lunes, 13 de julio de 2009

LA IGLESIA HONDUREÑA CONDENA LA POSICIÓN DE LA CONFERENCIA EPISCOPAL

La iglesia hondureña inicia un periodo de escisión, debido a las recientes declaraciones de Oscar Rodríguez Madariaga, Cardenal de la Conferencia Episcopal hondureña, quien alegó que el derrocamiento de Manuel Zelaya «no fue un golpe de Estado».

Esa fue la posición de la diócesis Caritas de Santa Rosa de Honduras, que a través de un comunicado se desliga y refuta dichas aseveraciones, emitidas por la diócesis Caritas Nacional liderada por el sacerdote German Cáliz, subalterno de Rodríguez.

Debido a las disonancias eclesiásticas en el vecino país, Faustino Milla, sacerdote de Caritas de Santa Rosa, solicita enérgicamente que se condenen las acciones golpistas producidas el 28 de junio pasado contra Zelaya.
Mientras tanto, «las organizaciones sociales en Honduras seguirán en resistencia contra el régimen golpista, pero siempre en el marco de la no violencia», detalló el informe.

Las acciones coercitivas por parte del gobierno golpista de Micheletti, no solamente se han producido contra medios y cadenas televisivas internacionales, sino también al interior de la Iglesia Católica que pretende manejar la situación con total impasibilidad.

Milla aseguró que el obispado se encuentra «bajo mucha presión por el resto de la Conferencia Episcopal que está acuerpando la posición del Cardenal Rodríguez», de tal manera que los teléfonos que utilizan son intervenidos.

La alerta, que el religioso da a conocer, vaticina posibles intentos golpistas por parte de sectores con intereses políticos y económicos en detrimento de la democracia en Centro América y Latinoamérica.

Por ello, pidió al pueblo salvadoreño «seguir con todas las acciones de análisis y difusión sobre la situación, para que la gente, tanto en El Salvador como en Honduras, esté informada y comprenda la magnitud del problema».
Néstor Ríos (Argenpress)

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