Responsables de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, (COAG) de las principales áreas productoras de hortalizas se reunieron ayer en Almería para trazar un calendario de movilizaciones que dará comienzo el próximo día 11 de febrero en Madrid ante las puertas del Ministerio de Asuntos Exteriores. El objetivo es denunciar el oscurantismo y la falta de información que rodea el actual proceso negociador abierto entre la Unión Europea y Marruecos para renovar su acuerdo de asociación y la pasividad del Gobierno español, que no está defendiendo los intereses de sus agricultores.
Marruecos lleva varias semanas introduciendo tomate en Europa por debajo del precio mínimo de entrada (0,46 €/kg), lo que demuestra que los controles en frontera no se están realizando y que el país norteafricano está incumpliendo el acuerdo de asociación. COAG tiene constancia de que el mercado de Saint Charles de Perpignan se ha convertido en un auténtico coladero por el que entraron, sólo durante el mes de enero, más de 20.000 toneladas de tomate marroquí, cuando el cupo previsto para ese mes era de 31.300 toneladas para toda de Europa. Además, según los datos del propio mercado francés, se han registrado precios de venta inferiores a 0,45 €/kg, “lo que equivale a un tomate pagado al agricultor en España a 0,35 €/kg, muy por debajo de nuestros costes de producción”, ha indicado el responsable nacional de Hortalizas de COAG, Andrés Góngora.
Con respecto a las negociaciones abiertas con Marruecos, resulta inconcebible que los agricultores españoles no cuenten con información puntual sobre el estado de un proceso que afecta directamente a su actividad. El pasado mes de mayo, la Comisión Europea estableció una lista de productos sensibles dentro de éstas negociaciones de la que quedaron excluidas varias hortalizas de vital importancia para España como pimiento, melón o sandía. COAG teme que el comercio de estos productos sea liberalizado completamente, “lo que acabaría con miles de explotaciones familiares del sureste de España”, según ha alertado Miguel Padilla, miembro de la Ejecutiva nacional de COAG.
En este sentido, la organización agraria ha estimado en un 10% la pérdida de renta que podría conllevar esta liberalización del mercado, lo que supondría la destrucción de miles de puestos de trabajo en el único sector que genera empleo en la actualidad. Bruselas argumenta que este tipo de acuerdos sirven para mejorar las condiciones de vida de la población de estos países. Sin embargo, “no se entiende que a Marruecos, donde varios millones de personas viven en condiciones de extrema pobreza, le sobren miles de toneladas de hortalizas que deberían servir para alimentar a sus ciudadanos. La coordinadora agraria ha dejado claro que no se opone en ningún momento al desarrollo de estas naciones, “pero la sociedad tiene que saber que el mensaje triunfalista que pregonan desde Bruselas es falso. Las únicas que se están lucrando son las multinacionales agroalimentarias afincadas en el norte de África, que se dedican a exportar su producción hacia Europa”, ha señalado Góngora.
Además, COAG indica que los consumidores comunitarios tampoco se están viendo beneficiados por un precio menor, todo lo contrario, ya que desde que entraron en vigor los acuerdos preferenciales con países terceros el coste de las hortalizas no ha hecho más que subir.Por todo ello, la convocatoria de movilización prevista para el 11 de febrero llevará a miles de productores de hortalizas de toda España a exigir al Gobierno central que tome cartas en el asunto y defienda los intereses de sus agricultores.
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