lunes, 21 de noviembre de 2011

EUSKADI SE SALVA DE LA MAREA AZUL

La espectacular derrota del PSOE, no por esperada ha resultado menos dolorosa. Los votantes, asustados con la crisis y enfadados con las mentiras y la frivolidad de las formas de Rodríguez Zapatero, han decidido quedarse en casa o pasar factura. La política está llena de paradojas: aunque las causas de la crisis económica son diversas y quien más quien menos ha ido poniendo su granito de arena para que todo acabe explotando al final, en esta ocasión se ha votado a la derecha con la confianza de que sabrá arreglar este desaguisado a cuya creación han contribuido, precisamente, personas y grupos que comulgan mucho más con una ideología de derechas que de izquierdas, si es que hoy, visto lo visto, se pueden hacer esas divisiones. El caso es que los españoles han decidido sacar la camisa azul del armario. Ese es el color elegido por el Ministerio y los periódicos a la hora de dar la información y reflejar de forma gráfica el reparto de escaños. ¿Y ahora? Pues ahora sigo viendo esto de la crisis tan complicado como lo veía ayer. Pero los resultados son más que claros: en esa marea azul se salvan Cataluña y Euskadi, las dos regiones que dieron origen a este estado de las autonomías en donde todo el mundo toma café en tazas similares y en donde hablar de federalismo asimétrico es mentar a la bicha. Bueno, pues nada, vendrá bien que los nuevos gobernantes miren de vez en cuando el mapa.
En Euskadi la coalición Amaiur ha obtenido un gran triunfo, en el marco de una participación en las urnas mucho mayor que en las elecciones de 2008 y mayor, incluso, que en las últimas municipales. Ha obtenido también muy buenos resultados en Navarra, a base de laminar, eso sí, la mayoría nacionalista que se había conformado años atrás en torno a Nafarroa Bai. La izquierda radical boicoteó desde el principio a la coalición que ha liderado Uxue Barkos en los últimos años. A ese boicoteo se sumaron EA, primero, y Aralar, después, viendo que había pocos peces para tanto pescador.
La situación de la Comunidad Foral nos ha mantenido en vilo hasta que se han hecho todas las cuentas, porque parecía que en esta ocasión Uxue Barkos se quedaba fuera. Es una magnífica noticia que continúe en el congreso. Lo cierto es que la suma de los votos de Amaiur y Geroa Bai supera ampliamente los votos obtenidos por el PSN: es el premio a la errática política que los socialistas navarros eligieron hace ya bastantes años. El personal prefiere votar al original y no a la fotocopia. Una política de alianzas un poco más atractiva hubiera desbancado a la derecha en Navarra.
El PNV tenía miedo en esta apuesta. Ha salido más que airoso. En varios momentos de la campaña, y a la luz de las encuestas, se puso en cuestión que pudiera formar grupo parlamentario. Ha conseguido los cinco diputados necesarios. Además, obtiene bastantes más votos que Amaiur, tanto en Euskadi, como si se tienen en cuenta los datos de Euskadi y Navarra de manera conjunta. Tal como estaban las cosas, en momentos en los que a Amaiur todavía le asiste la fuerza del despegue, el resultado es más que satisfactorio, aunque ha perdido votos con respecto a las municipales pasadas. Es más que evidente que el principal adversario del PNV en el futuro es Amaiur (o el nombre que adopte).
Tanto el PP como el PSE han obtenido más papeletas que en las municipales, aunque los socialistas tienen un problema, porque los resultados de 2008 quedan muy lejos. Los populares cierran la contabilidad con un número parecido de papeletas a las obtenidas en aquella ocasión.
Se ha producido un cambio muy grande en el Parlamento español, en donde va a haber dos grupos nacionalistas representando a Euskadi, como sucediera hace ya muchos años. Y los votos muestran de nuevo la situación de difícil gobernabilidad que se puede originar en nuestra comunidad: en estos momentos la población es claramente nacionalista, aunque en Vitoria gobierne una coalición de partidos que representa, nos guste o no, a una minoría.
Es una situación que vuelve a ratificar lo sucedido en las últimas elecciones. Supongo que eso tendrá también reflejo a la hora de fijar el calendario de las próximas elecciones autonómicas dentro de unos meses.
Esta es la situación, y esto es lo que han querido los ciudadanos. Hay un punto que me preocupa: tras la derrota de ETA, todo el mundo va a volver sus ojos al pasado y va a haber enormes intereses en echar tierra sobre lo sucedido. Y no debemos olvidar lo pasado.
Alguien dijo que la historia sobre lo sucedido la escribirán los partidos vencedores. Al margen de los votos, el PNV, el PSE y el PP se deberían de poner manos a la obra de inmediato, porque ahora hay muchos candidatos a escribiente. Tenemos una enorme deuda con las víctimas: no las volvamos a machacar. Renunciar a nuestros principios éticos tendrá graves consecuencias para nuestro propio futuro como sociedad.
Pello Salaburu, en El Diario Vasco

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