y en las que llamaba a un cambio de estrategia. A modo de autocrítica, Urkullu subrayaba el martes la necesidad de «reconducir» el discurso del partido en Gipuzkoa tras unos resultados electorales que, a pesar de ganar en número de votos, dejan un balance en el territorio de un escaño menos que en 2008 y una única victoria por municipios, la de Hondarribia. La contestación, breve y dolida, llegó ayer por la mañana de boca del concejal Eneko Goia, mano derecha del presidente guipuzcoano, Joseba Egibar, y actual portavoz del partido en el Ayuntamiento de Donostia. A preguntas de los periodistas, en una rueda de prensa municipal, el edil calificó de «inoportunas y desafortunadas» las palabras de Urkullu y justificó su parquedad en que no le gusta «mantener, en público, debates que corresponden a esferas internas del PNV. Fuentes del partido, molestas con la afirmación del «concejal Eneko Goia», le recomendaron que «sería mejor que dedicara todos sus esfuerzos a conseguir mejores resultados para su partido».
En sus declaraciones, Urkullu asumía que el denominado 'modelo PNV' «quizás no ha sido tan identificable» en parte de Gipuzkoa, y que puede que «se esté llevando una trayectoria de desdibujamiento basada en primar lo épico o las cuestiones identitarias». Estas palabras han causado un grado de malestar considerable dentro del GBB.
La decisión de Urkullu de airear en los medios esas consideraciones, que algunas fuentes lamentan que no se pusieran encima de la mesa en la reunión del EBB del pasado lunes, han causado importantes recelos en la familia jeltzale de Gipuzkoa. Fuentes del partido aseguran que «bastantes personas», no solo afiliados, han llamado al GBB alarmados por las declaraciones del presidente del partido.
La asamblea de Gipuzkoa reunida ayer por la tarde en el colegio Olarain de Donostia para abordar el debate y aprobación de las enmiendas a los documentos de reflexión de la asamblea general del 14 y 15 de enero, tenía previsto hacer una valoración de los comicios del pasado domingo. En la reunión, quedó reflejado también el malestar y la tensión nacida de las últimas manifestaciones de su presidente.
En su defensa, el GBB alega que «no es un resultado negativo» ser el único partido que sube en Gipuzkoa en número de votos tomando como referencia las elecciones de mayo, que mantienen una senadora, Lore Leanizbarrutia y que por un puñado de votos Amaiur se quedó con el que hubiera sido su segundo escaño en el Congreso por el territorio guipuzcoano.
El Diario Vasco
No hay comentarios:
Publicar un comentario