domingo, 15 de febrero de 2009

UNA REFLEXIÓN DESDE LA IZQUIERDA EN NAVARRA

Durante los dos últimos años, están teniendo lugar en el escenario político navarro una serie de movimientos en los partidos, cuya clave central, en lo que compete a nuestras preocupaciones, se encuentra en el cambio de orientación del PSN, que tras renunciar a agrupar las fuerzas políticas necesarias para el cambio, ha pasado a sostener el gobierno de UPN. Para las izquierdas navarras, esta situación demanda un esfuerzo de adecuación que ponga como una tarea de primer orden hacer más rentable y efectivo el espacio que se ubica a la izquierda del PSN. La aspiración al cambio político, a que sea la izquierda y no UPN quien gobierne Navarra, exige un cambio de posición del PSN, que sólo será posible si percibe que a su izquierda se va fortaleciendo, organizando, haciéndose operativo un entendimiento entre las fuerzas que ocupamos dicho espacio. Las críticas, los emplazamientos o las propuestas de actuar conjuntamente, no le conmueven demasiado al actual PSN, pero sí le preocupan sobremanera los movimientos que vienen gestándose a su izquierda.

Estamos acercándonos al ecuador de la legislatura y las personas, colectivos y partidos que estamos realmente por el cambio político debemos hacer un esfuerzo extraordinario, cada cual desde nuestro ámbito, para adecuarnos a las diversas y particulares situaciones que caracterizan a Navarra, y tejer en cada territorio una forma específica de confluencia de las energías por el cambio, sin que por ello hayamos de renunciar a nuestros objetivos e identidades propias. Sin menospreciar ningún cauce de comunicación y entendimiento, pienso que el espacio municipal ofrece unas condiciones especialmente interesantes por su amplitud y diversidad. Es un terreno adecuado para ir experimentando un trabajo práctico desde la base, y un contrapoder idóneo para librar el pulso a la alianza de gobierno en Navarra. Hoy, más de la tercera parte de la representación municipal se escapa al control del PSN y UPN, desde la izquierda, y tiene las manos libres para arremeter contra todo tipo de tejemanejes y chanchullos. Un ejemplo reciente lo tenemos en Peralta, cuyo alcalde emitió el único voto contra el mantenimiento del Polígono de Tiro en Bardenas

Para encarrilarnos en esta dirección, Na Bai tiene un papel determinante por la considerable fuerza política que representa, y dispone de recursos idóneos al tratarse de una coalición joven, de nuevo cuño. Su diversidad interior, aunque no exenta de conflictos, es enriquecedora y le facilita comprender mejor la variada realidad Navarra para adaptarse a ella con más facilidad que otros colectivos. Una prueba elocuente de tal flexibilidad en materia electoral, es la que se llevó a cabo en las elecciones municipales de 2007, en las que en una docena de localidades del norte de Navarra, Na Bai, por razones operativas, renunció a su sigla para dar protagonismo a los partidos que componen la coalición, lo que no afectó en las elecciones al Parlamento de Navarra o al de España para las que, en esas localidades, obtuvo resultados excelentes.

En el horizonte venidero, hemos de dar un paso más en nuestra línea de acomodo a las peculiares realidades de nuestro territorio. En Navarra persiste un fenómeno excepcional que no se refleja en otras latitudes y que tiene una considerable importancia. Se trata de la presencia en la escena política de un gran número de concejales que forman parte de agrupaciones locales de izquierda. Estas agrupaciones se dan con particular intensidad en la Ribera, pero también en la zona media y en otros lugares. Sería interesante ahondar en las razones de dicho fenómeno, pero parece obvio que junto a una tradición que tuvo fuerte presencia en los primeros años de ayuntamientos democráticos, uno de los motivos es el hecho de que en la actualidad los partidos políticos en escena no resultan adecuados para agrupar las diversas sensibilidades de izquierda que caracterizan esas localidades. En el seno de estas agrupaciones conviven personas sin adscripción política y quienes simpatizan con uno u otro partido – no pocos de las y los concejales son votantes de Na Bai – teniendo como voluntad compartida el desarrollo de una política unitaria de izquierdas en su localidad, comprobando que el formato que emplean para el agrupamiento hace rentable el resultado electoral. Este agrupamiento tiene una considerable importancia en la perspectiva de cambio político en Navarra, y es fuente de preocupación para los partidos que hoy gobiernan, más aún a partir de que el apoyo del PSN a UPN haya generado descontentos y abandonos en su seno que se orientan en esta misma dirección. En Na Bai no podemos ignorar este fenómeno considerando que no va con nosotros, y mucho menos combatirlo viéndolo como competidor. Por una política de izquierdas más allá de cualquier interés partidista, e incluso por el bien de la propia coalición, allá donde se den las circunstancias adecuadas, que suelen confluir en pueblos donde ya existen estas agrupaciones de izquierdas, tenemos que ser animadores de tales dinámicas y formar parte de ellas sin recelos.

