¿TODO VALE?

Ponferrada, ciudad de provincias con una corporación  de 25 concejales con alcalde a razón de 59.000 euros al año, más dietas. En marzo de 2001,  saltó a las páginas de los diarios cuando la concejala Nevenka Fernández denunció al alcalde por acoso sexual. Entonces supimos que Nevenka no llegó a las listas al ayuntamiento por cuota de igualdad, eso va en contra de los principios del PP, ni por méritos propios, como propugna Cospedal. Llegó por ser joven, guapa, licenciada en Económicas y, sobre todo, hija de un importante empresario de la pizarra, amigo del que luego sería su torturador. Su ausencia absoluta de conocimientos de gestión municipal no impidió a Ismael Álvarez colocarla al frente de una de las concejalías más sensibles, la de Hacienda.
Luego llegó algo que ella no esperaba.  El acoso de su jefe, la denuncia ante los tribunales, el juicio y la sentencia contra el acosador, rebajada después por el Supremo a una multa de 2.160 euros al entender que no existe relación de superioridad jerárquica entre un alcalde y una concejala, por lo que no puede haber abuso de autoridad. ¡Increíble,  pero cierto!

La justicia lo condenó, pero poco. La política prefirió condenarla a ella (el PP por aquel entonces defendió la inocencia de Ismael Álvarez y la oposición se escudó en que  era un lío interno del PP) y buena parte de la ciudadanía se quedó con la machista idea de que era una fresca arribista que había seducido al político.
Ocho años después, llegó la prueba de que la única condenada (al ostracismo y  la desaparición) fue Nevenka. El acosador volvió a concurrir a las elecciones en 2011. Y la ciudadanía  lo premió con 5 concejales (como a Berlusconi).

Con su apoyo llegó el PP a la alcaldía sin tener la mayoría absoluta y con su connivencia le ha arrebatado ahora el PSOE el bastón de mando.
El PP y el PSOE  han actuado en este caso, de la misma  manera  para obtener  el poder y los 59.000 euros al año, más dietas,  hasta que el escándalo les reventó en la cara. Y ello, gracias a la denuncia de  personas y colectivos que no aceptan que en política  ni en ningún lugar se juegue con la ética aceptando el todo vale para obtener mi beneficio privado o del partido, pasando si es preciso por encima  del sufrimiento de las personas, como ha  sucedido con Nevenka desde 2001.

Nuestra reflexión como ciudadanos y ciudadanas  también es importante: ¿Por qué  se Justifica y premia a  torturadores, acosadores y violadores dudando de las victimas y su sufrimiento?- Esto está sucediendo. ¿Esto es lo que realmente queremos?

Tere Sáez, Técnica de Igualdad