En
ZABALTZEN y GEROA BAI coincidimos personas abertzales y vasquistas no
nacionalistas. Más allá de las
ortodoxias paralizantes, todos y todas podemos celebrar Aberri Eguna de una
manera incluyente, como reconocimiento propio y como reconocimiento mutuo; como
reivindicación propia o como reivindicación posible si hay mayorías que lo
sustenten.Un enfoque
que deseamos proyectar al conjunto de la sociedad navarra ante cualquier
debate, para aparcar enfoques excluyentes bipolarizantes y esterilizantes.
Precisamente esos enfoques excluyentes que han servido de cortina de humo a la
podredumbre que se ha ido cimentando en el Régimen que impera en Navarra.
Desde
ZABALTZEN, asociación política de independientes integrada en Geroa Bai que aglutina a sensibilidades diversas, como la
nacionalista o abertzale, soberanista o postsoberanista, la vasquista de
izquierdas no nacionalista, la republicana y la de progresistas que creen en la
sociedad multicultural, queremos proclamar y celebrar el Aberri Eguna con
visión incluyente y pluralista para una sociedad navarra de personas libres.
Queremos trasladar
al conjunto de la sociedad de Navarra su apuesta por una nueva cultura política
basada en el reconocimiento de la pluralidad de la sociedad navarra y en la
asunción de la transversalidad política e identitaria como ejes conductores de
la misma.
Las
dinámicas irreconciliablemente bipolarizadoras de las últimas décadas fomentadas por los maximalismos de la derecha navarra y de
la izquierda abertzale, que a su vez han traccionado a otras formaciones, se
concilian mal con ejemplos de entidades
culturales y de personalidades políticas del pasado de nuestro propia tierra
que formularon relatos compartidos o ensayaron propuestas políticas
transversales como la que nosotros defendemos.
Ahí está el
ejemplo de los miembros de la Asociación Euskara a finales del siglo XIX, que
configuraron un imaginario en el que todavía hoy se reconoce la mayor parte de
los navarros. Asimismo cabe reivindicar los esfuerzos de significados socialistas y republicanos
favorables al Estatuto Vasco-Navarro en la Segunda República,
que realizaron incontables esfuerzos por buscar el acomodo de todas las zonas
de Navarra, reflejándolo en su articulado.
Para ZABALTZEN, el
único orden político legítimo es el fundado en la voluntad democrática de los
ciudadanos y en la negociación entre ellos en aras de la búsqueda de los
máximos consensos. Frente
a la consideración de Navarra como objeto político desde una perspectiva esencialista,
tanto por parte de la derecha navarra como de la izquierda abertzale, para
ZABALTZEN son los ciudadanos y ciudadanas de Navarra el único sujeto político y
su voluntad, libremente manifestada, la única que debe tenerse en cuenta. Pro
libertate patria, gens libera state.
Por eso, a juicio de
Zabaltzen, ninguna propuesta
democráticamente formulada debe ser sustraída a la posibilidad de ser debatida
por la ciudadanía navarra, y ninguna de las estructuras político-institucionales
presentes debe actuar como muro de contención infranqueable frente a la libre
decisión de aquélla. De la misma manera que no existen marcos políticos
incuestionables para los ciudadanos en el caso de que una mayoría de los mismos
puedan abogar por otros alternativos, tampoco consideramos legítimos los irredentismos
principialistas que intenten obviar la necesidad de búsquedas de consensos de
cara a la constitución de mayorías democráticas. Celebrar Aberri Eguna es
proclamar que las patrias no se imponen, sea cual sea esa patria.
En Zabaltzen reconocemos a los ciudadanos y ciudadanas de Navarra una
capacidad constituyente incondicionada que les dota de autoridad, en el caso de
constituir mayorías a su favor, para establecer libremente su propio
régimen político y negociar de igual a igual con el Estado español nuevos
pactos con el objetivo de la consecución de los máximos niveles de autogobierno
a través de la utilización de la vía de los derechos históricos.¡Qué mejor expresión
democrática para celebrar un Aberri Eguna desde Navarra/Nafarroa!
Sólo desde
perspectivas de nacionalismo cívico, incluyente y pluralista, se podrán
impulsar proyectos de convivencia que tengan la capacidad de integrar a la
ciudadanía de toda Navarra, sea cual sea la identidad bajo la que se reconozca.
Defendiendo siempre que todos los navarros seamos ciudadanos de primera,
existiendo la posibilidad de que las personas puedan elegir el proyecto
identitario o lingüístico con el que se sientan más identificadas. Porque
una patria libre se impulsa desde personas libres.
El Aberri Eguna
que celebramos es el de “hombres y mujeres libres en una patria –en una
sociedad– libre”. Esa patria, esa Navarra/Nafarroa deseada, de ciudadanía
universal y nacionalidad a la carta.
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