Que la ginebra está ganando adeptos a pasos agigantados es una obviedad y es que hoy en día tomarse un buen gin-tonic,
considerado como un excelente digestivo por su singular combinación de
sabores amargos, dulces y anisados, después de una copiosa comida o cena
se ha convertido en parte del ritual gastronómico preferido por los
navarros. Conscientes de ello, varios establecimientos de Tafalla, entre
otros los bares Txiki, Rafael, Nuevo Hostaf, Astur, JJ, Marijuano,
Cuatro Esquinas, Pasadizo, Azoka, Txalupa, Javi, La Txispa (aniguo
Ideales) y Rincón del Chato, se han apuntado a la moda de los gin-tonic premium,
o de alta gama, y ofrecerán a sus clientes durante los días 27 y 28 de
julio, sofisticados combinados a precios asequibles para todos los
bolsillos, a cinco euros.
En concreto, los establecimientos ofrecerán trece combinados
diferentes (uno en cada establecimiento), todos ellos elaborados a
partir de esta sofisticada bebida espirituosa, el viernes, 27 de julio,
de 22.00 horas en adelante y el sábado, 28 de julio, de 16.00 a 20.00
horas y de 23.00 horas hasta el cierre de los bares. Para amenizar esta
gran cata, una txaranga recorrerá las calles de la localidad tanto el
viernes como el sábado por la noche.
Para elaborar esta singular y sabrosa copa, los propietarios y
camareros de los establecimientos tafalleses adheridos a esta original
iniciativa han participado en un curso de iniciación al gin-tonic
en el que un experto les ha explicado tanto el origen de esta bebida
como todas las variaciones posibles que se pueden elaborar a partir de
ella y de las múltiples tónicas premium que existen hoy en día en el mercado. De este modo, los clientes podrán degustar gin-tonic
aromatizados con enebro,cilantro, piel de naranja, piel de limón,
cardamomo, regaliz, pimienta, hinojo, canela, violeta, almendra, frutos
rojos, comino, nuez moscada o anís estrellado.
Como dato curiso, cabe destacar que el origen del gin-tonic
proviene del siglo XVIII. Lo inventaron, por casualidad, varios
soldados británicos destinados en la India, quienes utilizaban la
corteza de quinina con agua y azúcar, una tónica primitiva, para
combatir la malaria. Como el sabor de la quinina era muy amargo, los
soldados añadieron a la mezcla un poco de ginebra para equilibrar el
sabor y de ahí surgió la ahora popular bebida.
Una de las impulsoras de esta idea, Maite Leunda, gerente del
bar Txiki, explica al respecto que esta iniciativa pretende reactivar la
economía de los bares, muy castigada por la crisis. "Hay que animar a
la clientela, ahora más que nunca, proponiéndoles actividades originales
y esperamos que la gente tenga una respuesta positiva", analiza la
joven. De cara al futuro, asimismo, adelanta que los bares darán a
conocer el pintxo pote de los jueves o juevincho, una iniciativa que ha
cosechado un gran éxito en Pamplona, y que recuperarán el Día de Santa
Marta (29 de julio), patrona de los hosteleros.
Ainara Izko, en Diario de Noticias
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