El ganadero Fermín Irigarai Gil, vecino de Burguete y de 46 años, es desde ayer el nuevo presidente del sindicato Euskal Herriko Nekazarien Elkartasuna (EHNE) Nafarroa. Casado y con dos hijos, Fermín Irigarai, quien releva en el cargo a Natxo Larrainzar, ha sido durante los últimos siete años secretario general de la organización. En la Ejecutiva que salió del quinto congreso del sindicato no hay, de momento, secretario general.
"De los diez miembros de la Ejecutiva, excepto yo e Ignacio Gil, todos son nuevos, sin experiencia en cargos. Por eso, vamos a esperar un tiempo para proponer a alguno de ellos para secretario general", explicó el nuevo presidente de EHNE, sindicato fundado en 1986 y que cuenta con 1.600 afiliados.
Fermín Irigarai y los otros nueve vocales que componen la Ejecutiva fueron elegidos por los doscientos delegados que asistieron al congreso, celebrado en Pamplona bajo el lema "A pesar de todo agricultores/as y ganaderos /as". En concreto, la nueva dirección contó con el apoyo del 90% de los delegados. Al acto asistieron entre otros, el secretario general de COAG (sindicato nacional en el que está enmarcado EHNE), Miguel López Sierra, así como la consejera de Desarrollo Rural y Medio Ambiente, Begoña Sanzberro, y el director general de Agricultura y Ganadería, Ignacio Guembe Cervera, así como el coordinador general de Aralar, Patxi Zabaleta.
El nuevo presidente de EHNE pidió al Gobierno central un "contrato social", de manera que se compense a los agricultores y ganaderos no sólo por producir alimentos de calidad y a precios asequibles, sino también por su labor a la hora de preservar el medio ambiente y de salvaguardar el equilibrio territorial del país. " ¿Alguien se da cuenta del desastre que sería una Navarra sin agricultores ni ganaderos? Sería la ruina", afirmó Irigarai, para quien el contrato social es la única forma de evitar la desaparición del sector.
Para Irigarai, los agricultores y ganaderos están sufriendo una crisis mucho más acentuada que el resto de la sociedad. Recordó cómo asistimos a distintos planes de rescate a sectores como la construcción y el automóvil. "El contrato social sería una fórmula de rescate porque, por ejemplo, se dice que se va a incentivar el consumo. ¿Pero qué consumo?, porque está entrando carne de Polonia por debajo de costes y porque vienen de otros países alimentos con dumping social, medioambiental y en muy dudosas condiciones sanitarias y de calidad", dijo Irigarai, quien criticó que no exista "ningún tipo de control".
Irigarai también criticó que no haya una ley de márgenes comerciales, al mismo tiempo que pidió más medidas para evitar el cierre de explotaciones. "Es necesaria una política pegada a la realidad y que posibilite nuestro futuro".
Diario de Navarra
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