Elgeta fue durante siete meses el único pueblo guipuzcoano que se mantenía en terreno no conquistado por los fascistas. Allí, ante el monumento conocido por Intxortako atea, que simboliza la defensa vasca contra el alzamiento franquista, ha reivindicado Aintzane Ezenarro junto a otros candidatos de su partido la deslegitimación de la violencia."Porque tenemos que terminar con el sufrimiento que está instalado en esta sociedad y porque poner por encima el sufrimiento de unas víctimas del de otras nos aleja de la paz".
“Es necesario”, ha señalado Aintzane Ezenarro, “que nos esforcemos para romper la espiral de violencia de cara al futuro; romper con la dinámica de atentados e ilegalizaciones. Como personas de izquierdas y abertzales que somos nos comprometemos a ello. Por otra parte, para poder mirar hacia adelante tenemos que cerrar bien las heridas que siguen abiertas; para no generar clasificaciones entre las personas que han sufrido, para que, en este pueblo que ha sufrido demasiado durante demasiadas generaciones seamos capaces de mirar hacia adelante”.
Aintzane Ezenarro ha recordado que la pasada legislatura el Parlamento Vasco aprobó la Ley de Solidaridad con las Víctimas del Terrorismo, que reconoce a las víctimas de todos los grupos armados, pero que sigue habiendo personas que se han quedado fuera de ese reconocimiento. “Es necesario”, ha señalado la cabeza de lista por Gipuzkoa, “que todas las víctimas tengan el reconocimiento de las instituciones. Parece que algunos quieren olvidar a algunas víctimas. Nosotras y nosotros, no las olvidaremos”.
Ezenarro ha señalado que por una parte están las víctimas del franquismo, “víctimas a las que en la pasada legislatura el Gobierno Vasco no ha escuchado. No ha tenido en cuenta las peticiones de las asociaciones de las víctimas del franquismo, que piden un reconocimiento más digno que el mero hecho de poder acceder a unas ayudas sociales”.
También han quedado fuera, tal y como ha descrito la representante de Aralar, “aquellas personas que siendo víctimas de la violencia de motivación política, no son víctimas de grupos terroristas. Aralar pidió que se tuviera en cuenta a todas ellas que suman, por lo menos, 109 muertes que no han sido reconocidas por las instituciones. Todas las víctimas tienen el derecho a reclamar la verdad, justicia y reconocimiento y a las instituciones les compete que todas tengan el mismo nivel de reconocimiento”.
Ezenarro se ha comprometido tratar de desarrollar una oficina de atención para todas estas víctimas, a que en el Parlamento se cree una comisión para abordar estas cuestión, y llevar una ley que incluya la reparación para estas personas
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