martes, 12 de marzo de 2013

PUEYO TIENE SU CENTENARIO


Acompañado de su esposa, sus hijas, nietos y biznietos, otros familiares y numerosos vecinos que se sumaron a una gozosa celebración, el domingo Casimiro Sánchez Zabalza, festejó por todo lo alto sus 100 años en Pueyo, donde no se recordaba un centenario desde hace muchos años. Aunque a nivel familiar la fiesta se celebró el pasado día 4, fecha del cumpleaños, el domingo la familia lo quiso festejar con todo el vecindario y también se sumó el Ayuntamiento.
A la una del mediodía comenzó la fiesta con una misa en una iglesia llena de vecinos. Estuvo oficiada por el párroco, Gregorio Martínez, y cantó el coro parroquial bajo la dirección del acordeonista José Antonio Álvarez, entre otras piezas una jota alusiva a Casimiro Sánchez. Posteriormente, el Ayuntamiento le rindió un homenaje en la Sociedad Zazuga. El concejal Javier Miguel Sánchez le entregó una placa con una dedicatoria y el escudo de la localidad y las también ediles Uxue Caballero y Estíbaliz Mangado obsequiaron al matrimonio con sendos ramos de flores. Más tarde, todos los asistentes compartieron un aperitivo y los familiares continuaron la celebración con una comida en Tafalla.
Casimiro, hijo de Victoriano Sánchez y Margarita Zabalza, nació en Pueyo un 4 de marzo de 1913. Fue el quinto de cinco hermanos (Julián, Mª Jesús, Feliciano, Urbano, Casimiro y Eleuterio y Paulina, estos dos últimos gemelos). Allí ha vivido toda su vida, dedicado profesionalmente a la albañilería, que compaginaba con su habilidad como hortelano, cuidando la huerta familiar, en la que empleó sus ratos libres hasta pasados los 80 años, además colaborar atendiendo la tienda que hace años tenían en la bajera de su casa y que regentaba su esposa, Lucía Subirán Ayerra. Con ella contrajo matrimonio el 23 de mayo de 1945 y de este matrimonio nacieron tres hijas (Mª Pilar, Socorro y Adela) y hasta ahora ha tenido 8 nietos y 5 biznietos, la última, Uxue, nacida hace unos días, con la que se lleva una diferencia justa de cien años. Esta admirable longevidad le viene heredada de su madre Margarita, que falleció a los 99 años.
Desde hace dos años Casimiro reside en Tafalla, en casa de su hija pequeña, y cuando el buen tiempo se le puede ver paseando junto a su esposa, que también tiene unos muy bien llevados 93 años. Lee a diario el periódico y disfruta de los partidos de pelota y fútbol en la televisión, aunque en los últimos meses ha perdido audición.
Diario de Noticias

No hay comentarios: