El Índice de Precios en Origen y Destino de los alimentos (IPOD) se elevó en junio hasta el 6,03 ( 603%), el nivel más alto de la historia de este índice, elaborado mensualmente por la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG) y las organizaciones de consumidores UCE y CEACCU desde mayo de 2008. EL IPOD agrícola se situó en el 6,88 (casi un 700% de diferencial medio entre el origen y el destino) y el IPOD ganadero se mantuvo en niveles similares a otros meses, un 3,16. El imparable aumento de los márgenes de la cadena agroalimentaria obedece fundamentalmente al desplome de los precios en el campo, más acusado en el mes de junio en las hortalizas y algunas frutas de verano, tales el melón o la sandía. Por productos, caben destacar los desorbitados márgenes comerciales en la cebolla (1.570%), patata (1.314%), tomate para ensalada (1.130%), melón (1.120 %), coliflor (1.093%) y pepinos (1.084%). También son destacables las diferencias de otros productos hortícolas como el pimiento rojo (740%) o la berenjena (874%). En el caso de las frutas, el plátano (920%), el limón (744%) y la sandía (763%), también acumulan unos diferenciales reseñables. En el sector ganadero, cerdo (470%) y ternera (430%), son los productos con unos márgenes más significativos.
“Estos datos ilustran que los agricultores, como en la mayoría de los casos, hemos acabado pagando la guerra de precios de los “hiper”. Para mantener unos márgenes de rentabilidad altos la gran distribución viene ejerciendo una presión constante en el campo, llevando al sector agrario a una asfixia insostenible al tener que vender incluso por debajo de los costes de producción. Exigimos al Gobierno que pase de los necesarios estudios a las imprescindibles actuaciones ante los escandalosos márgenes y los abusos de la distribución, amparados por las políticas de desregulación de los mercados. Necesitamos que los beneficios de la cadena se distribuyan de forma equitativa y justa”, ha argumentado Miguel Padilla, responsable de Mercados Agrarios de COAG.
A este tipo de abusos se une el significativo aumento de las importaciones en la última década. En el caso del melón y la sandía, las importaciones de terceros países, (fundamentalmente de Costa Rica y Brasil) han aumentado en los últimos diez años un 45% y un 76% respectivamente. Los precios de ruina que se están pagando en estos momentos, (0,07 euros/ frente a los 0,20 euros/ kg que cuesta producirlos), han obligado a los agricultores a destruir unas 40.000 toneladas de melones en el campo de Cartagena, (un 30% de la cosecha), para intentar alcanzar unos precios rentables.
En el sector de la patata se repite la misma historia. Tal y como denunció COAG hace unas semanas, las grandes cadenas de distribución están dando la espalda a la producción de patata temprana española, que en estos momentos se encuentra en plena campaña de recolección. En su detrimento, se ha apostado por dar salida a los excedentes a bajo precio de patata vieja de origen francés, que en algunos casos lleva más de 6 meses almacenada.
COAG, Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos
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