Diario El Aguijón entrevista a Javier Couso, hermano de José Couso, el
cámara de Telecinco que fue asesinado por militares durante la invasión
de Irak el 8 de abril de 2003, a causa de los disparos de un carro de
combate estadounidense contra el Hotel Palestina.
Javier Couso nos cuenta los motivos del ataque a su hermano, “El
objetivo del ataque militar era el de silenciar a las personas que
podían desvelar lo que estaba ocurriendo en realidad”, y la situación
del caso en la actualidad, “después de 10 años seguimos esperando a que
se haga justicia”
P. ¿Cuál cree que fue el objetivo del ataque del ejército norteamericano al Hotel Palestina?
R.
Existen varios factores, el principal fue el ataque a las tres únicas
cámaras en directo que suministraban imágenes por satélite al resto del
mundo. Las tres cámaras eran la de la cadena Al Jazira, Reuters y
Telecinco. El objetivo de ataque era el de hacer un corte de emisión
para que nadie se enterara de lo que las tropas de Estados Unidos estaba
haciendo en ese momento, que era bombardear Bagdad. Otro de los
objetivos era el de dar un aviso a los periodistas, a los independientes
concretamente, puesto que estaban en contra de que ellos contaran al
mundo lo que estaba pasando. Sin duda fue una estrategia para
silenciarlos.
P. ¿Qué opinión tiene sobre el comportamiento de EE UU sobre el tema?
R.
Debemos distinguir entre el gobierno de Estados Unidos y los
estadounidenses. Por parte de la gente hemos recibido un trato
maravilloso, pero sin embargo con el gobierno estamos muy enfadados, no
solo como familiares de una víctima, sin por la soberbia y mangoneo con
el que han tratado a la justicia española y al gobierno. EE UU se ha
portado mal siempre con nosotros. Ellos piensan que son el máximo poder e
intentan proteger la impunidad de sus soldados a toda costa, por eso
estamos enfadados e indignados.
R. ¿Qué ayuda recibisteis por parte del gobierno del partido popular?
R.
No recibimos ningún tipo de ayuda. El gobierno de Aznar mintió. Nos
mintió el ministro de defensa, Federico Trillo, sobre el cadáver de mi
hermano, que tardó cinco días en llegar. Y eso es algo imperdonable para
una familia desolada. Aznar no nos dio ningún tipo de apoyo, es más nos
tachó de antipatriotas, cosa que no entendemos porque nuestra familia
es de tradición militar, y más que nada porque creemos en que el
patriotismo es defender a los ciudadanos. El Partido Popular lo único
que hizo es apoyar a huir de la justicia a los autores del asesinato de
mi hermano.
P. ¿Qué ocultaba el gobierno español y estadounidense sobre el caso Couso?
El
PP ocultaba la sumisión y la relación con EE UU, no ya solo como
aliados sino como uso alterno, porque no fueron capaces de pedir
explicaciones al gobierno estadounidense. Mi hermano era para la gente
alguien cercano, en una guerra impopular, en la que Estados Unidos nos
había metido sin comerlo ni beberlo, por eso se trató de silenciar el
caso. Ellos pueden hacer lo que quieran, porque gobiernan en base a un
imperio.
Parecía que íbamos a contar con el apoyo de Zapatero,
puesto que hizo varias campañas demostrándolo, y, es más, solía acudir a
las manifestaciones que hacíamos enfrente de la embajada de Estados
Unidos, pero en realidad nos enteramos de que había estado jugando
electoralmente con la sangre de mi hermano. Con los cables de Wikileaks
nos enteramos de que el embajador de EE UU en España, Eduardo Aguirre, y
con la conveniencia del Gobierno de Zapatero ocultaron datos para
impedir la investigación del asesinato de mi hermano.
Pero
tenemos que reconocer, que tenemos de lado a la justicia, puesto que el
caso se ha reabierto dos veces por unanimidad del juez de la Audiencia
Nacional Santiago Pedraz, y del Tribunal Supremo.
P. ¿De qué manera se esta violando la convención de Ginebra, sobre los derechos humanos en los crímenes de guerra?
R.
La Convención de Ginebra que está firmada por nuestro país y el de
Estados Unidos, señala claramente la diferenciación de una muerte en
combate de la de un asesinato. Los que vulneraron dicha convención saben
perfectamente que disparaban contra un sitio civil. Por tanto, los
principios de discrecionalidad y proporcionalidad en el caso de mi
hermano han sido violados. El principio de no atacar a población civil
se ha violado, también el de la proporcionalidad dado que utilizaron un
proyectil de 120 mm. Este, sin duda, es un caso paradigmático de la
vulneración de los derechos humanos.
P. Actualmente, ¿cómo está el caso Couso?
R.
Después de casi 10 años seguimos esperando a que se haga justicia. El
caso ha sido reabierto por el Tribunal Supremo. Conseguimos la
autorización de Irak para trasladarnos a Bagdad para realizar una
inspección ocular del escenario del crimen, y los resultados del
peritaje demostraron que desde el carro de montaje en el que iban los
militares se veía perfectamente el lugar hacia donde apuntaban, al Hotel
Palestina.
A día de hoy, están procesados y en busca y captura,
los tres militares que ordenaron, autorizaron y efectuaron el disparo
que mató a mi hermano. Además hemos intentado que la ex sargenta
estadounidense Adrienne Kinne, que conocía que el objetivo de los
militares era atacar el Hotel, declarara en el juicio, pero esta se vio
amenazada y no declaró. Sin embargo, la periodista Ami Goodman, que
entrevistó a la ex sargenta, sí que ha declarado en el juzgado de la
Audiencia Nacional, asegurando que el Ejército de Estados Unidos tenía
como objetivo el Hotel.
Por otro lado el juez Pedraz ha imputado a
dos de los superiores de los militares como ejecutores del plan.
Además, el juez investiga el patrimonio de estos hombres, sobre los que
se les ha impuesto una fianza de tres millones de euros. Así que estamos
a la espera de una decisión, es difícil, porque EE UU no colabora, y
cada vez que el Juez Pedraz le envía una carta ni la responde.
P. ¿Cuál es el objetivo de la familia Couso?
R.
Nosotros no queremos venganza, queremos justicia. Y la justicia es que
la Audiencia Nacional investigue y juzgue a los criminales, y que dicte
justicia. Si se hace, y estos resultan culpables lo aceptaremos, y si
son absueltos recurriremos. Lo único que queremos es que tengan los
derechos a defenderse que no tuvo mi hermano, y que un juez sopese quien
es culpable y quién no. No hay ningún interés económico detrás. Lo
peor que puede hacer un militar es matar a un civil, y si se hace, éste
debe ser juzgado.
P. ¿Qué nos puedes contar sobre la asociación de hermanos, amigos y compañeros Couso?
R.
La asociación surgió cuando fuimos a la embajada de EE UU a recibir el
cadáver de mi hermano, nos pusimos una camiseta con el lema de “José
Couso, crimen de guerra”, y fue en ese momento en el que nos dimos
cuenta de que éramos los hermanos, los amigos y compañeros los que
pedíamos justicia. Nos organizamos para dar soporte a las actividades
que realizáramos en memoria de mi hermano. Somos una asociación
independiente, sin ánimo de lucro, y no recibimos subvenciones. Lo único
que queremos es mantener viva la llama, y defender los derechos de los
periodistas, para que no sean asesinados.
P. Para finalizar nos gustaría conocer su opinión sobre el 25-S y sobre el modelo de Democracia.
R.
Respecto a las movilizaciones, estoy preocupado por la respuesta del
poder, es decir, la violencia. No entiendo cómo han llegado hasta este
punto, y menos lo que se ha hecho con los periodistas, pues está claro
que el objetivo de la Policía era el de que los periodistas no
cumpliesen con su función de informar. Es necesario cambiar la
situación, parece que vivimos dentro de una dictadura económica. Toda mi
solidaridad con la gente que se manifiesta pacíficamente en la calle.
Sobre
la democracia, pienso que vivimos una democracia formal, porque de cara
a la sociedad lo parece, pero más bien vivimos en un régimen
bipartidista con una ley electoral tramposa, donde siempre van a ganar
dos partidos engañosos, y donde el poder económico-financiero ha
suplantado el poder de los políticos. Yo reclamo un nuevo proceso
constituyente, que nos devuelva la democracia, puesto que como yo y
otros muchos ciudadanos, no la votamos.
El Aguijón
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