EGÜÉS, ALTERNATIVA A LA CORRUPCIÓN

EL relevo en la alcaldía de Egüés es simbólico al menos por dos cuestiones claves desde el punto de vista de los valores democráticos. En primer lugar, el acceso de Alfonso Etxeberria (NaBai) a la alcaldía del quinto municipio de Navarra -más de 18.000-, pone fin a una etapa negra de 14 largos años en que la corrupción y las irregularidades han sido las principales señas de la gestión de los dos alcaldes de UPN en este periodo. Ignacio Galipienzo fue imputado y condenado y su sustituto Josetxo Andía tras acumular decenas de irregularidades ha terminado en los tribunales por la compra con dinero público de preferentes a la misma entidad financiera de la que era empleado en excedencia. Andía fue expedientado hace sólo unos días por UPN y optó por dimitir y darse de baja del partido. Sin olvidar que su anterior teniente de alcalde Carolina Potau también tuvo que dimitir tras verse involucrada en otro escándalo al descubrirse su implicación con la empresa adjudicataria del Plan de Movilidad del valle de Egüés. 14 años de gobiernos municipales de UPN en los que esta organización política ha preferido mirar para otro lado y eludir sus responsabilidades democráticas a la hora de exigir aclaraciones y transparencia a sus grupos municipales, lo que hace inútiles y absurdas ahora sus reclamaciones para intentar seguir gobernando como lista más votada. El relevo en Egüés era una evidente necesidad y ejemplo de higiene democrática tras años de oscurantismo, irregularidades y corrupción. Más aún cuando el escándalo de los sobresueldos de Can afecta incluso a la actual presidenta Barcina. Pero también representa la escenificación de una alternativa democrática legítima al modelo político que lleva gobernando Navarra durante las últimas dos décadas al amparo del trauma social de la violencia de ETA y de la manida y partidistamente interesada excusa de la exclusión de aquella parte de navarros y navarras que defienden una visión social, cultural, política e identitaria diferente a la de UPN. La suma de los apoyos de Etxeberria (NaBai e I-E en el gobierno municipal con apoyo externo de PSN y Bildu) supone el 60% de los votos de Egüés, votos democráticos y legítimos que ahora se unen para intentar sacar del pozo de la corrupción y el descrédito a su municipio con un programa de gobierno que se compromete a priorizar la transparencia y la participación. Demostrar que se puede hacer política y gobierno de otra forma es su reto

Editorial del Diario de Noticias