Queremos con este escrito dejar claro que la causa de las inundaciones de las casas y corrales que han padecido durante años los vecinos/as de la calle Nueva de Murillo el Fruto no han sido motivadas por que la tubería de saneamiento de la calle mencionada fuese muy estrecha, tal como dice el alcalde de la localidad en sus declaraciones a Diario de Noticias el día 06/02/09 y de que tras conocer el motivo del problema, hayan decidido incluirla en el Plan de Inversiones Locales con el fin de solucionar el problema. Según la Agrupación Independiente Murillo AIM, la causa es otra muy diferente a la que se dice desde la Alcaldía.
En las obras que se hicieron en la travesía de Murillo el Fruto, en el año 2000, entre otras se realizó una modificación consistente, en unir a la red de saneamiento y alcantarillado de la calle Nueva las mismas redes de otras calles de la parte superior de la travesía (cuyas aguas hasta entonces no eran recogidas por ésta), sin haberse ampliado antes el diámetro de la tubería de la primera. Por ello, el exceso de caudal producido por las tormentas sobrepasaba su capacidad calculada y es por ello por lo que se producen las inundaciones.
Nosotros, tras de descubrir el origen del problema, tenemos serias dudas de que dicha modificación se realizase dentro de las normas legales, ya que no hay constancia de dicha modificación en el proyecto final, no aparece en el recientemente aprobado Plan Urbanístico Municipal, a pesar de estar realizada la obra y sí que aparece recogido en el citado Plan el lugar por el cual deberían de haberse llevado las aguas causantes del problema y no se cumple (el alcalde y el ingeniero de obras sabrán por qué).
Los motivos por los cuales han decidido incluir la el arreglo de esta calle en el Plan de Inversiones, a nuestro entender han sido el que los vecinos/as, tras conocer el origen del problema y hartos de quejarse de las inundaciones, decidieron formular un recurso basado en el argumento referido en el párrafo anterior ante el Tribunal Administrativo de Navarra, TAN.
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