En las elecciones generales del pasado año, Na Bai obtuvo el 4,6% de los votos en la Ribera, un buen resultado teniendo en cuenta las peculiaridades del territorio y de la propia coalición, que cuatro años atrás sacó el 3,28%. Pero, para seguir avanzando hemos de ser sensibles a las particularidades territoriales y adoptar una posición flexible e inteligente. El 60% de los pueblos de la Ribera dispone de agrupaciones locales de concejales de izquierda, algunas con larga historia y otras de reciente creación, en general con buenos resultados, que en la actualidad contribuyen de una forma determinante a cuestionar el monopolio compartido de poder que ejercen UPN-PSN en los ayuntamientos. Na Bai debe establecer un diálogo con ellas, apoyándolas desde dentro y desde fuera, poniendo a su servicio los notables recursos de su representación institucional. En esta andadura, Na Bai, además de contribuir al fortalecimiento de las izquierdas, lejos de perder protagonismo puede resultar fortalecida. No podemos olvidar que la coalición está fuertemente marcada por una imagen nacionalista que, a pesar de no responder a su pluralidad interna, contribuye a que la asignatura pendiente sea su reconocimiento, especialmente en el sur de la Comunidad, como una fuerza de izquierda propia de la sociedad Navarra. Esto tiene que ganárselo palmo a palmo, en el quehacer cotidiano, respondiendo positivamente y de forma específica a las realidades concretas que se presentan en cada localidad. Para ello, Na Bai debe hacer propuestas políticas y sociales desde la izquierda y desde la realidad navarra, pero sobre todo, tiene que ser y aparecer ante estos sectores como una fuerza plural, abierta, respetuosa y servicial, que busca de verdad – más allá de las palabras - agrupar la energía social y política a la izquierda del PSN. Y que trabaja sin obsesiones partidistas, sin obcecarse en poner su sigla en todas las candidaturas locales.

A estas alturas, el entendimiento entre UPN-PSN tiene cierto asentamiento y hay muchas posibilidades de que se prolongue más allá de la legislatura en curso. Precisamente por ello, Na Bai debe encarar el futuro con serenidad, con imaginación, de forma creativa. Se trata de realizar un trabajo paciente, poner la mirada en el medio plazo ofertándonos con modestia y actitud de servicio al encuentro de todas esas fuerzas culturales, sociales y políticas que realmente estamos empeñadas en el cambio político en Navarra. Con este horizonte, son muchos los terrenos en los que habremos de reajustar nuestra orientación, siendo uno de los más importantes la forma de afrontar el trabajo en los municipios. Las pautas indicadas más arriba son, a mi entender, las más adecuadas para fortalecer el espacio de izquierdas, ensanchar Na Bai, ganar credibilidad y afrontar el devenir con sana ambición, preparando el terreno, siempre con las manos abiertas para que las izquierdas navarras avancen. Y para que, contando con este empuje, en el futuro también el PSN vuelva su mirada a la necesidad de un cambio de gobierno en Navarra por y para la izquierda.

Fdo: Milagros Rubio, miembro de Batzarre y Concejala de Na Bai en Tudela
batzarre.org

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