La erosión natural que el
territorio de Bardenas soporta a través de los años es un bálsamo de
aceite en comparación con la roturación abrasadora y salvaje a la que el
presidente de la Comunidad de Pueblos Congozantes, señor Gayarre, y los
callados, pero bien amamantados, monjes de la Oliva someten a esta
tierra de duendes y malandrines.
Los pastores bardeneros se han declarado insumisos a la nueva
cacicada del presidente Gayarre. El exdiputado y militante de UPN impone
distritos para el pastoreo cuando los pastos escasean y las cuentas en
las explotaciones familiares ganaderas navarras no cuadran.
Los viajes a Senegal y otras latitudes parecidas producen en
el resto de acompañantes de Gayarre, incluidos los concejales del PSN,
auténticos milagros de Lourdes y Fátima al cuadrado, y son incapaces de
llevarle la contraria en asuntos tan mundanos como en quién tiene que
pagar los almuerzos. ¿Qué les das, José Antonio, que tanto te quieren?
No están lejos los tiempos en que Gayarre, diputado en Cortes,
adoctrinaba a trabajadores de Renfe en Castejón sobre su posición
social y política porque no le daban billete gratis para su acompañante a
Madrid o cuando fue llevado a tribunales al sumar las tierras
bardeneras de su mujer a las suyas sobrepasando el cupo permitido por
las propias ordenanzas de la Comunidad que él preside.
Pero no le duelen prendas al ínclito y fue capaz, desoyendo
las decisiones del resto de vocales bardeneros representando a pueblos
congozantes, con su guardia pretoriana a su vera, de designar al
despacho de arquitectos regentado por el exmarido de la presidenta
foral, Yolanda Barcina, para la construcción del súper y megalítico
Centro de Interpretación de Bardenas.
Son tiempos en los que los militares españoles no pagan lo
acordado y el canon no llega a los ayuntamientos bardeneros, ni tampoco
al Monasterio de la Oliva, ni a los Valles de Roncal y Salazar. Gayarre
no tiembla y sigue esperando a que sus amigos de Madrid, incluido el rey
de España, muevan los hilos para que el Ministerio de la Defensa de
España suelte la gallina.
De momento, este año, el coronel Carlos Alonso Sánchez,
oficial español que estuvo al mando de las instalaciones del Polígono de
Tiro, ha sido distinguido con el galardón de Bardenero Mayor 2012, eso
sí, todo ello acompañado de un concierto lírico en el Monasterio de la
Oliva.
No nos olvidemos que el 1 de diciembre del año 2000, mediante
Real Decreto, las Bardenas Reales fueron declaradas Zona de Interés para
la Defensa Nacional por el Gobierno de España.
Y no nos olvidemos tampoco que el Plan de Ordenación de
Recursos Naturales que acompaña el posterior desarrollo de la Ley Foral
de 6 de abril de 1999, declarando Bardenas como Parque Natural, el
tercer Parque Natural de Navarra, no puede ser ejecutado ni desarrollado
por la incompatibilidad manifiesta de la propia existencia de un
Polígono de Tiro en un Parque Natural y Reserva de la Biosfera.
Y si alguien es culpable, por activa y por pasiva, de
semejante situación es el actual presidente de Bardenas, José Antonio
Gayarre, que en el año 2001, concretamente el 8 de junio, firmó la
renovación del contrato de arrendamiento con el Ministerio de Defensa
Español. En 2008, y esta vez para 20 años, el 22 de diciembre volvió a
renovar con el apoyo del PSN, concejales independientes de derechas y
los monjes de la Oliva.
El argumento fuerza de Gayarre siempre ha sido muy pueril y
pesetero: o negociamos o nos quedamos sin dineros, ya que es zona de
interés para la Defensa de España. Su elección siempre ha sido la misma:
bombas por dinero.
Mientras los aviones de la OTAN se entrenan para asesinar a
miles de personas por todo el mundo, con el consiguiente riesgo para los
mas de 100.000 ciudadanos que vivimos alrededor del perímetro del
Polígono de Tiro, José Antonio Gayarre se mantiene con sus
colaboradores, incluidos los católicos y santos monjes de la Oliva y los
concejales del PSN. Ahora son los pastores navarros los que deben
abandonar también sus lugares habituales de pasto. Estamos en distrito
Gayarre.
Santi Lorente
No hay comentarios:
Publicar un comentario