"Estaba harta del
pañuelo", admite Uxue Barkos, despojada del velo que sin querer ha
convertido en símbolo de su particular lucha contra el cáncer.
"Estéticamente a las mujeres nos cuesta asumir un proceso como el de una
calvicie. No es grato, pero en cuanto he tenido una calvicie razonable he
aprovechado para dar carpetazo a esa parte de mi vida. Y me he quedado muy a
gusto", asegura la diputada de Geroa Bai, que dice haber aprendido
"mucho" de una etapa que ya da por cerrada. "Superar un trance
con el que convivimos tantos y tantos en esta sociedad deja muchas lecciones.
Es bueno mirar al cáncer cara a cara y hacerlo colectivamente", señala
Barkos en las puertas de un nuevo curso político en el que suenan tambores de
recortes y rescate. "Lo peor es que encaramos una situación tan grave como
esta con los recortes como única salida. Esa actitud solo demuestra la
incapacidad de quienes nos gobiernan, tanto en Madrid como en Navarra",
afirma.
¿Este
septiembre va a ser tan duro como parece?
Nos
lo están anunciando ya. Primero se sacraliza el déficit y luego se llega a él
solo por la vía del recorte. Se está imponiendo un nuevo modelo social que
perjudica a los más débiles, y que afecta especialmente a jóvenes y mayores.
Ahora parece que toca las pensiones. Va a ser un otoño muy difícil para mucha
gente.
¿Habrá
rescate?
Es un hecho ya. Solo falta
conocer los intereses políticos de ese rescate, y las imposiciones de quienes
nos van a prestar dinero.
Vistos
los precedentes, parece que esas exigencias van a ser altas.
Sí,
y los ciudadanos merecen una respuesta. Alguien debería explicar el camino que
se va a seguir después, y sobre todo cuáles son las condiciones para el
conjunto de los ciudadanos. Que nadie dé la cara es demoledor. Y triste.
¿Europa
se ha convertido en un problema para España?
Asistimos
a uno de los momentos más tristes de Europa, en el que todos responden a los
intereses del socio más rico. Pero eso no es Europa. O no debiera serlo. Sería
un error renegar de la Europa de las sociedades y de los pueblos por la gestión
que los actuales dirigentes están haciendo de la crisis. Sería como renegar de
la democracia por la gestión de algunos gobiernos. No debemos caer en esa
tentación.
¿Y España
es un lastre para el futuro de Navarra?
El
PP está aprovechando la crisis no ya como excusa, sino como señuelo del miedo
para recentralizar el Estado. Y a veces puede ser efectivo. Pero no nos podemos
sorprender por eso. El problema de Navarra no son los intentos de
recentralización del PP, sino la dejación del Gobierno de Navarra. Se nos
imponen las medidas porque UPN acepta el trágala.
El margen
de actuación es estrecho. El PP tiene mayoría absoluta para imponer sus
reformas a las comunidades. Y ahí no hay mucho margen de actuación.
Es
legítimo que el PP quieran cambiar el sistema autonómico. Nosotros también
tenemos nuestro modelo, con ratios de autogobierno mucho más profundos que los
actuales. El problema es de las instituciones navarras y de la falta de defensa
de la capacidad de autogobierno por parte de UPN.
Nos
arriesgamos a que el Constitucional no dé la razón a Navarra. Eso sienta
jurisprudencia y puede ser un problema en el futuro.
En
Navarra tenemos unas necesidades concretas que requieren respuestas concretas.
Si se quiere, hay margen más que suficiente para hacer frente a la crisis con
otras herramientas. Sobre todo cuando todos coincidimos en que el camino que se
ha tomado es equivocado. Por eso el silencio y la inactividad del Gobierno de
Navarra es preocupante e inadmisible. No podemos resignarnos a que nos fijen
las directrices de Madrid. La pregunta es por qué se asume en el Palacio de
Navarra.
Porque
los informes jurídicos le dicen que no tiene más remedio que acatar lo que
legisla Madrid.
Mire,
los informes jurídicos pueden leerse de una manera y de la contraria. Y el
Gobierno de Navarra los lee siempre en la misma dirección. No tiene vocación,
capacidad ni convicción para defender el autogobierno porque eso exigiría
enfrentarse a Madrid. Asistimos a un Gobierno encubierto del PP. Ese sí es un
problema para Navarra.
En
cualquier caso, tampoco parece que haya muchas más alternativas si se quieren
cuadrar las cuentas públicas. O se suben los ingresos, o se reducen los gastos,
no hay más.
Una
cosa es controlar lo que no se hizo bien y otra desmantelar el Estado del
bienestar. Estamos hartos de ver una gestión de la cosa pública que se limita a
la imposición del recorte, exigiendo cada vez más a aquellos que más vienen
dando. Ni siquiera se buscan alternativas. No hay más que ver los Presupuestos
del próximo año. Otra vez el recorte vía única y exclusiva para el control del
déficit.
Pero se
ha subido el IVA, se ha tocado el IRPF y se ha recortado en prácticamente todos
los ámbitos. No hay mucho más donde rascar.
