Los padres y madres de la apyma del colegio público Elías Terés Sádaba de Funes convocaron el martes una reunión informativa en la que expusieron, ante más de 100 personas, el malestar general que existe en el centro educativo, sobre todo con el alcalde del municipio, Isidro Velasco, por dos cuestiones de diferente índole que llevan en punto muerto varios meses; una que afecta a un problema de accesibilidad y otra que atañe al porche situado en el patio del colegio.
En primer lugar, desde la apyma denuncian que no existe la posibilidad de que una persona con movilidad reducida suba al segundo piso porque no hay ascensor. Precisamente, para solucionar este problema, la Cooperativa Agrícola Santiago Apóstol, donó hace unos meses 14.000 euros para que el centro colocara una silla elevadora. "En este momento hay un niño en silla de ruedas que tiene que dar clase en la biblioteca porque no puede acceder al segundo piso. La Cooperativa decidió pagar íntegramente la silla elevadora para colocarla en la escalera; sin embargo, el alcalde, que solo tiene que firmar el permiso para que la instalen, no hace falta que el Ayuntamiento desembolse ni un euro, no quiere hacerlo y alega que tiene que comprobar si la silla está homologada", apuntaba la tesorera de la apyma, Silvia Elizondo.
Este grupo de padres considera "imprescindible y muy importante" la instalación de este elemento y temen que, después de tanto tiempo con el dinero parado en las arcas municipales, la cooperativa decida recuperarlo.
Al mismo tiempo, la apyma tiene otro frente abierto con el Consistorio, el arreglo del porche del patio. "El colegio es bastante antiguo, tiene 27 años y hay zonas como el porche que están deterioradas porque nunca se han arreglado. Concretamente, en esta parte se han creado goteras y se ha perdido la tela asfáltica. Siempre se ha hablado de arreglarlo, pero un día vino el alcalde, plantó unas vallas y dijo que el porche se cerraba porque se iba a caer", informaba la presidenta de la apyma, Isabel Sangüesa, que añadía que "nosotras hemos consultado con dos aparejadores y dicen que no se cae, que solo hace falta un arreglo, algo que supondría unos 15.000 euros. El problema es que el alcalde quiere tirarlo abajo para que se haga cargo el Gobierno porque si solo se arregla, que es una cuestión de mantenimiento, la competencia la tiene el Ayuntamiento".
Estas madres insistían en que ellas son las primeras que estarían preocupadas en el caso de que el porche se fuera a venir abajo.
Desde la apyma recuerdan, además, que el año pasado se presupuestó dinero para arreglarlo y no se hizo. Precisamente, el Consistorio ribero ha intentado sacar adelante en dos ocasiones, sin suerte, los presupuestos para el 2013. "Creemos que esta es una de las cuestiones por las que no se han aprobado ya. La idea sería que se creara una partida para adecentarlo y además, que de allí salieran con el firme compromiso de solucionar el problema". Además recuerdan que ahora, en los días de lluvia, los niños tienen que merendar en las aulas.
De momento, y ante la sorpresa de los padres que acudieron a la reunión, la apyma y el consejo escolar se reunirán para dilucidar cómo pueden movilizarse. Entre las propuestas que tienen en mente están la recogida de firmas por la localidad y alguna concentración.
Diario de Noticias
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