viernes, 19 de octubre de 2012

LA CONGELADORA DE MARCILLA PRESENTA UN ERE PARA DESPEDIR A 123 EMPLEADOS

Ultracongelados de la Ribera, conocida como la Congeladora de Marcilla, presentó ayer un expediente de regulación de empleo para despedir a 123 trabajadores, el 84,2% de la plantilla, porque traslada parte de la división de producción a su planta de Benimodo, en Valencia, y el resto a otros centros de empresas relacionadas con la firma.
Únicamente mantendrá su actividad logística, con 28 asalariados y seis eventuales, ya que "esta localidad es un lugar estratégico para abastecer al 70% de la demanda en España y para recibir productos e ingredientes de Europa", explicaron fuentes empresariales. Ultracongelados de la Ribera se constituyó el año pasado, perteneciendo un 50% al grupo belga Ardo -anterior propietario del 100% de la planta de Marcilla-, y el otro 50% a la multinacional francesa Bonduelle. Tras esta operación, la nueva compañía nació con dos centros, en Marcilla y en Benimodo (Valencia).
La firma, dedicada al mezclado, envasado y comercialización de verduras congeladas para la gran distribución, conservará en parte la división de producción en Marcilla hasta septiembre de 2013, por lo que "el grueso de la plantilla saldrá en esas fechas", confirmaron desde la compañía. La dirección entregó ayer al comité la documentación del ERE, que empezará a negociarse el jueves.
El expediente contempla prejubilaciones, recolocaciones e indemnizaciones para resolver la extinción de los 123 empleos en producción. La dirección cifra en 53 las personas mayores de 55 años -a 31 de octubre de 2013-, que entran en el plan de prejubilaciones. Además, estima entre 14 y 15 las reubicaciones que podría ofrecer en empresas ligadas a Ultracongelados de la Ribera o en compañías con las que tiene un vínculo comercial. En el caso de que los trabajadores optaran por aceptar un empleo en empresas del grupo, se incorporarían a su nuevo puesto con la antigüedad y el sueldo actual; en cambio, con la segunda opción expuesta, el afectado recibiría la indemnización correspondiente y comenzaría a regirse con las condiciones laborales de su nueva empresa, especificaron estas fuentes.
En el supuesto de que la Congeladora de Marcilla pudiera recolocar a este personal, el número de trabajadores que tendría que acogerse a indemnizaciones ascendería a 55. La reforma laboral estipula 20 días por año con un tope de doce mensualidades, pero la empresa "está dispuesta a mejorar esta cantidad, punto que se tratará dentro del periodo de consultas". El ERE también contempla un plan social "para minimizar las consecuencias del cese de la actividad", señalaron fuentes de la compañía. Este plan propone instalar una oficina de empleo externo en la planta de Marcilla para poder apoyar la búsqueda de nuevos puestos de trabajo.
Esta firma alegó motivos económicos, entre las causas, para justificar el ERE. "La compañía acumula unos resultados negativos desde hace más de cinco años. Además, se enfrentaba a unas perspectivas de mercado muy condicionadas por la desviación del consumo hacia las marcas de la distribución y el exceso de capacidad productiva instalada en los últimos años en España. Esta tendencia ha derivado en fuertes concentraciones, capacidad productiva ociosa, y en nuevas condiciones que han dejado desfasado y obsoleto el modelo productivo de la planta de Marcilla", detalló la empresa en una nota difundida a los medios. Así, la compañía explicó al comité que en los últimos tres años ha perdido 23 millones.
La parte social, compuesta por cuatro delegados de UGT, tres de CCOO y dos de ELA, rechazaron de forma rotunda el ERE de extinción. "No aceptamos este expediente. La destrucción de empleo es una mala noticia siempre", explicaron desde UGT. "La actividad principal de la producción se la llevaron de la planta y esta dirección y el resto que la han precedido no han realizado las inversiones necesarias. Su irresponsabilidad en la toma de decisiones se usa ahora como argumento para eliminar la línea de mezclado y envasado en Marcilla", indicaron desde CCOO. Así, el sindicato ELA también mostró su repulsa a este expediente, "que nadie se lo esperaba". El periodo de consultas comenzó ayer y a partir de ahora la empresa y la dirección tienen de plazo un mes para poder llegar a un acuerdo.
Diario de Noticias

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