Una
de las principales responsables de inyectar gasolina a la economía, la
administración pública, ha cortado de cuajo el gasto, y así difícilmente vamos
a arrancar el motor de la economía. No es algo que se me ocurra a mí, lo están
venga advertir expertos de todo tipo, que de esto saben un rato. Pero para la
derecha su dogma es innegociable. Nos han metido en esta y no saben cómo
sacarnos de aquí. No hay fórmulas mágicas, claro que no, pero al menos habrá
que intentar hacer cosas nuevas.
¿Por
ejemplo?
De
entrada, con una política fiscal más eficaz y capaz. Hay margen para repartir
ese esfuerzo fiscal de otra forma. Pero es que ni se intenta. Hay una
resignación tremenda en el Gobierno de Navarra.
Eso es
algo general en todos los gobiernos autonómicos, sean del color que sean. La
realidad está desbordando a todo el mundo.
En
Navarra tenemos un régimen propio que, salvo la CAV, no tiene nadie más. Y se
puede gobernar de forma mucho más eficaz. No nos olvidemos de que estamos donde
estamos, no solo por el contexto internacional, sino por una determinada
gestión.
¿No
habría que empezar a mirar más al futuro y menos al pasado?
Pero
esa gestión nos ha dejado deudas para muy largo plazo con infraestructuras de
dudosa rentabilidad, peajes en sombra, inversiones especulativas como
Iberdrola, o la desaparición de Caja Navarra. Hay muchos ejemplos. Motivos más
que suficientes para ver que estamos ante un Gobierno agotado y que debe
explicaciones muy severas al conjunto de la sociedad. Por cierto, esta crisis
nos va a ayudar a desvelar cuánto nos ha costado el antivasquismo de UPN.
¿Qué le
parece la remodelación del Gobierno de Barcina?
Es
un cambio que no ha generado expectativas ni ilusiones. Ni siquiera entre sus
propios partidarios. Y el ejemplo más evidente es el silencio inexplicable de
la Presidencia del Gobierno de Navarra. La gestión que Barcina está haciendo de
la Presidencia del Gobierno es decepcionante. En todo esto tendría que estar en
primera línea de vanguardia. La voz y la dirección de la presidenta debería ser
exigible siempre, pero sobre todo ahora. Sin embargo ha estado todo el verano
desaparecida.
No lo
tiene fácil con un Parlamento mayoritariamente en contra.
Nunca
entendí por qué echó a Roberto Jiménez, cuando todos sabíamos que eso suponía
llevar el Gobierno a la inestabilidad. Demuestra torpeza y una enorme irresponsabilidad.
O se apuesta por un Gobierno de coalición o por uno de minoría. Pero con la que
está cayendo, el que UPN sea incapaz de mantener un gobierno estable 12 meses
después de las elecciones define la irresponsabilidad de Barcina.
¿Es
partidaria de un adelanto de las elecciones forales?
Esa
es una responsabilidad de Barcina. Es ella la que debe salir de este laberinto
en el que se ha metido. Mientras, el resto del arco parlamentario debemos
demostrar que podemos gestionar una alternativa sólida al Gobierno de Navarra.
Pero
cualquier alternativa debe pasar antes por unas elecciones.
La
alternativa pasa por dar soluciones a los problemas concretos. Hay mucho
trabajo y muchas propuestas que hacer. No todo pasa por arrebatar el poder.
Antes hay que construir una alternativa. De nadada sirven unas elecciones si no
hay una alternativa sólida. Al menos en eso está Geroa Bai, en trabajar para
que esa alternativa a UPN tenga liderazgo y sea sólida.
¿No cree
se ha instalado un ambiente preelectoral que dificulta los acuerdos?
El
problema de las elecciones es de quien ha decidido quedarse en minoría. Es el
Gobierno quien debe explicar a los ciudadanos por qué tiene problemas para
aprobar su Presupuesto. Nos equivocaremos si centramos nuestras energías en
reclamar un adelanto electoral y no en sentar las bases de un Gobierno
alternativo y con alternativas.
¿Ve al
PSN en ese escenario?
Yo
del PSN espero lo mismo que sus votantes, que recupere de una vez la senda que
nunca debió abandonar y demuestre que hay otra manera de hacer las cosas desde
posiciones progresistas. Pero el PSN es capaz de inclinarse a un lado y al
contrario. Lo hemos visto este año con unos recortes dramáticos.
¿Qué le
parece que Roberto Jiménez plantee un Gobierno con Geroa Bai e
Izquierda-Ezkerra?
Que
tiene un punto de descaro. Antes de hacer propuestas de este tipo debería
revisar las políticas de su partido estos lustros. Además, sería un error
plantear propuestas concretas antes de que los ciudadanos decidan la realidad
aritmética.
De todas
formas, cualquier alternativa pasa por el PSN.
Es
verdad que nos hemos encontrando muchas veces estos espacios, tanto en el
Parlamento como en muchos ayuntamientos. Pero es mejor evitar este tipo de
declaraciones si no se es capaz de responder con la acción real en el día a
día.
Diario de Noticias
No hay comentarios:
Publicar un comentario