SEIS POSIBILIDADES Y UN MONTÓN DE PREGUNTAS

Quedan pocas horas ya para el cierre definitivo de una campaña electoral que, solucionado el dilema básico que se dirime siempre en elecciones generales, se ha hecho más larga que nunca. Con la atención preferente a lo que los resultados pueden significar en la vida política más próxima a nuestro entorno, resulta manifiesto que de los 5 escaños de Navarra, hay dos seguros para UPN-PP y otro para el PSN. De forma que sólo existen seis posibilidades de resolución:

- UPN-PP 3, PSN 2

- UPN-PP 3, PSN 1, Geroa Bai 1

- UPN-PP 3, PSN 1, Amaiur 1

- UPN-PP 2, PSN 2, Geroa Bai 1

- UPN-PP 2, PSN 2, Amaiur 1.

- UPN-PP 2, PSN 1, Geroa Bai 1, Amaiur 1.

Para que las cosas se decanten de una u otra manera, hay que hacerse unas preguntas básicas, cuyo desenlace condicionará el resultado:

En qué medida llegará el bochorno del electorado conservador navarro ante las corruptelas del gobierno de Barcina a limitar la ola avasalladora en la que viene montado el PP. Si pasan de los 130.000 votos, el escaño de los demás encarece sobremanera.

Ante las casi inexistentes posibilidades de impedir la mayoría absoluta conservadora, ¿funcionará como otras veces el voto útil al PSOE, en detrimento de las izquierdas minoritarias?

Si la postura ambigua de Amaiur en cuanto a la asistencia de sus electos al Congreso supondrá o no una ralentización del tirón de Bildu en mayo.

Si el carisma de Uxue Barkos y la coherencia de su discurso serán suficiente para hacer conocida en pocos días una marca política improvisada ante la marcha de tres de los cuatro partidos que formaban NaBai.

¿En qué medida podrá Izquierda-Ezkerra retener un voto que no tiene otra expectativa en Navarra que contribuir a llegar al 5% estatal para que IU pueda constituir grupo parlamentario?

Son algunas de las posibles preguntas determinantes que se corresponden con corrientes de fondo cuyo alcance nos resultará a todos obvio y previsible el mismo domingo por la noche, pero que ahora no alcanzamos a percibir. Después de visto, no quedan tontos. En política, como en tantas otras asignaturas de la vida.

Praxku