Cáseda es el quinto pueblo de Navarra con mayor proporción de asesinados en la guerra civil, tras Lodosa, Sartaguda, Mendavia y Cárcar. Están documentados 51, incluido el párroco, aunque posiblemente haya alguno más entre los obreros que trabajaban entonces en las obras del canal de las Bardenas y que figuran como desaparecidos. Dejaron 18 viudas, 73 huérfanos de padre y 46 madres sin hijos. En seis casas mataron a padre e hijo. Una historia del horror que se recoge ahora en el libro Kaseda 1936 Cáseda, de Andrea Aiape, que ha editado Altaffaylla y que se presentó ayer en Pamplona.
"Desde pequeña veía que cuando se hablaba de este tema había silencios y eso me llevó a querer saber más. En 2006 empecé a hacer entrevistas por el pueblo y las grabé en vídeo. Ahora, cuando se cumplen 75 años de aquello el libro ve la luz con dos objetivos: hacer un homenaje a los 51 casedanos asesinados, que queden en la historia; y dejar esta información para el futuro", señaló la autora, Andrea Aiape, en la presentación.
El resultado de su trabajo es un libro de 230 páginas, plagado de documentación, fotografías y testimonios, que consta de tres partes: una primera en la que se describe la situación del pueblo en 1936, marcada como en otros lugares por los conflictos en torno a los comunales; una segunda en la que se detallan las 51 historias de los asesinados, y una tercera que ahonda en lo que sucede 75 años después. "Aún hoy es difícil hablar de esto en Cáseda, mucha gente del pueblo preferiría que este libro no se hubiese escrito. Mataron a 51 personas y no se puede ni hablar de ello. Es injusto y por eso hice el libro", señala Aiape. Y lo que es peor. La paloma de la paz que culmina el mausoleo dedicado a los asesinados en el cementerio ha sido tiroteada en varias ocasiones. Tampoco el Ayuntamiento de Cáseda ha querido tener memoria. "En 1979 cedió parte del cementerio para el mausoleo y desde entonces nunca ha hecho nada", lamentó Aiape.
En la presentación del libro estuvo Pilar García, una de las pocas testigos directos que quedan. Su padre, Antero García, líder local de UGT, fue asesinado el 4 de diciembre de 1936, unos días después de cumplir 26 años. Dejó viuda y una hija, Pilar, quien ayer expresaba su agradecimiento a todos lo que han hecho posible este trabajo: "Mi madre decía: cómo voy a perdonar si no ha venido nadie a pedir perdón. Ella y yo siempre hemos hablamos con todos, pero ha habido muchos cobardes que han preferido no hablar".
Por su parte, María José Ruiz, de Altaffaylla, dijo que este libro es hijo del Navarra 1936, de la esperanza al terror, referente de este tipo de estudios y del que ahora se van a cumplir 25 años.
Diario de Noticias
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