LOS REYES DE BÉLGICA EN TRAIBUENAS

Hoy vamos a cambiar de registro y vamos a hablar de la realeza , de la aristocracia y de la conexión que ambas tuvieron con Traibuenas, uno de los núcleos de población menos poblados y de aspecto más decadente hoy en día de nuestra merindad. Un pueblo relativamente reciente, que surge a principios del siglo XVI como consecuencia de la construcción del suntuoso palacio del duque de Miranda, propietario de extensas tierras, parte de las cuales serían expropiadas cuatro siglos después, al filo de los años sesenta del siglo XX , para construir el poblado de colonización de Rada.

En 1981, Luis de Silva y Azlor de Aragón, Duque de Miranda de la época y la Marquesa de Narros, exclusivos propietarios de Traibuenas, vendieron a los arrendatarios las tierras que trabajaban , para lo que éstos recibieron ayudas de la Diputación, y regalaron las casas a los colonos.

Los reyes de Bélgica, Balduino y Fabiola, que tenían lazos de amistad e incluso familiares con los duques, estuvieron en el pueblo en varias ocasiones, siempre en julio y en visita de incógnito, según declararon a la prensa vecinos del pueblo tras la súbita muerte del monarca en 1993.

Balduino era desde 1951 el quinto rey de Bélgica, tras la abdicación de su padre Leopoldo III , cuya imagen cayó en desgracia por su actitud claudicante ante la invasión de su país por la Alemania nazi. Mucho más siniestro era aún el balance, aun cuando quizás no fuera percibido así por su pueblo, que dejó el segundo rey de la dinastía, Leopoldo II, que convirtió a Bélgica en una potencia colonial a costa de exterminar a diez millones de congoleños y esclavizar a toda la población para obtener el caucho. Fue precisamente bajo el reinado de Balduino, nieto del sobrino de Leopoldo II, cuando en 1960 el Congo obtuvo la independencia.

Balduino fue un rey de perfil bajo, de comportamiento siempre discreto. Su rasgo más acusado era su extrema religiosidad, hasta el punto de que abdicó por dos días de su reinado en 1990 para no verse forzado a sancionar la ampliación de los supuestos legales del aborto.

Probablemente fue en España donde la figura de Balduino alcanzase mayor relevancia tras su boda en 1960 con la aristócrata española Fabiola de Mora y Aragón. Balduino era un personaje cohibido, poco amigo de fiestas y de amistades, y su soltería comenzaba a ser vista como un problema de Estado por lo que le tuvieron que buscarle por encargo una novia en la reserva espiritual de Occidente. Esta boda, además de constituir poco menos que la noticia del siglo en España y motivo para la compra apresurada del primer televisor en muchísimas familias, supuso una inestimable ayuda al franquismo para superar su situación de aislamiento, más psicológico que real, en Europa, al unir al rey de un país democrático con una española virtuosa según los valores dominantes en la sórdida España de la época.

Quien haya superado los cincuenta y frecuentase Zarautz por aquellos años, recordará el profuso engalanamiento con banderas españolas y belgas con el que se saludaba la presencia de los reyes todos los veranos. En Motril la Guardia Civil acotaba la playa cuando bajaba Balduino. Toda una reedición de Bienvenido, Mister Marshall para escenificar la normalidad política bajo la dictadura.

Sin embargo, nada de esto ocurrió en Traibuenas. Las visitas de Balduino y Fabiola se produjeron todas con el mayor de los sigilos, puesto que nunca salieron para nada del palacio de los duques. Eso no quiere decir que nadie se enterara. Y ahí queda para la biografía de esta humilde población, por extraño que hoy parezca.

Sin embargo, Traibuenas no fue el único lugar de Navarra que visitasen con cierta frecuencia, pues tal como se recoge en las noticias que Bingen Amadoz tiene seleccionadas en la historia de Murillo el Cuende http://www.murillete.com/, poseían propiedades importantes en Ciriza, en el valle de Etxauri, donde eran dueños del denominado caserío de Elio, compuesto por una iglesia, un palacio, una casa y bastantes terrenos, que tenían arrendados.

Praxku