¡Ya
estamos de vuelta! Ya hemos visto en la página de nuestro talde que
Javi ha dado la noticia de nuestra llegada a la cumbre. Tendremos tiempo
de hablar despacio y tendido y de contaros todos los pormenores de la
expedición. Hay cientos de fotos que también habrá que ver poco a poco.
De momento solo os mando una donde el banderín de Trinkete aparece a
7134 m, en la cumbre del Lenin.
Ha
sido un monte difícil, que exige una preparación física y mental muy
fuerte, y tener la suerte de que no te pase nada; que, como sabéis, no
tuvieron Juampe ni Rocío. A modo de ejemplo comentaros que subimos tres
veces por el mismo camino hasta 6000 m antes de hacer el ataque
definitivo a cima. Las rampas son muy fuertes (algunas de ellas nos
costaban subirlas más de 2 horas), la falta de oxígeno se nota, por lo
que hay que ir muy despacio y, en general, las mochilas siempre van muy
cargadas. El día de cima fue de los que hay que pensárselo ( de hecho
unos checos que venían detrás nuestra se dieron la vuelta); hacía mucho
frío, unos -20º y un viento que te tiraba y proyectaba la nieve sobre la
cara como si fueran eso, proyectiles. La sensación térmica no bajaría
de -30º. Ya os contaremos la ropa que llevábamos, mucha y buena, pero
aun así, los tres que hicimos cima pasamos frío. El agua (y el moco) se
congelaba y las barritas se quedaban más duras que el adoquín de las
aceras. Cada uno fue cogiendo su ritmo y haciendo el camino-penitencia
hacia la cumbre. Se calcula que se necesitan entre 8 y 10 horas.
Fernando Ozcoidi, el monitor de montaña de Iruñea, es un fuera de serie,
llegó en 7 horas. Nuestro Tiofer también es otro fuera de serie y llegó
en 7 horas y 40 minutos. A mí me costó más, iba un poco justo y con
muchos dolores de espalda, lo hice en 9 h y 15 minutos
Ahora
toca descansar y recuperar kilos, que hemos perdido unos cuantos. El
Lenin, con cima o sin cima, a ninguno se nos olvidará. Ha sido una
experiencia inolvidable que recordaremos toda la vida. Poco a poco,
esperemos, se irán olvidando los sacrificios, las carencias, las
penurias, la fatiga y sobre todo, las enfermedades, e intentaremos
retener lo positivo que ha dejado en cada uno de nosotros.
Quizás
os decepcionéis un poco con la foto de la cumbre, pero es así. Aunque
es un monte donde hay muchísima nieve y siempre vas sobre ella, en la
cima soplan vientos muy fuertes que ventean la nieve y por eso lo que
hay, sobre todo, son piedras. No es el típico monte que acaba en punta.
Es como el final de una sierra y la cumbre son pequeñas lomas, donde en
lo más alto de una de ellas está la cima.
Un abrazo muy fuere/besarkada handi bat
Zaki
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