El 2008 ha sido un año agridulce para la Caja Laboral. La entidad financiera ha tenido una buena gestión, más clientes y más créditos, pero un mal resultado. Sus beneficios han sido de 100 millones de euros. Una cifra que así dicha, y con la crisis no parece mala, pero lo cierto es que sus beneficios han caído un 45%. La razón no es otra que la quiebra del gigante americano Lehman Brothers. La entidad tenía expuestos 162 millones de euros y ha reconocido que solo recuperará el 25%, el resto ha echado por tierra los beneficios.Otras operaciones inmobiliarias han contribuido a reducir los beneficios. Pero no todo son malas señales en este ciclo cerrado. La Caja Laboral ha crecido en clientes y en créditos concedidos, muy por encima de otras cajas. Además, tiene una morosidad mucho menor. Esa es una de las grandes preocupaciones de la entidad, ya que sus estimaciones elevan la morosidad en el Estado hasta el 8%, y la suya al 5%. Se trata de una señal inequívoca de los malos tiempos que están por llegar y que harán mella en empresas y familias.
De hecho Caja laboral revisa ya sus previsiones y prolonga la crisis hasta el 2010. Para el año que viene, se conforma con repetir los beneficios de 100 millones de euros. La entidad facilitará prestamos a familias y empresas por un montante de 1.000 millones para las hipotecas y 3.000 millones para la financiación de las pymes.
Además, ha reconocido estar negociando y estar dispuesto a acordar con el Gobierno vasco un convenio para sumarse a la iniciativa de que los parados puedan vender su vivienda al Ejecutivo con una condonación del 20% de la hipoteca
cincodias.com
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