El finlandés Jukka Takala dejará en septiembre su cargo al frente de la Agencia Europea para la Seguridad y la Salud en el Trabajo. Se jubila tras 38 años dedicado a la salud en el trabajo. Asegura que esta organización dependiente de la Comisión Europea ha logrado ser un referente a nivel mundial.
Sin duda. Haciendo un símil con el fútbol, ha cambiado la portería. Creo que estamos encaminando mal los problemas de larga latencia, porque aparecen cuando ya te has jubilado. Ocurre con muchos casos de amianto. No son visibles en las estadísticas y mucha gente no sabe que es un problema laboral para su salud de cuando trabajó hace treinta o cuarenta años en unas condiciones inseguras de trabajo.
¿En todo el mundo el problema es similar que en Europa?
Sí. En Europa se están reduciendo los accidentes mortales y suben las enfermedades, pero en el mundo todavía los accidentes mortales siguen creciendo. En los países pobres hay más accidentes que en países desarrollados, y la esperanza de vida es más baja. Se producen 2,3 millones de muertes al año, el 90% se debe a enfermedades y no son muy detectadas, mientras que los accidentes mortales sí se controlan. Son alrededor de 350.000 accidentes mortales a causa de las malas condiciones de trabajo.
¿Europa, con su nivel de desarrollo, se puede permitir tanta muerte?
La población está más interesada en temas de impacto como el accidente nuclear en Japón. No hay grandes titulares en la prensa por las muertes por el trabajo. Es más fácil escandalizarse por un accidente de avión. Nuestra agencia hermana de Colonia tiene 400 personas trabajando en seguridad aérea y tiene un accidente de media al año; nosotros en la Agencia Europea somos 70 personas. Las muertes relacionadas al trabajo son mayores, pero la percepción de la población y de los políticos no es esa. Es el problema. Es cambiar.
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