Viendo la alineación que Mendilibar ha puesto de inicio en Valladolid ya se intuía que el de Zaldibar apostaba por el partido desde el
toque y la posesión, lo que no quiere decir que eso haga ofensivo al equipo.
¿Por qué entonces Osasuna ha deambulado en la primera parte
por el Nuevo Zorrilla?
Sencillo. Porque esta plantilla no está hecha para eso.
Es cierto que las
estadísticas de los rojos dicen que suele tener el balón, que se juega en zonas
adelantadas a Andrés Fernández,
pero eso no es sinónimo de equipo de toque y de posesiones largas. Este equipo
es feliz presionando arriba, robando en 3/4 y saliendo rápido a por el gol.
Lástima lo malos que somos de cara a puerta porque de otro modo ahora mismo
estaríamos luchando por cosas mucho más ambiciosas si nos atenemos a llegadas y
buenas defensas.
Empezó el partido
como nadie esperaba y de la peor manera posible. El rival no había llegado ni
una vez y ya llevaba un gol metido por el propio Osasuna. Andrés y Rubén deberán analizar con calma
esa jugada y mucho más viendo que se ha repetido en la segunda parte. Para mí
el error está en la duda de central. Si dudas estás muerto. A partir de ahí
poco o nada en el equipo de Mendilibar.
Juego desajustado, poca mordiente y llegadas del Valladolid. Como siempre Andrés se ha encargado de permitir que
tras los habituales fallos individuales estuviésemos dentro del partido sin
haber hecho nada.
En el descanso
calentaba Oier y nos ponía en la duda de si iba a ser
Nino o Lolo quien saliese del campo. No se
había presionado arriba y el equipo echaba de menos ese aspecto, los pivotes
sufrían mucho con la llegada del Valladolid desde atrás por lo que algo había
que cambiar ahí. Pues no, el elegido fue Damiá.
Lo siento por el chico porque sé que es todo honradez y un tipo que alimenta al
vestuario de positividad y compromiso, pero es que no está en este momento para
ser titular.
En principio poco o
nada cambiaba con el cambio, quizá que Ebert tuviera a alguien más encima, si
bien ofensivamente el cambio no decía mucho. Ahí estábamos cuando al
poco de empezar el 2º tiempo Arribas se da por vencido y pide el
reemplazo al no recuperarse de un golpe con Manucho que ya se vio enseguida que era un
tema feo. Mendilibar decide meter alma, corazón y casta con Patxi Puñal en vez de la lógica entrada de Flaño. Analizad el cambio y
llegaréis al porqué no juega tanto Miguel.
Con esta
sustitución, el tablero cambia radicalmente. La línea de presión sube unos
metros, el Capitán sale enchufado y se une al de Estella en poner
lo que le faltaba al equipo. A un grupo de cierta calidad en el desplazamiento
veloz le dota de presión y corte, con lo que el Valladolid se acobarda y pega un paso atrás.
Ejemplo de nuevo de que el fútbol es cosa de 22 y no sólo de un equipo. A veces
no haces las cosas porque quieres sino porque te obligan.
Al hilo de lo que
hablo llega el primer gol. Robo arriba de Oier,
entrada en diagonal de De las
Cuevas y su tiro provoca el
rechace del portero que aprovecha el muchísimas veces ninguneado Kike Sola. Al Valladolid se le aparecen los fantasmas de
llevar sin ganar dos meses y Patxi lo sabe. Tira al equipo a por el
partido, Nino empieza a ser el inteligente que
maneja los tiempos (fallos ante el portero que le matan aparte) y Armenteros y De las Cuevas empiezan a ver balón donde
quieren.
De aquí al final se
ve el Osasuna que con esta plantilla se puede y
se debe ver. Robo, salida rápida y diagonales de los interiores con un
delantero centro que ya va siendo hora de valorar como debemos. En lo de la
defensa y su juego adelantado ya lo hemos comentado muchas veces y el gran trabajo de Mendilibar está dando frutos. Ojo la
perfección no existe y nosotros no íbamos a ser menos.
Primera remontada
rojilla este año, primer doblete de Kike y primer gol de De las Cuevas con Osasuna. Bienvenido sea todo y
grandísimos 3 puntos que nos dejan muy cerca del objetivo. Ahora a rematar lo
que queda y a dejarnos de experimentos como el falso 9, los toquecitos y las
cosas para las que esta plantilla no está preparada.
Pónganmelo de lo que
sea, pero queda demostrado que en este equipo Oier tiene que jugar sí o sí.
Para el resto de compañeros eso debería ser una auténtica preocupación por
ellos mismos, para el osasunismo es una constatación del relevo de Patxi Puñal.
Desde los ojos de Irunsheme
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