Los expedientes de regulación de empleo se han duplicado en la Comunidad Foral desde que entrara en vigor la reforma laboral del PP. El Instituto de Estadística de Navarra ha contabilizado 615 ERE entre febrero y septiembre por los 288 registrados en el mismo periodo del año pasado.
Los motivos de esta proliferación se achacan a la actual recesión económica y a la mayor flexibilidad que ha otorgado Rajoy para su ejecución, como suprimir la necesidad de que la Autoridad Laboral, el Gobierno de Navarra o el Ministerio de Empleo, aprueben su aplicación.
Además, como dato preocupante, el aumento porcentual de ERE en la Comunidad en los primeros ocho meses del año ha superado el registrado en España. Si en Navarra se ha producido un incremento del 108% (612 expedientes entre enero y agosto), en el Estado ha sido del 70% (22.007 ERE). Una diferencia de 38 puntos que se puede deber a que el decrecimiento de la economía en nuestro territorio en los últimos trimestres se ha agudizado más que la media nacional.
En el primer semestre del año, los indicadores económicos de Navarra empeoraron respecto a los del Estado por primera vez en la crisis, que comenzó en 2008. El Ejecutivo ha justificado este cambio de tendencia a la caída de la actividad en todos los sectores, principalmente en la industria; a la desconfianza del consumidor, a los recortes públicos y a la disminución de las exportaciones, centradas principalmente en la UE, foco de la crisis. Este contexto ha podido contribuir a que la actividad en la Comunidad esté más tocada y que las empresas hayan tenido que recurrir a esta herramienta para adecuar su oferta a la demanda.
Los datos del PIB del tercer trimestre, que desvelará mañana el INE, mostrarán por dónde va a ir la economía foral, aunque las previsiones no parecen alentadoras, de acuerdo a las últimas declaraciones de la vicepresidenta de Economía, Hacienda, Industria y Empleo, Lourdes Goicoechea. Según avanzó, Navarra concluirá el año con un decrecimiento de la economía del 1,5%, una senda que se mantendrá en 2013 al caer el PIB un 1,2%.
La reforma laboral trajo consigo la desaparición de la Autoridad Laboral (El Gobierno central o autonómico) como parte resolutiva si los empresarios y los sindicatos no alcanzaban un acuerdo para la aplicación de un ERE, que pueden ser de extinción, suspensión, mixtos (que incluyen despidos y regulación) y de reducción de jornada. Antes de la reforma laboral, si durante el proceso de negociación del ERE, que podía durar entre quince días y un mes, la patronal y la parte social no pactaban la forma de ejecutar el ERE, se abría un nuevo proceso de 15 días, donde el Gobierno de Navarra estudiaba el ERE y llamaba a las partes para intentar alcanzar un acuerdo. Si tampoco prosperaba, la Administración foral dictaba una resolución.
Tras la reforma, si la empresa y los sindicatos no acuerdan el ERE, el expediente entra en vigor el día siguiente de concluir el periodo de consultas. Según el Boletín de Estadísticas Laborales, los ERE con acuerdo en España representan el 67%, pero aquellos en los que no se ha podido alcanzar un pacto han aumentado un 91,2% respecto a 2011, al sumar 2.169.
Entre febrero y septiembre, Navarra ha registrado 35 ERE de extinción, el mismo número que hace un año; 421 de suspensión, 225 más que en 2011; 39 mixtos por los 18 del año pasado; y 120 de reducción de jornada por los 39 de 2011. Es un hecho que los expedientes se han disparado tras la reforma y el nuevo bache.
Si se comparan estos datos con los de 2009, donde Navarra se adentró en la primera recesión, se observa que las cifras de 2012 se están asemejando a las de hace tres años. En aquel entonces, hubo 601 ERE de suspensión en los doce meses por los 421 de este año hasta septiembre, pero si se cuentan los de reducción que en 2009 no se usaban, la suma asciende a 541 este año, cifra parecida a 2009. Los ERE mixtos han crecido, de los 14 en 2009 a los 39 en 2012; y los de extinción han bajado, de los 65 entonces a los 35 ahora. La estadística muestra que los mixtos han crecido respecto a los de extinción, ya que con la prolongación de la crisis, las empresas se acogen a la fórmula de despidos y suspensión por la merma de la actividad, justifican. Basta consultar la lista de parados: de los 36.375 en enero de 2009 a los casi 50.000 de este año.
Sagrario Zabaleta, en Diario de Noticias
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